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DIARIO DE COSTA RICA.
Norte América, es de todo punto comedia del Sr. Gaspar y que va debe siempre respetar la superio segundo acto, cuando para cal.
inexacta. El Sr. Castro debe sa mos a desarrollar.
ridad de merecimientos y los res mar la violenta situación que ber bien, que los Estados Unidos Quisiéramos desde luego no plandores del talento, y arroja todos embarga, se resuelve que son el poder industrial mayor dar a la pieza que analizamos, el mos estas ideas que los exalta todos recobren los antiguos laque hoy existe. Véalo, si no, en nombre de comedia: quisiéramos dos pueden saber mal fuudados zos. Clotilde frenética de aloel siguiente cuadro, que muestra mejor llamarla drama. Es cierto en esa gran ley de la desigualdad gría se lanza los brazos de su la producción industrial de siete que el desenlace es feliz, que la por la cual un terreno da dos padre, en tanto que el sefior Ramón naciones.
risa generalmente domina en la cosechas cuando otro no da nin abre los suyos, pretende estrechar Estados Unidos. 000. 000. 000 obra y que el autor fiel las cos gunu, por la cual uu bombre da entre ellos al hijo de su vida, Inglaterra. 325. 000. 000 tumbres del teatro antiguo ha he ideas, cuando otro no da sino y Antonio, frío como el mármol, Francia. 080. 000. 000 cho que las dulzuras de una bo sandeces, por la cual son unos insensible como la roca, vuelve Alemania. 430. 000. 000 da sean la última impresión que fuertes cuando son débiles Otros. las espaldas al autor de sus días, Rusia. 11, 830. 000. 000 lleve el ánimo del espectador; Nada de esto entiende el señor y éste desconcertado, delirante, Austria Hungría. 600. 000. 000 pero si recordamos las horas de Ramón, que a cualquier observa loco, se abalanza, cuchillo en maBélgica. 355. 000. 000 (tristeza que enlutan el corazón de ción que se lo haga sobre la ho Do, sobre el desdichado Antonio.
No son, por tanto, escasos los Clotilde, al verse separada de su mogeneidad tan necesaria para la Los circunstantes lo detienen, y productos industriales de Norte padre; si pensamos en la angustia, armonía de los caracteres, contesta: el señor Ramón cae rendido y América, como lo supone el Sr. en el tormento, en la desespera que es un jornalero honrado que jadeante por el golpe moral que Castro. Tampoco son de mala ción que desgarró el corazón de tiene cuarenta mil duros y que su tan inesperadamente lo hiere. En calidad, ni inferiores, en general, aquel honrado viejo al ser des periódico dice que todos los hombres nuestro entender ésta es la escena los de vinguna otra nación. El preciado por el hijo que innun son iguales. Don Ramón se en culminante del drama, y aquí no material rodante de ferrocarril, la daba de luz el camino de su vida; carga de dar severa lección al se pasaremos desapercibida una bemaquinaria bidráulica y agríco por aquel hijo, por quien única mor Ramón que confunde la lleza, que revela profundo conola, las máquinas de coser, y otras mente respiraba y cuyas miradas igualidad ante la ley con la nega cimiento de la delicadeza fememuchas que forman un ramoʻvasto seguía una por una, entonces ción de las gerarquías sociales y nina: Clotilde, cuya educación ha gengucionales y nina: bionde, cuya de la industria americana, no tier nuestros lectores no vacilarán en también a su hija Clotilde, que protestado contra la idea de que nen rivales en el mundo. Muchos confesar que si está diestramente ha rechazado la mano de Antonio, aquel jornalero pueda ser su otros artículos podría citar, pero coloreado el cuadro risible de las al recordar el humilde origen de padre, permanece al lado del sesería no acabar.
preocupacioaes del señor Radion, lese joven a quien había prometi hor Ramón y le prodiga todos los. Continuará. conmueve también hondamente amente do amar. Imaginada y llevada a cuidados y atenciones de su geIla amargura del desventurado pa robe nor do cabo por don Ramón la ingeniosa nial bondad.
dre, quien en un momento datrama de declarar que él es padre Aun todavía el Sr. Ramón no Revista Teatral.
