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e LC Dimirp Qs 19 de ctubrr ate 1924 DE DONUN. El tempor. Nada mejor que el agua, dijo Piodaro y cantidad de Algunos otros lo hau repetido con una ta las que ef Prosopopeya que mosotros creímos a ple junticel dilo y pate Jo mejor que ha habido en el mundo Ae empeñó o, la peor del caso es que la Municipalidad la ape cn que no hublera joseñno que no tuviera como e Esta ese tura el dicho de Bor Pindaro: cuando nos a os al baño y empezaba a Caernos una gota cada cinCote Sed cuando nos veníamos a la oficina sin tomar para alta de agua (algunas por falta de caf. pero muy cuando Bos cchábamos a la calle (no hay que tomaro pa rual sentido) con la cara sucia; cuando ro nos cam lábamos de cuello Porque no esa posible lavar los otrcs; cuando mos morfamos de sed y el tubo no echaba ni pal gato, cuando nos sucedían todos esos horrores, todos, desde limplabotas basta el propio señor Gobernador, pegábamos el grito en las nubes, pidiendo agma por el amor de Agua, griteban las cocineras mientras el arroz se les. pegaba por falta de ella; agua, decían los desdichados bafistas bien jabonados metidos en el más seco de los cuartos de la casa, alq ue en sentido ideológico y puramente fguraA maban baño; agua, decían los engomados del lunes iu que nadie pudiera prestarles tan necesario consnelo; agua. a los caites, decían los rateros en cuanto divisaban al Coronel Pinaud por esas calles.
El agua era nuestra obsesión, nuestro tormento, nuestro ankelo, el martirio de nuestros labios, el suefio encantador de nuestras iloslones, la esperanza de nuestros pobres cuerpos, el terror de las costritas que viven muy a su gusto, cl ensueño de nuestras mamacitas; el agua era nuestra novia, la queríamos más que a la plata y más que al champaña; la descábamos como se desea la lotería; la pedíamos como se le pide a Dios, o como se le pide a don Ricerdo; la adorábamos con todo el corazón; la amábamos como el hipopótamo a la hipopótama, y dese bamos que el cielo abriera sus cataratas de abismo y se viniera hecho hilitos de agua hacia nosotros, hacia nuestros labios satibundos (esta palabra la aprendi en el colegio. para que calmara nues tros ardores, nuestros picores y nuestros TESQUEmMOTES. un día, furioso el cielo por tanta súplica, frunció el ceño, se envolvió en uu capote gris y dijo: si tanto piden, yo no me niego más y. agua va. desde entonces agua viene que esun gusto. Toda el agua que Pochet nos aumentó con su sacadera de raíces no es ni la milésima parte de la que ahora se nos ba venido encima: aguaceros por aquí, truenos más allá, silampas acullá, chaparrones aqní, navidades allí, una cosa portentosa y enorme es esta de las lluvias y del temporal. lo pcor esque si sigue así, nos vamos a nacer, o nos vamos a derretir. Ya no es posible resistir esta lluvia que nos tiere calados basta los huesos. Temporal parejo: temporal para don Benjamín al que le ha llovido en la milpa; temporal para Soley a quien Jo tienen loco los aguaceros de don Benjamín; tormenta para Sotela a quien el Síndico Marín está dispuesto a que se lo er lleve un trueno; tronadera para los del comité Olímpico. con los patriotas de la Gimnástica; rayos y centellas del Gobernador contra el Síndico, contra los perros sin bozales y contra las casas mal alumbradas.
Conque agita queríamos, pues aquí la tenemos que es un gusto y una bendición, según dicen las gentes, Desde hoy hace ocho no le vemos la cara al sol; lo de cara lo decimos porque todo el mundo lo dice, pero a nosotros no nos consta: cuando de nuevo luzca, sí que nos va a ser dado contemplar tanta belleza algún día, nos vamos a asombrar de volvernos a ver; porque la lMuvia pertinaz nos tiene clavados en la casa, sin dejarnos ver amigos ni amigas: cuando retorne el sol y el temporal concluya aquí las gentes van a tener que empezar por reconocerse, como si vinieran de us largo viaje al Tonkin o a París, Se nos dirá que alguva ventaja ha tenido el temporal, tal como la de haber recluido a los ingleses en sus casas dejáudonos el disfrute tranquilo de unos cuantos días sin sobresaltos, Pres señores, es lo nico que no ha hecho el temporal; al coutrario: como los iugleses gozan la fama de ser los mejores marinos del nuiverso, han estado en estos días en su elemento, y los cruceros que han becho de costa a costa son completos y nutueros.
