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DIARIO DE COSTA RICA.
y noble figura de un dia de sa lombia, Policarpa Salavarrieta, cu zonte, ya casi oscurecido por las bru más testigos que el cariño de familia; crificio y de honor para noso ya memoria lucirá, por todos los mas que se alzan do las aguas y las los altos montos que, empinándose sotros. fué el salvador de sus com siglos, como una triste luna, en sombras que bajan de los cielos. bre todos los horizontes, sc miran in patriotas el memorable 11 de las noches de duelo de la Améri. Llegaron ms odos los últimos conmensurables distancias y se concantos de los pájaros al buscar sus ni templan por adades seculares bien asi abril de 1856.
Tca, cuando en medio del infortu dos, los postreros gemidos de los valles, como los grandes hombres en la his.
Ese soldado salvador fué Juan nio esperan las generaciones el el acento ronco de las olas que gritan torin; el insecto que llega las más Santamaría hombre de esos que crepúsculo de un nuevo día de par adentro, y todos los vagos rumo altas cimas arrastrándose, y el águila acen a la sombra de una senci triunfo de libertad y de ventura res, y todas las cadencias melancólicas que se remonta, reina de la inmensiliez cercana a la naturaleza, oscu No.
del concierto solemne de esta gran na dad, y va a quemar sus plunas en In ro y humilde en la vida y superior El genio de la América Meria turaleza que se despide de la luz y la hoguera del sol. todo, todo tiene algazara para inclinarse en el silencio semejante; como si unos mismos mo.
y elevado en la muerte; hombre dional había levantado su cabeza, y las tinieblas.
delos hubiesen servido a las leyes unisin aurora en la cuna y de es lanzando hasta el cielo el claEl sol ya hundido entre resplando versales de la vida en la claboración pléndio crepúscnlo en la tumba, mor de independencia; una eres y pompas tristes, como xe hunde de sus crenciones.
hombre de los muy pocos en bullición inmensa de ideas inarca veces la gloria humana, como se hun. No veis que las sombras del crror quien bajo una pequeñez anarente, ba el carácter de una época gran den las grandezas de la tierra; la no oscurecen la más clara concepción de oculta la Providencia la fuerza y de: el fuego de la libertad infla che que comienza destrenzar, para la mente humana, como las nubes engarantía de muchos la suma pro maba millares de pechos genero. cubrir al mundo, su cabellera negra; el pañan la diafanidad del firmamento!
bada de la más alta de las virtu sos que afrontaban las crueldades pensamiento del hombre, que, cansado No habéis visto levantarse en los abisles el corazón y la yoluotad dellde un despotismo sangriento del rudo combate diario de la existen mos de una conciencia dopravada un patriota que dignifica el nombre los ànimos sublevados, en indes cia cia, busca el descanso y el reposo en inspiración de santidad y de pureza, stas horas; el mar que ruge con sen del propio modo que las plantas que de la patria y rinde por ella su cribible desesperación, no podían tido: formidable sollozo titán condena crecen entre aguas corrompidas, conexistencia.
menos de obrar prodigios de he do up batallar eterno, y para quien servan entre las hojas, puro, el rocío ¡Y qué excepcional patriota! Toisio, alumbrados de continuo el reposo y el descanso nunca vieren! del cielot Improvisado joven y sin elovación por el fijo luminar de la esperan los montes y su lóbrega mudez que se No habéis encontrado en los anales de ideas.
za. La independencia y la liber mejan fantasma. oh! recojámonos de las naciones ideas luminosas, pensa No busquemos la semblanza de tad de la América del Sur nece en nosotros mismos, entremos en nues mientos fecundos concebidos por inteese tipo singular en el espíritu de sitaban el holocausto de la heroi. tros pensamientos y recuerdos, que es ligencias vulgares, como crece el dia.
los trecientos héroes de Leónidas, na y del héroe, de esas dos vícti el momento y el lugar de meditación. mante en el seno de una toscrt picporque aquellos nobilísimos es mas grandes sacrificadas por una La naturalezn la establecido una dra?
La bri partanos fueron educados por el gran causa, y a quienes hoy rin misteriosa ley de semejanzas y armonías en todos los fenómenos de la vida de la juventud feliz y la hermosura, estado y para el estado, en una den culto la historia y la posteriuniversal.
tiene en sus notas las palpitaciones y época heroica, y bajo la inspira dad. Los ríos, viajeros eternos, se dirigen las voluptuosidades del placer; la que ción continua de la santa idea del La indep Jencia y la libertad al mar: la vida la eternidad.
Naast Na estremece los sauces y las fiores de los patiotismo, claro y ardiente sol lan colocaci. siempre la corona cen las flores, dan al viento sus aro ceinenterios, tiene algo de los venidos siempre filio en la conciencia de del martiri s frentes esco mas y se marchitan: la mujer da su de los huérfanos; algo de la tristeza aquellos hombres de inmortal gidas en. de la mano de Dios aroina y su hermosura en el ho. sonbría y desgarradora de las tummemoria.
guarda la savia de generaciones gar y en la sociedad, y se marchita bas.
