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DIARIO DE COSTA RICA Página Literaria del Diario de Costa Rica wwwwwwwwwww ha de presenteret El triunfo de la verdad lugar el seu entorn Aquel era un corral espacioso, circunen los flancos uberrimos del Sinal galli lado en cuadro por altas ta pias, cortadas y apiñándose al pie impaciente y corio in lados opuestos por dos recios portaones, uno sobre la carretera pública y la Clueca habló: Hijos mios, Otro sobre las dependencias de la granja amor por vosotros, por nuestras sac que el corral mismo pertenecia. En otro su color de un pardo sucio y desteñido, siempre por el recuerdo o el augurio: chas de agua, quictas unas, errantes otras tradiciones, por nuestras sanas practic le los lados se alzaba el establo para las fuera un Mont Blanc. La activa descompo compensación acaso de la Providencia a los bosques susurran y el viento a veces por la pureza de nuestras costumbres, Yacas lecheras y algunos apimales de la sición orgánica acentuada en las capas su los seres sin alma, por la inmortalidad parece hablar palabras incoherentes, como ha llevado, a mi edad y a pesar den or: enormes caballos percherones, de periores brindaba mis suculento premio a que les fue negada.
si sonara responsabilidades, a realizar un supres ascos acopados, muy prandes como los mis audaces de entre aquellos alpinis. Venerbalahasta donde la veneración En otras partes hay edificios tem esfuerzo. Segura de la verdad de a os invertidos, melenudos con penachos tas: escrito esta, de pollos y de hombres, en el cabia su propia pueblo de pollos, plos, y en las aguas se balancean a las convicciones, jamás abrigue temor alg It crines lacias que barrian el suelo. que toda eminencia coronada trae su ga gallos y gallinas, y rendianle las demás recorren, grandes fabricas Aotantes, con no. Quise, sin embargo, estar doblem Dentro del corral, todo a nivel. sin lardon, aves cierto acatamiento contagioso, esti mástiles atravesados co Cruz, para que te segura de lo seguro.
Terbas ni plantas, tendia un cbarco su Abundaban los capones, obesos, de an mulado por el favorable ambiente moral descansen las palomas. más allá están También tengo alas yol infa de fondo fangoso, propicio a la cria dar pausado, con reflejos de tristezas o de de aquel corral, modelo de corrales, san las aguas sin confin, ellas también mur. Desde este pináculo que me sirve desarrollo de los gusanillos y otras ali. ansias reminescentes en los ávidos ojue tuario de egregias tradiciones.
muran palabras incoherentes sobre esas tribuna ascendi de un vuelo a la veci Tabas, apetecidas por las aves doméstilos, expertos, como con fuerza de segunda Todas aquellas aves, tenian de las alas aguas impera la soledad.
tapia y de otro descendi al mundo ext!
28. como el canviar los solo Ani paturaleza en descubrir todo lo asimilable, la semblanza material, muñones y plumas. Vimos aves que iban unas solas. otras no. Explore Fuera de nuestro corral 50 Inte la madre medrosa y complacida; warida por via de alimento, hasta en los más re Ninguna de ellas volaba. Si era degenera en bandadas, en rupido volar, como un hay desolación. Una larga taja polvorg Entregabanse los patitos a deportes para conditos parajes ción, bija de la domesticidad, o desarrollo nobe, puestos los ojos, todas, en un pun en primer término, y más alla un su brios, sin peligro de traidoras corrientes Formaban un grupo aparte los gansos; incompleto en una cvolución contenida, to invisible alls entre las dos inmensi removido, reseco, sin sustento para La poblacion del corral era numerosa; sa: serios, ihsociables, dibaose a intermina es cosa por demasis árdua de resolver. So dades.
otros. No hay tales valles, ni montes. elemento étnico digámoslo as pree bles caminatas, uno en pos de otro, en lo si que esas alas de pega jamás cruzaron y vimos unave vencida era las aguas corrientes, ni grandes aguas, lominante era de pollos y gallinas. Ha larga hla, con ademán de militares en el azul, donde revolotean las mariposas grandes aguas y perderse en ellas. Torna mástiles para que posen las palomas, Wa algunos gallos, en quienes la tradición marcha, contentos de si mismos, como zumban las abejas y se pierden, como un mos al nido.
