Guardar

Domingo, de mayo de 1925 Esrá de Dios que don El jicote de don Alberto 2xo no erre para contar enectos; vino un econciitos de los mismos Des2mprados, de esos Desamparaños de donde son originanos el General Monge, Paco Núñez y Juan Felipe Piesdo y de sactió a don Alberto que el Banco Lotemacional exa para el gobieruo como Un Jicote; que apenas lo ecntía corgadito de miel y se alagartaba con ella; semejaute simil le agradó a don Alberto, que se pirra por las comparaciones poéticas y en el acto sa le llenó de avispas la cabeza. en cuánto Ppnblicó otro arñícnlo sobre la denda enjareró el cuento del «conchitos. Eutre paréntesis se nos ha dicho que po hay tal conchito, sino que el que le contó eso a don Alberto fué Jorge e y 90 Ioego estaba resentido porque le Lab den Rirzrdo de leer el artículo de don Alberto: en cuanto Jeyó a lo del jicote se le subió la miel ala cabeza y sesintió como picado por una obrera. Por una abeja ubrera, Ése entiende. zas, se ledesplomé a dos Alberto en uns forma tal que ni cl huracón que hace poco barrió aquellos condados de los Estados Unidos. Le dijo horrores, los cuales uo es probable que a don Alberto le hayaz sabido a miel sobre hojuelas.
Doa Ricardo tendrá us defectos: pero para mua tra»
piada es nones. de esta vez ereyó que le había caído la sopa en la miel, y como la pintan calys a la ocasión El la asió del ínico pelo que a fuerza de «Ben gurbls» le habís ambdo, y Dya Ricardo pensó que Tomasito podría andarse con remilgos y cositas, y que eso de piropearse mntoamente, encontrarse bonito el uno al otro, y decirse ternezas, esta ba bueno para que sucediera entre su Secretario de Hacienda y el arñor Jefe del Partido Agrícola, Pero a él, que no le vivieras con dianas. allá te ys. se descolzó como un tu:bión.
Pero no contó con que con semejante pedrada ¡ba a revolver el avispero, y un avispero alburotado no es cosa ten fácil de torear como un catalina más o menos puntal.
Desde que el artículo de don Ricardo empezó a ner leído, la víicina de don Alberto empezó a zumbar por todas partes; las abejas obreras salían y entraban, iban a Alajuela, iban para doude Cabito González Rucavado y andaban para arriba y para abajo. Por anpuesto que los 2ánganos también, porque no es concebible que cuando le llueven piedrasa un avispero los zánganos 1e queden fresca y tran»
grilamente dentro de sus celdas haciéndose los desenten»
didos. las tres de la tarde del jueves la oficida de don Alberto emanaba un rumor de colmena y de las bravas.
Al día siguiente, primero. de mayo, la cosa seguía Úlinte; los antomóviles ¡ban y venfan. Se hablaba de nn lesa, del otro león, y de corteses al por mayor.
Solo Ulate na quería creer y hasta nos apostaba que todo aquello quedaría en nada, Con todo y lo cual Ulate trabajaba también en la cosa, con lo cual demostró lo que siempre hemos creído nosotros, es decir, que era abejita Obrera, y no un 2ángano como algunos lo creen, Lo cierto del caso es que a las doce del día, plum, to.
dos los del jicote desplegaron las alas y corrieron al Con»
greso vean ustedes lo que son las cosas de esta tierra: Don Ricardo tiró la pedrada, alborotó el jicote y las avispas picaron a don Arturo Volio.
Porque picao de las avispas si que salió huestro rubio y blanco Deschanel, Cierto que él desde hacía tiempo, estaba con ganas de quitarse de la estaca donde desde hace ciuco ados viene tolouguiando berrivches, sorteando tem porales y esquivando escollos, husta había querido que fuese León Cortés el que lo sostituyera, con todo y que siempre votaba por don Manuel Cuto. Pero de todos mo dos, cuando se vió que a lo que iba era a pelear, la pelea es peleando, se dijo y trató de hacerle parada a la cosa: pero resultó un poco tarde, y León se la llevó lo más tranquilamente. AS Naturalmente, cuando los jimeuistas se dieron cuenta de ¡Hombre, que Hormidas no aparecel Ircloaesia precácndl de la Cámara, se dieron a ver como les barajaban el tiro. para ello toc. ron Mamada; pero aJz geverala esta no respondieron dos, Dou Silverio y don Hormidas, Este don Hormidas es dou Horsidas Araya, un emi: go nuestro la mar de simpático y siscero, pero 2l que sueJen darle sus berrinchitos, como a cualgnier otro mortal o inmortal. Qué se hizo Hormidas? o. Se fué pa Orotina. Qué se hizo Orotina. Está en la línea. Qué bay en la línea. Gasolinas. Para qué sirven las gasolinas. Para llevar y tracr a don José Cabezas y a la gente, cuando hay necesidad. Se podría traer a Hormidas. Con una gasolina sí. Pnoes que salga la gasolina. como alma que lleva el diablo salió la gasolina para la caliente y simpática cindad de Orotina donde Hormidas de lo que menos se daba cuenta era de la vaina del primero de mayo y del cambio de Directorio. ñaba tranquilamente por all3, bajo un corpulento mango.
