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Miércoles, de Noviembre de 1920 DIARIODE COSTA RICA EXCURSION LAS LAGUNAS DE TORTUGUERO organizada por la Municipalidad de Siquirres MIS le para el mache desta. Tolvien Un aspecto del chorejal en Sierpc. Obsérvese la uniforme placidez del cielo y del Agua LA IKVITACION Yersadores hacfam parejas en el puenteeilio arqueado, sobre la toldiA instancias del municipio de Si la gue amenambe hundirse, converquieres y iniciativa del muy culto saban de aventures de caza (femens caballero don Manuel Quesada se or ne y salvaje) el macho Chamberlain ganizó y verificó una excursión a las y Orozco Castro. Que se tapa los Lagunas del Tortuguero. Los repre odos cuando oye un tiro. nososentantes de aquel municipio fueron tros se nos antojaba el Macho, enlos amables señores don Alberto. vuelto en su capa amarilla, un gran Strasburger y don Lesmes Sáurez, toro de prosapia, celoso de un tibuPresidente y Secretario, respective Tón, mente. Todos los municipios de la Hacia el atardecer se destaparon provincia de Limón se hicieron re nuevas botellas. Las bodegas eran presentar o se excusaron, excepto el inagotables y uno de los más aside Guápiles. Igual invitación se hizo duos, Sáurez, a pesar de ir en gasoa la prensa nacional; pero sólo un lina, cogió mala.
Representante del DLARIO DE COSTA RICA asistió.
LLEGADA LA BOCA DEL PARISMINA LOS CONCURRENTES Cuando parpadeaban las primeras Asistieron a esta excursión los si estrellas, llegamos a la Boca. El río, guientes señores: Lic. don Arturo ampliandose, parece extender dos. Volio Jiménez, presidente del Con brazos. Uno al suroeste y otro al nogreso Nacional: los setores diputa reste. En medio, una especie de islodos don Manuel Quesada, don Jorge te que no se alza más de dos metros Ortiz, Lic. don Carlos Orozco Castro, del agua, tiene el poblado, de unos Lic. don Adán Saborio, don Adriano cien habitantes. Nos, recibió un moUrbina, don Jorge Sáurez, Lic. don cetón, alto, bronceado; es el cabo del Enrique Sancho, profesor don José Resguardo que allí lene el gobierno, Guerrero y don Juvenal Fonseca; para vigilar las introducciones y además el Lic. don Carlos Maria Ji guardar las costas. Se llama Juan ménez, don Carlos Iglesias, don Je Rafael González y es un bravo. En naro Leiva, don Félix Ortiz, oficial el Resguardo nos arreglaron camas, mayor del Congreso y don Rafael todas con sus mosquiteros, muy limCardona, representante del DIARIO Dias. Mientras nos arreglábamos paDE COSTA RICA. En el camino se Ta ir a la mesa, se iniciaron de nuevo incorporaron a la comitiva don Car los chistes, las bromas y los proyec los Chamberlain, los señores munici tos. Orozco, que es delicado como un pes de Siquirres, don Aurelio Castro, Mohamed joven. pidió un paraSubinspector de Hacienda, don AB berto Quesada y Aníbal Zamora, pro Una vez a la mesa, preparada por veedor de excursion dofia Anita Robles, una especie de Gata. silvestre, hubo que quitarle Aurelio Castro tres veces la sopa y el arroz y seis el vino. Es el baritono más gourmet que he visto, més alegre y leal. Melis parecía el Capitán del Silencio, tan callado estaba. Juvenal Fonseca sólo el diente le relumbraba. Chamberlain, que presidía, parecía un playón en la resaca.
Carlos María, intachable como un Almirante, calificaba en silencio las maniobras de mesa. Nada turbó el buen humor sino el sueño profundo después de un paseo por la playa, blanca de luna.