podéis dudar de vuestra madre; os di le muchas generaciones hijas de aquella wella tantos otros bipedos, en su agitación va canto, las golondrinas.
que yo también be traspasado esas satria, y acaso también dado el gran cia de objetivo, estéril y fanfarrota.
pias, exponiendo mi vida por voor úmero de aves la necesidad de repartir No faltaban los pavos y sus hembras; Por aquel entonces el de que se tre Por su misma extrañeza, aquel discu. para volver hube de aguardar en dess as responsabilidades naturales a su esta. cllos engreidos y alborotadores: ellas tras ormaron su nido en el alero deles. Prir, en el alero, especie de pulpito al fin, dez y desamparo a que se abriera el pl habian culminado en un modus vivenviesas y aprovechadas.
tablo unas palomas: vivieron su idilio. conturbo 110 polos que lo oyeron con talón. Las palo conturbó a los pollos que lo oyeron Cun talón. Las palomas han mentido, li de pacifica distribución de funciones. Descollaba entre las aves, el pavo real, moroso de arrullos en los mismísimos dias des dib el rumor: se dijo que acaso habria ver a vosotros, hijos mios, pueblo 2012 ea, en la división de trabajo preconizada con con precensiones de superioridad innats, que la primavera enflora y embalsama.
est dad o algo de verdad en la historia de las dictar el falla sobre su conducta. Sor los expositores clásicos de las cien. Icirendadas por la gloria policroma del Sus polluclos abrieron los oias ante la vi palonias, Impuesta la clueca tutelar, tern. De rode moral establecida. hincha ias económicas, ejemplo edificante y con par Op. prodigioso abanico de su cola.
da bulliciosa del corral, universo, diriase, blo por la bló por la suerte de su pueblo. Estallo olador muy distante del absolutismo es El espirita del corral se encarnaba en lo bastante comprensivo para contener el corral se encarnaba lo bastante comprensivo para contro en su conciencia el brote herbico Hay con la conviccion de poseer la verdad y finitiva, surge necesariamente, como lusivista y pendenciero, privativo de los carne con plumas, se entiende en una dos sus anhelos.
momentos en la vida de los. corrales en cudo protector, una celosa intolerand gallos educados, en corrales de menos gallina vencrable, cien veces clueca en su Halló el estio a los pichones aptos para que el supremo peligro engendra al reerivada de defensas esencial para la cd y, por su serena robustez, apta para el vuelo; y volaron. tornaron, volando dentor, al apostol, al martir, que la dedentor, al apóstol, al mártir, que la pa. servación del orden y del bien públicos, Palulaban los pollos de todas las eda serlo otras ciento. Ella babia recogido la con ali aperte ferme al dolce nido de tra salvacion reclama.
en su espíritu colectivo, inexorable cor les, desde los diminutos, cuasi implumes, sagrada tradición de su pueblo, encerrada ser del voler portale, como bacia Virgilio delincuente.
lasta los ya entrados en diss de campar dentro de aquellas tapias, y cristalizada y Dante las atribuladas sombras de Fran Sabia la clueca que para vencer la po. Ay de las palomas temeranas que for sus respetos, cmpcbándose en emular en su pecho como el diamante en la cesca y dc Paolo.
tencial rebeldía naciente, precisaba com turbaron la ecbánime conciencia dels sus mayores. Las cluecas conducian a ganga.
batir al mal con las propias armas del mal rral, empañando el nitido espejo de os polluelos por todo el haz del corral, Habia visto llegar y pasar las genera. Ese voelo fue revelador. Los viajeros, Su sola autoridad de clueca abnegada, sus verdad! una fueron condenadas a muer levándolos al borde de la pequefia mar ciones, y ahora las vela aun crecer ende aunque palomas, habian sentido la im. eximios méritos, 50 probada rectitud de Advirtieron ellas empero el clamo!