Indudablemente, El eulmbramicnto de Sotela Picado demas del muy justamerte recordado don Juan de Cavallón hubiésemos disfrutado en esta bendita tierra de cacao de un Gobernador tan tilimte como este que poseemos en San José, que a la vez que poeta y, según los dichos del Sín dico Marín, es también prestamista, otro gallo nos cantara, no este infame gallo de la pasión que coa su cantar de hastío nos tiene a todos en va sopor y una somuolencia de fnarmetas.
Porque kay que ver lo que ha hecho, lo que está haciendo y lo que puede hacer el Ínclito amigo de Diana y de Palas, que por obra y gracia de sus muchos méritos y de alguno que otro discurso, es hoy por hoy el que marda banavo cx la ciudad de San Jos y de todos nuestros pecados. Lodelos tranvías, aquello de la entrada por delante y la salida por detrás, con todo y ser cbra fundamental de gobierno, con todo y ser grandicsa Cispesición que ni a Napolcón, ni a Bismarck ni Tino de Primera se le hu»
blese ccurrido, es, sia embargo, y ez presencia de las áiltimas amonestaciones sobre la manera de alumbrar en San José, cosa de pipiripzo. Lo de haber comprado polalnas, capa, alforjas de cuezo, pechera, bozal y cabestro para uso del porta y por exenta de los fondos comunes, es también DISRIO DE COSTA RICA ccsa insignificante si se la compara con esto del alumbra: Inieoto, que tan de mal genio ha puesto a nuestro amizo don Aristides Jiménez, Aristides quiere que las cosas sucedan como lo manda la ley del Señor: indudablemente Cezarevitch hi3 perdido la acción del lugar; porque si eso se debe y se puede pedir en otrás partes, aquí, en esta tierra de reformismos y de grandes ideas donde no nos llevamos por lo que otras ha.
gan sino por lus detalles de inspiración que nos vengan de las Grecias y de las Roras, las cosas son y deben ser todo lo contrario. Sostiene Cezarevitch que eso de alumbrar es, para los ciudadanos de San José que no han duda motivo para seToejante cosa, igual que les sucede a los cafrecitos del centro de Ajrica que suelen comerse vivos a los que por allá llegan y cubrirse la cabeza con chistera mientras que el resto de sus cuerpecitos ehulaperos lo llevan al 01 y al viento. Con todo lo cual le dijo a Sotela de cafre para abajo. Vale que Sotela no es hombre que se enoja por nada; ya lo ha probado con la impertérrita serenidad de sujardín interior ante los piropos y las difíciles indirectas del Síndico Marín. Pero lo del alumbramiento es loque aquí importa. Ese Hamamiento a loa vecinos de San José en que con fracesitas más o menos almibaradas y aceitosas ha querido que alumbren es cosa que no han visto ni volverán a ver los siglos: cosa tan encrrie como el huevo de Colón o como las teorías de Vincenzi, el enemigo jurado de todos los asnos que por aquí pastan y reboznan. Nuestra ciudad, dice Sotela, no está por las noches como debe estare. Entiéudanlo bien las gentes. Sau José debe estar en otra parte, por lo menos durante la noche. lo peor del caso es que semejante descubrimiento, está incompleto; porque nuestra ciudad no sólo no está bien durante la noche sino que tampoco lo está darante el día. Imposible; con esta llovedera, con estas calles, con esta Muni.
cipalidad, con estos Gobernadores y con estos gobernados, nuestra ciudad no es una ciudad normal, es una especie de gran asilo de locos, una especie de cindad de ciegos, uDa ciudad que debe pedir un rey para que la ponga a andar como Dios ordena.
Dice después nuestro genio municipal. La luz que llega a las esquinas no es suficiente para alumbrar nua cuadras. Pero bombre, si esa luz llega a una esquina desde la otra esquina, es scóa jududable de que la manzana está alumbrada; ahora, sino es suficiente para alumbrar nua cuadra, yo no veo el riotivo de le desesperación del Gobernador; porque. para qué slombrar las cuadras? Si los pobrecitos caballos y las yeguas y los asnos que en ellas duermen lo hacen mejoren la oscuridad que con bombillas de cien candelas. Salvo si es que el señor gobernador se refiere a otras cuadras que no sean las de las caballerizas, en cuyo Caso, que tenga la bondad de perdonar vuestro atrevimiento. Es necesario, dice Sotela, que los hombres sean más felices. Estamos de acuerdo con este otro portentoso descubrimiento del Gobernador. El y Cristo nos han marcado la senda de la felicidad: Cristo nos dijo que la felicidad se conseguía con la perfección interior, con el bien y con el cristianismo; Sotela nos quiere levar por caminos más modernos. La felicidad se consigue alumbrando los frentes de las casas. Si usted no tiene frijoles para el día y padece de hambre; si usted anda como el síndico Marín, capaz de cualquier sindicato; si a usted le cac encima un aguacero; si usted está condenado a salir en bote de la casa; si a usted lo pican millones y billones de zaucudos por las noches; si usted no ka ganado desde hace tres meses ni para los cigarros; si usted está en trance de darse un tiro en plena suollera; si la novia le ha dado calabazas y encima de todo lo han corducido a la Agencia de Policía por cualquier injusticia; si usted tiene dolor de estómago o apendicitis o cualquier cosa por el estilo, usted no debe 2bigirse por nada de eso. Porque cus quiera de esas pequeñas molestias, o tedas juntas a la vez, no valen nada ante la fórmula de la felicidad que ha inventado nuestro murca bien ponderado Gobernador, fórmula a la par de la cual la Aspirina, el bálsamo de Fierzbras, el licor de la larga vida, la fuerte Cistalía, la piedra filosofal y todos Jos menjurges y fórmulas son cosa risible, sor asunto de ludibrio. Usted pone uza bombilla en el frente de su casa, y usted desde ese momento se siente un Creso, un Víctor Hrgo, un Napoleón, un Caruso, na Miguel Angel, una cos2 tan grande que no encuentra término digno de comparación.
Vean ustedes: una cosa tan sencilla y rosele había ecurzido ui a don Ricardo, ni a don Cleto, ni a don Julio. El ahorro es la base de la fortuna Con só! o Cinco Colones puede Ud.
abrir una cuenta en THE ROYAL BANK. OF CANADA donde ganará intereses el 35 enval a.
GO DOMIF XA Plena enrir PA. fo. no digamos a loa Alfredo, que es el ás no noz dejes de loz presidentes que en el solio hau sido, pero si a ninguno de los otros, Todo consiste en poner una lamparita por delante de la casa; una lamparita y ya lo tiene uno todo. Bendito sea el descubridor de semejante fórmula, más grande aún que la entrada a los trauvías por delante y la salida por detrás; más grande aún que eso de comprar peckeras por cuenta del Municipio.
Vivan las lámparas del Goteruador; vivan las Táímparas del Gobernador! que viva este feliz alumbramiento de Sotela, que a todos nos ka hechoftanto bien, que ha venido a remediar nuestras tristezas, reconfortar nuestros pesares, a hacernos hombres felices. para ncabar de convencernos, dice. Que Juzca nuestra ciudad como un altar y como un jardín en festa! Esto es canela, Con más lámparas, nuestra ciudad es un jardín, por más que Aristides Jiménes se empeñe enque no pasará de ser un barranco o un charcal alumbrado!
Pero es qne Aristides no entiende los secretos de la civilización y de la felicidad. No hay que hacerle caso. Siga adelante, Sotelita, con sus elominosas» ideas, más luminosas que las lámparas que usted nos recomienda, y por la cual recomendación están por acusarlo a usted, a más del Síndico que le ka salido, don Felipe y el Tranvía.
