Domiuyo, 23 de artiembre de 1924 Z o. El otro día Leoncito Fernández Don León Llanura y Rodríguez nos habló, en un estilo que hubiera puesto verde de envidia al mismo Jeremías, aquel Jeremías que se la pasó llorando. sabía que el que ao lloraba no mamaba. de la soledad en que ze hedaban los Fernández en cuanto emprendían una de esas graudes obras a la par de las cuales el descubrimiento de América, el incendio del Mesón, el discurso del América y el incendio de Chicago, quedaban convertidos en riseras onterías. Entonces, los Fernández lo 22. izual a la de los Dioses. lograron mua estegoría. Pero. oh tiempo amargo y cruel! pasaron los días y el jueves, León abrió el pico de nuevo, para hablar ante el asombro de sus compañeros de martirio en la Cámara; ya Do cra León el águila candal que se remontaba 31 ceríleo empíreo, solo, solo como un solo hombre; no, León se había cobvertido en uua pobre y delicada violeta de los yales, León era tímido, León era menos que nadie, León esa la Hanura; delante de él, Arias eza un Ockomozo, Árturo Volio un Poás, Briceño nn Rincón de la Vieja, don Alíredo nn Momotombito y don Ricardo un Momotombo, Elera la llanura rasa, él era menos que una llanura, él era un precipicio.
León le dijo a don Ricardo, cuantas cosas altas se le puede decir a un hombre; efectivamente, León no le dijo nada al viejo: lo que hizo fué repetir todo lo que andan diciendo don Ricardo Fernández y Guillermo Vargas; le dijo Lord Everest, Aconcagua, Chimborazo, Himalaya, y otras cosas más menos subidas. de altura. Naturalmente, don Ricardo ni se ha enterado: cuando Sotela lo llamó en serio monte alto, a don Ricardo le hizo la cosa poca gracia; ahora que León le recordó el dicho del pocta, don Ricardo se encogió de hombros y dijo: díganle a don Soledad Fernández, que me llame de otro modo, porque el mismo disco es igual al zumbido displicente del mosquito, Pero Lcón no cambia de disco, si llamó a don Ricardo todo lo que lo Mamó, fué simplemente con el objeto de hacer comparaciones, que siempre son odiosas, y decir que él era una llanura. Una llanura que hace horizontes, un desierto como el de Sahara, placentero, interminable, UN POCO SECO.
e Las gentesque se marchan de Costa dos puyas, Rica demuestran que tienen más raz6n que el ex candidato Rosales en la cuestión de seguros; en este país, además de las molestias del Gobernador, de la Municipalidad, de la Nota Vespertina, de Pochet y de León Fernández, abora nos ha resultado una cosa enorme: el pleito ebtre don Benjasmín y don Tomás.
Todo porque ambos quieren asegurarse, porqne saben moy bien que en esta tierra el que no se asegura. se ega.
No hay día en que no se abran los periódicos que no se encuentre un artícnlo de don Benjamín o de don Tomás Soley sobre el mismo tema. Deben ser artículos muy interesantes, pero largos sí los son hasta la pared de enfrente. Yo no me leo uno así se caiga el cielo.
Este don Tomás la ha cogido porque en Costa Rica no podamos hacer nada sin su paternal consentimiento. que don Carlos Volio quiere comprar unos tornillos? Pues ro los compra si no le consulta a Tomasito. Que don Napoleón quiere meterse con el Seminario?
