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DIARIO DE COSTA RICA Orientación Espiritual para los Maestros Carácter Sragmento mos los viejos habitos, la costurbre de ponerse frente a los hechos y no tratarlos por intermodiarios, a través de las percepciones de otro He leldo en alguna parte que fios que olan hombre cualquiera. Desde que conoctis al conablar a lord Chatam, comprendlan que habla merciante nato, os parece que el comercio en aquel hombre algo más bermoso que todo forma parte de la acción de la naturaleza y que lo que decia Hanse quejado de nuestro brillante éste es menos un agente privado que un agente historiador de la Revolución francesa, porque o un ministro de esa naturaleza. Su probidad lo que cita de Mirabeau, por ejemplo, no justinatural se combina con la intuición que tiene fica la admiración que siente por el gran orador.
de la composición de la sociedad, para colocarle En la sencilla exposición de sus grandes hechos, por encima de las trampas y trubanerias, y colos Grac s, Cleomenes y otros héroes de munica a todos su convicción de que los con Plpere igualan su propia gloria. Sir Philipi tratos no sufren interpretaciones arbitrarias. Su Signe nde de Essex, sir Walter Raleigh espiritu se complace en los principios de equison hombres de gran prestigio, pero de accio dad natural y de bien público. Por su sentido nes pobres en brillo. No se encuentra la menor sereno Jel honor y por el goce intelecpanícula del valor real y personal de Washing. tual que proporciona el espectáculo de canta ton en el relato de sus hazafias La autoridad de destreza, inspira respeto y deseos de tratar con nombre de Schiller es muy grande para sus el. Este comercio lejano que convierte los cabos libros. Esta diferencia que existe entre la reps.
del océano del Sud en stis muelles y sus facto tación de un hombre y las obras o anécdotas rias, y el océano Atlántico en Puerto familiar que se le atribuyen, no se explica cuando com suyo, está concentrado en un solo cerebro y paramos semejante hombre a un relámpago cuya Gadic en el Universo puede reemplazarie. En reverberación dura más que el relámpago mis un salón, observo que ha tenido que trabajar mo; pero en realidad sentiamos en tales hom de firme toda la mañana; todo su deseo de bres un poder que despertaba en nosotros la mostrarse cortes ao pacde sacudir su malhumor esperanza de algo mis grande que todas sus ni borrar todas las arrugas de su frente. Veo obras. La mayor parte de aquel poder estaba distintamente todos los actos de firmeza que ha latente. este poder es al que llamamos Caricdebido bacer todos los enos animosos que fa ter, una fuerza en reserva, que obra directamentepido que pronunciar, alll donde otros hubie te por la presencia, sin medios exteriores. Puede ram preferido ruinosos. si. goncebirsela como cierto poderio indemostrable, Con el orgallo de su arte, la destreza de an un genio familiar cuyas impulsiones guían al cáculo magistral, el poder de las vastas combihombre y cuyos consejos no puede comunicar, odciones, reo que tiene conciencia de ser el poder que es para el como una compañía agente y como el compañero de juego de las de suerte que los que la poseen, son a menudo leyes originarias del mundo. El también crec hombres de humor solitario, o si por ventura Agde nadie puede reeroplazarle, y que un hom son sociables, no es porque necesiten sociedad, bre debe nacer comerciante o no lo será jamás.
pues se bastarian perfectamente bieti a si mismos. El talento literario más pero parece ora Esta fuerza de carácter dos trae unas cuando graade, ora menos grande, pero el carácter. manifiesta en Comas menos complejas. En las tiene una grandeza estelar e iomutable. Lo que sociedades poco numerosas y en las relaciones cfectuaria otros por medio del talento o de la privadas, obra con mayor energia. Por todas clocuencia, el lo llevar a cabo por cierto mag. partes y en todos casos, es un agente extraordi.
