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En la histórica y noble salvador entró a la ida, destinado; y bujo el esplendor de ese míy «ao cielo, entró en la Inmortalidad, al Bo.
nomérlto Josd Mutfna Delgado. Joy, que ve fnicia en el dan americano labor cludad de San Cao un pre. tetmo contras Teparadora, pa Justiciera, van apareciendo acpurados Úguras de los más renotabrados varones. ellos dins lejanos de nuestra patrid pareciera un putero va «uo sor igual, se disputase las victoriosas palmas un grupo de libertadores, Ellos trabajaron seguros de que en el andar del tiempo la posteritad los coloca»
e e el máximo calendario de la lbetx. Áquel joven «que empezara gue estudios xa la sombra del solar paterno, y que en escala ascendente, fue seminarista en la Capitanía General de Guatemala, Doctor en Cánones en Ja Universidad de la mis.
ma capital, Profesor de Teología, Aboga do de la Real Aúdiencia, Diputado Provincial, Presidente de magnos Congresos, Vicario y Obispo de San Salvador, director de ejércitos, Jefe de Estado, etc. es la más alta, frme y luminosa personalidad, en medio del caos de nuestras 1u chas emancipadoras, a partir del amanecer del: de noviembre de 1311.
Es José Matias Delgado el cludadaro más bien delineado, por sus legítimos merecimientos y su vigorosa y leal actuación en favor de Centro América; y día Megará en que se le coloque máx alto todavía en la epopeya nacional. Sería obra de historiadores de pura cepa vaciar en sendos volúmenes la vida feemndísima del prócer Delgado. Tiene tal complejidad, tanta luz de sol, tanta ac ión, tanto ideal, tanta psicología y a tre ahos destacando la gloria del cuadro. elgunas sombras. necesarias en. los que. han venido a la solana universal con la predestinación: del gento, que asombra tal acumulación en un modesto hombre. Log sectarios, los hombres del error, lo combatieron en su tiempo, y despuéy han denigrado su memoria, porque a medida :que se alejan los días de su bravo batajar ze agiganta su nombre. los justos cada vez le: tributan una mueva alabanza, una nueva palma, porque descubren en él una nueva y vivida 1uz. Después de un siglo en que se han des.
encadenado mil y mil pasiones, la Duda «desiparece y la Verdad se impone, surge, radioóa, la memoria de aquel inmortal de 1811. ss.
AMA en la herolea tierra azteca, en los. mismos días, Otro sacerdote libertador asombraba con sus hechos al Poder secular de. España. Era el cura Hidalgo Guien en. un manifiesto dirigido a la faz de América decía: Abrid los ojos, americanos; no os dejéls seducir de vuestros ¿nemigoz. José Matías Delgado seguía desde su vi Mórrio los pasos del prócer mexicano. mismo ideal de libertad los lgaba al traE 6s de la distancia. El¡mismo férreo ca :g eter los ponía en igualdad de condicio.
nes. Para Hidalgo no había temor: tam: poco habfa para Delgado. Hidalgo le deban alientos los. peligros; a Delgado «esos peligros lo inflamaban más en sus. sueños de independencia. Para Hidalgo la Jucha era desigual: también era así para Delgado. ER frente tenían el formidable. poder de tres siglos con su cortejo de me4los de dominación. Ellos no tenían otras armas que un corazón esforzado y. un pensamiento audaz y libre dispuesto e5calar el cielo para triunfar. e Así surgió el movimiento de 1811. Asi. vibró el primer grito revolucionario del de noviembre. Asi presenció a pueblo salvadoreño el primer grito de rebeldía.
No tuvo toda la resonanela que soñaban tos patricios, porque la cobardía y falta de unión y bueva inteligencia en distantes pueblos lo impidieron, porque la libertad necesitaba sacrificios y mártires. Pero fue el primer escalón pare llegar. ados después, la conquista del ideal sagrado.