pues antes tiene que llegar donde don Tomás, rezarle el bendito, y pedirle permiso para meterse en el Seminario. Que Filo quiere remover un agente de Policía? Pues Filo se aguanta las ganas hasta tanto don Tomasito no se convenza de que la remoción es necesaria. Que don Pompis quiere ir a Alajuela? pues dou Porn»
pis no va hasta tanto don Tomasito no le diga al chofer que lo lleve y ordeae cuánto de gasolina puede permitirse al esparcimiento de don Pompis. Que Raurán quiere hacer una fiesta? Pues Ranráu, si se decide a hacer algo, tiene que preguntarle a Tomasito si está de buen humor, si quiere Sirollers o Melachrinos para los invitados o si prefiere una comida a la Richelien o una cena a la tica, donde hasta el pan se suprima y sea sustituido por las tortillas, que son nuestra debilidad, El único que parece no darse por enterado de la existencia de Tomasito, en cuanto se refiere a él personalmente, es don Carlos Volio. Temasito ha hecko poderíos por convencer a dox Carlos que el Ministerio no le conviene, que por el contrario, lo está perjudieaado; pero don Carlos dice: aunque me perjudique, lo que es en esto no le doy gusto ni a usted ni a nadle, allí sigue don Carlos encantado ex la existencia. Tomasito es el todo y puede decir como decía aquel famoso Luis: etat est moi.
Pero contra siete vicios hay siete virtudes y contra un fregadito Iregadito y medio. Tomasito, que a todos los tería en la bolsa, no había contado con don Benjamín. don Benj mía ha legado con la oportunidad con que Blucher se presentó en Waterloo. La cuestión es que segén se dice, se están diciendo cuatro cosas por la prensa, en nros artículesque don frio de largos y que leen, entre otras personas, el autor de los mismos, las cajistas y los correctores de pruebas. Porgue la verdad es que no pensamos que rrestra vogibundería llegue hasta el extremo de tragarse esos artículos que se nos están sirviendo por toseladís de kilómetros. tado por si las seguros de iscerilo se hacen por scho ss huoen 2ge el Estado o sino los coge.
DIARIO DE CCETA RICA DOMINGO DOMIN ín se chorres cuarenta cuartillos de réplica y don Tomás sesenta de contrarréplica. Deten estarse diciendo 00sas enonnes, cosas jamás dichas y muy interesaztes.
Pero entre tanto, el píblico está que trina: si fuera sólo don Eerjamín, dicen las gentes, nada tendría; lo mismo que sí fuera sólo dor Tomás; pero son las dos, Dios eterno, y a dos puyas, na hay toro bravo ni mona que dé tres brizcos, La cuestión es que si seguimos en Éstas, el primer barco que llegue a Liméa va a descubrir un pais donde todos los ciudadanos estén dnriciendo, como narcotizados.
La verdad es que riejor estariamos duermes que desPlertoS. Nuevamente se Chinos, chinas y OÍras COSAS. Es slarmoso la vación con otra nube que se presenta en el horizonte.
Razón tienen los estacistas zortezmericanos y razón los estadistas de Europa que desde hace años le están señalando al mundo el terrible peligro amarillo, Otra vez estamos con el alma en na hilo, porque en este tiempo de las denuncias, se acaba de denunciar la entrada de un chino por Puerto Limón.
Acuérdense de que hace como dos meses don Ricardo había dicho. Bueno, señores; ya me denen chino con esto de los chinos; aquí del Lejano Oriente no me vuelve a entrar ni huro. Lo de los chinos con o sin trenza se acabó. de verdad, los chinos que vevían facturados a Puntarenas o a Limón fueron devueltos y se anularon por cable algunos pedidos. Ni en paquete postal eutraría un chino más.
Pero el hombre propone y hay otros que disponen.
En estos días fuimos alarmados con la noticia de que había aparecido un chino nuevo por las calles de Limón.
Le consultamos a Víctor Manuel Salazar que es nuestro hombre en el puerto; Víctor Manuel, que por gran dicha había amanecido mansito, se dió a hacer las investigaciones y nos contestó. Nada de particnlar. No he podido ver ningún chino.
pasezudo por las calles de Limón.
Al íínico que he visto es a Antonio Segura. La verdad es que no estoy muy seguro de que seaScegura. lo mejor es un hijo de la celeste república.
