Guardar

DIARIO DE COSTA RICA página Literaria del Diario de Costa Rica. mawas MI ABUELO MI BISABUELA man Colonial a. En aqueque burrindola, y por la potasice de parede La dama de los valses azules Yo no sd por que, en Duasto la orquesta Lindr y caprioporn la rubla nmbarina, Cuento Perverso comenzó sus acordes, mi se pareció sentir quiebra los juguetes y la mandolina Vertigo por el incomparable vals. Y, aburrido Mi abuelo era un mortificado de brosio con una nieta del conquista Qué pasó, cuente.
de olrla monotona charla de dos candidatos y el inolar Nu propia memoria. Habia vivido una dor Pedrarias Dávila.
diputados que con facilidad pasmo y afecta y en el suavh tono de risan plateados, de esas simples vidas que al intere. Mindl grudin el gato aburrido de Un vientecillo Impertinente apa dos demanes, resolvlan su capricho los aranda goza, CO rosades, grandes problemes sociales, se dirigen surse tanto por las alenas cosas se las cosas de mi abuelo.
Is par peregrina de uzul Aguron la luz y un exhalante grito se esca Angulo del salón. un impulso ciego me lle tornan sólo ojos y oidos para el. Calla ese animal maleriado. pó de la penumbra fragante mar. Vo hasta el asiento de una preciosa mujer, de Ora con donaire Bajla ia masures, mundo y después, en el tramonto Abuelito, es que, según parece, garita.
ojos azules y hoca de cele purpúreo, que se vestida de gode, vestida de turca, de los años, gozan y sufren sus re. no le gusta oir hablar de Iglesia.
ab alcaba negligentemente, baciendo un ele Qué fue por Dios?
gante contratiempo la arquesta.
con Visajes mil: cuerdos. Pues échalo, ahorcalo; cuando De puros celos, de puros celos. Me concede usted este vals, señorita y burlona finge con las castifuels, Hundia sus dedos en los bucles ca yo hablo hasta la loro calla. Los silaberaba la anciana.
dije inclinandome basta su rostro, que con la las danxes antiguas de abuelos y abuelas, nos y pasaba las horas, recordando animales saben lo que hacen.
Al hacer luz descubri un botón proximidad se hizo de una baller deslumbra.
Junto al elavicordio de concos y marill. volviendo a vivir los gratos dias pa. Vamos, termine que ya anochece. rojo en su garganta. El gato la había his dora Sin contestar palabra se levantó, recogid su sados.
Tornando risuefis sus ojos de malve. Pues bien, Ambrosio Artola ma mordido, pero ella, muy dichosa, ex cola y se acorcon mis brazos, que aguardaban. Desprendia de pronto las manos tó a su esposa por celos y su hijo clamaba. Su pajeroso le besa la calya James be sentido tan de pronto una simpade su cabeza, se erguía y llamábame hizo luego lo mismo. Qué indino, que celoso. Por tla tal como la que seats con alegre son: aquella ocasion El gato sacaba las uflas furioso.
por mi pareja. Nuncat erel que el amor pene a gritos.
dónde íbamos del cuento?
y luego presenta, nads vergonzose, trase en el pecho, a veces, con el Impetu de Entonces me contaba historias de con Infantil gracia su liga de roux. Que le pasó no sé qué.
Abuelo, deso es todo?
una bala. Pero es lo cierto que mi espiritul se tonterias acontecidas un siglo antes. Que mas quieres y se chupaba las claros encales de su petalon. Ahl, 10 quisiera recordar. Esta impreend instantáneamente de tal Surestión Eran unas historias largas, meticulo. los labios con su lengua seca. Sangre me está manchando los enca que en un momento me crer enamorado y pu.
Cual una pintura que mira colgada, sas, salpicadas de gestos y detestables Mi bisabuela, que meditaba en jes, ayúdame, meior voy acostare de persuadirme de que nunca habla latido mi corazón tan violentamente como entonces.
imita a la mora reina de Granada; por las consejas. Si mi abuelo era la vejez allá en el fondo del apo me.
Sus pupilas cran del manso gria de los lagos fagienda morir un admirable coleccionario de ges se es. sento, alzó su voz que aun tenia El gato la esperaba en la cama, se dormidos. Su traje de un azul de la matutina de amores; levanta un puñal a pecho; tos, de palabras, de pasiones, cra timbres de juventud: lo acosto en el pecho y un momen. Me chocaba extraordinariamente aquel pre y al ver al abuelo, de espanto deshecho, también un moralista Impasable para Artola dijiste.
to después dormian ambos en un domino que ella babla de ese color del mar de ese color de los vises que entonces se in vuelve sa alegria sonora lucir.
quien yo deseo el divino perdón, si es SI, Artola contestó mi abuelo. ambiente de geranios.
terpretaban. Aquells mujer precis hechs to.