le los apades en busca de nutrición sur rredar suyo, como en ondas de vida, con presión del milagro y discurriao asi: El criterio y su honestidad inmaculada, no amenazante, y desplegarido las probal Diementaria, o al estercolero de forma có dos patas y cubiertas de plumas, que ja corral no es el limite del mundo. Fuera de bastarian. Si sólo el sacrificio bastaba, era alas, buscaron refugio en el espacio, Vica, con la cumbre trunca en convexidad, más hubieran de agotarse. Careciendo, las tapias, mis allá de la carretera, de los preciso ir al sacrificio.
parador y cómplice misericordioso de rregular, montón de los despojos del ce como todos los seres de su clase, de me sembrados, del bosque y de las colinas Pocos días después, con estridente ca lomas, de videntes, de soñadores ablo, hacinados para abonos de las huer moria sermoneante y de imaginación va divisables desde nuestro alero, vimos otros careo, convocaba la clueca a so pueblo otros pajaros de cuentas.
ticinadora de quebrantos, vivia en el so sembrados y otros bosques y montes mais desde la cúspide de aquel estercolero. El corral se había salvado.
Ascendían los polluelos en pos de la premo goce del momento presente, bello empinados: la tierra ondula y lleva trajes tantas veces teatro de su material solicie Igeca, los escarpados flancos del que, sin ideal de la dicha perfecta, conturbada diversos en los valles; la esmaltan man md. Acudió éste en masa, escalonándose SANTIAGO PEREZ TRIANA as.
Desencarnadas, siuespinas, Tus voluptuosidades hialinas Se extasiarán en albo vapor de flor de lis.
Eternos fulgirán tus aderezos Mientras avara guardará tus huesos La privilegiada León, Al lado de tu Momotombo bajo las estrellas del dombo Que encienda candelabros a 1desolacion En tanto que el cincel tu faz, restaura, Oiremos tu canción, tu voz, tu aura En los cristales de la luz, en los celestes terciopelos en las azucenas de los cielos Cuando el jardin bocturco descorra su capuz.
Adiós, Rubén! Rechinan ya los gonces De la puerta fatal, pero en los bronces Votivos hierve tu perfil: Mientras nosotros saludamos Tu sefiorio en el azul con ramos De resonantes robles y de laurel gentil.
EDUARDO TALERO Salmo fraterno a Rubén Dario Hagendo de las farias y la Parca Que deyoras a Europa, fue tu barca Al lago azul de tu solar; Pero jay! que allá en las patrias lomas Ya no te esperaban las palomas las garzas morenas de tu primer cantar.
La niebla de tu laga sensitivo No era ya de cristal humno votivo Propicio al suefio del gandul; En tus lirios había un quiebro la atrosa red de tu cerebro No era ya jaula firme de ta pájaro azul.
Gima tremulo el parche con sordina Pues que se destrozo tu cristalina Dulzaina lirica, Rubén; Vélese el azul con crespones destemplese los diapasones, Huérfanos ya del ritmo divino de tu sien. Con gesto compungido y doloroso, en ademán febril, pero saudoso, Emprenden ronda funeral Tras el sepulcro de tu testa Las musas que en la nueva floresta Oyerap el gorgeo del canoro turpial, Imposible, Rubén, que con tus manos De azucena fabriquen los gusanos Horripilante fetidez, que en rus pupilas radiosas en tu corazón hecho de rosas Penetren las obscuras raices del ciprés.
La realidad no puede convencernosDe que a to. lirios albos, Sempiternos, Haga tiegade la seguri ¿Qué resta entonces, job, Dios mio!
Para soporar este vicio Si al odio de las larvas, no se escapa el azurt Oh, Rubén! los hermanos que pudimos Ver corno tiritaban los racimos De tu carne 20te el araud, Con ojos perlados de lanto Te vemos, sacudido de espanto Mirando al crucifijo y abrazado al land.
Obl pobrecita tu alma temblorosa Cuando envuelta en su túnica de rosa La perseguia Lucifer, yarando en sulfurosos faros Libélula dc. caprichos raros.
Iba el polvillo de astros en brasas a perder.