Los enviadas Jegarun, lo vieron y le jeron. Idiay, Hormidas ¿qué hay del violín. Cámo del violín. DIARIO DB COSTA RICA Pue hombre, que hay que elegir a y paca eso me vienen despertar a estas S, amigo, y ndele pura Saa Jos porque la oa cá entre en pufit. Si a eso de que estcha asila cora me lo subía de que maana ss instala el Congreso y Arturo, rencia y may chiquivo. Pero a qué disbloz guieen QuE yO Yey2. Pues kombre, aver al le borajamos la cosa a León. Caracoles, con los leores sólo Roosevelt y el PrinApe de Gales se meteu, Pero ya que no hay otro remeño, vamos allá. Eso sí, teogo que advertislesque voto por don Astnro, pero por Ortiz y Fousequita, éstal (y dicen que hizo una seña muy jes, parecida al dije de don Pampilio. Buexo; la cora es que vote por don Arturo, que ya las cosas se arreglarán por alí, que se las pelaba se las puso Hormidas para la espital, no sin antes haberle dedicado dos o tres suspiros y medio a los margos de Orotina, a los frescos de Orotina y. no sabemos si a les amigas también. Pero Hormidas debía ser el rcverao de César: llegó, vib. y salió por dentro porque no fué posible reelegir a don.
Bueno; eso en cuanto a don Hormidas Araya. Que en cuanto a los otros la cosa era tremenda. Que si viene Honwidas, que si 10 viene Hormidas ya hasta se cantiba en las casas aquello de Araya se fué a Orotina, no aé cuándo volverá. si vendrá para la Pascus o por la Trinidad. Que está sentado al mecate, decían otros, y no vendrá. Que no hay mavera de traerlo, ni soguiso.
Que ei vendrá. Bueno; al fín vino. pero coma si no hnbiera venido. ulén jibs a so: Don Silverio en el Pozo Litas da ssñoraoe mo parece, verdad, como es doz Silverio, y sin embargo en El Pozo. en estos tiempos en que todo lo del Pozo auda tan mal: porque las correspondencias que hemos recibido jndican que hallá hay temporal cerrado, que los caminos están peligrosos, que en los deshladeros salen los lobos y otras, fieras no menos dignas de respeto, y que corre nno el ries.
de ahogarse, de quebrarse, de que, en una sola palabra que en realidad son ciuco) se lo leve el demonio.
Caracoles con don Silverio: nadie lo hubiera pensado eu un señor como él que además de todo es de laciudad de las flores donde por cierto son muy quietos y amigcn de estar entre la casa, Sla embargo, así era la cosa y nuestro hombre, en vez de estar por acá en los precisos tiomentos en que la cosa apuraba, se la pasaba allá en pleno Pozo, en medio de chiricanos, bajo la sombra de los cocoteros y quizás dentro de la virgen montaña, aspirando el dulce envia de un florido raspabuaca. Esto es casi yerso, pero un señor, que se va al Pozo merece una elegía. Para traerlo de tan apartadas y enmarañadas reglones fué preciso que dos ministerios el de Mariva y el de Comonicaciones se dieran un trabajo fatigante; pero, como es untural y sabido, en los ministerios todas las cosas andan con un andar de tortoga y don Silver no legó a tiempo.
Con lo caal nos pegó la amolada del siglo, porque si él Mega vota con la mazorca azuliroja y entonces al que otro gallo nos hubiera cantado. Pero por lo visto a don Siverio más le encantaba el cauto de los gallos chiricanos del Pozo que el gallito del Congreso. yo le dió mayor importancia a la cosa; muy tranquilo, sabiendo que llegaba tarde, venía sobre la cubierta dela lancha gasolinera que lo transportaba a Puntarenas captando el Tango Capricho todo pulmón. a mí qué me importa, si sé que has dicho. etc. El viento del mar, se llevaba las notas del canto, que para decirlo en marina poniental, se dice así: Hay un captar poceño suspenso en las barbas sedosas del vlento salado del mar.
Precisamente a la hora en que don Silverio debía estar diciendo: Voto por don Arturito Volio, era cenando más le daba al Capricho y cuando en pleno golfo de las olas, a 5u suave vaívén, contemplaba e vuelo de las blancas gaviotas que aleteaban bajo el iumenso azul del ciela y sobre el inmenso aznl del mar. Pero hombre, qué viejo para estarse! Con tanto retraso PLAZA DETOROS DESAN JOSÉ Hoy, Domingo de Moyo, a las de la tarde EMOC CNANTE CORRIDA DE TOROS JOSEITO DE MALAGA sn omo Almanseño Il Exito deillrante Toros bravos Pícia SETA DOMINGO DOMINGO. y aquella fyaze famosa de equé Ramón pon stars la sxdo pospuesta por la de «qué Silverio para estarse. Ya lo saben los qne por cualquier ciremstancia tengan que hacer fases adminanivas y gráficas: no se dice Ramán, se dice Silverio.