Frase famosa que dicen las gentes Aseguratum est pronunció, después de la brillante jornada del viernes, nuestro Colbert al llegar delante de don Ricardo a darle cuenta de lo que había pasado en el Congreso con respecto al moropolio de los seguros por cuenta del estado. Aseguratum est la cosa, fué la expresión completa.
Lo de Veni, Vidi, Vinci; lo de Tu quoque fili me, lo de Sursum corda y lo de in partibus, son meras pendejadas a la par de esta otra que bará época, y que fué dicha por Tomasito una tarde memorable; memorable porque era la séptima tarde de un temporal cerrado, porque marcaba el triunfo suyo en el Congreso y porque era el punto final a sus artículos y a los de don Benjamín sobre asunto tan delicado, tan debatido y tan grave.
Alora sí: a asegurarse todo el muudo: y el que no se asegure, multa. De ahora en adelante el que no esté ase.
gurado lleva las de perder. Don Benjamín dice que llevan las de perder los que no se aseguren y los que se aseguren también, El Gobierno lo ya a asegurar todo; como dice Paco Hernandez, asegurara basta los atrasos ca el cobro de las pólizas. Todo lo asegurará dou Tomás de ahora en adelante: como a mí me asegure unos cuatrocientos pesos mensuales, la cosa ya por buen camino, La cuestión es que el seguro por cuenta del estado va a ser la solación tan esperada de todos nuestros males; como no se vayan a ir del seguro, la cosa va a audar a las mil maravillas.
Así, de hoy en adelante, el padre que tenga cuatro muchachas ya en estado de merecer, se presentará a don Tomasito y le dirá. Vengo a que me asegure las cuatro viejillas de casa. Las viejas no, son mercancía deteriorada. Si me refiero a cuatro muchachas, la mayor de veintitrés. Como no: yo se las aseguro a usted en dos toquis, no tendrá necesidad de arrepentirse. Usted las puede asegurar contra accidentes, contra resbalones, contra incendio, contra todos los peligros que amagan a las nenas. una mujer asegurada contra accidentes, es una majer garantizada, y garantizada por el Estado que es la mejor de cuantas garantías hay por el mundo.
Chombo Díaz llegará a que le aseguren el Puriscal, se lo asegurará el Estado. Don Carlos Volio, a quien han querido menearle el palo y asustarle las gallinas, se ha pegado la salvada hache. Llegará donde don Tomás, asegurará su Ministerio y quese le incendie el rancho.
Uno de esos novios gentiles y demasiado cariñosos, que son un peligro para la familia, de abora en adelante podrán ser asegurados: y como sin duda les gustará la garantía, se podrá dormir trarquilo con la seguridad de que en esas condiciones no hay hombre que se vaya del seguro, porque si no el Estado la paga, y 2quí lo que todos queremos es precisamente que el Estado no pague nada, 5facho Madriz, Montealegrito, Tomás, Nicko y algu»
nos otros del wismo patrón, podrán asegurarse el físico; Huete se asegurará la finca que tiene en Las Nubes, que por lo mismo de estar en Las Nubes se le está derritiendo con el temporal, lo que nos privará de sus polainas; lo malo es que a Huete, quién sabe para que lo asegure don Tomás, aunque y2 lo aseguró nna vez, según se dice.
Pipín se asegurará contra los postes y Caldera contra los ríos, porque cada vez que coge un automóvil va a parar de cabeza a un río. Don Isidro Marín se asegurará contra las tentaciones, para convertirse enun San Antonio. El General Volio se asegurará contra Billo y contra Víctor Manuel Salazar. El Menicipio se podrá asegurar contra Pochet; el Gobernador contra el Síndico Marín; los lectores del Diario pe CosTa Rica contra el Domingo a Domirgo; don Alberto Eckandi contra Carlos María; León Fernán»
dez contra la soleded; el Arzobispo contra los relicarios del Pacre Junoy; el puente de La Barranca contra las cabezas Ce agua y hasta contra don José Cabezas; el Administra»
dor del Diario pr CosTa Rica contra los vales; los cajistas contra Montalbán; Mazolo Rodó contra el Vigorán; Ulate contra los alares y contra los electricistas para que no lo tomen por un alambre; y así por el estilo, todos zcs asegurareros en la gróz agencia de seguros de Tomasito.
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