Guardar

DIARIO DE COSTA RICA Orientación Espiritual para los Maestros.
Bàrgolas Lo mejor de mi vida.
perfidum Mare. Serie Undécima El Credo del Caminante lo que no es carne de mis carnes. Dame que alcance a hacer de una de mis pinas ml verso perfecto y que te dejo en ella Vivir lo más elevadamente posible clavada mi más penetrante melodia, para Quisiera como las artistas bumildes de en cuanto nos araña y auxiliar con todos cuando mis labios no canten mes otrora, tomar la imagen de alguna cosa fanuestras fuerzas al projimo para el mismo Muéstrame posible tu Evangelio en mi millur, estilizarla, de formarla, enroscarla, fio.
tiempo, para que no renuncle a la batalla Contribuir al reparo de las injusti.
darle irrealidad turbadora o grotesca y que, de cada dia y de cada hora por él.
cias con que tropecemos en nuestro caasi y todo, aún corriese por su interior Pon en mi escuela democracica algo de mino, enderezando los pasos del Injuriala frescura divina de las aguas del cielo.
lo que se cernis sobre ti y tu corro de dor de modo que convirtamos sus fuerzas ninos descalzos una tarde de Palestina.
al bien.
Hazme fuerte aún en mi desvalimiento Pio. plol. Un nido sobre tu espal3. Volver nuestro rostro hacia 18 luz de mi je y de mujer pobre por añadi.
da. Dos pájaros que se dan besos. Duersin desviarlo de su esplendor Seguros de dura, hazme espreciu lors de todo poder me, duerme, gárgola buena. No rias. No que ha de luminar nuestros pasos y em que no sea puro, de coda presión que no vale abrir los ojos. No rías: Asi quiero bellecer nuestro camino.
sea la de tu voluntad ardiente sobre mi tus ojos cerrados, sencillamente cerrados, Ainar los campos con sus silvestres vida. Acompáñame, sostenmel Muchas ve en tu cara sencilla de sencilla ams de Hores; amar las estrellas el dilatsidopie.
ces no podré tener sino a Ti a mi lado.
casa, con la frente pequeña, y los carrilago, la blanda y ribia tierra, y vivir a Cuando mi doctrina sea más cesta y más llos esponjados, y el hoyuelo en la bar solas con la naturaleza; pero amar mucho quemante ml verdad, me quedaré sin los ba, y las carnosas orejas. Quicta la boca!
más a los hombres fatigados de la lucha; mundanos; pero Tú me oprimirás con toNi siquiera este ángulo de leve ironia.
amor toda criatura que palpica y vive.
do tu corazón, el que supo harto de soQuiera y lisa la quiero. Ya sé que lo Formar nuestra opinión después de ledad y desamparo. Haz que no busque oyes todo. Ya sé que lo sabes todo. Ya escuchar serenamente las ajenas; pero con sino en tu mirada las dulzuras de las aprose que tu experiencia es larga. Pero la suficiente enrereza para obrar de conbaciones.
disimula. No abras los ojos. No rias.
formidad con nuestras convicciones.
Dame sencillez y dame profundidad, liDuerme, duerme, gárgola buena. Cumplir nuestro deber ral como sea, brame de ser complicada o banal en mi sin respetos humanos pi reparar en tem lección cotidiana.
porales pérdidas o ganancias, elogioso Dame el levantar los ojos de mi pecho Llueve. En la calle, cuánto Jodo, cuán vituperios.
con heridas, al epirar cada mañana en la ta inmundicial Es tétricamenre groresta la Mantenernos en temperamento siemescuela, que no lleve a mi mesa, de traprocesión de hombres, con sus paraguas pre dulce, sencillo, humilde y enérgico.
bajo los pequeños afanes materiales, mis y con sus impermeables. Qué me dices No perder el tiempo como los men mezquinos dolores de cada hora.
de esto, hermana gárgola? Mira: el vô Tecatos y los picaros en juzgar a los deAligérame la mano en el castigo y mito es una opinión.
más, sino aprovecharlo es mejorarnos a suavizamela más en la caricia. Que reprenIV nosotros mismos.
da con Jolor, para saber que le corregido Levantarnos inmediatamente después Vecinas de enfrente, hermanas, ador amendo.
de caer y mirar de nuevo la luz para mis? No, que siempre velamos. Her.