No busquemos su semblanza enteras y la luz de lo porvenir, y también.
La campana que llama los niños Las horas ruedan al abismo que de la oración, figura las almas místicas en aquella fé profunda en aquel escribe, con la cifra del sacrificio, 10, vora los siglos, y vienen otros años, el amoroso reclamo de una madre que valor sereno que se anidaban en la la gloria y la inmortalidad.
que pasarán. Así, las lojas de los ár unseña a sus hijos las prácticas del mente de Pelayo cuando guarda. Así nos explica la filosofia, 4boles caen y mueren, y nacen otras bien; y la última plegaria qne alzan ba en las montañas de Covadon plicada los destinos del mundo, que morirán también.
labios amados al lado de un moribunga las reliquias de la nacionali. el secreto de la portentosa eleva Lay volcanes que esconden su crá do, parece ya un doble funeral.
dad española; porque aquel VA Ición de esas existencias que se sa ter en la región de las nieves perma La luz de los relámpagos y los resRÓX EXTAORDINARIO era el alma santifican por el dolor, se engrannentes, y ancianos que tienen la nieve plandores del incendio que rasgan las de una raza era el génio destinadecen por la maerte; y dejan en go de la juventud y de las pasiones en brecogida la mirada de los hombre made los anos en los cibellos, y el fue tinieblas, jno os traen la mente 0do dar vida y salud un pue pos de sí, campo más amplio al el corazón.
blo moribundo.
los!
bien, nuevos triunfos al derecho, La roca que resiste el doble embate, No busquemos tampoco ejem mayor y más puro aliento la hu iracundo y tenaz, de las olas y los ¿No habéis encontrado una triste plares parecidos al mártir centro inanidad.
vientos en una mar solitaria, semeja els ar solitaria, semeia el semejanza entre la vegetación de los so enlaus onumerables Pero Centro América no ha pa alma virtnosa que en la tristeza y ej polos, pálida y fria, y los pensamientos y desamparo ve estrellarse ante si las melancolicos y victimas caidas en el ara de su sado por una de esas épocas las ilusiones yertas patria en Sagunto, Numancia y cepcionales en que todas las spetentaciones del vicio y los halagos del del corazón que envejece en las trila vanidad.
bulaciones de la soledad moral!
Zaragoza; porque allí se realizaba ranzas, todos los sentimientos, toDe entre negras, ásperas colinas, El adiós del desterrado tiene toda la crisis de la sociedad entera, das las aspiraciones se fuadan en sin una planta ni una flor, nacen aguas la tristeza anticipada de las noches de que oponía su genio, sus tradicio una sola idea que se encarna en puras y serenas, a la manera que bro ostracismo. La ausencia de la mujer nes y sus fuerzas la muerte, para la sociedad y hace de cada indi ta el manantial de la esperanza en los amada roba los ojos la luz y al salvarse o perecer en imponente Viato un instrumento, de cada mas des ponente víduo un instrumento, de cada más desolados corazones. alma la alegría: la ausencia del sol quiallí se realiyaha corazón un impulso, de cada alma! El aroma suave de la violeta que ta la naturaleza encantos y armoun gran martirologio nacional un reflejo; y por esto calificamos se oculta en la soledad de un valle es uías.
que no hemos presenciado nosovode raro, muy raro en su línea, a condido, y trae la memoria las vir Baten las olas eternamente el muro Juan Santamaría.
tudes sencillas de aquellas familias que de una peña, como los deseos humanos tros.
Bernardino de Saint Pierre situó en el muro que guarda la felicidad cumBuscaremos semejanzas en ell. Continuard. una isla del mar del Sur, ei tembloroso plida; y en la tierra se disputan un santo y magnánimo Ricaurte, en y tímido lampo de la lejana estrella, dominio eterno el día y la noche, como quien el fuego del alma ardió más. OBILLAS DEL MAR.
que tiene la suavisima belleza de la el bien y el mal, con tenaz empeño vivo que las llamas que le devomirada de unos ojos castos; la nota de en el mundo del corazón.
raron en San Mateo, junto con los JUANA GIRALDO RECUERDO DE CARIÑO las pasiones, siniestra como la noia del Sí, todo tieno semejante: pero sobre las tempestades; la fuente que se des esas leyes de semejanzas y armonías, enemigos de su patria, bieu las 10. Aquí estoy, la orilla del océano, liza sin rumores por entre helechos y el Pensamiento Arcano que presidió buscaremos en aquella inspirada solo, Bentado sobre una roca que bateu modestas flores, como las existencias la distribución de las formas, caractemujer, aquella precursora de Co llas olas, la vista hacia el remoto hori que pasan ignoradas en un hogar, sin res y relaciones de los fenómenos en Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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