netisp a sirve de la mitad de su fuerza)
nario, de influencia incalculable. Paraliza los Sus sigorias se consiguen por una demostración fexcesos de fuerza lisica de Bilbabida por un cruzamiento de bayotte RODOLFO EMERSON Venció, porque su llegada cambió la faz de las cosas. Oh, Iola. Cómo habéis descubierto que Hércules era dios. Porque, responde Iols, he quedado satisfecho en el momento mismo en que mis ojos lo ban divisado. Cuando vi a Teseo por vez primera, hubiert querido combatirle, o, cuando menos, guiar sus caballos en una carrera de carros. Mas en cuanto a Hércules, no tenis necesidad de pruebas, a vencedor, ya estuviese en pie, sentado, en marcha, de cualquier modo que fuese.
LA IDEA El hombres ser que depende de los sucesos, ordinajamente, y que sólo a medias está unido, Poetal. por qué causa me prendes a severas y aun desmatada y torpemente, al mundo en formas? Tengo anhelo de Azul, donde sus rastros que vive. parece, eo esas ocasiones, participar dejan los soles, quiero arrastrar las esferas de la vida de las cosas y ser la expresión de por sus cabellos de oro, ardientes y zorrastros.
las mismas leyes que rigen las marcas y el sol, los números y las cantidades.
Para servirme de un ejemplo mas modesto y Sin esos férreos grillos de la Forma, en que presa más adecuado, observo que en nuestras eleccio estoy, absorberia el ritmo de los astros nes políticas, donde este elemento, cuando se, para gloria inmortal de la Eterna Bellez!
exhibe, no puede hacerlo sino en las formas mis groseras, podemos apreciar ya su incom LA FORMA parable valor. Las gentes saben que a su repro Sentant le es necesario algo más que talentos. La rigidez poseo de los bloques de piedra, preciso que tenga la fuerza de hacer creer yel brillo de la luna, que reales mis contornos, su talento. Saben que no lograrán su fin en viando al Parlamento a un orador instprido, y rio de la Idea aodaz gee brilla o medra sagax, elocuente, que, antes de ser elegido para tan sólo con la pompa de mis propios adornos.
representarles, no lo haya sido por el Dios Poeta! si deseas la Perfección conquista tod poderoso para representar un hecho; les es la viril opulencia de mis propios adornos, ind pensable un hombre invencible heinigipara el triunfo final de tus suelos de artista!
mente persuadido de ese hecho, de suerte que las oposiciones más atrevidas y más violeatas, se vean forzadas a reconocer que hay una sesis EL POETA tencia contra la cual la amenaza y la impreden. Forma estéril, la Idea no es para ti tropiezo: cia son cosas vanas: esta resistencia es la ac de en liecho. Los hombres que defienden sa pro orgulloso sonrío de tus palabras fatuas.
pit convicción no necesitan preguntar a sus Sin Ella, td seriás un puñado de yeso, lo que deben decir, el pais que repreya que su brillo excelso da vida a las estatuas.
constituyéndolo ellos mismos, es ninarte sus opiniones y sus emociones son 35 ni tan reales como dentro de si; en La idea en el cerebro, es un divino rezo t an puras ni de sugestión tan egoísta. al Arte. Es un himno que armonizo en mi lira es devoran sus discursos estudian con la expresión del verbo y el fuego de su beso.
sus blantes y el color de sus mejillas, y esto Is y a para trazar su rostro cono si le en on espejo Es lux indefinida, es como esencia eterea, vestras asambleas públicas son suficiente cuyas alas irreales en lo infinito empalma; de la fuerza viril. Nuestros frascos cam no brillará sin. pero esa cu materia was del Oeste y del Sud sicated predilección sin Ella, será siempre, inexpresiva y calm. hombres de carácter y gustan de ver si abitante del Norte es un bogbie saobstan acro si cla mano puede pasar a través suyos.
