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20 DIARIO DE COSTA RICA 11 mais.
dio de el concurso alzó la voz el cerlo, porque debia mantener en Habia en todo el ejército un silencio Zumbaron las tamboras, brillaron Licdo. don Francisco Fuentes, creciente movimiento el impulso general, imponente, algo parecido al de los aceros, crujicron las ruedas de la y con expresión clara y percep benéficu que imprimio la nació, un cielo poblado de nubes que ame artilleria, y voces, gritos, relinchos y pisadas llenaron de estruendo el tible dijo: aquel esclarecido patricio, y sal. DazAn tormenta.
Sólo en una tienda se velaba, campamento.
Señor Presidente!
var al mismo tiempo las instituUna mediana hoguerilla, formada Eran las tropas que se disponian en La noticia recibida por el ca ciones, ameuazadas de muerte por de palos y rastrojos, arrancados de raiz órden de batalla.
el brazo criminal que se alzaba ble ayer de haberse arreglado los a por la tarde, chisporroteaba con llamacontra la autonomía de nuestra radas vacilantes.
asuntos relativos a la terminación Qué hay detrás de aquella nube espe Patria.
Un lijero viento empujala ratos, sa de polvo y humo, que corre en remodel ferrocarril, ha despertado en Sinembargo, nada me arredró bajo los lienzos tirantes por cordeles, lino, se dilata, dispersa, desaparece, vuelel pueblo entero ese entusiasmo tos sipremos, los retorcidos pelichos de blanquizca ve perfilarse en lo oscuro, avanza, se generoso y ardiente que ahora se porque yo contaba menos conmi humareda con que se corona la lena reconeentra, se encoge, serpea como manifiesta con elocuente regocijo go mismo que con vosotros para humeda y verde, gigante reptil y se precipita hácia acá público.
En uno de estos momentos de explo con el ímpetu de la avalancha!
acometer tamañas empresas; conEs atributo típico del pueblo siva claridad ante la cual se iluminaba Es el ejercito enemigo.
taba con vuestro patriotismo, con costarricense su prodigiosa laboel interior de la movible casa castren vuestro kinor al bien, coll vues se, veinnse las personas que la habita resistir el primer rudisisimo ataque de Aunque aguerrido y brioso, no pudo riosidad y su amor acendrado la tros hábitos de orden; y esa co ban.
Patria. Por eso sin necesidad de los soldados de Pelaez rrespondencia de un mismo sen Sentados en círculo, con las piernas resortes artificiales, y movido por Con la punta acerada de su bayotimiento entre el jefe de la Nacruzadas y las rodillas en alto, modo neta, siempre de frente, acometió el el propio impulso de su pecho ción y el pueblo, es la que ha turqnesco, estaban varios soldad38, sargento la vanguardia contraria, semora se levanta con júbilo para cuproducido los resultados que con que por su pantalón rojo, oscuras po brando en ella la muerte, los lamentos lebrar las fiestas civilizadoras del ljúbilo celebramos, siendo inía la lainas, cinturón de charol y alzacuello y la confución.
trabajo, ora se mueve poderoso honra de mandaros, y vuestra, verdoso indicaban pertenecer nastro verdoso indicaban pertenecer un ba Seguido de sus soldados, como el cacomo una masa de bronce, para solo vuestra, la gloria de procu tallón de infanteria.
zador de sus perros, penetró entre las hacer con su brazo muro imfran.
No tenian rar dias felices la patrie.
cintas y estrellas sus filas de un batallón, que, sorprendido mangas; pero sí el del medio, en cuyos ante tantn audacia, buscó salvación en queable que dehenda la indepen Yo tengo contraida para con la dencia de la República.
República una deuda inmensa por calones de sargento.
brazos llevaba pegados los amarillos la huida. La coincidencia, señor Pre81. la confianza que de ella he reciDejábanse atrás los fugitivos todo el Era el sargento Pelaez. Quien no bagaje.
dente, de haberse recibido aque bido: y para satisfacerla he em le conoció! Su nombre vino estampado Pelaez y los suyos corrian incan.
lla plausible nueva el dia mismo peñado lo que es más respetable muchas veces en los partes de la Gace sables en pos de su presa de vuestro cumpleaños, ha dopara el hombre: mi honor de cin ta durante las guerras últimas.
blado el motivo justísimo con dadano y mi voluntad de patrioDe pronto, el sargento se hechó Allí estaba en medio de sus compa la tierra, y abasándose un objeto peque el pueblo se reune esta nota. Estos dos elementos puestos ñeros, fumando y charlando, la noche.
sudo y oseuro, gritó con todas sus che, llenando plazas y calles, polal servicio del lien son el notor que precedió In famosa y reñida seido de ese sentimiento nobilide mi Gobierno, y mediante ellos ción de Las Jaras.
simo, salvador de las naciones, y, Por si lo habeis olvidado ya iqné no. Aquí está lo que buscábamos!
ciones, y tengo la seguridad de que se lo onede la ingratitud de los hombres paPelaez estrechaba convulsivamente que puede condensarse en estas gra realizar el progreso, conser ra con sus héros! voy a describiros.
contra su pecho la caja del batallon.
dos ideas: amor al bien, y grati var el orden var el orden, y mantener incólu le.
me ¡Mucho dinero debia contener! pe.