Lo cierto es qne don Silvesio con su pozo nos mondó al ídem el gozo que terísmos de arrebatárselz a Leba, Pev el leóa, con noz cortesía digna de. había hecho su presa y jui tiros. All sí gue no había manera de hacerle una como la de Heredia o Alojaela, por más que pudiéx2mos demostrar aquello de que las mayorías, la represen»
tación y otras cosas por estilo totalmente eonvincestes.
Por don Silverio nos llevó el diablo antier. Paro por suerte qhe por él mismo fué que hace un año (por él y por idaz, precisamente. se salvó la cosa, Váyase lo nno por lo otro.
Ego te ahsolvo.
Le perdonamus su viaje al Pozo en gracia de lo que os hizo hace nn año y en gracia de los peligros que corió entre los chiricanos, los zancndes, los monos, los lagartos y otros infusorios y lagartijas. Indudablemente lo más grave que Leoncitos a Mi zquí a ocurrido ha sido el des censo de don Artaro las alturas de la Presidencia del Congreso hasta la llavura rasa de la diputación, lo han sentado a la par de hermagito seguro para que le jale la chaqueta cuando esté a panto de irse del seguro. En in, los eternos y graves secretos de estado.
Pero, caramba con estos leoocitos! Nos han salido brayos. Quién ¡iba a creer que don León Cortés se tenía toda una presidencia dentro de la casa; por aquí lo veíarnos pasar todos los días: unas veces iba para el jicote de don Alberto, otras veces salía de él. Lo cierto es que pasaba con esa seriedad que se pasta desde hace sn rato y nads indicaba en él que estuviera manejando los hilos de un encubrimiento que por lo demás, bien se merece el mucho. Don Arturo pensaba que vo saldría León por el hecho de que no tenía más que veintión votos pero no contas ba con que León es consigo mismo lo más gentil que se pueda pedir: gentil, carioso, simpático, amable. Curondo le toca comer solo y tiene que pasar un plato de des recha a su izquierda, se lo pasa por detrás de la esp la para no faltarse al respeto. Asies que porque das. Ar.
turo se hacía la blegre cuenta de que mo iba a tever Jas veintidós votos. Llegó la hora y Claudio, que vió la con dija como el Comendador: Primero seré buen hermano buen jimenista después. adcatro viejo, voto por don León. Results muy feo eso de don Le6n; parecen dos golpes de bombo, Us Jue»
tera que, en honor a la belleza del lenguaje, de ahuyrs en adelante le diremos León a secas, y que el don se subre»
entienda. Le legó el turuo a León y rotó por ¿l. mismo, la cosa se la llevó el demonio para dun Arturo y le salió ca»
balita y justa para León.
Pero allí no paran las cosas; el doctor Cordero ni iros quiso darse por medio menos y se autoarrempujó el voto, Lión Fernández, que el otro día había declarado que se separaba del Partido Agrícola, resolvió desvolcarse y detlaró que también se daba el voto a sí mismo por solidaridad con »u partido, Tartarín podría decir tranquilamente allá en su fumas dero de Tarascón. Leoncitos míl. Pero carambas, que esto de Costa Rica no es como arascón y menos si uno ve para:Alajuela, la patria del Erivo; cualquiera dice Luancitos a mí, mirando como son de riatas pará jalarse una parada y noz presidencia. Todo e mundo diY abora. venga alegríal Couentara sto ina.
talado el Congreso para au leyislutura ordinaria del año, le cosa ya a empezar en toda regla porgue ya no faltan sino siete meses para renovar la mitad de los papacitos del país, ya sea trayendo otros, ya sea dejando los mismos, Eso de combiar de papá es muy feo, pero el país Luce tanLas cosas feas, que nada tiene uns más. Además, las Cupletistas sí que en esto de la piternidad son el culmo: hay unas que cada sels mesea cambian de mamá.
Es lo cierto que la elección de Presidente del Congre so y otras cosas han hecho que seempiece a hablar del asunto que ya teníamos enasi olvidado y qne se le empiece a dar vueltas a la olla política. Menos mal, porque a paso que van laz cosas ya nos estamos alcanzando, faltos de material: los toros, los toreros, ya son como los zeroplanos: Ana cosa que no llama la atención del todo como la llamó al principio, Lo de la Municipalidad se acabó. es hora de encender la tea de la política y darle vueltas al maunbrio para ver cómo nos medio remendamos nn poquito, Todavía no ha tronado duro, por más qne ya se puede decir que el invierno está adentro. Dejen que truene, pues en caanto truene fuerte reventarán los barbndos. y los candidatos a diputadas. Con la diferencia de que los primerus Se pescan y lus segundos, pescan.
Por de pronto ya Ertiz está sobre la marcha: esto no es novedad porque ya se sabe que en este país po pueden ver cosa en atras mants: don Ricardo Castro Melénder era el hombre el ctso día; Ertiz se ha empeñado en que es él y vo don Castro el que tiene más panas. Lo que parece es que tiene más suerte. ya como Ertiz andan tres a cua»
to por allí, consiguiendo la Érmita pa la vaina esta de la diputación.
Al que madruga Dios le ayuda, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica.

    León CortésPresidentes de Costa Rica
    Notas

    Este documento no posee notas.