HACIA EL TORTUGUERO cuadro de aguas Iluminadas y de cielos ardientes, rota de vez en cuendo por el lejano clamor de alguna ave salvaje y desconocida, todas las caras se pusleron serias Veinte almas pensábamos en lo mismo. En te patria, en el gran suelo tan disno de une suerte prospera, de un gobierno pudiecte, de ciudadanos honrados, activos, educados; en la patria que naufrages lentamente, sin ruido, sin protestas, como en el desielo de un Témpano cuando llega a la zona del medio dra; en la patria que engañaTOn y vendieron todos, porque no la conocieron, porque no la amaron, porque no la sospecharon; en el suelo prodigioso que nos extrañas aprovecharán, a cambio de un peupérrimo pusado de monedas. en estas selvas, ya ajenas, pasarán quizł dentro de poco tiempo, los D2víos de gran cala, los ferrocarriles sonoTOS; y se hará el elogio a su suelo en otra lengua, con distintas Intenciones, hacia otros puntos: la made ra que huele, la pluma que engalana, el producto que se transforma, 12 planta que cura, el petróleo que impulsa, la fruta que regala, la torrenLa Boca del Parismina. Observando una buena pleza tera que ilumina, todo, todo, ha de ser para Las Tazas activas que vieTOD, en los rios, arterias inagot.
se tan fielmente que sobreviene la ra mordieron seis monstruos 2bles: en las selva, el mueble, le ses sensación de un viaje entre dos in zuelo. Un negrino del lugarejo, Sonma, la poción, la energía.
finitos. n lín, maestro en este faez de obras.
Se habló entonces del amor a la LAs fotografias que ofrecemos a lanzaba la cuerda a la desembocadu patria; de la necesidad de habilita nuestros lectores darán vaga idea de ra, entre la espectación y los chistes cios de zonas, de drenaje de cana lo que son estos maravillosos cana De pronto deeſa Ya. jalen! y la les, de creación de puertos; en la les.
cuerdas, tensa por esfuerzos contracreación de cuadrillas vigilantes que rios, traía a la fiera entre borbotoorganicen sus peonadas cuando la LA BOCA DEL TORTUGUERO nes de espuma y gritos de emoción.
vegetación o los diques naturales Entonces nos creíamos en el bolsin.
formen vallas al paso por los canaA las 12 y 30 llegamos a la El tiburón es una especie de Borbi buton Sotomo desco Boca del Tortuguero, previos algules; en las facilidades que ofrecen gia del mar. Su tamaño descomunal, estas aguas y estas tierras a la for nos fogonizos de caza en que calSH su fuerza prodigiosa y su voracidad mación de freas fluviales y maritipierde un ojo Carlos Chamberlain, insaciable, lo hacen único en el agua.
mas en servicio hacia Nicaragua, gracias a la bondad de mi revólver, Cuando el primero se embarrancó en manera fácil para la exportación de un colt que perteneció al general la arena, dió tales colazos y chaslos productos agrícolas de todo el inMorazan, y que Carlos Orozco se dio queo de tal manera las mandibulas, terior de la costa.
el taco de regalar sin nuestro permi que todos huimos. El negrilio, cyanso al negro guardián del Resguardo, zando, le hundió dos veces el macheQUE ES EL CHOREJAL con la esperanza de que le salga el te en la cabeza y le partió la cola.
tiro por el mango.
Luego volviéndole panza arriba, lo Ofrecionos el tel un café de su raLa choreja es una planta acuátidestazó. Igual cosa hizo con log que za, y mientras Melis Quesada, Sáuca, una especie de lirio, cuya hoja, luego cayeron, y todos eran hem de un verde intenso, crece hasta un rez, don Carlos Maria y Jenaro Lelbras, según dijo Jenaro Leiva que metro, en forma conica bipartida.
va blanqueaban con peligro de los parece perito en estos protocolos. En Ofrece una flor amatista, compuesta que estábamos detrás, yo converse efecto, abiertas las entrafias y paten de lamparillas diminutas que se es con el jefe. Llámase Waltham de la tidas las bolsas, vimos las crías, que af, sin más letras, como si el cucalonan en el tallo, a manera de rase desparramaron palpitando en la Ta del bautizo hubiera tenido precisa millete. El agua, muy propicia, se en acabar; parece muy viejo y vaarena. Entonces sentimos piedad, la encarga de multiplicarlas, de tal mapiedad sagrada que extiende nuestro nera, que a veces como en el Tapón liente, tanto como el casón que el egoismo hasta la última escala de los de la Solterona (así, llama la malicia Gobierno le tiene contra la intempeseres. yo observé, bajo la claridad rie, y poco menos que el único par lunar, que el monstruo inmóvil me de tiros con que asusta a los cerdos miraba, fija y terriblemente, con los de monte y al tigre. Me pide que lo ojos iluminados por un fuego verde rétrate y como las películas se han y azulado tan intenso como solo lo acabado, simulo una fotografia, mientras él, presentando armas se he encontrado en ciertas piedras urgnieas.
