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Ea, amable y Culce, po0m y que sól)d tenía cra pes: Es ante inolezsiva y ponife: la hort Yi bueno del hoz Doésidcra en mira, ocupado Tios aa colecoi den7 ta estufa, en regar lo: CAP En qUe abriento de ideal, Esposo, enciados oyezdo to, o la Lluvia monótona, que cala de las regederas zobre idas planter 2x0 horticultor empedernido, tenía cer osu wujer el mismo meticuloso cuidar que con sus flores. Media el frio y el que debían reinar en su salón, lleno YENDO: y hojas, y temíz que tomase el «Tudo de abril o el sol de marzo; y como en esas plantas que se secan en cajones a meten en determinadas épocas del añ0, lala yivir metódicamente, con la vista Passta en el barómetro y en las variacioze de la luna.
Aa vivió ella largo tiempo, aprisionada euize las cuatro paredes del pardín conzuzAL inocente como una clemátide. aun con aspiraciones hacia otros jardines 55 menos regulares, menos burgueses, d¿Exado los rosales crecleran con todas sus camas, donde las. matas silvestres subie mis arriba de los árbcies y estuviesn cargallas de flores fantásticas, descoracidas, en libertad y acariciadas por un zal más fuerte. Na se encuentran estos Jardines más. ze en los versos de los poetas; así ex eme la pobre lefa muchos versos a escondi. zz del horticultor, el cual, en materia de puesía, po conocía más que los pareados Le ins almanaques alusivos al tiempo. Em ¡poder elegir, la infeliz devoraba glotíonamente los peores poemas, con tal de «que en éstos encontrara rimas de amor y sisiónm; nego cerraba el libro y se pasaba Gs horas muertas soñando despierta y su3mado. Este es él marido due yo necesítaba!
IPróbzblemente todo esto hubiera quedatado en el estado de las vagas aspiracioq, zi en el momento, terrible fara las Eembras, de los treinta años, que es la ñad decisiva para la virtud de la mujer, cumo el inediodía es la hora decisiva para Ta velieza del día, no se hubiese encontra¿a en su camino al irresistible Amaury. Ámeury era un poeía e selón, uno de exaltados de frac y guante blanco. ue van entre diez y doce de la noche a esziar en sociedad sus éxtasis de 2mor, Bus desesperaciones, sus embr inelancólicamente apoyados en la me, 2la luzde las arañas y candelabras, mientras las mujeres, en traje de Ezde, los escuchan, sentadas formando se?
aateimulo, extasizdas detrás de sus abaniPasaba Maury por ser el ideal del génea. Tabeza de zapatero romántico, ojos Euzdidos. calor pálido, peinado a le rusa ST izuy untado el pelo de pomada húngara. xacuno de esos desesperados de la vida, como gustan a las damás, siempre vestia la última moda; un lírico puesto a friar, en quien el desorden de la desessólo se adivinaba por el lazo 2130 Tisjo de la corbata, anudado descuidadaEsmie. Asi es que eran admirables. sus cuando con voz estridente recitaba sica Virada de su poema El Credo del mor. Sobre todo aquélla que terminaba sin 258 verso asombroso. Yo creo en el 1mo07 cual en Dios!
Mo sé por qué, sospecho que a aquel far 2nze le tenía lan sin cuidado Dios como si los demás; pero las muferes no se Caizan en tan poca cos2. Se dejan impresio Yiciimente por el sonido de las pataUvas, y cada vez que Amaury recitaba su Gúredo «del Amor. era seguro ver al redeJur del salón boquitas sonrosad33 que se 2n «cOmO para tragarse aquel fácil anizesa sentimiento. Abí es nada! Un :zanta que tenla el bigote tan bonito y que amvia en el amor vomo créla cn Dios.
La mujer de nuesiro jardinero Bo se 12 eii. En tres sesiones fué vencida. Soismerte que, como daba en el fozdo de zauclla naturaleza clesizoa algo de honraR y de altivo, no quiso cometer una falta pesvira. Por otra parte, en su Credo posta declarar que 13 c3mp 235 que una close de 2dulterio, 2: Bosa marido. Euso del romanticismo! Cuanto miedo teníz elía, cuentas més preczuciones eran neces2rias, y más balcones cerrados y Más. persianas corridos, más grande parccisle su poeta. Por la noche bríz la ventana de su habitación, y contemplando las estrellas que se veian más allá de los faroles de un ferrocarril, próximo a la casa donde vivian, le hacia recitar sus Versos. era tan buenol.