Al llepar la noche daniwm que Dios perdona la comodaticia Aunono outaca de cuero y uida y dulce. bara los valses. Que te referia CSR mujer me da dare lo vino moral de la vida.
se pints lunares en la plerna airosa formar rueda con nosotros. Interrogo mi abuelo al encontrarme ales y parecia vestida para ellos.
Ay! no quisiera acordarme de las en uno de los corredores.
Intente comenzar un diálogo cualquiera, con y va al rigodón: La rarde de un domingo gris me Ayn.
us el objeto de galantearls primero y expresaria llamó para contarme algo que aun COSAS que el pueblo contaba de la Cuentos, cuentos.
donde irán los duques de las polas finas, después los sentimientos que me habían ins.
bisabuelita; quizá por esas cosas es conservaba inédito en su cabeza de. Cuidate, tiene la y las baronesas con sus crinolinas, lengua muy pirado. Pero fue en vano, pues mi pareja, seque la adoraba tanto el gato, buen larga.
ducida tal vez por la melodia, la tararcaba sue aretes y blondas, collar y pompón.
plata: amigo del diablo.
Pobre socianita, tan mal que la gue. Burri idola, y casi no hacía caso de mis pala Abora vas ver, como en la Păsamelo.
bras. Sólo una vez me dijo sonriéndose cuando comienza música rosada, rían y qué seductora era. En aquellos. No le gusta usted estos acordes sangre todo se trasmite, hasta el di Se lo puse en el regazo y el le 90 anos el poema de la vida vibraba cabelos.
percibe un mancebo de barbu dorada pero. Mi bisabuelo reia exactamente lino se sentia dichoso, acariciado por con todo el encanto pecador de los Aquello era poco menos que una orden, pe y noble altives; ti poscia tu misma predileccion aquellos desnudos brazos secos. Izaba dorados dias de la primavera.
ro lo crel debido a una extremada afición por de vivos rubores se muestra radiante, por los gatos, pero a tu edad, el era la cola y voluptuosamente posaba la is mocles desde aquel momento, puse mis La hoja roja del calendario apunto cinco sentidos en el cadencioso vals, mientras In nina no ignora que es oculto amante ya Hermano del Santisimo y tú aun cabeza en el débil pecho de la anciana. Jueves Santo el siguicote día. La que, con mis ojos, iba apurando la belleza de de la viereinira de pallda tez.
no llevas trazas de nada bueno. Saltaba luego sobre sus hombros. ancians no salió de su cámara y fué mi dama.
Yo me recreaba en mi gato que palpitaba en la media noche cuando me llamo cuando proludia la banda de amores, Les dulces notas, sugestionadoras como los Un gozo intimo palpitaba en la a media noche cuando me llamó a me cercana cu mi garo que un gozo ouardaba un gran parecido con mi las fugas alegres y medios pudores Suburros que al ofda dice uns vos amante, anciana, coloreabs sus mejillas y des su aposento para continuar su his. naban dentro de mi alma, de mi mismo cors de un balle galán, buelo: tal como el se relamia la bo plegaba sus labios satánicos.
toris; zón. los ojos azules de milinda pareja, y presenta al amante, derisa el hoyuslo, ca, el mismo polvo de acero en los Ave Maria Gracia Plena mas Te seguiré contando lo que no su traje de mar, y el contacto suave de ou runda, le mira con ojos de cielo, ojos, igual andar y si hubiese poesi cullo el abuelo.
quería recordar. Me cambio por unas guante, y el amoroso giro de su pie, que perecla no pisar, y la esplendorosa y fantástica y face un desmayo en fresco diván.
do un pañuelo rojo, de seguro, de Se lo quito abuelita, la puede a pantorrillas gruesas y feas.
Iluminación del salón, y el murmullo de la igual modo se habria sonado Jas. Tanar. Cómo puede ser eso? Expli colas sedantes y de las conversaciones cerca Sistiendo abandono alle suspire rloesel seri cierto que todo se tras. Déjalo, me está contando ur se queme por favor.
DAS, y todo, en bo, la que eu mi torao se Vein con ojos malignos, Pagar se retira mite en la sangre?