Haz que haga de espiritu mi escuela de seguir adelante sin perder di un momenmagas puestras que siempre velais, de Jadrillos. Le envuelva la llama de mi ento en lamentaciones.
cidnos, sabednos decir. qué hay detrás (usiasmo su aspecto pobre, su sala des 10. Amar y reyerenciar debidamente a de nosotras? Amenudo nos llega la oleada puda y mi corazón le sea más columna todo el mundo. y no temer nada ni a na armoniosa de unos cánticos entonados por y mi buena voluntas más oro que las codie más que a nuestras propias malas profundus y santas voces También nofumnos y el oro de las escuelas ricas.
acciones.
sotras oímos, del misterioso Detrás nues Y, por fin, recuérdame desde tu imagen 11. Descubrir la bondad subyacente en tro, celestiales canciones con suavidades de Guido Reni, que enseña y amar ioel corazón de todos los hombres y de que llenan el alma de dulzura. Qué hay tensamente sobre la tierra es llegar al últodas las cosas, en espera de que halle detrás de nosotras? Hay un paredon. adecuada expresión a su debido modo y. timo día con el lanzazo d: Longinos en Espesus rejas y celosías no deja ver sus el costado quemante de amor.
tiempo.
adeptros. Tambien detras de vosotras bay 12. Reconocer que el término medio la 100 GABRIELA MISTRAL un muro. Vidrios de color detienen la allega placer y satisfacción, y que los exmirada. Qué habri dentro. Queba. cesos han de tearse con siempre pess OU PO brá dentro? Será el cielo, Vecin as ya mer udo terribles cosas.
903 Será el ciclo, viejas hermanas nuestras?
13. Reconocer que el abajo y las. Desde el tejado, se abocao dos persoocupaciones en algo definido y útil a la najes abrazados en uns gárgola. El caso humanidad, es requisito indispensable de fue así: Felicidad. Buenas noches, Tartufo: 2qué hacéis Yo por el ancho mar buye la sa96 14. Tener muy claramente en cuenta estas horas y en estos lugares? Vete, tendida al viento la gallarda vela.
que el pensamiento es una fuerza que tarambans. Déjame tranquilo meditar las ¿Cuando a la playa tornará? Quien sabel engendra y atrae fuerzas iguales; y asi la verdades eternas. Todas las eternas ver determinación de nuestra vida dependerá Rayo lunar sobre las oodas riela dades no valen lo que un vaso del vino de la determinación de nuestros pensay cual reguera de copioso llanto que esta botella guarda. Queréis probarmientos. su nieve esfuma la argenlada estela.
10, Tartulo? Invocas mi pericia? Si; 15. Mantener siempre la actitud menvuestra pericia invoco, Tartufo.¿Qué tal que nos impela a la alegría para atraer Tiende is noche su enjoyado manto me deeis de este vasiro. Con la mitad, nos lo mejor de cuantas cosas y personas sobre la inmensidad estremecida basta para la prueba. Bebedlo entero.
BOS rodean y labrar de este modo por y hay un silencio pavoroso y santo.
Este vino no hace daño. Profunda ale.
Bosorros mismos nuestra buena fortuna.
gría me ha inundado las entradas. Pare16. Advertir que el consciente con1 En la costa natal, su despedida ce que me haya tragado el sol!. No obsvencimiento de la esencial unidad de toda. lanza con lusa multitud gas llora.
tante, conservo mis dudas acerca de este Lusin amargo el dolor de la partida vida con la vida divina es la suprema savino. Venga la borella. Ahí va la botella.
biduria con la cual logramos el mejor y Bebed poco a poco, sin prisa, analíticaTodo, el silencio, quietud, la bors, más elevado fin de nuestra existencia.
en lo profundo de las almas deja mente. Haceos cabal cargo de él. Buen 17. En suma: ser honrados, justos, Vvino, buen vinol. Qué noche más hercomo una sensación desgarradora Terosos, placenteros y amables. Así en mosal Si: bella noche y clarul Tienes grandeceremos nuestra intervención en la y entre lo que quedo y el que se aleja razón: este vino no hace dano. Bella vida con esperanza de llegar a mayores sopla un cierzo tan frio de amargura poche para los sueños y para el amor!
glorias que ahora no comprendemos pleque el mar, el mar sin corazón se queja. No habéis amado nunca vos, Tartafo?
