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DIARIO DE COSTA RICA.
el seu po gozand Lar huge coci saber las cualele misión del color y alegría miednich po representante Listrión que he boles ridículas, no le tengamos buen orador posee conocimientos lignorantes y oradores tontos; pe.
cha los bofes con los gritos, y se por superior Demóstenes y Ci altos y protundos: si habla de le ro después del discurso de Craso, vuelve pedazos por hacerse admi rón? Castelar es, sin duda, hom yes, es jurisconsulto; si de moral, no le quedaba duda en que esos rar del iuditorio. Esto no es más bre de juicio, y concurrre en el explaya sus principios; si. de filo no serían oradores, sino sinpleque ridiculez; pero hasta las com propio dictamen con sus amigos sofía, no es extrafio ii sus siste mente tontos ignorantes. Vieparaciones razonables son absur del nuevo mundo.
mas, ni sus máximas están pres ron entonces los demás como el das; pues no hemos visto un buen En la campiña romana, en esos tas en olvido. Cómo hablará uno, viejo ladino se había propuesto escrito, donde tal orador de tiempos felices en que ella estaba por clara que sea su inteligencia, contradecirles de antemano, fin nuestra sangre se le reputa muy cubierta de bosques frondosos y de materias que no ha estudiado de exitar el ardor del concurso, superior Demostenes a Cicerón salutíferos, se veía sobre una al ni leído El orador es un hon ly herir, digamos así, en la pala.
Imposible no sería que naciese untura una casa de campo rodeada bre de bien, bábil en la elocuen bra de sus elocuentes amigos.
hombre agraciado por la natura de jardines. Las fuentes rústicia, dijo Catón. Para ser hombre Un crítico moderno sagacísimo, leza con las mismas dotes intelec. cas, sombreadas por la retama sil de bien, preciso es el conocimien Sainte Beuve, pretende que hay tuales que esos célebres antiguos: vestre y el jazmín poético, presto y la práctica de las virtudes; palabras peculiares ciertos indimás sí lo sería que llegase medir tan soledad y silencio a las ninfas y las virtudes no proceden de la viduos, según el genio o la indole se con ellos en el arte de la elo que en ellas se bañian en desnu ignorancia. Ahora, pues, gcómo de cada cual. Un hombre profancuencia:esos fueron maestros consu dez inocente; el sátiro lascivo no ser hábil en la elocuencia sin un do y sinceramente religioso escrimados quienes las circunstancias penetra en ese recinto de la pu depósito ininenso de ideas en la birá Dios, inmortalidad, misericorde esos tiempos, las costumbres, dicicia, porque bres dicicia, porque Vesta tiene un al cabeza, sin un mar de sensaciones dia cada paso: un platónico deslas oportunidades y mil cosas que tar en la comarca. Un torrente y afectos en el pecho? La dialéc ljará caer el infinito de sus labios no existen en el día, volvían unos de plata derretida, crespo y rui tica es cadena compuesta de esla cien veces al día, el espacio, el unicomo gépios espíritus corpo doso, se precipita por una negra bones muchos y preciosos: buen verso: un poeta es familiar con el reos que no tendrán competidores (roca, cuyo pie forma una ama dialéctico no puede ser el que no dolor profundo, la esperanza, la desen nuestros miserables siglos. Cas ble oscuridad el grupo de higue posea la crítica, que es la ciencia esperación. Chateaubriand, La telar muy superior Demóst ras que allí se están gozando de del discernimiento, la lógica, que martine. Victor Hugo echan rea nes. donde están sus ra su dicha humilde y retirada. Lar es la ciencia de las deducciones y petidas Peces sus vocablos predi.
yos? no es sabido que este Jupí lgas calles de árboles arrancan de las conclusiones y estas dos ra llectos. ter los lanzaba sobre los macedo las puertas de la casa, extendidas mas del saber humano presupo Los de este último son grandenios, y reducía ceniza esos en todas direcciones, en tanto nen noticias de las cuales en nin za, tempestades, gigantes, y otros bárbaros enemigos de Atenas? Su que las flores, muchas y muy be guna manera pres ciude el que to que descubren el temple de ese perior Demostenes. dop las, concilían color, olor y alegría ma pechos la defensa de la jus bardo sublime. Pues nosotros, de está el bema donde se encasti esa mansión de las Musas. Su t icia, los intereses de la patria, el gusanillos, por haber dicho giganlle y resplandezca este monstruo dueño es un filósofo que así gusta estable sí onsta establecimiento de la moral, todo te una vez, vamos a dar una transeductor? dónde la plaza hepchi del ruido del Foro y de las cosas formando este grande, hermoso cada gigantesca, y tragándonos da de oyentes ávidos; dónde Pla Ipúblicas, como del silencio y el conjunto que llamamos buena po veinte siglos, por arte de encantón, dónde Alcibiades que aplau olvido del campo. Reuniéronse lítica: El que nada sabe acerca tamento, pasamos de los oradores dan? Castelar superior Cicerón en ella un día varios patricios no de una materia, scómo ha de ha antiguos los modernos, de De. donde la espada de dos tables, por no decir varones ín blar sobre ella? Le faltan las mostenes y Cicerón Erskine, filos con que este campeón de la clitos de Roma. El amo era Lu. ideas, y donde no hay ideas no Bolimbroke; Mirabeau, Verg.