Ja jornada de 1811, iniclada al eco de da campana de la iglesta de La Merced, fue obra de ese batallador insigne, y alr dedar de El esplenden 105 nombres de sus hermanos de espíritu Manuel Josó Arca, Juan Manuel Rodríguez, Nicolás, Manuel y Vicente Agullar, Pedro, Pablo Castillo, Juan y Miguel Delgado, Domingo Antonio «Lora, Morales y Fajardo.
El feroz José de Bustamante y Guerra se indignó al tener noticia de los sucesos de San Salvador se preparó a poner su mano ferfada sobre los revolicionarios.
El de diciembre sigulente José Aycicon amplios poderes del tirano, en y como natu nena, tró a pacificar la provincla. ra consecuencia, prinelpió la serie de persecuciones y arrestos contra lóz promotores. Delgido, caudillo hábil, pudo Hbrarse de T2Ves wejámenes; pero, detenido, se le obligó reconcentrars alo Capitanía General. Com Ayelnena vino José María Pejnado como Delegado del Ayuntamiento dé Guaremala; y cuentas las crónicas que el Arzabispo agregó un2 OVIEMANE DE 1004 e PAGINA DE HISTORIA: CENTROAMERICANA UN PR DIARIO DE COSTA RICA PAGINA CINC insurrectos el orden y a obediencia.
El padre Delgado, con su mansodumbre, supo hacer uso de su talento y desvió toda sospecha para no entorpecer los nuéYos coratos de independencia, tales como los de Grunzda y León, de Nicaragua, en diciembre de ese mismo 280. fines de 1812 de nuevo residlz en San Salvador el prócer Belsado, y cuando tuvo noticia3 de luz cel rimas Cortes de Cádiz su alma se llenó de esperanza3 porque créfa columbras una mejor época para estas apertedas cómazczs; y, en efecto, se adhirió a los festejos de la jura de la Constitución, el y de octubre; y contribuyó pronunciando. una. oración, considerada por:el Intendente como mo.
delo de elocuencia, Vanas fueron las esperanzas del prócer; días més tarde contermpló mayor rigor desplegado por les autoridades coloniales para 2hogar los ensueños de libertad. Esa Esperanza lo embargaba cuando se desarrolló la conspiración de Belén, en 1812, dirigida por el Prior del Convento, Fray Juan de lz Concepción, y que tuvo tan fatales consecuencias y envalentonó el omnímodo poder de la Capitaniz General.
Los patriotas de este movimiento, que durante el largo proceso a que ze les someeió permanecieron en la oscuridad de las prisiones, vieron de nuevo la luz del día hasta 1819, nuevo vigor tuvieron Delgado y sus compañeros ante el fraceso de Belén; prosiguieron silenciosamente nn obra revolucionaria en comunicación, con el libertador mexicano Morelos, cuyo nom.
bre a la sazón resonzba con el del jiuatre Hidalgo.
Entra el fatídico año de 1814 para dar en tierra con la nueva intentona libertadora. Esta vez Juan Manuel Rodriguez y el impetuoso Manuel José Arce cayeron en: cautiverio para largos años, durante los cuales el terror colonial puso a dura prueba su cáricter. Delgado, indudablemente, fue el alma de la jornada del 244e Enero de ese año, porque era el director supremo, la cabeza pensadora del grupo de patriotas; pero existía tal solidaridad entre ellos, que los gue cayerón en. laa prisiones como obedeciendo a una on signa, jamás revelaron el nombre del prócer máximo, Sin embargo, el Intendente Peinado, que sabía medir la acción y genio de Delgado, lo hizo reconcentrarse, tomo medida preventiva, a la. La asonada de 1814 tiene una figura enlmi.
nante por el martirio: Santiago José de Celis. Hubíera llegado Celis a la más alta cumbre. a haber sobrevivido. porque era patriota de corazón de fuego, devoto. Je ta libertad. Tal vez se le hubiera visto al lado de Delgado y de José Cecilio del VaNe en el Palacio de los Capitanes Generales en los días de la Independencia, Pero por orden del Jefe Expedicionario Jpsé Méndez Quiroga, Delegado del Capitán Gene. ral, fue villanamente. extrangulado en la prisión. Así fue detenido su vuelo; Así entró, el primero, al martirologío centroamericano.
El paso de Quiroga por San Salvador en 1814, está marcado con un sello feroz.
Impuso la crueldad más refinada: prisiones, secuestros, procesos, acusaciones despladadas, mísero esplonaje, torturas en ls prisiones, pgllana tenebrosas, violaciones de corresponden.
cia, bandos de muerte y destrucción; en fin, cuento tuvo por necesario para amedrentar y matar de una vez todo noble arhelo patriótico. Guatemala le llegaban a Delgado rumores de los días tremendos por que pasaba San Salvador; y AS en la soledad de su estancia se debatía ku pensomiente, compadecida eu alma por los tormentos de zus copartidarios, y lleno de pesadumbre al ver que se ale. el día de la proclamación de la independenela.
Loz patriotaz estaban dos por la fuerza de Jas eventualidades. El enutiverio de muchos de ellos fue prolozzado.
Entre tanto curdía por el mundo la epopeya de Bolivar al través de Venezuela y Colombia; la: de San Marin y Higgins más al Sur; la de México 21 Norte; y la jornada «memorable de Rlezo en el pueblo de Cabezas de Sa Juan, el primero de Enafo de 1820. que restableció la Constitución de 1812 y obligó jurarla al veleidoso Rey Fernando.
Vino la libertad de imprenta a despertar a los pueblos. Pedró lolina, publica El Editor Canstirurional y José Cecilio del Valle fuuds El Amigo del Pueblo. L2 luz se hace. El miszdo vz desapareciendo.
Ya hay valor para criticar los actos de las autoridadés eolonizlez. Llegó Gabino Gaínza a la Jefatura Suprema de la Capitaula General, empujado por. la. obra de los patrintas, Quienes deseaban ahí su presencia. para. favorecer el sentimiento libre en la vutá emprendida. Corre el rumor de los sucesos de México con el advenimiento de Agustin de Iturbide amparado en el Plan de Iguala. ese conjunto del hechos invade, con oleada de júbilo, todos los círculos sociales. Se presiente yz la proximidad del sofado día, se palpa la necesidad de gacudir la opresión y buscar otros derroteros.
José. Matías Delgado, incorporado a las filas del partido liberal, con la imperturbabilidad que siempre fue su. distintivo, externó su opinión franca, asegurando que era llegada la Epoca y que debían aprovecharse las favorzbles elrcunstancias en que Centro América estaba colocada.
Era a principios de septiembre de 1821.
Delzado no perdia ningún detalle del movimiento, y asi, lo vemos en su sillón de Miembro de la Diputación Provincial, en la mañana del 15 de septiembre, conducienán, sin que los demás se diesen cuenta de ello, el carro de la victoria. Perseguía todos los instantes psicológicos para obtener el triunfo. Valle, volocado ante aquella Asamblea en que estaban representadas la Esclavitud y le Libertad, hizo vibrar su elocuencia sabia y fue partidario de la causa popular, pero pedía que se oyese antes el voto de las provincias, Otroa, do por el Arzob Fray Ramón Cassans, pedían que se esperara el resultado del problema de México. Eran momentez de indecible espectación, pero se levanta el prócer venerado, Delgado, y declara que no dehe perderse un. momen.
to, que en esa mismá mañana debía nacer la Patria. al, conjuro de su pelabre bicieron eco Mariano Gálvez, José Francisco Córdoba, Mariano Beltranena, Antonio Rivera Cabezas, Mariano Aycinena, 108 oidores. mismos de la Audiencia, los canónigos, los miembros del Ayuntamiento, los individuos ds la Diputación. Províncial, en número ilimitado. El pueblo, en ola. tumultuosa, esperaba. Después.
el sabio Valle, emocionado, redactó el Acta Magna, En esta Acta está la Grma del gran patricio Delgado, como ur símbolo luminiso para las generaciones que se sucedan en el curso de los siglos, a de manifestaciones populares ocurridas en San Salvador Gespués de la jura de la Independencia, a fines de septiembre y que el timorato Jefe Político Pedro Barriere tomó como pretexto para reducir a prisión a los próceres Arce, Rodríguez, Lara y otros, la Junte Consultiva que funcionalas ER INMORTAL DE 1811 José Matias Delgado 24 de Febrero de 1767, de Noviembre de 1832 ba en Guatemala, confió ul patriotismo.
valor y habilidad de Delzado la misión de enfrentarse a los sucesos de la capital euscatleca y poner las costs en su lugar, al tenor de los plenos poderes que se le entrezaroa, Madie más oportuno, al nacer la Patria, que Delgado para contener toda revuelta en la tierra natíva, Apenas Delgado entró hejo el cielo salvadoreño, cn Santa Ana, oblizó a salir a Barriere, e hizo cargo ¿el mando supremo e instaló la Junta que deseaba el pueblo. Los disturblos de San Salvador, si no hubieran comprometido, si hubieran ocasioredo entorpecimientos al triunfo, pero la presencia de Delgado evitó toda nueva calamidad.
En Honduras, en Nicaragua y en Costa Rica, sucesivamente, fue jurada la Independezcia, entrando de lleno ejercer la soberanía. En este estado las cosas, la lucha del prócer combió de aspecto, Estaba conquistado el triunfo. La Independencia era un hecho, a La circunstancia de no haber tenido que librar eruentás batallas fnfundía temores a los patriotas, no por el presente, sino por el porvenir de la nacionalidad.
Quedaba en pié el partido aristocrático de Guatemala deseoso de seguir en el goce de sus antiguas preeminencias y fueros sobre el pobre pueblo; y para lograr 5u intento, comenzó a sembrar la división que ten funesta fue más tarde en la organización de Centro América. lo ha sido hasta nuestros días. En efecto, probablemente por un designío tenebroso, a 28 de noviembre llegó a Guatemala la célebre comunicación de ftnrbide, que como amenazante advertencia hacía. seber que Guatemala no debía quedar independiente de México sino formar con aquel Virreynato un gran Imperio bajo el Plan de Iguala y los Tratados, de Córdoba. Los antiguos insurrectos vieron: en esto la restauración de la tiranía, La organización libre de Centro América se paralizó. En Enero de 1822 todos los pueblos se conmovían, Se tenfan noticias de que un poderoso ejército: venía del Norte «para realizar, a sangre y fuego, la incorporación. Unos, voluntariamente, se adherian a la incorporación a México, y otros pedían tregua para deliberar. Mientras, el Gobierno de Guatemala, por si y ante sí, acordó la unión al Imperio. No fueron oldas les reficxiones del sabio Valle ante la Junta Consultiva, ni la voz de los patrio.
tas del 21. Pero en medio del general desconcierto reinante, el víril pueblo ealvadoreño, fiel a sus tradiciones. libertarías, el mismo pueblo de 1811 y 1814 rechazó, indignado, la anexión, dispuesto sacrificarse aun sin elementos. En este. punto recordamos 21 bistoriador Salazar: Guatemala tuvo la desgracia de verse unida al carro del usurpador mexicano y quiso arrastrar en su suerte a las demás provincias: centrosmericanas. El Salvador resistió, y eso será motivo de su eterna gloria. No tenía elementos de guerra, mas supo improvisarlos fundiendo cañones y ereando un ejército para resistir la invasión que la amenazaba para imponerle el yugo, mexicano. He aquí que la poderosa fnerza de los jos débiles suele a veces salvar las grandes causas, La invasión habís tera. o.
El prócer Delzado goberneba:a El Salvedor y supo, con audacia sín fgual, tomar en sus manos tan difícil y comprome!
tida situación. Sin perder tiempo nombró traspasado la fronEl resultado de las elecciones en el Estado de Guatemala.
Telegramas oficiales recibidos el en la Legación de Guatemala enuncian el triunfo de la fórmula unionista en las elecciones para Consejeros y Diputados a la Asamblea Federal Centroamericana. El Partido Liberal Federalista no logró obtener ni siquíera un 25 por ciento del total de sufragios. He aquí la lista de las personas electas: Consejero Federal, Propietario: Dr. don Julio Bianchi Consejero Federal, Suplente: vador Sandoval Diputados Federales propietarios: Lie.
Salvador Fal. g, Lic. Adalberto Saravia, Lic. Oscar Sandoval, Lic. Filadelio Satazar, Damián Canís (obrero. Br. Engenio Silva Peña, Dr. Rafeel Robles, Liedo.
Francisco Fuentes, Lic, Avelizo Marichal, Ezmundo Guerrero, José Maria Alvir, Manuel Agullar, Francisco As de León, Lic, SalOctavio Herrera y Benjamin Salazar. Julio Bianchi electo Diputados Federales Suplentes: Ltcdo.
Carlos Salazar, Lic, J, Angel Cuevas, Julio Castañeda Godoy, Pedro Salazar (obrera. Lic, Tácito Molina, Lic. Desiderío Berganza, Lic, Marcisl Garcia Salas, Fernando Araujo, Rafael Calvo, Víctor Alcántara, Lic, Jorge Morales Urruela, Lie, Adolfo Barillas González, Lie, Marcos Cermelo, Abraham Reyes y Lic. Fernando Castateda. El Dr. Julio Bianchi pertenece al Par.
tido Unlonista Histórico, fundado en Guatera: en 1829 por los piiriotas Salvador Mendieta, Manuel FP. Rodríguez, Carlos Ramirez Fajardo, Marciano Castillo, Adalberto Saravia y otros cuyos nombres Sgurarén en la Historla. Fue el primer Srmarite del Acta de 25 de diciembre en que se concretaron las as: piraciones de los guatemaltecos, que Íniciaron la gloriosa campaña contre Estrada Cabrera, Ya julio de 1920 se reunió una gren Convención Unionista en la capital de Guatemala para discutir la persona que en de nitiva habría de ocupar la Presidencia de la entonces República durante el perfode que concluye el año de 1923. Los pueblos de una manera unánime, ofrecieron esc cesndidatura al Lie, don Tacito Molina y al Dr. Julio Blanch. pero ambos se negaron a aceptarla. Poco tiempo después fue nombrado Ministro de Guatemala en Washing ton, cargo que aceptó al fin y en euro Cesempeño se balla desde octubre del 2fo anterior. El triunfo de Blanch! es el trivoTo del unionismo sincero y de antecedentes limpios sarcionados por el transcurso de velintuán años de labor constante, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
General en Jefe del Ejército salvadotent a Manuel Josú Arce, quien marchó tropas decididas a vencer o morir, hacia Santa Ana, a combatir a los Imperfaligt: comandados por el Sargento Mayor Abir Padílla, Los campos de El Esrtpar ro.
teatro de la primssa sa por la soberanía e: mas conquistadas til por Arce pas eran también director supremo Incidentes Impr ce de Arce. con El enemigo estaba dispueñto ra. a El Salvador, Queso.
inaudita, El Coronel una fuerte columns, Salvador, desviántase defensores, y en lé meñana del de Junio de 1822 entró a la capial; entreganiae sus soldados al saqueo y al incendio. Ja heroísmo desplezado por Jos salvadoreños coronó el triunfo esta Yez y pudieron lansar, con todo el horror dé la derrota; 1: enemigos, quienes abandonaron todas su armas y municiones, El Brigadier Vicente Filfácla tomó po sesión del puesto de Galnza en Guatémata mediados del mísmo mes y uno de sus Primeros pazos, s2bedor de la energía ee que eran capaces los salvadoreños. Tie Proponer la celebración de un convenio, le Para evitar la guerra: se dirigió a Del.
gado, a Árce y a Otros probombres de El Salvador. Delgado acepto la insinnación con el fin de proseguir la consolidación Taclonal y prepararse Para una defensa en el futuro: Así, fue suscrito el primer Tratado en presencia del Capitán Genera)
Filísola, en Guatemala, el 10 de septiembre del año 22, Este Tratado, que tenfa toda el carácter de un armisticio, no fue Jlevado a cumplimiento por las modificaclones introducidas por la Junta Provincial salvadoreña y por la negativa del Em: Perador de México, a cuya aprobación la sometió Filísola. Iturbide, convertido Para ese entonces en monarca absoluto, erdená su lugarteniente Filísola que atacase a El Salvador, inmediatamente, eon todo el poder de que disponía, si no se unfa a México, con entera sumisión al Gobierno imperial, y sin pretexto que pudiera con: trariarlo, venía ejecutándolo clertamen.
te, porque la caballeria mexicana Pasó a euchillo la primera partida de salvdore ños que encontró! en la plaza de Metapín, La presencia de los impérialistas a cuatra leguas de San Salvador, abrumadores en húmero y eleméntos, infundió el eonsi¡guiente pánico. No fue posible detener la avalancha: los esfuerzos de Delgado y de Juan Manuel Rodríguez fracasaron, y la sangre corrió a torrentes hasta la toma de la ciudad, después de la batallé de Mesicanos, Entonces, perdido todo, meno la gloria, comenzó el doloroso Exodo de los próceres y de los heroicos defensares de la nacionalidad.
Nuevos fatales vientos corrieron ;Para el ambicioso Emperador azteca. Para mp zo de 1823 era distinto el horizonte, Fernando Antonio Dávila, al calor de un gan to patriotísmo, encabezando un grupo de ciudadanos pidió a Filísola autorizara la convocatoria de un Congreso Centroame rícano, y pesar de sus vacilaciones, co diendo al clamor del pueblo, la hoche e)
23 de marzo, consintió en la convocatoria. El 24 de junio de 1823 se instaló solemnemente. el Congreso Constituyente. de nuevo apareció en escena José Maltas Delgado. Al frente de la más grande y significativa de las asambleas centrozmericanas, se yergue majestuosámente la talla del prócer inmortal de 1811. Delgxdo es el Presidente. Fueron 44 los Repre sentantes ilustres de las Provincias de Centroamérica, El primer acto de este Congreso fue el trascendental Decreto de primero de Jullo, dictado magistralmente por José Francisco Córdova. Delgado, sidiendo aquella Asamblea en que figura: ban el sablo Presbítero y Doctor laigro Menéndez, el intezérrimó Pedro Mollma, el tribuno José Francisco Barrundia, el esclarecido Antonio José Cañas, Mariano Gálvez, los Villacorta, los Beltranena; los Estréa, los Diéguez, los Dávila y tantos y tintos otros, se transfiguró y parecía alzarse a mirar los linderos de la postenidad. Fue la horz grandiosa de Delgado.
Fue el Tabor. Fue el día en que realmen: te existió Centroamérica, El 14 de marzo de 1824 inzuguró su»
sesiones el Congreso Constituyente del Estado de El Salvador; y aquí econtrar a otra vez al invicto prócer Delgado, elem.
pre con su verbo arrebatador; era Representante de la Provincia en la Asambica. Cóncinirá mañana. DOLS. CORPESO El anterior estudio fue escrito En 0p tiembre de 1916 en Tegucigalpa, Hondaras, y hoy lo publica por primera Vez EL DIA::IO DE COSTA RICA, como khemenaje al de Novienbre, 110 aniversa:lo del primer grito revolucionario de Independencia.
Este documento no posee notas.