Damente. Para ello es preciso no temer ¿Quién no ha gozado de una hora de ni vida ni muerte; porque muerte es vida, Oh, tu, barca veloz a quien tortura amor. una hora de amor vale por o más bien, el tránsito de una a otra for o sofado ideal o deber rado: toda una vida. Oh. qué luz!. si.
ma de vida; el paso, no de luz a tinieballes viesto feliz, playa segural amor. si. tu. Qué tienes? Tetam blas, sino de luz a luz, según hayamos baleas. Por qué me agarras. Cómo te vivido hasta entonces; la transmutación de Nunca Jamás claquilón snudo me enroscas. Buenas gentes, bucnas geo una vida en otra. Así no debemos esquitu casco trelle ni rus velas rompa; tes, mirad a Tartufo meditando las vervar bi temer ni rehuir el paso a otra viquede, a tu paso, encadenado y mude!
dades cteroas. da, sino recibirlo con alegre y tranquila VI Que torbes presto; cocinglera trompa sonrisa, cuando oportunamente llegue la Santa Lucía gloriosa. Hilera de gárgolas te saludo al volver empavesada bora.
arriba. Hilera de mendigos abajo. 1) PorRODOLFO TRINE con ante Insigne y desusada pompa.
que son pobres, porque van harapicntos, Quién del vivir en la contienda ajrade porque son lisisdos, porque viven de los lopra saber si el ansia que le anima demás, los mendigos se burlan de los que quedará satisfecha co la jornada?
pasan. Porque son pequeñas, porque son viejus, porque son contrahechas, porque Flota la duda tenebrosa encima son bestiales, las gárgolas se burlas de los de la alta frente del viador. ele espers mendigos.
Señor, Tú que enseñaste, perdona que sima vora o brilladora cima?
yo enseñc, que lleve el nombre de macs Poeta, gárgola de palacio. Encima, ce tra, que Tú llevaste por la tierra.
Nave, marcha con te, surca altanera lestial azur. tu espalda, músicas de Dame el amor único de mi escuela; el Bero mar, y tras el rudo viaje fiesta. Chirridos de aves, envolviéndote.
que ni la quemadura de la belleza ses torna, por fin, del triunfo mensajer los vientos pasan. libres!
capaz de robarlo mi teroura de todos los tú, eternamente abocado sobre las momentos.
mas si en traidoras sirtes el ultraje miserias de los hombres. Ni tan bajo que Señor, hazme largo el fervor y pasajero del viento audaz tu arboladur azota, Le confundas con ellos, ni tan alto que el desencanro. Arranca de mi este impuro quiebra el timón y rompe cu cordas puedas perderlos de vista desco de justicia hacia mi facns, que aún desde la playa perfida y remota ¿Será de asco la extraña mueca que te me turba, la mezquina insinuación de proda yazga el casco, entre la arena, bundido, contrae la boca inquietantc?
testa que todavía sube de mi, cuando me. manda. Mas nol. tú levas a quien flota EUGENIO ORS hieren. Que no me duela la incomprensión ni me entristezca el olvido de las por sobre las borrascas del olvido. 1) Cuadro barcelonés. En la dieta de Santa Lucie, que enseñé.