cree ante un Generalísimo francés. allí me pongo a reparar en el devolvimos los tiburones al mar, aspecto de encurtido de Jorge Sáuhechos pedazos; y la vitalidad subllrez, en el impecable don Carlos Mame y bárbara los llevó aún veinte o ria a quien no logro verle el pañuetreinta metros adentro, sin aletas ni io sucio, a pesar de que a menudo lo entrañas, mientras que, en el río ya tnerce para volver a secarse en mocebado por la sangre, otrasferas se jado; en Melis, que como yo parece lanzaron al banquete trágico.
un pan algo pasadito de horno, en Jenaro Leiva, que aun en estas latitudes anda con el protocolo a cuestas, como en busca de clientes; en Aurelio Castro que parece entre nosotros un Saul en mangas de camisa; en don Arturo Volio, que con su ca ra de Cristo a medio hacer, no sale de la cocina, en Lesmes Sáurez, que parece un icote de higueron; en Urbina, pálido y eemirriado como un maestro cesante; en Enrique SanOtro aspecto de los Catios cho, tan colorado y dulce como un y una defaite fotográfica durazno de Tierra Blanca.
UN TOUR DE FORCE de los barqueros el paso más difícil situado a la entrada de Caño Negro)
el chorejal se extiende en una extenBajo el medio día bestial, ardiensión de varias kilómetros, tan enrete como un beso de negra, preparadado y profuso, que la gasolina enmos el regreso, después de un paseo Entrada a Catio Negro. Una de las calla. Hácese entonces necesario que por el mar, pero don Carlos María, Félix Ortiz, que es el más mayor de más hermosas perspectivas y un los mozos corten a cuchillo la malla flotante y empujen con largas varas los Oficiales que hemos visto, y otros triunfo fotográfico el resto cuarteado.
com papieros, quisieron hacer el viaje por la playa unas cuantas millas. Po EL RETORNO. LAS LAGUNAS co después tuvimos que ir por ellos al embarcadero de un rancho y moDespués de tantas emocion. es suLlégase en medio de tanta hermojarlos por dentro y por fuera. En blimes, colmados de atenciones De sura a los sitios en que los canales, rique Sancho y Jorge Ortiz hubo que los organizadores del paseo y por los amplificándose, se bifurcan de vez en prohibirles que se sonaran, porque compañeros, remontamos el río Pacuando por otros vericuetos de la en aquellos lugares no se consiguen risminn hacia Golden Grove, con una montata, internándose cada vez más sesos. de esa clase, porsupuesto. manana espléndida. En esta finca hacia el interior del país. Fórmanse fuimos exquisitamente atendidos por así las lagunas, canales desmesuraDE VUELTA su administrador señor Garita quien dos que como el de Islote, tienen hizo preparar los troles, tirados por veces ciento cincuenta metros de anTodo el medio de descendimos mulas rápidas. En ellas discurrimos cho. Aquí el espejismo puro se trans hacia Parismina. El atardecer nos cerca de hora y media, bajo le somforma en vértigo. Hay momentos en sorprendió cantando, en la popa. bra esmeraldina del plátano, cuya que realmente se duda del agua, tan como si la naturaleza se pusiese de hoja da músicas, y llegamos a Santa quieta esta. La luz, las nubes, las nuestra parte, aquel crepúsculo nos Ana, finca de los señores Hundriefrondas, el pájaro que vuela, cópian dio u fenómeno extraño, de chos ser, en donde el tren nos esperaba que llenan algunas páginas en la con su carro salón.
sencilla prosa de Julio Verne.