Pues si, como te lo cuento. Así y se ola, se me guraba que era como caprichosas ilusiones del mismo vals. rompe con su Tú eres un desatento regatiaba Secreto del diablo musitó el a suele ser la vida: unos brazos tor Cuando terminó la fiesta, y, al bajar las escaprichosa mano cristal de Bohemik: mi abuelo. Deja esc animal, los ga buelo y se alejó a breve andar. neados, una boca o unos ojos lindos caleras de la casa, preguntes un tipo: y luego principia con cara de asemi, tos son amigos del diablo.
Mi bisabuela olis pecado anti hacen un destino.
Gonoces a esa joves que ballo conmigo a probar los vinos del Aureofubie Pero yo no lo dejaba porque sen guo. su lado se gozaba de esa fra No puede ser eso, abuela. Us. bace un momento? ia una frición deliciosa pasando la gancia exquisita de las flores gusted siempre tiene juicios muy raros.
Del viejo carurro Rino, sin decora. Esa vestida de asul.
pro nec juicios muy raros.
bebe, mientras mira la lámpara de oro mano sobre el espinazo felino. dadas por mucho tiempo en el fog Si, si, asi suele ser el mundo. Vestida de azul?
la materia triunfa Pucs oye continuaba mi ami do de los cofres sobre el espiritu.
con Siniestro ardor, No recuerdo baberla visto go Ambrosio Artola fue un buen y al ver al amate cortinas inflama. Si, bombre. La que baild coomigo los Se aparto un albo rizo enamorado Un amigo mío tuvo su castigo: una y se yn dicicode Que corra la llama, muchacho a carta blanca que no fal de su frente, abrió más sus ojos. matianita de Juna y aurora, impúdico Pues juraría que durante tales Valses, 20, la llama de amor!
taba a misa los domingos, me parece palinos y entreabrió los labios como se asomó a un baño donde su ve bas bailado tú.
quc lo veo: la sarga del zapato, bri una rosa marchita que diera sus pe cina se bañaba. Encontrándola linda Que no be bailado?
llante y los ojos fijos en el altar talos a la brisa: Jose EGUREN solicitó su mano y se casó; mas, ay. Recuerda bien que estabas Junto a mi. Peruano)
rodillado devotamcate. Se casó Am.
que, de vez en cuando me decias. Qué bellos Qué hombre es este tu abuelo, la luna los había enganado y se mato. Valsesl. No te agradan?
cuando los viejos se ponen gafas Ya va usted con otra historia. Aloir estas palabras, sent a loca confu están perdidos. Que todo se hereda Coucluya la primera siou co mi cerebro. Efectivamente. Me part en la sangre, mentira. De quién he Qué malas son la luna vlagu. cla recordar ahora que no baile. Pero. y mi pareja de los ojos azules. Seria ilusión?
redo Cain su instinto feroze Ahora rora!
qria bebido mucho. te contaré otra historia, no tonta co los, viejos camanances se insi. Para poner en claro mis ideas, segue dicienVisitaba la casa de orates del Doc queta; el loco la mecia, llamándola: mo ésn, pero antes tráeme una suaban diabólicos en su sonrisa o a amigo Mateaux, alienista muy conocido Querida mía. ni muy amade margarita de esas que pretenden rom. Siga la historia, que ya es no ha Veamos. Tá conoces a casi todas las que a SW que ya han concurrido al ballo. No reciterdas a un premiado con el premio Nobel, interrogué al Doctor, quien me per el cristal de la ventana para ve che y mañana es Viernes Santo. Joven que estaba sediada entre la dunia de la ir su norable obra El honnento a contestó: nir a mi corpiño. Se casó con otra y luego huyó casa y tus primas?
Ivés de las edades y los cerebros. Esta muñeca represcota a los ojos. Cuéntela.
de mi que me moria de rabia y de Recuerdo que entre ambas no había mi El Doctor me habia presentado su de ese desgraciado a una joven en No diré qué tiempo ha pasado, amor. Uu cuarto de siglo después, San que un siento Yacio. La dueña de la casa vuurtoe grocapucs blaba con unas amigas suyas. Mis primas con sivamente, en libertad, como pre cantadora, a un ángel de pureza y pues nunca he tenido esa vana e la casualidad nos junto cn una costa veraaban unas con otras.