México, 30 de octubre de 1905.
se allacan los mendigos a lo largo de una de las Dame el ser más madre que las madres, aceras de la calle del Obispo, sobre la que se cierpara poder amar y defender como ellas JOAQUIN CABASOS een las gárgolas de la Catedral El que a la el arte, el que uma lo br Ho, siente, ante un cuadro magnífico, an una escultura magnifica, inefable sensación tan dulce, in pura, tan evocadora, que imagina llevado por alas ua mund donde todos sus sueños cobran realidad. Qué es esa atracción del arte, esa divi na esclavitud a que son reducidos por e los espiritus enamorados de lo bello?
da mis puro, desinteresado y delicios que esa atracción, fuente de goces exqu sitos Nada hay en el mundo que consig elevar el espíritu con tanra magnificenci como la obra de arte.
Tengo frente a mí un cuadro, en que pa rece relampaguear con sus fulgores más tensos. Cuanto más mis ojos se clavan en.
siente mi espiriru la sensación de ascen der, de remontarse, como si se escapar del cuerpo, libertándose de las cosas qu sobre el pesse diariamente.
Todos los dolores del mundo transpor tados a la obra de arte dejan de produci esa sensación cruel y brural que nos sa cude en la realidad, y despiertan en espiritu una deliciosa melancolía, má reflexiva, más consciente de las desgraci.
de la vida que nuestros dolores ording rios. Cuondo se siente el dolor trav de las magnificencias del arte, el espírt queda mejor preparado para percibirio una manera fecunda en la realidad. Le ese monumento del teatro shakespearian que se llama El rey Lear. o ese or monumento del teatro griego que se llami Edipo. y dime si no es todo un mun do estremecedor lo que tu espirito sican za a percibir con esa lectura. Qué sería de la vida sin las delicias que el arte nos da. Podriamos sustituir las con otras tan puras y evocadoras co mo ellas? Creo que so. La vida seria más árida, más vulgar, más ordinaria; in ruin, más apagada a las cosas terren espiritu atentaria en un reducido círcule pesado, como ave que cae con el als he rida. El arte crea en nosotros una vi da nueva que atenúa las impurezas de la otra. La vida en si es fan poca cosa.
que necesitamos ampliarla y magnificari con orra que nos consuele de las bajeza y fastidios de la vida ordinaria.
Frente a mí, el cuadro magnifico espar.
ce fulgores de belleza, y mis ojos se clavan en el con un poder visual tan grande que parecen abarcar todo un mundo. mi espiritu que vive en ese instante todx una inmensidad. Es su momento más fecundo, mas sabio, más vidente. Todo lo bajo, todo lo pequeño, todo lo ruin de esta vida ha huido de él ahora. Si siente libre, o mejor dicho, esclavo de una libre divinidad que lo lleva por un mundo de ensuenos donde todo, hasta los dolores, se convierten en luces de un palacio encantado. Dónde podriamos hallar orra fuente de goces tan inefables. Ah, evidentemente, el arte, la obra bella, la estatua, el cuadro, el libro, nos salvan de la aridez, del te dio, de la desilusión! Los grandes escri tores, los grandes escultores, los grandes pintores y los grandes músicos son los dioses buenos de este mundo. Son los genitores de nuestros sentimientos más dulces, de las ráfagas de pureza que de vez en cuando aircan el espíritu. Por eso les rendimos culto fervoroso como a verdaderas divinidades. Los tenemos en el alma como algo precioso que auments considerablemente el valor de nuestra vida.
Pensamos en ellos como en algo sobre natural, como es creadores que descen dieron a la tierra para magpificarla con sus creaciones. El mundo parecia haber disminuido de valor exclama esa alma incendiada qu: se llama Gabriel Anunzio, al evocar.
aos la muerte de Wagner. Victor Hugo és mi diosh dice un personaje de una povela del Blasco Ibáñez.
Ninguna adoración tan elevada, tan des interesada y ran pura como esas, porque adorando las frentes geniales adoramos la vida en su más radiante pureza, Tenemos aqui nuestros dioses, sin necesidad de ir a buscarlos al cielo.
Todo esto me ha sugerido el cuadro magnifico que tengo frente a mí. des cendiendo a lo más pequeño, a lo infima siento que estas páginas que escribo, con ser tan miseras, son acaso lo mejor de mi vida.
Oración de la Maestra VI HORACIO MALDONADO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Notas

    Este documento no posee notas.