DIARIO DE COSTA RICA MARTES del pussio d: m0 se Cozote.
Nos parece un homenaje iso ese puetlo vinil, cuja aii tia bien que se las eseucizs, como la hica que puélisra dare mento de la vida de la Reptblica.
Ee equí nuestros apuntes. recsziAcs después de paciente labor de nvesuUgación, Para contribuir a la re opilación de la historia necional, que esté por escribirse.
DMESIPEOBACION DEL GOLPE Los ramonensez, en su totalidad. Jesaprobaroz el solpe de Estado del 27 de enero de 1917, que hevó el poder 21 Ministro de Guerra Yederieo Tinoco Granados, mediante unz «ición sin precedente.
Algunos 2ceplaron los hechos Conm¿umedos, al ver la meyoría del pais, ancluyendo la elase directora y pensante, acuerpando el movimiento ddemás, halagados por la perspectiYa de unas elecciones absolutamente líbres, en que el país manifestería sus ankelos y espiraciones.
Pero después de la inicua farsa de élecciones para Ja Asamblea Consti ¿uyente y pare nombrar el Presiden te de la República, y con la declaratoría expresa, de elérar el periodo presidencial a seis años, BO hubo un solo Tamonense que Se atreviera Alemarsó Hnoquista.
El ex diputado don Rafael Rodrizúez, hoy olvidado. en se pueblo. que se mantuvo en la Cámara mientras alimentó la ilusión de que el Gobierso se encarrilaria por el esmico de: la Constiturionalidad, st alejó de allí, horrorizado al saber la angustiosa situación de Rogelio Feruández Gúell, cuya esposa informó don Rafael de las amenazas que seban sobre y las persecuciones at «me era objeto. Desde entonces don Rafael dejó «de ser persona grata para el Gobiermo, el tiranutlo, que comprendió ássde ese momento que en San Ramón estaba guardada como en urna segrada de que cada ramonense era guerdián fiel y denodado. la llave ás oro de la dignidad costarricense. resolvió iniclar. contra este pueblo sus hostilidades, pretendiendo así aAueñarse de la llave y de la urna arrastrar por el suelo el tesoro qué contenía. Con tal fin llamó a su despacho en San José al Jete Político don Samuel. Govzález Rodriguez, quien había á«eptaoo esa posición, LO CoMo amizo del goblerno sino como amigo ue au pueblo cuya tranquilidad queria reeguerdar, y por eso, en vista de que el detentador engreído la los. vodsres públicos quiso que le ayuda»
ra en sus medidas arbitrarias, resolvió presentarle su renuncia iTEvOCabie, Vino entonces a la Jefatura ser Dobles, herediano, Joven que por su carácter socieble y conciliador :pardió pronto la confanza de Sus amos y fue retirado, Le sucedió RaTael, Solórzano Gon: alajuelense, incondicional del régimen despóuco.
Durante su edministración local someszaron Jas persecuciones politiezs contra algunos de 195 principales vecinos de la ciudad, les cuales olminaroa la Nezuda éste. lugar entonces Subinspector de Haada Eligio Hidalgo, quí a mitra Sn Jo: TS convenient zueve de febr tez y ocho, en la mañona, Comezzó el e, ro de mil moverl quivel Maroto y, ta tarde, con d9z Nicolás Oriler zon detenidos leTOn terminantemest medida dida, en per. con don Juen Alfaro Vargas y den José Es)
153 mos an ayas Tíacuel Castro, 02 resuMa Vietor ceolés Oriich, que s0b: infduscdla en el pa o y las esperanzas QUe el apoyo de los ramodon Arturo Voilo hubo comunicación más directa: el mísmo don Nicolás Orlich y sus hkerrsnos Aquileo y Romano se entr ron con algunas veces; y zsí fue como se supo aque los Volio y Ferríndez Glel Fabian entrado en combinación y que los primeros 2brigeban la esperanza de conseguir armas en Panamá pare venir a ayUdar eScazmente a 1053 revolucionzri08 de Interior. en esa espera del desarrollo del plan combinado ésta ban los ramonenses cuando les 0tprendieron, el día 22 de febrero, las primeros noticias del alzamiento ds Rogelio. Se sup0 que habla 101100 la guernición de Rio Grande, qué bía cambiado las autoridades en Ate nas y que su intención era continuar hacia Orotina y San Mateo y lego caer sobre el cuartel de Puntarenas.
contando para Jlegar al puerto cun el tren que ya estaba en su poder.