nta un director de circo, histéricas, de candor cuya mano no pudo ob Inútil necedad de contar los días. Sin de veraneo. La brasa de mi amor. En afecto. En efecto, Repers. como atururastenicas, melancólicas, y ls vi tener. Si viéseis todas las atenciones calendarios duraría más la juventud aun estaba roja, porque sólo el amor dido. Me parece recordar eso malumo. de esas infelices me impresiono que tiene para con ella. La Visley menos la vejez, seria más larga la burlado es el que Duaca se apaga. Pero entonces. me pregunté cote diantes y mieptras abrochaba Yos borones del iristemente que me parecia que con un traje Quevo cada día, la ha primavera y más corto el invierno. Una tarde su esposa exclamo: que gabin. Me habrá hecho efecto lo que he be cís años que estaba yo también bla con un cariño celoso, rie para Talvez yo estaria joven todavia. bello ante un mozo que pasaba. La bido durate el baile. Estaré en mi 5110 mo pensionista en este lugubre es hacerla reir, y cuando la cree fati Conque, bo haga largos los cuen manana gue vino encontró muerto al juicios lecimiento.
gada la hace dormir cantándole una tos, empiece ya.
mozo en la playa, Que lo mató ArJ. RAMIREZ URIA Quise despedirme; pero mi hués canción. Alberto Flores era un lindo mu turo Flores to hay duda, pero que me déruvo. Pobre diablo. exclamé. chacho que me cortejaba mi, en tonto, cuando la adúltera en pensa Ved aun dos sujetos muy curio El Doctor me llevó de ahi otra fonces tan joven como esta margari miento fue su espos3. Yo la habría Madrigal que voy a mostraros, y en se sala enteramente desnuda y con las ta. En su mirada brillante, romanti marado.
ida podréis volver al contacto con paredes tapizadas de colchonego co el rostro, su boca un beso be No diga eso por Dios. Hasta Ibamos por el sendero cerebros equilibrados.
En cuanto carré en ella ml mirada cho y su voz seductora como la mia, aqui lega la novela?
Lo seguí con el corazón oprimido se fijo en un pensionista que estaba porque tú no sabes, el ideal de In No, espera. Como quedáramos de tus lares, runa angustia extraña; entramos acurrucado en un rincón obscuro, el palabra es llegar a ser la música del de amigos, hace poco o mucho tiemLa brisa entre los pinares una sala muy clara, con muebles que al vernos se levantó de un sal alma.
po fui a verlos, ya envejecidos ellos, del oculto cementerio incos, verdadera pieza de niña. to, lanzándose con la cabeza incil. Aruelica el gato le está rompien sus hijos y yo. Arturo Flores arnadaba un tono El Doctor me dijo:. nada sobre la pared y sullando im do El Jubón.
ba de nuevo a su esposa pasional Mirad.
grave y serio.
precaciones contra una mujer. Déjalo, es amor.
mente y la celaba hasta con sus hiMiré: sobre una silla estaba sen El Doctor se adelantó a mi inre. Siga, pues, con Humberto Flores, jos. La anciana, toda cncorvada, Tocó su flauta el jilguero, lo un sér sin edad precisa, que rrogatorio, diciéndome. Nos enamoramos pasionalmente, engüechada la garganta reía de Arturo. el susurro mañanero ía sobre sus rodillas una muñeca Este está loco furioso a conse Racece mentirs, nuestras familias se Su hijo mayor in beso en la me entre lampos y arrebol fculada, una de esas obras maes cuencia de haberse casado con la odlaban mutuamente y esto, al pa jilla y Arturo, encendido en celos, tuvo ya sones diversos; de mecinica inventadas por el joven candida y purs, cuya mano Jager, nos hacía más felices. Ja, traspaso con una daga de cruz y ato parisiense. La muñeca tenía negaron al otro infeliz, el de la mu: Cómo va a ser eso.
huyó.
Junto a un áureo girasol rdaderos cabellos rubios y unos seca. Si, aparentemente, porque son Qué bárbaro Yo te, di todos mis versos.
Is azules que movia como una coJACQUES IVEL las apariencias el todo de la vida, las No, no, quizá tuvo razón, que que hacen la felicidad y la desgracia, sabemos; y aun parece que fué bueTá dijiste El gato adormilaba sus pupilas a no, porque dicen que vendió la daga Con ternura en la expresión; matistas de puro sabor y sacaba su ye pago una misa ¡Oh for amarilla y triste; lengua como un pérato de amapola. Infame! rugió mi abuelo.
Una interrogación ABOGADO Nos amábamos y yo estaba lista. Miau rabió el gato.
Siempre, fuiste a poberme las bellas alas del rapro, OFICINA: Calle de la Estación frente a la Arena. San José cuando ay! no sé lo que pasó ni ARMANDO SAAVEDRA Frente al sol. nunca lo olvidaré.
San José. iulio de 1919.
ARTURO MEJI a Los Dos Locos man Octavio Quesada Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Notas

    Este documento no posee notas.