do el desengaño le parte el cora de de Antonio y que el señor Ra confiesa su error y es indispensazón. El autor, al valerse de ésta DON RAMÓN EL SEÑOR RAMÓN: mezcla de lágrimas y de risa sa món lo es de Clotilde, cómplice ble que un nuevo desengaño venAntonio en este enredo, con el ga hacerlo doblar la cervíz ante Comedia en tres actos y en prosa separa de Moliere y sigue pies Su autor: don Enrique Gaspar. ljuntillas la escuela de Moratin. in de corregir a su padre, la víc la gran verdad de que las clases En dos caracteres salientes del tima en los primeros moinentos sociales no pueden confundirse si (Concluye. larama. en Don Ramón. en alles la bella Clotilde, que llora la educación no las iguala. CloLa historia sería unicamente Señor Ramón se compendia la ainargas lágrimas al mirarse le tilde continúa enamorada de Anmuda armazón de sucesos que historia de la humanidad ellos son jos de los brazos de su padre, tonio, y el Sr. Ramón se presenta no asuma la virilidad de los ner el resumen de las luchas sociales. fuera del caliente regazo del ho pedir la mano del supuesto hijo vios, ni el vivificante calor de la Don Ramón, jurisconsulto distin gar que la vió nacer, y sujeta a del Magistrado, para la supuesta sangre, si las diversas literaturas guido y tipo que realiza el ideal vivir constantemente lastimada hija del viejo carpintero. Antonio de los pueblos no evocasen hi de la democracia, representa esa por las maneras bruscas y el tra les entonces quien rechaza la maciesen desfilar ante nuestra vista, clase distinguida de la sociedad to rudo del señor Ramón. La no de su prometida. y cuando la pompa de sus grandezas con to lque no debe gu posición ridicu pobre señorita, en medio de las le jadel Sr. Ramón, enfurecido, descudas sus miserias, con todas sus as los pergaminos, sino a su levanta angustias de su nueva situación, in bre que todo ha sido una farsa y piraciones con todos sus extravios. da inteligencia y constantes estu. siente que su amor por Antonio se dispone a tomar justa revancha Por la tradicción conocemos las dios.
de su hijo, éste manifiesta que ha Crece, y entonces éste se manifiescivilizaciones antiguas con una El Señor Ramón, honrado y la ta frío ante el acento desgarrador estado en el secrete de la estratapalidez que lastima y bien así co borioso, que posee un envidiable de la niña. Así, nada más natuIgema, que ama su padre como mo por la lejana perspectiva de capital, simboliza esa otra clase ral que aquel arranque de Clotildebe, y que únicamente ha queun nebulogo reflejo; el estudio del que, pletórica de sensibilidad, escasa de, cuando, en la escena IX del canine Trido patentizarle con su conducta que, las obras artísticas nos trasporta de inteligencia y ensoberbecida con eegundo acto, mira llegar a don zos más indisolubles pueden romperes sin instrucción, sin cultura, los laal seno de la realidad animada, los derechos de que disfruta en su Ramón cuyos pies se arroja se abriendo una sima entre el cora abre nuestro espíritu infinitos humildad, confunde la igualdad po trémula y suplicante. Apesar de zon de un padre y un hijo.
horizontes, y espoleando desde la lítica con la extirpación de los prive las lágrimas de Clotilde la trama fantasía hasta la reflexión, inte legios del talento y la fortuna.
La idea del autor está superiordebe continuar, puesto que el se. lmente desarrollada, el interés no resa la actividad completa del al. En el principio de nuestro air for Ramón no reconoce su error decae un solo punto, el lenguaje ma.
el principio de nue Creemos que en ninguna otra es tículo hemos hecho ver cómo el con todo y que mira la piña es correcto y por lo tanto la atenfera puede estudiarse con más se 19 spuita pupuco, divorciado de prefer espíritu público, divorciado de preferir los modales delicados y el ción del espectador no se distrae guridad el carácter de los pueblos las instituciones que ya no se escaso sueldo de su padre, a los un instante. El tipo del Sr. Ray no insistimos sobre este punto, apoyan en él, ha minado lenta cuarenta mil duros del viejo jor món esta diestramente retratado porque juzgamos que eso seriamente sus fundamentos hasta dar nalero, cuyas grotescas maneras y pertenece a la alta comedia: vana ostentación de eruditos. con ellas en tierra; pero de este repugnan sa educación. Para cualquier demagogo ignorante Las dos observaciones que aca: hecho que es una gran justicia a couvencer al señor Ramón es pudiera saltar diciendo: ese soy bamos de hacer la diferencia en la negación absoluta de los privi preciso asestarle un golpe certe yo! Ya hemos hecho notar que el tre Moliere y Moratín y la impor legios que deben formar cortejo ro, desgarrar una por una las fi mérito principal de este drama tancia del estudio de la literatura al merító, hay una distancia in bras de su corazón y António se consiste en que a la par que proque parecen traidas por los cabe Icónmensurable. La diferencia del encarga de hacerlo, rechazando vocà la risa, bay ocasiones dolo llos, ezičajan, sinembargo, la las clases és una necesidad que los brazos de su padre. rosas que conmueven hondamente idea que nos hemos formado de la la naturaleza apoya: la multitud Eu la bellísima escena XII dellel ánimo. Sucede aquí como en Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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