tud los benefactores.
sar de los esfuerzos del sargento la armes los derechos sagrados del Imagilaos un rostro cuadrado, cé Vos, señor, habeis concurrido pueblo.
trico, nervioso, en cuya superior parte quita de hierro permanencia inmóvil.
con celo patriótico realizar en como si de improviso se hubiera agaPasados los anteriores discus campea una frente chata, limitada por Costa Rica lo que ha sido nuesrrado al suelo. Pero tal contrariedad sos, la multitud que se anin. ba cerdas en marañadas.
tro coastante anhelo: la libertad, en la calle, fué entrando con el do con all Ojos casi redondos de fulgor fuerte era mas para tentar la codicia que pael progreso y la luz.
ra inspirar el abandono Fuera estorEn vos y de un matiz de aceituna brillante.
mayor orden al Palacio Presidenhalla el pueblo garantizados esos en bos! La culata de diez fusiles abrió Una cascada de barbas negras, cacial saludar al digno jefe de la yendo y doblándose sobre el pecho.
pronto brecha en las chapas de la capreciosos bienes, y por eso acude Nación, quien dispetsó todos la la Férreos músculos, angulosos brazos, ja y chorros de oro y de plata reventa.
Férreos músculos, angulosos brazos, Gozosos celebrar vuestro natalmás cordial acojida Se tomaron espalda de gigante, voz de trueno.
hen on por los boquetes.
licio, y og rodea con afecto, y lalmas conas brindando na y algunas copas brindando por el Hé aquí los componentes fisicos deliQuietos todos! exclama el saraplaude vuestra noble conducta y candidato popular General don aque y candidato popular General don aquel haz de fuerzas que se llamaba el gento. Yo soy el dueño de este tesoro os aclama como su candidato pa Bernardo sargento Pelaez.
Soto, y ya un poco Vosotros tomad.
ra que continuéis rigiendo los des avanzada la noche, la innumeraOid ahora lo que decia sus compa arrojó puñados de monedas los tinos de la Patria.
ble concurrencia abandonó los sa undiablado cigarro puro.
neros de armas, mientras chupaba un deslumbrados bisoños.
El semor General don BernarEntreteníanse éstos recogiendo de lones del Palacio, despidiéndose do Soto. profundamente emocio del General Soto con las más ex dar entraremos en acción. i9.
Muchachos! Mañana más tar entre las matas aquel riego de riqueGeneral Soto con las más ex Idar entraremos en acción zas mientras que el voráz sargento, mado por el sentido discurso del señor Licdo. Fuentes, dirigió la y de adhesión.
presivas demostraciones de afecto gallo. El cnemigo es cobarde, pero tirados los chismes de su maleta, encees rico. Nosotros, en cambio serraba y amusaba en ella las sumas 2palabra al pueblo en los siguienmos unos leones, aunque más pobres rrebatadas al arca.
tes términos: que pelaires. Veinte años llevo con Con poco se contentarou los solda Vine al Poder por consecuen Episodio de guerra el fusil al hombro. Tengo mujer dos. Cuando vieron hinchados mediscia de un acontecimiento funesy chiquillos. Con que si cae en namente sus bolsillos de punto de altísimo que todavía deploramos, y nuestras manos la caja de un regi godon con anillas, enroscáronselos al en época aciaga y terrible para Era la noche antes de la acción. miento, nos dejamos de penas. talle y regresaron a su campo.
la República. El eminente GeEn medio de la negrura del espacio Nnestro general es generoso.
No quiso seguirlos el sargento.
neral don Próspero Fernández, llameaban las fogatas del campamento Nos pernitirá quedarnos con el bu Su operación de avaro le habia cocuyo recuerdo vivirá para siem hoe haciendo vacilar sobre el suelo las som tin.
mo entontecido.
sombras de hombres y roquetes, tiendas, mee maantee tiende Asl, cuento con Asi, cuento con vosotros, muchapre en nuestra historia colmado y convoyes militares.
No se saciaba de hechar en la malechos; y ahora vamos ha cerrar un po ta carros de duros.
de alab. inzas, descendía al sepul Ordenados ea simétricas filas, apaquito los ojos, hasta que nos despierte Cuando la tuvo repleta hizo de su cro, al mismo tiempo que la gue recian los anchos conos de tela blanca la corneta.
capote un saco, rompiéndole los forros Tra estallaba en Centro América, de los hogares bélicos, semejando mon En efecto, poco, y cuando ya empe de arriba.
amenazando nuestra libertad y tecitos de nieve.
saba blanquear la linea lejana en que Subitamente sintió el resoplido de nuestra independer. cia. Una imGrupos de soldndos entregados al la tierra corta el cielo, oíase resonar un caballo sus espaldas; trató de er.
posición formidable pesaba sobre sueño, sin otro lecho que sus mantas de eco en eco por el campo la tocata guirse, de correr lıácia su ejército, grises, aparecian aquí y allá.
temblorosa y penetrante del clarín.
mis hombros al asumir el mando pero no pudo.
Los centinelas de pié, con el ros cai Mil cuerpos soñolientos pusiéronse El peso del tesoro le aplastaba, le como primer designado para ejer do las cejas, ocupaban su puesto. de pié sobresaltados.
trababa los pies, le sujetaba los bra capotem Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.