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DIARIO DE COSTA RICA Colón Alta mar, Alta noche. el mar, negro, suspira bajo los torbellinos de la primera estela, y el Terror azulado de la noche, constela de astros desconocidos la oceánica lira.
Señorita en la prora, una lámpara, casi exangue, traspira la ráfaga solina que el puente desmantela.
Duermen sus tripulantes. Sólo el Genio desvela la magnitud siniestra del vórtice que inspira, Estercita Silva Este hombre es de los viejos pescadores de auroras, cuyos ojos escrutan las tinieblos sonoras.
Dijerase una idea que abre un nuevo sentido CO Oh ho entre los parietales de un cerebro profundo.
y asi como el recuerdo saca un sér del olvido, Colón extrae en el garfio de su sondaje un mundo. Rafael CARDONA DD 12 de Octubre Con la misma fruición que escri Muchas veces, las estrellas de las biera una carta para mi madre, pien. 11 de la noche, la sorprendían lejos So ahora estas lineas para esta de su casa, consiguiendo algo para querida amiga, que ha cocanecido sus compañeras. de tanto amar a los niños y en cu. Como dos camaradas de bohemia, yas pupilas grandes palpita traspa ella y yo, caminábamos por las de.
rente una dulce ingenuidad infantil. Siertas calles de aquellas noches.
Yo encuentro triste o alegre, no Cuando llegábamos a su caso, su sé cómo, saber que esta niña Ester gente estaba profundamente dormida.
cita se ha pasado treinta anos yendo Empezaba a llamar y ninguna voz todas las mañanas a la Escuela, tal contestaba.
bcata al toque de la cam. La meto por la veprana?
pana mafanera va a la misa. Se podrá. contestaba ingenuaPero ella va a la escuela, como mente.
una sacerdotisa entregar los ni Yo soltaba la risa Comorendin nos la hostia de la luz.
ella mi broma y seguía llamando. Qué exquisiteces, qué rocios más Le debo muchos momentos nefadivinos no habrá recogido en esa bles de cariño, le debo el abrazo perfumada corola del sima infantil! maternal que me dió cuando sali de Ella misma, sin quererlo, se ha la cárcel transformado en una chiquilla de Pobre niña Estercita! Cómo estaria escuela que sonrie de todo y llora de afligida anoche con tamaño Restón de todo.
en que tomó parte hasta el Gobierno.
Prodigioso regalo de los dioses, Pobre nifia estercita! Con un contener dentro, aun en la vejez, el fite o una flor hubiera tenido.
corazón de un niño!
Cuando me ausente de aquí y Al lado de ella, yo he sentido ese oiga la voz de la caini pada mañanera, misteriosa onda de amor y de res pensaré siempre con amor, que mi pero que ifradian los espiritus delica Dovia va para misa y la niña Estercita cados y raros.
va para la escuela.
Era encantador, emocionante, saber todas las cosas que se le venían a la ARMANDO SAAVEDRA cabeza después del 13 de junio. San Jose, Octubre 1910.
Con motivo de la Siesta de la Raza hizo en frientos del parecidos de Cuánta razón tuva Alfieri de decir que en ninguna parte del planeta ha crecido tan vigorosa la planta hombre como en Itatia. Tralla, es, en verdad, la tierra del prodigio. Alli dació Dante, el más profundo de los poccas; Miguel Angel, el más grande de los pintores, y Colón, el más ilustre de los navegantes. De raza italiana era también Napoleón Primero, el más famoso de los capitanes. Que lo diga si no su perfil cesáreo, que evoca las glorias de la Roma Imperial, o de su genio de fiero conductor de pueblos, que trae a la memoria las proezas de los terribles condottieri del Medioevo y del Reocimiento.
He aquí cuatro nombres que son como cuatro cifras supremas de la poesía excelente, del arte plástico, del valor egregio, de la ciencia de vencer en la guerra y de gobernar en las naciones.
Qué raza más admirable, ciertamente, la raza que produce al gibelino sombrío del Infierno, al grave pintor de la Sixtina, al vencedor de Merengo y al descubridor de América!
De entre estas cuatro cumbres no sabriamos decir cuál es más alta. Pero, de lo que si estamos seguros és de que la gloria de Colón no cede en grandeza a ninguna de las otras tres.