Cuántas veces herbico resististe De la vida vulgar al golpe triste Con tu serena magestad, cuántas bosquedades frias Al pasar por tus melancolias Tan sólo rebroñeron tu ingénica bondad, Pensativa viviste en tu bohemia Como el pobre Lelian, mas sin blasfemia sin empozonar tu miel; Nunca tu Sátiro se avino Con las emboscadas torpes, sino Con la galapte ofrenda de la carne al laurel.
Inepto para libras esterlinas, Fuiste amo del jogel de las ondidas dueño de celeste hoz; Por eso brilla en tu redoma, Como balo auroso del idioma, La expresión de la parte que tenemos de Dios, Vaso hurnilde de todos los dolores Prisma fiel de las almas y las flores, Harpa de música augural, Crisol de ritmos y de rimas: El raso de los diversos climas Filico en tu boca el néctar de poeta mundial.
Rotos crisol y prisma y vaso y harpa, Tu liberado espirito ya zarpa Del suicio estuario Carmesi, Dejando su misión cumplida De haber embellecido la vida todo un continente que se uſana de ti.
Ante el taſo feroz de la guadaba Se aye el grito: Santiago, cierra Españal En todo espiritu de sol; es que el vidente de Veragua tá gran mohan de Nicaragua, Fueron los dos Ailantes del delirio español.
En tus Cantos de Vida y Esperanza en tu Azul y en tu errática romanza Dejaste a América un blason, a los que tu candor de niño Vimos bajo tu manto de armiño, Dejas, rota granada, tu dulce corazón.
Los ingenios sutiles, los preelrose Por ti amados de América, los arge Que ya se fueron con Verlaine Todos en ráfaga de lumbre, Hoy te recibirán en la cughter Donde alcanza el artista declaje del bien.
En la región astry nenes nombra Tendrá la sede de Sombit Aristocrdiaco mga La Estrella de la tarde Un monte azul, un pájaro viajero, un roble, una llanura, un niño, una canción. sin embargo, nada sabemos hoy, hermano mio.
Borranse los senderos en la sombra; el corazón del monte está cerrado, y el perro del pastor trágicamente viene a ladrar al césped del vallado.
Apoya la fatiga en mi fatiga, que yo mi реnа ароyаrе еn tu pena, y llora como yo por el inflajo de la tarde traslúcida y serena.
Quién puso en nuestras vidas esta esperanza trémula, este orgullo anhelante y esta emoción callada?
Hermano mio en la inquietud constante, nunca sabremos nada!
En qué fértiles costas de armonia los dioses arrollaron nuestro sueño ¿Quién nos da los carbones inextintos, de la ardiente ilusión, y la resina que en nuestros cantos pone su fragancia. Qué voz suave, que inquierad divina balla en nuestra quictad su resonancia Toda interrogación, en el vacío cae, como los bolidos nocturnos en el fondo del mar, toda pregunta vuelve a nosotros tremula y fallida, como del choque en el cantil fragoso la flecha por el arco despedida.
Hermano mio en el impulso errante, onca sabremos nada. sin embargo. Qué piadosa influencia vierte en nuestro dolor un balsamo radiante ¿Quién prende a nuestros hombros manto real de púrpuras gloriosas, y quien a nuestras llagas viene y las unge y las copvierte en rosas?
Tu, que sobre las hierbas reposabas de cara al ciclo, dices de repente. La estrella de la tarde está encendida.
Avidos buscan su falgor mis ojos a través de la bruma, y ascendemos por el hilo de laz. Un grillo canta en los repuestos musgos del cercado, y un incendio de estrellas se levanta en tu pecho, tranquilo entre la tarde, y en mi pecho en la tarde sosegado.
RICARDO ARENA El beso Cyrano Del llanto al beso, en dulce desvario, hay apenas un leve calofrio, Roxana Callate!
Cyrano qué es un beso? Un juramento hecbo muy cerca, en mudo arrobamiento, es promesa sin voz, punto rosado de la de pasión; secreto amado que hace del labio, sedactor oido.
Es un fugaz instante de infinito y de cielo, con raido de abeja susurrante.
Es comunión de amor que sabe a rosa, manera de aspirar en dolce calma del corazón la esencia misteriosa, y de gustar, sobre la boca, cialia ISMAKLERITS CINIEGAS RISINGROSANNA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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