Tales informes confirmados por valéfono desde Orotina causaron Eran entusiasmo y ardor patriótico tn lus valientes hijos del pueblo de San Ramón, quienes no quisieron ser de loé últimos en secundar Jos esfuerzos Mbertarios de Ferández Gúell, coXfiando eso sí, que en otros puntos oe la República adoptarian lo5 patriotas. igual actitud, pues una de las cláusulas de la revolución consistía mer grito de rebelión 58 una sola voz y a Un que al pri desconoceria solo tiempo, en todas las principales poblaciones del pais, lus autoridades tinoquistas. Obedeviendo a Csta Consiena se procedió en San Ramón organizarse, 10 cual nó prestaba grandes difenltades, pues hasta los exapleados públicos estaban deseosos de derribar un orden de cosas que radie ofrecia garantías y en el cual ellos colaboraban obligados en parte por la necesidad y más que todo por su profósito a nó dejer lugar a qué vinieran empleados de fuera con ánimo hostil bacia el pueblo. Se puede decir que el único tinoquista que habla 6ra el Jefo Político señor Solórzano, quien se eliminó por el procedimiento Que Se dará en seguida, dictado en deseo por evitar en lo. posible el derramamiento de sangre, que en el anbelo de loa revolucionarios era de Teconstrutción y no de destrucción y muerte todo. tT6no. CAPTURA DEL JEFE POLHTICO Loa señores Oslica, dex Nicolás, don Aquileo y don Romazo, se fuerob gu fnca a San Rafael para Teati oe los breves rafael dason avisos a los DaConcontrar ños. Se man rrios. más córcazos la eulad y pronto acudieroa de Sen Jusz, San Isidro, Santiago Otros lugares, BUmerosos solézdos de la aus redez5 esparcierca unos por las Que cóntamz 292 a da de don Federito sor de la estue3 toda prusba, co rial, dires mani or de Vito: Este mñcr Uimó SolóTIADO DATZ comunicarle algo 15 nta. o sentió prestva ve Es ccnvenserio de Qus le en todo Maha untante que desssnlo El pueblo ds ón ponir s2 grico de ame es obra mimica, Este documento es propie: ersirio tencia.
La REXDICION Cona guido teléfono San Orlick, para que se vinieran con u ¿ente hacia este ciudad y, cuendo se calculó que estaban ya 0ercz. sieron en movirmiesto todos 103 cr pos del centro: er Rates Pus fuez y los 2uyos tomaron poesia del telégrafo y de la caza del resguendo, que estaba sola la 52202, y en donde encontraron por abl de trece carablnas y 2lgún pérque; Benjariín Selas, Samuel González, Alfredo Salazar IDuchos 0LrO3 iomeron posesión del Palacio Municipal y Jefatura Política, en donde Laaos polizontes que no hiciestenciá; los Orlica y sus denodados refacleños dssarmaron la policía del Gobierno que estaba 2posteada la entrada de la población y. por último, Otro grupo se po: uó del edificio de la cáresl sín mayor dificultad, porqus. como se dijo, no había ningún «nemigo de la revolución, como ese día era día de Ubertad, no se les negó este precio so don a los reos comunes en la Íntollgercia de que una vez consolidado el nuevo orden de cores e sométerian otra vez a la acción de los Tribunales de Justicia. Todos ellos volvieron a su prisión cuando fue debelada la intentona revolucionerió. Es de advertir que además de las carabinas y parque decomisados el Resguardo, ee contaba cón alguzos revólveres, crucctas, uno que otro ride de caceria y una módica cantidad de tiros de dinamita, De ron en levar las o cuendo ya hubo la zeción.