Dante describió en poeme inmortal un viaje a las regiones macabras donde no existe la esperanza, a la monta de la Angustia y a los circulos florecidos de éxtasis y arrobamientos del Paraíso; pero Colón hizo en frágil carabela una expedición tan fantástica como aquel viaje del poeta de Florencia, a través de la inmensidad desconocida, pavorosa y llena de peligros, el término de la cual encontró un mundo real y sin embargo, hasta entonces ignorado. Dante compendia la Edad Media y Colón inicia la Moderna. Por el alms relampagueante del cantor de Beatriz y de Ugolino desfilar las cavilaciones, los amores y los odios todos de aquella épo.
ca mística, trovadoresca y guarrera en que basra la voz de un monje adusto para que las genres abandonen campos y ciudades y se pongan en marcha hacia Jerusalem, y en que una pastorcita lorenesa conduce al triunfo los ejércitos de Francia por la sola virtud de sus veinte años de inocen, cia. En el corazón del naviero audaz vemos asomar la aurora de los nuevos tiempos con sus invenciones portentosas y su inquietud perenne de saber. Ya se adivina gue están listos a nacer con los primeros libros impresos el sentido critico y la razón Investigadora. En tanto los artistas. apasionados de la forma andan desenrerrando los dioses griegos del olvido secular de las campinas latinas, y los pacienzudos humanistas, a la suave paz de las bibliotecas, se enternecen leyendo un manuscrico antiguo que aún no comprenden del todo.
Napoleón, cuya espada era casi lan poderosa como la mano divina, fue el hijo pre dilecto de la victoria y domeñó a Europa.
Colón, en cambio fue el hijo de un humilde cardador de lanas y descubrió la América. El uno viene después de la Revolución para realizar el mismo milagro que dice el Génesis que realizó Dios en los principios de la Creación: hacer el orden en el caos. El otro saca del hondo océano misterioso, como se cuenta en las Fábulas de encantamientos, un continente nuevo.
El Buonarroti pinca en el muro de la célebre capilla la majestad del Juicio Final.
con la maestria y el dolor de un dios desterrado entre los hombres pero el genovés Cristóbal revela a su turno al viejo mundo estupefacto un cuadro de tanta majestad y de idéntica grandeza, de este lado del Atlántico desconocido: la tierra que habitamos, cenida de mares y coronada de volcanes El descubrimiento de América, cuyo recuerdo admirable, cantado por los poetas y eternizado en bronces imperecederos y mármoles soberbios por el seguro cincel de los artistas, pasma la imaginación y llena de orgullo la conciencia humana, es la más prodigiosa página de la historia. Todavia no conocemos un cuento de hadas, una leyenda pagana, un invento, en fin, de la fantasia y de la inteligencia, que supere el encanto de este hecho sorprendente: un hombre que se embarca en una ligera nave y va lleno de fe y ardiente de esperanza por el camino ignorado y tenebroso del océano a arrebatarle a la inmensidad rumorosa la mitad del mundo que hacia falta para completar la redondez del globo y los destinos humanos!
He aquí la gran epopeya del descubrimiesto, en virtud del cual se pusieron en intimo contacto la vieja Europa y el extraño continente de las montañas majestuosas, los plácidos lagos y las correnteras iracundas, y que se llama por un capricho.
de la suerte o mejor, por una de las muchas injusticias de los hombres: América, Desde el dia en que realizóse tal prodigio y en que tú, paciente y cristiano marino, dejaste colmada la misión que Dios había puesto sobre tus hombros, designándote con un nombre que era la advertencia de tu destido, la evocación de tu gloria, el índice señalador de tus deberes y la fórmula comprensiva de los resulta dos de tu obra, oh enorme Cristoforo, oh dulce y sencillo portador de Cristo en tierras de Américal, ninguna heráldica de esforzado paladin, antiguo o moderno, puede exhibir un blasóo ya sea erguida torre, águila altiva o león rugiente que revele.
fe tan valerosa, constancia tan sublime, empeño tan noble y esonero, como la débil carabela en que vinistes hace hoy cuatrocientos veintisiete años, a desperiar al Nuevo Mundo de su largo sueño y a enseñarle, como dijo. eo versos perdurables puestro lomortal Rubén, creer en Jesucristo y hablar en español. Saludemos en esta fecha, reverentes, la memoria de este insigne ligurio, cuya vida.
atormentada y fecunda es el mejor ejemplo de energía y de valor que nos ofrece la historia, y cuyas empresas de descubridor son mil veces más hermosas que todos los poemas mitológicos y todos los roManoes medioevales.