Los páramos, que empezaban a lleTerminado el ramal, partimos en narse de sombra, se iluminat en las el expreso a esta capital con tanto cúspides. El sol, medio oculto entre buen humor como habíamos lievado.
un arrebolado Sinaf de nubes, se Nada más grato que la conversapuso a dibujar maravillas, como un ción de conipa fieros tan distinguidos.
nino que jugase con veros de nacar; Hubo momentos en que nos parecia y como el sueño entornaba sus ojos, que nunca habriamos de separarnos.
tal era el espíritu de simpatía que sus pestañas hicieron sombra en el cielo, tirando franjas divertentes al nos acercaba.
extremo opuesto del horizonte que Excursiones de estas paseos en esempezaba a inundarse de luna; y es ta forma, hechos por hombres repreta, alzándose sobre el mar, era co sentativos de un poder nacional. som mo una limosna de luz a los hom augurio feliz en la vida pública inbres, cuyos caseríos humeaban bajo dustrial y agricole, pues que sus reel aire azul. Era la hora del pensar suitados se traducen en conocimienprofundo.
tos reales de lo que posee la patria y coadyuvan eficazmente en la pre CAZA DE TIBURONES paracion de leyes, proyectos con Un grupo de excursionistas en el cesiones sablas, que luego salvarán Golden Grove, listo para descender Aquella noche se organizó una enIs vids moral de la República.
por el so de tiburones. En un cuarto de honinto.
e Daren ve, Polseulene Carlo Una coquetería de la montaña.
Canos del Norte nislios ni la chatae oro LA PARTDA El lunes último, a las y 40 a.
en un carro salón agregado al de pasajeros nos reuniomos los excursionistas. Un tiempo benévolo preparaba los ánimos a la expansión y al 80zo. Entre la charla de Jorge Sáurez y las carcajadas de Orozco Castro, el viaje fue como un carnaval de ingenio. En Cartago subieron a completar la comitive don Enrique Sancho, don Jenaro Leiva y don Arturo Volio. Sin el menor inconveniente llegó el tren a Siquirres a la y 35 Previa una refacción, sin necesidad de trasbordo continuó el viaje por el ramal de Cairo (Cairo Branch) haste Golden Grove, hermosísima finca de bananos que da a las riberas del Reventazón. sus orilles esperaba.
12 gasolina San Carlos. las y 15 a. embarcamos de nuevo en la Boca para ir al Tortuguero, cuyos ramales desembocan al mar. Empleamos de a horas en gasolina, veces bajo un sol insolante y una atmósfera inmóvil.
Una vez abandonadas las aguas del Parismina, la fatiga se trueca en deliciosa tibieza, purificanse las aguas la brisa despierta y pone músicas en las frondas, en las aguas y en el clelo iníciase la aparición sublime de los anfibios monstruosos, de los péjaros extraños, de las flores raras; sobre las aguas límpidas y extéticas, tanto que semejan biseles tornasolados, los brotes verdes y momentáneos de la choreja se yerguen, tan en suspenso, que a veces la mirada is nora si están en el agua o en el sire; bandadas de pájaros pasan, multicolores y rápidas hacia la morfina azul del horizonte, y en los ramajes gigantes, los monos se mecen, modulando su grito ronco, como sobre hamacas armoniosas bajo el éter libre. veces, en los recodos, pensativas y acaso melancólicas, las garzas dormitan en una pata, finas blancas como preguntas de la espuma. Otras, azules, violáceas o áureas se belaneean en los corozales, y ante la barca huyen, lanzando un grito de mujer.
Pásase en este encantamiento por California. Jalova, Cano Negro, Sierpe, Islote y Laguna Penitencia. medida que se avanza, nuevas intensas emociones llegan a agitar el espiritu: al llegar al islote, la laguna se ensancha en un milagro de para lismo. Grandes árboles de Inocua Majaraca, Calivo. Shura Jale entrelazan sus follajes esbeltos, apretura tan intensa se unen, que la selv semeja más que bosque les naro, por donde dejan ceer las tres gadoras sus tūnicas consteladas de nores y mariposas.
Arte is contemplación de NAVEGACION FLUVIAL las tres de la tarde comenzó el descenso por el río, de corriente oscura y serena. Sus orillas, bordeadas de cañaverales y plátanos doblan en continuos recodos. La vegetación, de brote espontáneo, se alza como una exudación salvaje y presenta una multicromia indescriptible. El martin pescador. la zarceta y la garza, tan querida de los poetas, pasan continuamente, agitando las alas esbeltas como en un aplauso, el agua duplica el encanto con el espejismo terblón de su pereza. Media hora después entrábamos en Dos Bocas que es en donde se unen los dos bra zos fluviales para tomar el nombre de rio Parismine. Mientras los con
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