Como nosotros no conocemos a don Antonlo Segura, ni tenemos gran interés en ello, lo cierto es que no pudimos darnos cuenta exacta de sidon Antonio podía o no ser confundido con un chino. la cosa quedó así, Pero dos horas después nos llegó otro telegrama, también de Limón y también de Víctor Manuel; el despacho decía así. Asegúranme que en la estación, llegada tren San José, fué visto chino nuevo. Investigo. Hay gran revuelo en la ciudad. Alberto Rees anda a cien kilómetros por hora. Hola, dijimos nosotros, ya ven ustedes como algo hay en Limón que huele a bacalao. empezamos hacer un editorial diciéndole a don Ricardo que ni afiojara ni afligiera: que a los contrabandistas de chinoslos socara y que cuidadito como iba a soltar. ni un solo pelo.
Pero un nuevo telegrama nos hize pararnos en ray2.
El nuevo despacho también de Víctor Manuel y también de Limón, se veía que efectivamente Víctor Manuel estaba de buenas; estaba concebido eu los signientes términos. El chino no es chino; es del país: la identificación no se ha hecho completamente; se sabe hospé mercado; unos aseguran ser Montalbán el de allá del Diario y otros ser Mario Bengocchea. Seguiré telegrabando. En la duda, dice el refrán, abstente; nos abstuvimos de seguir trabajando, cosa que como nstedes supondrán, xo nos costó un verdadero esínerzo. Pero no salíamos de la congoja: cavilamos acerca de cnál podría ser el dichoso chino del cuento. ya no sabíamos qué era lo que más nos alarmaba: si que deveras fuera un chino hecho y derecho el héroe de nuestra historiz, o si fuera Montalbán o si fuera Mario, o si loque de verdad nos metía miedo era el que Víctor Maure nos disparara otro telegrama.
Llegó, aumentando nuestra congoja, un áltimo telegrama, también de Limón y también de Víctor Manuel. Ratifico que el chino no es chino ni Cristo que lo hizo. Tampocs el chino es Montalbán. Tampeco el chino es Mario. Aprieta: el chino era, o Victor Salazar o yo; pero un apéndice en el telegrama lo aclaraba todo. El chino que tanto ha alarmado Limón, es ni más vi menos, vi menos ni más que el Dr. Corpeños.
Dios Eterno, cómo respiramos!
Desde que don Ricardo Los estrechos (aZOS. subió ala Presidencia no hay ¿ía en que no le dirija una carta a alguien oen quero le dirija alguien una carta él, Tenía razón doa Ricardo de querer permanecer encerrado en sus soledades, lejos de la Presidencia, lejos de Caldera, lejos de Czcayo, lejos de todo Dios.
En «La Opizióna de ayer, Arzceli, la guapa hostelera HOY DOMINGO EX EL. GRAN HOTEL EUROPA UXA BUENA COMIDA CONCIERTO dase hotel por el. Plena sinTn del Piso de la Vaca, se lazza en una atenta misiva contra dur Ricasdo.
Araceli se dijo: yo que he becho estudios de mabome. tistmo, sé por experiezcia propia que si la montaña no vic.
ne a ral, yo debo ir a la montaña, se le abalanzó don Ricardo. Entre paréntesis debemos decir que lo de montaña no es por lo de Himalaya. Araceli fué hacia don Ricardo con ura carta en la exal acusa a los policías de la Segunda Sección de ser nos caviloses de marca mayor, porque le impiden tecarse el fonógralo y expansionarse de otros cuantos modos y maneras.
Pero eso no es lo grave: lo grave es que enel curso de la carta hace una denuncia que es necesario investizar, Dice Araceli en un párrafo: tDe este modo se cortesponde al esfuerzo de muchos que son y qre ÍJez0n sus verdaderos amigos suyos, vinadlados cormsizo por estrechos LOs. Don Ricardo que leyó la carta se quedó meditando. Con que vinenlitos, eb? vínenlitos estrechos, verdad?
Con el fin de dar curso a la queja de averiguar lo de los vínenlos, don Ricardo llamó a su gabinete.
Los señores Ministros fueron entrando uno en pos de otros en el gabincte presidencial.