Ella y Tt son el germen del lirico poema, La propia fuerza motriz se observat en el porque es de ese condubio de tu cuerpo de su alma enc vercio. Hay genios en el conjerao como en que un dia ha de surgir la Perfección Supremal 12 terra, el Estado o los letras razón por plvidal o cual hombre se enriquecs, no es para La Fostrada. Esto depende del hombre; es cuanto AMARAL ORNELLAS Ele decirse. Vedle y comprenderéis la razón éxitos, tan ficilmente como entenderéis una de Napoleón cuando os propongais arlo. En esos hombres nuevos reconoce Lutecia, por las inmemorables bocas de sus pensadores, artistas y vates, replica. aseveró Apolo la justicia no existe en la tierra ni en el cielo, pero tiene un altar en el alma hu.
mata; reconozco la voluntad de la Naturaleza, pero en las cosas humanas no la acepto y crijo frente a ella la voluntad de conciencia; el fin de la civilización no es el hombre superior, sino la dicha común y la superioridad de todos los bombres; más alta virtud que la fuerza es la gracia; mis noble don que el pensar el sentir, más fuertes los derechos del hombre que los derechos del más fuerte. Todas las religiones son legitimas y los dioses de todos los pueblos verdaderos. bien, concretando en una sola expresión el residuo ultimo, la quinta esencia, el substratum, por decirlo todo, de una y otra concepción de la vida, podria grabarse en el pendon marcial de Germania este lema: Fuerza; en el estandarte guerrero de Lutecia esta magica palabra: Justicia. La lucha de la Fuerza y la Justicia, vale decir, de la ley del cosidos y la ley del hombre, es la historia del mundo. Por Eso dije antes que en esta guerra no se trata de otra cosa sino del viejo pleito y la sempiterna lacha entre la razón universal, que es fuerta, y la razón humana, que es justicia.
Pero, que es la justicia misma sino una for ma de la fuerza. Has visto tu, Apoio, no ya entre los mortales, sino entre los dioses mismos, que impere alguna vez la justicia del vencido?
El código del vencedor: be ahi la justicia. Esta muda de ropaje y hasta de sexo con barta fre coencia; unas veces va bien cogalanada, otras en harapos, ya es macho, ya tembra, pero nunca deja de ser hija de su madre ni de mostrar los colmillos y las zarpas. Por qué tienes por más noble y legitima la justicia que la fuerza, si son Jos mismos perros con diferentes collares?
Apolo respondió sin turbarse. Existe una razón esencial, Dionisos: la justicia ungida por la grande esperanza bomana, la fuerza do. Cantos Rerus.
experieucia democràtica que puede infundirle Duevos ideales. Es una fuente sellada que se abre, pues se ha dicho con verdad que apenas hoy los Estados Unidos han entrado a forma parte del sistema internacional.
Pero América pudo no tener el hombre de la bora. Pudo aquella gran bacio mactener su eesplendido aislamientos a favor de su poderosa vida propia, continuando ajena a los grandes problemas de la bumanidad, disfrutando del goce egoista de su prosperidad. Pero Wilson fue el hombre de la hora para su propio pais.
Aquel bombre mostró a sus conciudadanos, en los ensangrentados campos de una Europa que ignoraban, la visión del desastre posible: la pérdida total de aquellos ideales de justicia y de paz que la república americana habla recibido como una herencia casi gratuita sin haber sellada su posición con un grande y suprema dolor.
El hombre de la hora tuvo la visión completa de la gran oportunidad abierta ante América; y por la primera vez en la historia humana, una gran nación ha ido a la guerra aventurando todo su poder y sus recursos, jugando la misma existencia por un fin puramente ideal Fae para sus aliados, para los pueblos más biea que para los gobiernos el bombre de la hora. Alzando su voz sobre el estruendo de la lacha, lanzó la famosa palabra Pazsin vic toria. que son extrañamente en la atmósfera cargada de odios y de ansias insanas. Paz sin victoria, que es decir paz sin bomillación; paz que no deje tras si el recuerdo de un intolerable sacrificio. las masas laboriosas de InglateTra y sos aliados, padieron ya decir en voz alta lo que hasta entonces sólo habian murmurado.