Aquello no duró. desgraciadamente. El marido les. dejó en paz. Qué queréis? aquel hombre era filósofo, Cuando su muler se bubo marchalo. atrancó la puera de su oasis y siguió dedicándose cuidar rosales. pensando que afortunadamente las plantas echan raíces muy bondas, se agarran a la tierra y no pueden huír tan fóciimente. Nuestros cnamorados, ya tranqulios, regresaban a Taris, y de pronto parzcióle a la joven que ve le habían Mevado a su pocta y le hablan traido otro. poeta. La fuzz, los temores de ser sorprendidos, las perpeluas alarmas, todo aquello que inantenía viva su pasión, ya no existia; y entonces comenzó a comprender, a ver claro. Además, a cada instante en al instalación de su casita y en esos mil pormenores burgueses de la vida íntima, el hombre con quien vivíz se daba a coñocer mejor, Lo poco que había en él de sentimientos generosos, heroicos o delicados, había lo desleido en sus. versos para quedarse con nada para su uso personal, Era un mezquíno, egoista y Sobre todo, roñosn, que es e que el amor no perdona. Además, se habla afeitado e! bígote, y aque!
disfraz le sentaba muy mal ¡Qué «iiferiencia, son aquel sedoso y rizado bigote que a ella le apareció una noche, recitando su Credo entre dos candelabros. Ahora, en el forzoso retiro que Sufría por culpa suya, entregábase toda clase de manías, la mayor de las euales era la de creerse siempre enfermo. Dizblos! fuerza de hacerse siempre el tísico acababa uno por imaginarse que efectivamente lo estaba. El poeta Amaury era afelonado a las tisanas, envolvíase en papel de tapsas y llenaba la menea de frascos y potes. Durante algún tiempo, la pobre mujer tomó en serio su papel de Hermana de la Caridad. La a2b negación daba al menos una excusa sy falta, un objetivo a su vida. Pero tardó en cañsarse. Contra su voluntad, en la ahogada habitación donde el pocta se envolvía en franela, pensaba ella en su perfumado jardín. el buen jardinero, visto de lejos, rodeado de sus arriates de macetas, hasta de sus hortalizas, le parecía tan sencillo, conmovedor y desinierestdo como exigente y egoista el otro. Al cabo de un mes amaba a su marido y lo amaba realmente, no por afecto impuesto por la costumbre, sino con verdadero amor. Un día le escribió una extensa caria, 2pasionada, de Arrepentimiento. El no contesió. Quizá no ercyera todavía que estaba bastante castigada.
Entonces ella envió cartas y más eaztas; se humilló, suplicó que la dejase velver a su hogar diciendo que preferla morirse a vivir con aquel hombre, Ahora le tocaba el amante ser aquel hombre. Lo raro es que se escondía de él para escribir, porque creía que aún estaba ernamorado de ella, y aunque pedía perdón e su marido, temía la exaltación de su amante. Xo me dejará marchar se decía.
Asi es que cuando, fuerza de ruesos, turo su perdón, y el jardizero. no os he dicho que era nn filósolo? cunsintlesa ea Que volviese a vivir con l, aquel rezreso al hogar conyugal tuvo todos los aspectos misteriosos y dramáticos de una luga. Po sitivamente kizo que su marido la robase.
Fue su Último goce e culpable. Urz no che que el poetz, to i. La soberanía de la falda corta da eo vería a techar de hon a la Venus de Milo, o laz tres Gracias, que lorman un grupo encautador, aguardando el famoso s?
fuera de deda, es que la falda cortz ha orisizado fenómenos sociales, hasta el grado de provocar un divorcio, que, al presente, constituye el potin ¿o jour en los altos Cimmulos de Filedelfia. Es deecir, que la falda corta viene a desempeñar un papel disoivente en la familla, quebranta la armonía de pacíficos hogares.