libertad le abre el pecho Cati cio Craso, el primer orador de su ocurren las palabras gcómo ban niaud. todavía no nos detenelina y le bebe la sangre en las tiempo; sus huéspedes visitado de ocurrir éstas, cuando no hacen mos en ellos; la estrechez de esla video hinde tiempo; sus huéspedes visitado lanos fuentes de la vida? donde la bur: res, Marco Antonio, abuelo del sino representar las cosas? Pa tas columnas no ofrece espacio la seductora, la sal ática con quelinsigne pícaro que mando cortar labras sin fundamento, sin razón para tan grandes hombres; lo que se apodera del ánimo de los jue lla cabeza Cicerón: hombre de pi sentido, son necedades locu conviene es llegar nuestros días: ces y salva su cliente? donde el saber y de bien, perito en la elo Iras. Los insensatos no dejan de ahf están lord Derby, Gladstone.
vigor con que persuade, la vehe cuencia; César, antecesor del gran hablar. los tontos hablan también; Julio Simón, Gambetta; Pi y Marmencia eon que conmueve, la sen capitán de este nombre; Escévola esto no es höja de servicios sufi gall, Salmerón. Eh, y que haresibilidad con que hace verter el jurisconsulto, y los jóvenes ciente para que les hagamos se mos aquí con gente tan florida?
grimas? dónde el Pompeyo quien Sulpicio y Cotta, reunidos en esanadores representantes de la na El tornillo del artículo está apreadmira, el César quien subyuga, verde quinta con el objeto de ha ción, Un buen diputado puede tando ya: nuestro deber hubiera el Bruto quién exalta? dónde el blar y discutir en oratoria. Es no ser un buen orador; el don de sido delinear nuestro orador, hacapitolio, el Aventino, el pueblo cévola, un sabio, se puso de la palabra es más raro que el nú blar de él, tomar sus lecciones y romano. Cicerón es un gigante mostrar que al orador le bastabamen poético: temeridad sería exi trasmitirlas los no muy católique se eleva en la antigüedad y un escaso caudal de conocimien gir que todos los diputados fue cos de instrucción. Demóstones hiere con la cabeza el firmamento tos, como posea el don de la pa sen oradores admirables; bastará y Marco Tulio la han suplantado, apoyado en dos mil años. Loslabra y esté animado por el fue que sean personas de buen senti le han robado; ipícaros, ah picapredilectos de la fama están ungi go de la patria: Marco Antonio do, juicio recto, espíritu elevado, ros! Nuestro orador, el orador dos con un bleo cuya redoma en le salió al frente; César hizo fisga ánimo vigoroso, temperamento ecuatoriano es el que importa, el cantada guarda un ángel en el de él, y los jóvenes. Cotta y. Sul firme; hombres que sepan lo que vale: éste convence, conmue.
cielo; nadie toca ese vaso sagrado, picio, con ser que todavía no sa menos cual es su encargo y cua ve, ensaña y deleita; cierra con los sino algún hijo dichoso de la nabían mucho que digamos, prótes les sus deberes para con sus co tiranos, y da con ellos en el pol.
turaleza qué nace de la inmortali taron contra el viejo Escévola, mitentes; hombres de bien, aun vo; fúnda la libertad, y la vuelve dad, y rompe por los tiempos en calificando de absurda su propo que no hábiles en la elocuencia; perpetua; ora por da pátria, y la busca de la gloria. Castelar és, sición. Cuando Craso le huboly aunque no sabios ni filósofos, lengrandece. Lós ambiciosos, los hombre de talento, cursado en las llegado su vez, demostró que el por lo menos dueños de los cono insignes impostores, los enemigos fórmulas de la peroración; Caste orador debía ser una enciclopedia cimientos indispensables para el públicoś tiemblan éri su presencia.
lar es buen patriota; Castelar ha viviente; esto es, que debía saber objeto con que se han reunido. La bayonetá no le asusta, menos tenido el mérito y la habilidad de de todo, y nada por encima, sino Pero no hablamos hoy del dipu qué Febrició los elefantes de volverse conocido en uno y otro viendo y tocando la esencia mis tado síño del orador. Cuando el Pirro; la espada no le estrecha: ni continente; Castelar es español, no na de las cošás. Si la lógica es viejo Escévola hubo oído el pare el empleo le compra, ni la lisonja griego ni romano; llevará mal necesaria para discurrir y conven cer de sus amigos, sé sonrió y di lle desquicia: procomunal ilustraque nosotros, enemigos de adula cer, el tanteo de las pasiones es jo que ciertamente él había pen ción, honra, gloria; éstas sus di ciones estravagantes y de hiper indispensable para conmover. El sado que podía haber oradores Vinidades, por ellas muere. TeOtiguos pasamos arte de endono el Pomper verter ll el pitán de este antecesor del o César quien más quien Sulpicisconsulto, y los tanteo de coming convencer de mesté rola hubo oído campo Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica,