Guardar

Domingo, 23 de abril de 1922 DIARIO DE COSTA RICA PíGIiNA TRES Un pavoroso drama a 2, 400 meros de altura El asesinato del guarda del observatorio de Saentis En invierno después de nnz noche de bruma y de gran belada, El 25 de febrero, en el cerro Saentis, en Suiza, se descubrieron los cadáveres del guarda del observatorio y de su mujer, que fueron asesinados. Fué un crimen trivial, que tuvo por móvil el robo. Pero por el cuadro de majestad salvaje en donde se desarrolló, y por el roroeste, 2zmino de Brillisen, el través de pasos escarpados, borda.
dos de muros que parecen cortados a pico. Cuando se llega a Niegliselp, alto situzdo a 1, 480 metros, todaríÍa necesario para llegar a la cima, tres y media bores de aecensión por camiros escalados telizdos en roca viva muchos lugares.
Tembiéo se puede llegar por el Sur, ex 566 horas, tomando el camino de Wiláhans o de Unterwsser; pero la subida es aún más dificil que la antetiormente descrita. EL OESERVATORIO METEREOLOGICO. LÁ VIDA DE UX DE LA MIEVE.
En 1887 se corstroyó en la cimaíde Saentis un observatorio metereológico, emplazado 21 Este del pico: es el más elevado en Suiza, en donde hay adewmás los de Zurich y Berne. Un teléfono lo comunica con Appenozell.
Puede imaginarse el lector cuál es la vida de un guarda de este observa.
torio: pasa allá, en la cima, la totalidad del año. Durente la buena estación, los excursionistas llegan alegrar su soledad; descansan una o dos noches en el albergue anexo al observa torio, en doude hay algunos aposentos para los que no las quieren pasar en la soledad, en el silencio angustioso de los espacios infinitos.
Una vez por semana, cuando las condiciones atmosféricas lo permiten, de Appenzell llevan al prisionero de por las circunstancias excepcionales que lo acompañaron, este hecho ha tomedo una grandeza dramática.
BL CERRO DE SAENTIS. POFEy TICA DESCRIPCION DEL LU. GAR. o. El cerro Saintis, es la cima más elevada del cantón Appenzell, al Sur del lago Constance. Yergue su cumbre en medio de las nubes, sobre un roca abrupta, a 2, 504 metros de altura. De abí, un panorama maguíbco, se desa.
rrolla bajo la vista, descabriéndose el lago de Constance, la Sonabe, la Bawiere, Jas montañas del Tyrol, de Grissons, los alpes de Glaus y de Berne. Se llega a él, generalmente. En la cima de Saentis: el guarda Hass. las alturas, sus provisiones. En el resto del tiempo queda cara caraa sus instrumentos metereológicos: sube, pasando por el techo de sucasa, hasta a la «señalr especie de cobertizo de madera donde se mueve pvn anemó.
Iuetro. y lee sobre el cuadrante registrador, la velocidad del viento. Dos veces al día, telefonea a Appenzell el resultado de sus observaciones. Los novelistas y autores dramáticos, algunas veces han explotado la impresionante situación de los guardas de faros, eruparedados en una torre solitaria batida por el océano. No es menos de admirar la vida de los guar das de observatorios alpestres, perdi dos en las borrascas de vieve y sin otra comunicación con el resto del mundo que la fragilidad de un hilo telefónico. todos gusta el AUS ZEANMN porque es fácil de tomar no, da dolores, DÍDALO ni náuseas ni se repite. Dulce como la miel DE VENTA. POR.
Acosta y González Farmactuticos SAN JOSE, COSTARICA AAA Jóvenes y viejos!
DiÓ SUS TLTIMAS OBSERVA CIONES POR TELEFONO.
DESPUESNADA. QUE HABIA SUCEDIDO?
Este guarda era, desde el mes de cctrbre de 1919, un amado Henri Haz2s, antiguo conductor de un tran vía de Zurich, de 36 2505. Su muajer vivía con él. Los dos tesían que ayudarse en su vida ordinaria, cortando la leza que se les remitía del valle.
Henri Haas desempeñaba conciencía su cargo; los viajeros que llegaban ala cima de Saentis, encontraban siempre ura mus buena ecogida.
El 21 de febrero dió por última vez sus observaciones por teléfono. Des pués, nada: el puesto quedó mudo. Se trató de interrogarle, sin obtenerse contestación. Qué hobía sucedido? Se pensó en una interrupción telefónica.
Los encargados de provisionar al guar.
da, Ruch y su hijo, fueron enviados para tener noticias; de camino se les juntó el posadero de Neglisalp. Esca lonando la montaña constataron que Ja línea telefónico estaba en buen estado.
EL ENCUENTRO DE LOS CADAVERES. RECONSTRUCCION DEL DRAMA.
Ilegaron a la cima el 25 por la tarde, y entraron, en primer término, en el despacho del observatorio; la seflora Hazas estaba tendida, la cara contra el suelo; un gran desorden reinaba en el local y todos los indicios eran de haberse sostenido uva lucha. Por otra parte, el perro encerrado sin alimentos desde hacía días cerca del cadáver, trastornó todo. Momentos después los tres hombres descubrieron el cuerpo del marido fuera de la casa, cerca del cobertizo de señales, tendido sobre la nieve en medio de. 1n lazo de sangre congelada. El drama se reconstituyó fácilmente: los dos fueron muertos de un tiro de revólver disparado por la espalda. La autopsia que más tarde se practicó en Appenzell, demostró que la muerte fué instantánea, pues uno ioteresó, el proyectil de gran calibre, los pulmones, y al otro, el corazón.
El registro de los turistas, así como la caja habían desaparecido.
DILIGENCIAS JUDICIALES. EL ZAPATERO DE SAINT GALL.
Iomediatamente dieron la alarma telefónicamente, y al día siguiente, a las de la mañana, vna caravana de Incendio a bordo del Monterrey Virucla en el de Satrústegaj bordo del vapor «Monterreyo se declaró un violento incendio qne afortunadamente fue contenido a tiempo, El Monterrey se dirigía de México a la Habana llevando gran cantidad de carga y pasajeros. Elincendio se pro.
dujo a cansa de haber explotado nna caja de gasolina en el interior de las bodeges. causa del incendio el vapor se retrasó dos días en so travesía, pues hubo necesidad de hacerle algunas reparaciones de orgencia. bordo del «P. de Sotrústeguis que llegó a la Habana con procedencia de Barcelona, se registraron verios casos de viruela. El primer ceso se presentó en una niñita que embarcó en Santa Crux de las Palmas y segén los médicos tenfa 11 días de enfermedad. Todos los pasajeros infestados fueron ingresados al Lozareto de Madrid.
Previes las formalidades de ley, el «P. de Satrústeguja continuó su viaje Eacia Colón dedonde salió nuevamente para Europa el 12 del corriente.
unas veinte personas se puso En cami no para proceder a las diligencias ju diciales y bajar los ererpos por medio de los secos para transportar muertos que, paraen caso de accidentes, usa el Club Alpino Suizo. Hubo necesidad, en ciertos lugares, de arrastrar los sacos por las pendientes encima de la rieve endurecida. Después de muchas horas de grades trabajos, se les pndo cargar trineos hasta el valle.
Mientras tanto, se recordó que antes desu última comunicación, Haas habló de un individuo que, desde hacía algnnos días, se había presentado pidiéndole hospitalidad. No se trataba de un desconocido; durante la guerra, cuando el puesto fué tomado militar.
mente, estuvo en él como suboficial.
Era un zapatero de Saipt Gall, llamado Gregorio Antovio Krewzpointner: era un hombre moreno, de elevada estatura y de 30 años de edad. Haas lo recibió con su proverbial cortesfa, pero estaba extrafñiado de verle prolopgar su estadía en aquel lugar, y conñó su extrañeza al empleado del teléfono en Appenzéll. No había duda que Krewzpointuer era el asesino.
FINAL DEL DRAMA. SE ENCONTRO AL ASESINO PENDIENTE DE UNA HORCA.
Este drama de peripecias variadas, tuvo un epílogo imprevisto y no menos macabro. La pista de Krewzpointner fué encontrada en diversas pobla.
ciones, después del día del crimen; en Saivt Gall, en donde quiso vender alEl cuerpo de Haas bajado en un szco de transportar murrtos del Club Aspizo Suizo guarda forestal, encontró en tn «chalet. el cadáver del zapatero Krewzpointuer se había ahorcado. El 25esino, siguiendo el invencible atractivo de los crimivales por el lugar en donde cometiera su crimen, trató de volver al cbservatorio, pero sus remordimientos, y probablemente la certeza de uo poder evadir la acción de la justicia, lo impelieron a suicidarse. estas horas, un puevo guarda ba reemplazcdo a la víctima. Como él, en el aislamiento de su guarida alcolchada de nieve, telefoneará escrupulosamente a los de abajo, mañanazy El cuerpo de Hass arrastrado en una pendiente de nieve endnrecida gunas joyas, éstas fueron reconocidas como pertenecientes a la señora. de Haas. Se bicieron varias batidas para prenderle, pero sin resultado.
El de marzo, en la vertiente Norte de Saentis, en los pastos de Oberaneli, situado a 1, 400 metros de altera, un (ebos dostores y Cmplisan ACOSTA Pte ei ii bid DE VENTA POR FARMACEUTICOS. SAN JOSE, COSTA RICA tarde, las indicaciones de sus aparatos.
El también verá a desconocidos llamar a2. su puerta pidiéndole kospitalidad.
Tal vez no será sia un ligero estremecimiento que los acogerá, peusaude en la sengrievta tragedia de las cimas impasibles, GONZALEZ Imitada por TODOS erat EA UD. ua ZA TRAUB Ieualada por ninguno Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica

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