Ahora bis estaban seguros de que u 51 0252 no hzbiz en go que cuidar, persachispas de reb a otros pueblos. Ya don Jose Orlich, tebía avisado por teléfono, desde Caragoza, Cue en Palmares kebía uz grapo de antigobiernistas esperando un auxilio dé Sad Ramón para ladzarse 2l asalto de la Jefatura Po tica y demás oficinas públicas, pues ge temía oposición armada de parte de las autoridades, de cura y de otroz elementos netamente tinoquistas. Llegaron los ramonenses capilancados por don Lencho Carvajal a unirse éon los revolucionarios palmereños, entraron todos juntos a la población y. 3zásl como por encan10 se diluyeron los alardes de lraltad y de pundonor de Jos sicarios del Gobierno. Con toda felicidad se procedió al cambio de antoridades, nombrando como Jefe Político a don opoido ¡Rodríguez, quedó aquella pláza en poder de los patriotas palwareños. todo esto Ya otro grupo de ramoneses dirigido por minero don Dionisio Villegas, cí tombre de acción, estaba construyendo una trinchera en el alto de La Cima, entre San Remón y Palmares; trinchera en donde, al decir de den Dionisio, hubieran peregido. todos los defensores del despotismo si el destino loz hubiera llevado por al. Pero el destino estuvo entonres de parte del despotismo!
como dos Timorenst3 HACIA NARANJO Quro grupo de ramonenses, entre los cuales iban Aristides Montero, todo esto cada cual ocultó lo que puBoberto Castro Espinosa, Cevedo AS eeS2izi Carlo cata val Eol0. STONMIALIZ)
Es recetado por loa médicos ias cinco partes del mun:1o porqui tonifica, ayuda las digesiionas y abru el apstio, exrando la3 molestias del ESTÓCIAGO IOTESTINOS el dolo» de estómago, la dispepsia, las azedias, vómitos, fnapetencia, diarreas en niños giteenan con estrañimisnto, aftatación o estómago, ee 63. articóptic De venta en las principales Farmacias dol Mundo en MADRID, Serrano, 30 (España. donde ss remiten folletos quien los pida, maca. tíble rumor selín de las cz un trasnechador transitaba por calles; los habitantes todos muy, icjos de elevar su pensamiento hacía el dios Marte, pero Muy Cerea de der cabida en su mente a dorados sueños de pez y dicha sin lmiies en los vastos dorminios de Morleo! Sólo en la ofeina telegráfica, al amparo de débil luz, velnba personal del Gobierno: dos telegrafistas y varios polizontes. Los conspiradores se dieron a la tarea de sacar de sus lecbos algunos vecinos para que participaran en el movimiento, 10cándole en suerte ser el primero don Gonzalo Monge Bermúdez; Juezo don José, Aguilar Fernández, quien, después de muchas dudas y temores acerea del buen éxito de la acción, decidióse a. acuerparla. seguida don Esteban: Ramírez e bijos, Eliseo Rodríguez, José Alfaro, José Amádor Arroyo y algunos más.
Se estaba en esa tarea, cuando algunos polizontes habían notado ya movimiento y habian ido a apostar se todos en grupo la esquina del establecimiento de Ernesto Aguilar Finos. Alí se dirigleron los revolucionarios y sin ningún contratiempo procedieron 41 desarme de la policía y luezo a tomar posesión de la oficina telegráfica y del local de la Jétatura Política. Aquí estaba durmiendo don Ricardo Guzmán, ramonensa, Secretario encargado de la Jefatura en ausencia. del Jefe Político don José Espinosa Mora; que se encontraba reducido a prisión en uno de los cuartes de San José, por haberlo complicado con sus declaraciones Víctor Manuel Castro. El señor Guzmán salió a la llamada de los revolucionarios y sin mayor dificultad entregó todo lo que podia entregar, pues hasta él misino se puso al sera vicio de la revolución, Lo mismo hicieron los telegrafistas, Procédiose inmediatamente ya nombrar Jele Político a don Esteban Ramírez Chaves, quien eligió entre los mejores el personal de su policía y, como había escasez de armes y parque, se dispuso recoger, los. que hubiera en loa adultos QUE, w9cet, y Qicara de Recibimos en consignación ZARAZAS todos estilos y colores.
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leca Naciona!
establecimientos de comercio, habiéndose conseguido por este medio un revólver viejo y como quinientos tiros. Entre tanto habí2se avisado a distintos lugares y pronto acudieron muchas personas. dispuestas engrosar. Jas Éles revolucionarias, entre otros, don Yanmuario AÁrroyG, Bolívar Montero, Teodosio Barrientos. Abel Corrales, dor Abel Mora y Rubén Acuña. Como telegraósta de la revolución se de dio de alta don Filsberto Rojas y procediós¿ a restablecer la comunicación eoz San Rémón que había sido interrumpida y em muy necesaria estando yA ánbas plazas en poder de loa conjurados.