Saludemos así mismo a Italia, madre del Genio, y a España, donde hubo una Reina que lo comprendicra y lo protegiera para la realización de sus anhelos y que habría sido capaz no sólo de sucrificar las joyas de su corona, a fin de proveer de todo lo necesario a los pobres marineros de Palos de Moguer, sino también de hilar con sus propios dedos delicados y sutiles como lirios las blancas velas descubridoras, Cuatrocientos veintisiete unos han transcurrido desde que se efectuó lo que llamna Castelar, con notorio latinismo, la invención de América, la mayor cosa. escribe López de Gómara en su Hispania Victrix. después de la creación del mundo, sacando la encarnación y muerte del que lo criów Suceso de tamatia monta merecia poema que igualara en grandeza al Ramayana, al Mahabharata, a la Iliada o ala Epeida, pues punca un poeta épico halló más adecuado cainpo en que lucir sublime inspiración; pero a la maravilla de las hazañas no correspondió esta vez la poesia. Fue más hacedero realizar la epopeya con la espada o venciendo trabajos dignos de Hércules, que componerla en verso: hubo Aquiles y Eneas, mas no Homeros ni Virgilios, que a tanto no subieron Ercilla, Valbueba, Castellanos, Campoamor y mil vates más.
La América precolombina desaparece, no sin dejar importantes reliquias, y surgen nuevos pueblos, gérmenes de naciones.
Rios que parecen mares; montafias cuyas seadas cimas están como circundadas por las nubes; vsiles inmensos; vegetación lujuriosa; frutos de todas los climas; fauna con las más ricas variedades. brinda el Nuevo Mundo Ilimitado espacio a toda actividad; que en él naturaleza no es desamorada madrastra que obliga a rudo bregar para obtener ruin sustento, sino amo rosa madre que paga con usura la suave faena a que se consagra el hijo en demanda de la subsistencia, Por estos bosques intrincados, en que sólo debería oirse el hecha del leñador o la sierra del industrial; por estos montes, natural defensa de lugares; por estos llanos, que ofrecen pastos millones de reses, y cosechas prodigiosas, a poco que se cuiden; por ellos, pródigamente conce didos al hombre para su bienestar, pasan, encendido el rostro de cólera, lleno el corazón de odio, legiones de guerreros, que asuelen fértiles comarcas e inundan, con la propia y la ajena sangre, el geDeroso terreno, ávido alguos vez de otro riego, mas nunca de aquel que no lo fecuada. Ley faral: las transformaciones sociales han de ser cruentas, y el desate de las pasiones humanas pavoroso, con el estruendo de la tempestad, Pasadas las discordias, instiruidas varias nacionalidades sobre firme asiento y otras en vías de lograrlo. horse el pecho a la esperanza de un halagueño porvenir. Ramnas desprendidas de añejo tronco, que llegó a la lozapia, cabe esperar que los nuevos árboles crezcan, se desarrollen plenamente y produzcan opimos frutos. Reverdezca también y se mantenga en su antigua arrogancia, el fuste secular.
Otras razas achacan a la puestra, y sefalan como grave defecro, el lirismo, Afirman que todo se nos van discursos; en alardes, a veces extemporáneos; y que tras las expansiones y el aparato de grap.
des cosas, no bacemos nada de provecho, la verdad, ni llegamos a conocernos bien. Los más en España llegen ideas erróneas de los países hispanos americaBos, y no se hallan distantes de merecer igual censura: ignoran a España y no conocen mejor a sus hermanos del continente colombino. Por qué los gobiernos respectivos de todas las tierras que hablan el castellano, si les inspiran buenos deseos, no esrudian los medios conducentes para facilitar su comercio intelectual y estrechar sus relaciones en todos sus órdenes? Cabria formular un amplio programa, inspirado en la más generosa de las políticas: la que, nacida de la comunidad de origen, aspi rase a que fuera real la confraternidad de todos los pueblos que tienen por lengua nacional la que inmortalizó Cervantes en su libro incomparable. Cuánto más valdrig eso que anularnos con is ojeriza y el rencor! Porque las obras que nacen del odio o de la prevención desfavorable fueron siempre efimeras: las únicas perennes son las que engendran la simpatia y el amor.
MARIO SANCHO.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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