Fue realmente un bombazo la colosal noticia del divorcio de Ethel Hunt, linda muchacha de cabellos y ojos negros y.
como hija única de multimillonarios, dada todas les extravagancias y los más costosos caprichos, El marido comenzó a observar que Ethel usaba los vestido extremadamente cortos, basta el extremo de parecer una colegiala, Hgera y despreocupada, a quien dejaban indiferentes las responsabilidades de familia, atenta sólo al vértigo de la vida mundana, que no le permitía consagrar tiempo alguno al amoroso compañero.
Reproches, cariñosas súplicas, 2menaz2s de seperación, todo fue inútil, no cejando Ethel en su cspricho de exhibir las pantorrillas modeledas, eso sí, como las de Dianz Cazadora.
Entonces José citar, el divorcio; noticia hecha un ya circunstancia, movido, le preguntó: Baliey optó por solíla bella esposa recibió la tar de lágrimas, por cuél, profundamente con ¿Te arrepientes, Ethel? Aun es tiempo. Alargarás un poco esa horrible falda?
La atribulada victima, al escuchar estas frases, entre sollozos que partían el alma, hizo un enérgico movimiento negativo.
Inundaciones al lado del Pacífico VARIOS NISOS ESCAPARON DE PERECER El torrencial aguacero de anteayer causó innudaciones en el barrio del Pacífico, sobre todo en la manzana situada al oeste de la Escuela Porfirio Brenes, próxima el Quebrador de Piedra.
En la Avenida 2a. entre calles 4a, y Sa.
penetró el agua de la calle y la de los patios a las habitaciones, y escaparon de perecer tres niños, Hubo que contar para el salvatiento con el auxilio de la policía dé línea, ha; biendo prestado muy importantes servicios el inspector Guillermo Ulloa, de la Seguada Sección.
Los moradores de las casas que se inun.
deron dicen que en vano han tratado de que los propietarios arreglen los edificios y profundicgn los desagúes; todo ba sido inútil; solamente se acuerdan de cobrarles relisiosamente la quincena.
Es hora ya de poner término a los abu.
sos de los caseros, sobre todo en essos como estos, en que se pone ex peligro la vida humana. Ká AÁAá Aá Oo de rzuevo nuevo, fuese una rernión a recitar su Credo de Amor. eña se metió ea un carruade en el cual la esperaba sul do ez la esquina de una calle, y asi volvió a su jardincito de Auteull curada ma ARAN MARANA LA PATRIA r José Ingenieros VIVA LA PATRIA!
riendo su azul y las ensas todas coromárdose con la pompa de oro del amanecer, también quisieran gozar del intimo regoci 6es.
Hoy cumple 250 la Patria; y esi como en el cumpleaños de la madre formamos un fresco ramillete de dores lozanas, vamos a unir todos nuestros anhelos de bi 2, todos nuestros sineeros amores para, en este ála, ofrendárselos la que, con sus yientos marinos, meció nuestra cuna, abrió a Duestra niñez ruborosa gratos caminos oloTOsos Yerbabuena y nos alimentó ton el jugo de sus entrañas y nos DUTERÓ gene rosamente sus campos para la santa profanación de los arados.
Vamos, siquiera por Un solo día, a ser buenos hermanos. Cubramos, una sola vez siquiera, los blancos arenales del odio ton las rosas del perdón, Sobre el agua turbla de nuestros mutuos resentimientos; vamos a suspender la generosa compasión de huestro mutuo olvido.
La Patria es el hogar, Lleguemos al rincón, donde, Horoya y enlatada, nos espera la madre; Pongamos nuestras cabezas balo la unción cariñosa de sus manos; Ile ue nuestro corazón la felicidad de sus lágrimas, y fortalezcamos así, en el amor comón, nuestras energías, estérilmente gas»
tadas, nuestra fe, ya sin lumbre, Jo de las almas costarricenY luego corramos por los campos, por las ciudades y las 2ldeas, ascendamos a las más altas montañas, descendamos a las más oscuras cimás, visitemos las palacios, las cabañas y lenémoslo todo con este grito. Viva la Patria!
TR. Kodriguez AMOR PATRIO El amor de la patria es a loz pueblos lo Que el amor de la vida es al individuo, Porque la patría es la vida de las naciones.
La pasión del ciudadano por su pátria Se compone de todas las pasiones personales y desinteresadas que pluga a Dios grabar en el corazón humano. Amor de sí mismo, traducido en el derecho que tiene toda persona de ocupar un lugar bajo el sol; Amor de la familia que no es sino la patria en pequeño y estrechada alrededor del corazón de sus hijos; Amor del padre, de la Badre, de los aburios, de aquellos de Quienes se ha recibido el ser, la ternura, el idioma, la religión, los cuidados, la hereneja material o inmaterial, al venir a ocupar un sitio junto a ellos o después de ellos, tiudad o en el campo; en la Amor a la esposa, débil criatura que ha buscado amparo a nuestro lado; Amor de los hijos en quienes revivimos por. 1la perpetuidad de la sangre y a quienes debemos trasmitir en toda su integrídad el suelo, el nombre, la seguridad, la independencia, el honor nacional todo lo Que constituye la dignidad de RUestra raza; Amor a la propiedad, instinto consezAl Público en General Por tener que ausentarme del país por varios meses, he dispuesto reali.
zar todo el alado a precios suma.
aiente baratos, para siempre del antelo de ser la mujer de un poeta. Es verdad que aquel posta era tan po. 0 PRL. tomira con la eobea erguila, desafiando muy orzulleso, con se Aloass DAUDENA Z2 Coa poco dinero todos pueden estrenar para el Centenario, Acudia a la Tienda de Subutino y cOnvencerin. producir algo grande al través de la bis toria, obrará siempre a pulso de la gran pasión del patriotismo. de Lamartine EL CONCEPTO DE LA PATRIA (Fragmento) Patria es para los bispanoamericanos, la América Española. Dentro del sentimiento de la patria cabe el sentimiento de adhesión, no menos natural e indestructible, a la provincíz, a la región, a la comarca; y provincias, regiones o comarcas de aquella gran patria nuestra, son las naciones en que ella políticamente se divide. Por mí parte, siempre lo he entendido así La unidad política que consagre y enctarne esa unidad. moral, el sueño de Bolivar, es aún un sueño, cuya realización no verán quizá las generaciones hoy vivas. Qué importa! Ttaliz no era sola la expresión geográfica de Matternich, antes de que la constituyeran en expresión política la espaúa de Garibaldi y el apostolado de Mazzini.
Era la idea, el númen de la patria. sra la patria misma, consagrada por todos los óleos de la tradición, del derecho y de la gloria. La Htelia, una y personal existiar menos corpórea, pero na menos real; menos tangible, pero no menos vibrante ima lensa, que cuando tomó contorno y color en el mapa de las naciones. a.
José Enrique Rodó FRAGMENTO. El porvenir será obra de la escu: la cual volvemos los ojos siempre lo futuro se trata; en ella se realiza el más notable, el más generoso trabajo, de Pulir y abrillantar el oro de lis almas niñas, de condicionar la generación que sube para una vida de virtud y labor, está el porvenir y es tarea alta, magn: ma, el preparar acertadamente ese porve hir; lo que nosotros no hemos alcanzado, que lo alcancen nyestros hijos, y (ue lo que éstos no dominen, lo dominen sus descendientes; en esta noble solidaridad de las generaciones debe poner pensamientó y amor el maestro, y con él todo el que ame honda y sinceramente la patria. Quesada PATRIA ¡Oh patria, patria que cuántos placeres ie debo!
Tú me recuerdas los seres a que más amor profeso. tú me recuerdas la infancia con ss inocentes juegos; tú me recuerdas los días il de mayor dicha y sociego, las caricias de mi madre y los cuentos de mi abuelo.
a ant zz ¡Oh paula, patria Querida, cuántos plareres te debo! Herrera Reissig PATRIA ¡Sacro nombre de Patria! en él Tulgura cuanto de grande y dulce el mundo encioUrza, del casto hogar la intima ventura, la gleria conquistada en SALA guerra, fe y costumbres, artística hermosura, la ley severa que 21 malvado aterra. mozte, el río, el ave en libre vuelo, el campo inmenso, el esplendor del clelo.
Calixto Oyuela

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