EL GOBIERNO SOBRE Las ar MAS Asi las cos sa pensó en ir au la ciudad de Grecia despertar el spk ritu público instar los prinel: les vecinos para que bicieran lo mismo que boblun hecho los naranjeBus y ramornéz desconocer las 2u¡toridades liqui y proclama: en fuvor del movi: Pero, vízo a impelir el cumplimien10 de ese propósito lo sigui había dado orden gistrar a todo la población o istentara salir loz 3, ATA revoluciodarios baca sobr 31 Comandazis cantozál rrocientos hombres para solve vigilar e0z memena y le entársiba El cámizo de úsgar gente Miguel Obregón Lizano del Sistema Naciona! de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Mura Cuóse sl mido de euí32 pera adentro, se declarg más acérrimo enemigo de a volzeionarios y, haciendo gala e valor y sangre fria da informá de iodo lo acontecido 0.
autoridad militeres, con lujo y detalles, complicando con ge y raciones 2un a personas que e bian participado los hechos, a don Félix Corrales Blanco.
Por su lado los ramone: gañados con la creencia de ue E Rogelio avanzaba con gente ar a por el camino de Esparta, reso, ron ír a encontrarlos para volver o.
dos juntos a la ciudad y, ya aa to probabilidades de buen éxito, pb de bar a la hueste gobiermista y conquistar un buen botín de Suera, pues según los partes oficiales la tro.
pa era grande y traía buenos per.
trectos. Vana ilusión! Ya a en hora Rogelio había emprendido tam.
bién la retirada por la vía opuesta a San Ramón, Muy otra hubierz aj.
do su suerte y probablemente también la suerte del país, sí hubfera procurado y logrado unirse a los ramonenses. COI: LA MANO DE HIERRO Como a las once de la noche del 22 traspasó los recintos de la urbe altiva y digna la horda tinoquista, Comenzó. desde ese momento la revancha de la tirania victoriosa con gu inacabable cortejo de saqueos, explociaciones y atropellos contra la libertad, contra la. integridad personal y hasta contra la vida misma de los ciudadanos. En la mañana del 24 un centinela dio muerte de un balazó un muchacho Carún que acababa de llegar de Cañas y que no había entrado en la revolución, tan sólo porque no atendió inmediatamente la Voz de ¡alco. quién vive?
La misma bala hirió a una niñita de un turco comerciante que vivíz en las inmediaciones del cuartel. El e2dáver de Cartin fue encerrado en ta cuariucho y luego llevado al cerenterlo sin ceremonia alguna y sin permitir que lo vieran siquiera los parientes cercanos.
Muchos ciudadanos ramonenses se vieron obligados a abandonar sus hogares y dejerjos expuestos a dos arrebatos de la insania y de la bar: barie, para buscar en los campos y en la viontati ua asilo com:irz los abusos del despotismo en «lesenfreNo. La mayor pare ds el os tuvieron al fin que caer en lis perras del sátrapa y sufriera alrgus prisiones incontables vejámenes; pero ninguno se Coblegó, ninguno rebuyó la. res ponsabilidad de sus actos, ninguno fue traidor ni menguado. Es típico el caso de don Rafeei Rodriguez, quien, como don Luis Castro Ureña, no volvió a hacer vida ciudadano! se mantuvo fuera del alcance del tirano hasta que el Lic. don Francisco Aguller Barquero se encargó del Gobierzo restaurador. Hesta que bulo traspasaron la frontera un éxodo lleno te. sobresalins y penalida: des sin cuento llegaron a Nicarádgaya El Salvador en busca Ét nuevos erreszog y de medios eñcsc ara extermicar la terrible Pl6S asigia a Costa Rica: Vitaliazo Fi Las Meró hasta Rivas, Arisud Montrro y Samuel González hist San Salvador. Por desgracia no hubo entonces, en aquellos países amlgvs esperanzas de redención Orta. PA 52 el nuesiro, y dos dos expatrizéo: hubleron de regresar a sopor unión estrecha cos sus conciudadi zos, Zarelo de la tiranía macor de usa nota por la out. A a a el mind. a? promulgado el decreto de esto haría mumbo tempo de DA risa desto an Ramón que Cersits e io el e aa fusroz objto de p: o Guevera se adelantóba hacia eb fanones de aquel remalo da 69 reia te esuboraciós a gnnits