Las asociaciones del trabajo hicieron conocer el profundo disgusto con que miraban toda politica que tendiera a mirar por anticipado la posición económica de Alemania después de la guetra. Es documentos que quedarán célebres, esas masas, robustecidas en sus anhelos por la gran voz de allende el Atlántico, confesaron su dess confianza en la Couferencia de Paris, erta que sospechaban una maniobra para establecer las relaciones comerciales futuras en una political de opresión y de ostracismo que extrañarla un peligro para el pueblo trabajador en todas las naciones y que engendraria hostiles y odios fomuros. La jocontenible onda democrática avanzaba. era incontenible porque la gran república, cuya ayuda se hacia por momentos más neces saria y decisiva, no había tomado las armas paTa apuntalar un pasado, sino para preparar un porvenir. Si había respondido con maravillosa toanimidad y valor al llamado del deber, lo había hecho movido por altos ideales, para ha cer del mundo un lugar seguro para la democracias. Así, el precio de su ayuda era la purificación de las conciencias, la extension de los ideales de la Alianza. Los datos, los graves dabos, decla el estadistas que se han cometido en esta guerra deben ser reparados. Pero no pueden y no deben serlo mediante la comisión de datos iguales contre Alemania y sus alia dos, Ya es tiempo de que los hombres de esta do comprendant que la opinión del mundo está despierta y sabe valorar los principios que se hallen en debate. El mundo moral en que se mueven las gentes sencillas, las gentes de pue blo que no disfrutando privilegios, pero que posee nociones muy simples aunque muy de finidas sobre el bien y el mal, ese es el ambiers.
te et que han de respirar los gobiernos que quieren perdura Finalmente, ha sido el hombre de la hora para sus propios enemigos. El les ha dicho: Obramos sin odio sin que nos mueva el de seo de sembrar entre vosotros la ruina. No ser vimos fines egoistas; no aspiramos a conquistar Di dominar, no buscamos indemnizaciones para nosotros ni compensación material alguna por los sacrificios que libremente hacemos. No somos sido uno de los campeones de los dere chos de la humanidad. quedaremos satisfe chos cuando esos derechos estén bajo la costodia de la fe que inspiran los pueblos libres Excelsa triade. El hombre de la hora COM Los principios éticos evolucionados por la guerra y cry los primeros días se condensaron en tomo del nombre de Bélgica. acabaran por condensarse después de sofrir una significa tiva evolución en torno del nombre de Amé.
na. El historiador futuro podrá apreciar mejor que nosotros ese gradual despertar de la conciencia de la humanidad, que comenzando por condenación del ultraje hecho a la buena fe internacional que comportó la invasión de Bélgica, terminará acaso en el pleno despertar de los derechos de los pueblos para pedir a los gobiernos de todas las naciones garantias más seguras para lo buena fe nacional, la renuncia de todo sucho imperialista en la tierra o en el mar y la creación de una verdadera sociedad de nacioncs, en la que ningún estado, grande.
o pequeño, amigo o enemigo hoy, pueda ser excluido, Librada la Europa a sus propios recursos éricos, acaso esta evolución no habría podido cumplirse plenamente. Asi como el hombre co puede superar su propia estatura, la vieja Ed.
ropa no habria dodido purificarse dentro de su propia sustabdis moral. Esa obra estaba reservada a la nación que por on maravilloso desig.
nio se había mantenido apartada por siglo y medio del teatro en que se ejercitaba ona polirica predicatoria y agresiva; aislamiento que hizo posible el desarrollo, basta alcanzar la plenitud, del poder y la prosperidad de un estado politico que comenzó siendo un timido ensayo de gobierno fundado en la fe, en el hombre y en la capacidad de los pueblos para mantener y defender sus libertades. En la bora trágica, la humanidad tiene a mano este rico depósito de ERNESTO NELSON Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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