En la cara de aquellos señores, serios y circunspectos, no se notaba la huella delatora que siempre dejan en el rostro los estrechos lazos. Cuál de estos, peusaba el señor Presidente, será el zángano que está haciendo sus zamarradas por el Paso de la Vaca?
Se ij6 en don Pompilio. Severo, serenos los ojos tras los vidrios de los espejuelos; vestido de negro; el dije colgando. No, esta cara no dice nada; y es imposible que sez Pompilio.
Se 636 en don Carlos: don Carlos está muy preocupado con lo que está haciendo Manuelito Soborío en Obras Públicas. Este. menos.
Luego vió a don Napoleón. Hnm, que va.
Seguía don Tomás. Cierto que don Tomás quiere monopolizarlo todo; pero no demostraba ser el hombre del balcón en este caso concreto. Menos este que ninguno. si es, el demonio que lo averigue. Don Tomás sabe mucho y nadie lo coge con las manos en la masa.
Estaba Ranrán después. Este sí que no; aunque me lo jurara mismo; este es pura bulla, como los cuetes del Tejar.
Seguía Filo: en su cara, que tiene aires de primavera, no había tampoco seña ninguna. No es tampoco Filo, dijo don Ricardo; puedo dormir tranquilo en cuanto a los ministros. eso es ya bastante.
Pero la verdad es que la denuncia de la hostelera del Paso de la Vaca ba causado general alarma. Porque ahora ya no se puede ser amigode don Ricardo porque la carta contra los de la Segunda lo dice muy claro. Sus verdaderos amigos suyos, vinculados conmigo por estrechos la2 chos ya es otra C0s3. 2, Por ín, viejitos, hay toros, o no ha Venga Alegrí. toros? La cuestión que juerga La habrá, con o sin cachos, pero la habrá. Unos dicen que será Olimpiada nada más; otros sostienen que habrá muchas otras cosas además de juegos olímpicos.
cierto es que así no más no se va el año, y que de alguva manera vendrá la alegría.
Queremos hacer una Olimpiada como la de París: una cosa enorme; carreras de todas clases, coucursos de todos tamaños y calidades, juegos hasta del piojo, y cuanta cosa se estile.
Vendrán atletas de Centro América, de la Zoua del Canal, de Alajuela, de Escasú y de otros lugares más o menos lejanos. los concursos serán de un Éxito indiscutible. Lo que gozo yo, nos decía Chale White, es con los atletas que nos va a mazdar Houduras. Allí desde febrero y se están entreuando en matar gente. En eso se llevan el carmpsozato. Las medallas de oro se las llevan los de Honduras. Quién sabe don Chale, le decía el doctor Moreno, acuórdese de que si nos echan a Tosta les largamos a PoChet, y allí es donde te quiero ver escopeta.
La verdad es que para todo hay taco, y no hay zapato sin horma en esta vida. Que vezgan desde Patagonia para que vean: aquí le damos punto y raya los más pintados; pensamos hacer un concurso de chistes, otro de cuentos alemanes, otro de. cuentos legítimos, otro de elerl: uan, to, tri, eleri, ete. otro de zuiza, otro de discursos, otro de versos. Organiza.
remos una vuelta al mundo, que es lo que estáen moda, otro de meter chincs, otro de juerguecitas en la Penintezciaría, otro de artículos sobre lis seguros contra incendio, otra de reportajes al per mayor y 21 menudeo, otro de csr tas, y en Er) sacaremos todo lo mejor que tengamos, Lx cuestión es que de las Olimpiadas no vamos3 salir 1 zoss. es que lo de lazos pnede pasar, pero lo de estre4 Lo y ta desalradr. que se diga. Yx verón ustedes, cómo se vana organizar los enszs.
De squí a diciembre estará esto que echa cliispas y entozes tulos gritaremos ¡venga alegría. desle el primera hasta el último de los ciudadazos de este país al que, si le quitiramos tulo lo malo que tiene, lo oonveruriznos e el mejor país del mando. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Naciona! de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica.