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Domingo, 10 de mayo de 1925 AS Hay na anto, anevo y simpático, agradoole, que suele estaciónarie Un auto que no por las temdes de sesión Írene al entiende la C0sa Poco Nariomal, a lo estraáa de la Secretería del Congreso: ese anto es el del Presideme del Poder Legióistivo, Una tarúe de estas, cuendo el calor era tremendo y nas ráfagas de viento lerariaben de los calles, de estas calles de San José digaas de otra moricipalidad, o de ctros munícipes para habíar com mayor provirdzd, aubes de polvo espeso y stormentador, tesclvimos hacerle noz intervicw. Yo soy un zutn ofcial, nos dijo; por esa llevo ese distintivo tricolor es la plica de mi núvero. Euny recién legado de los Estados Unides y en un tes que le estado en esta tierra, ya he tenido que prsarlas buenas.
Se me destinó ar señor Presiiente del Congreso: en amís acnichonzdos asientos, según me dijeron al emperar mi cerrera pública, debería levar a don Arturo Volic de aquí para allá, No estaba la za del todo mal. El clima de Cartago me eneanta y eso de pasar las noches en una vieja metrópoli silenciosa y llena de brumas era grato a ui espírita de torista, Además, entre los antos, como entre los borbres, hay un refrán comocido: dime con quién andas y te disé quién eres. Yo andaba con Arturito y por Íuerza tenía que llevar una vida ejemplarísima. La única agitación espiritual y física que se me imponía era la agitación política: porgne segun es el muchacho, así es el juguete. Árterlto es político, parlamentarista, orador, estadista. Yu tevía que ser tedas esas cosas. Por las tardes, e Ja salida de las sesioves, ponía proa Cartago: nuas veces iba solo mi dueño, evtregado a reflexiones: yo le veía los ajos, a retos dulces, a ratos llenos de nn fuego inquietantes le daban vueltas dentro del cerebro mil cosas; ahora era una fórmula para la elección del directorio que se nos venia encima; Inego otra para proponerle a Jorge, el hermano autor de la reforma; después, una contestación que debería dársele a ciertas preguntas, un poco dificiles y so tzn sueltas coco saelen ser las preguntas, que había formulado Carlos María, Algunas veces me auimabí un poco, porque Jorge Ortiz, cansado de viajar en el tren, y lo peor del caro es que sia que nadie lo juvitara, se me sobía encima y le hacía compañía a dou Árturo; otras veces era Carlos Leiva, pero a éste mi lo sentía; eso de que Carlos Leiva es un pesado ne es cierto: 111 libras y gracias Don Santos León sí se vino una vez y por cierto que no hizo más que Ítmar cigarros amarillos, hablar del café, del estado de las carreteras y decirle gue sía todas las cosas de Arturo, mi dueño y señor, Una vez tuve que cargar con Mantel Coto: de suerte que lo dejamos en Tres Ríos, porque con un puro eutre los labics, empezó a darnos una conferencia acerca de los nuevos métodos de abonar el café.
Sea de eilo como fuere, es cierto que yo estaba feliz com los cartagos; y algo Jegaba a saber. Soy nu arto corioso y me vuelvo Juco por la política: las cosa que yo of decir dentro de mi y a propósito de Carlos María, de León Conés, de don Alberta Echandi y de otras cuantas prumivencias. Pero esa vila travguila y apacible de trabajar eon ahínco, de acomarme temprano y levantarme a las claras dela aurora, fué bien prouto tosbada: debo declarar que me encontraba con ella feliz, y 00 me inspiraban nizguua envidia mis corupañeros, los autos juerguistas que andan por allí; el de Pipín, llamado en el gremio tLa Colmena. por la rarón de que algunas veces anda hasta arriba de záuganos, era mi amigo, pero no Íntimo; el de Macaya, con ese defecto de agarrarse con los postes, vo era tampoco de mi circulo; el de Chico Jiménez que hace más bulla que treinta acroplanos y guarda tantos secretos, DO me Jospiraba mucha reverencia, asi por el estilo, ni el de Humberto Carrillo, con todo y que dicen que es tony sisapático, ni el del AMarqruesitode Perzlta. vi siquiera el magnífico auto del Cholo Lizano habían conseguido que yo los quisiera como a entrañables camaradas. El primero de mayo faé mi dia de mayor importancia. :rque esedía, cosa muy rara, que sólo sucede una vez al año, llevé sobre mis resortes a dos presidentes del Congreso, aquí, donde el Cougreza no tiene más que un presidente y no hay más que un Coagrezo, Por la mañana, Árturito, que era presi»
dente hasta las doce, y por la tarde a León, que lo fué de medio dia para sbajo y que lo será por un año, quirá por más, Lo cierto es que cn la mañana ic vine de Cartago: le que menos pensaba entonces es que no volvería! Traja a don Ártuto, que venía muy solito, muy callado, muy pálido: seguro que to las tenía todas enn el.
Parecía, de bien arreglado que venía, un conftito de hestas: blanca camisa impecable, chaquet, pantalón rays nueyecito, medias de seda, deslumbrantes :2patitos de charol. Una corbata que era un portento, pelo muy biea alisado, afeitado con pulcritud, dejando caer la tavo, entre cayos dedos aprisionata los guantes, con cierta lánguida actitud. Indudablemente algo grave pasiba Me arrimé al salóo del Covgreso y ya en actitud de esperar, esperé, Com Un Viejo Amor, don Arnoro me dejó: es de los qne e alejan, pero. que nunca dicen adiós.
La cuestión es que entre claudias y leones hicieroz na chuleco la presidencia de don Arturo, de pronto zas sale na viejo de Alajuela y me dice: ora vamos pa ubajo, chunche delárblo. ax, sio decir 37Ua va, cuando veo es que en vez de don Arturo, el que toma el mando de todo mi ser es León Cortés. de verdad: en vez de las frescuras del Cargo, lo que esa nocte me tocó faezom las tibias de Alijuela, Para la vieja ciudad del Erto tuve que hacer yiaje, un poDIARIO DE COSTA PICA e ebrerccilo nonmne dina que en el Veilla soler erat ter. Fc Alsjueda oe hicieron ma 0v2cóm: aquello de ver ra anio oúcilen Alijuela era ur aso bro y trdo el mendo vino casa de León, notario a verle lí prezilencia coDos hablo y almiscral arto.
Less, que como tado el manío sobe es cortés, 70 tom rms que decir ePnes ¿Uf lo tieren rstedem. no ho més are decirlo cuspdo mí wi asaltado: todos los rozas de León qecíao posearoe, exbibizce como na trofeo de vietoria: ya ro volverás Cortago, me úecian; comí hay tmbián muy buea clicia; te vanos a Devar sl Pais; verantasás com nosotros en el Carrial. Bueno, todo ua prograraá. yo, que en los tiempes de do2 Arturo sólo 0í2 hablar de los republicanos, de Carlos María, del General Volio, ahora tenso que oir hablar de don Alberto, úel Jtcote, y ya hay algunos que se lUoman jicote, de Otilio UÚlate, de Asdrítel, de unas cocas que dicen qoe pasaron ex Heredia y en Alojuela. Por cierto que enaudo bablaban de estas cosas dos repoblicanos que andaban conmigo antes, se sonreían. aborz, los eclandistes, cnmo que se toruan en enauto recuerdan aquello. Quién sabe qué sería lo que pasó en Alajuela y Heredia: yo no estaba aquL. dejemos paza otro día el resto; aqui anspendemos la entrevista con ese antomóvil queaún no ha Degado a comprender Ciertas cosas. La función empleza.
Qué es don Ricardo? Empezó el Primero con la cuestión del nombrimienta de Directorio en el Cor. preso.
Los echandistas se lleyaron la presidencia mediante un ataque de flarco a les repmbiicanoa que no pudieron resistir Ja acometida, y eso fué como prender ana mecba. Ya estamos hasta las orejas de metidos en la politica.
La cosa se inicia bien, perque el antiguo y nuevo Presidente de la Cámara han dado en piropearse de una mavera alarmatte, tau alarmante como la que tuvierou Soley y don Alberto cuando la discusión de la dende. Qué hay una serenata para León y éste tiene que bacer disentso?
Pues forecitas para don Arturo, Qué a éste le hacen un reportaje por aquí o por allá? Pues dorecitas para León. ea un lecho de pétalos la danza se inicia, Lo malo sería que se marchitaran todas esas flores y quedaran solamente las espinzs, peladitas y listas, como fparfos amenazantes.
Además, de esta vez la wásica y los buenos platos de los banquetes, poudrán en la política ua novedad muy apreciable, Letn, por el momento, ya le endilgaron una serenata, con camiones y trenes expresos y automóviles y.
ouce discursos, para que no faltara ingrediente tun importante.
Le preparan un banquete. Los cartagos, para no ser wenos, le están alistando a dom Arturo otro barguete en que servirán mejores platos que el de León, y una scresata a ceatro bandas, porque la de León fué a una banda.
Bauda verde, por cierto, medio tefiida con el azul de Claudio, el efratellos que hizo la torta casera de que an ha hablado y a la que León se refirió en términos encomijsticos.
Qué sien Alajuela tocaron La Danza de las Libélolas? Pues en Cartay o tocarán La Dauza del Vientre, que es más suave y más dulce. Qué a León le tocaron Las mil y una noches? Puesa Arturo le tocarán los Millcues de Arleqnin, y a ver a cuál le tocan más. One a uno le tocan el shimy, al otro le tocan el fox; que a noo la tambora, al oro la flauta; que a este la guitarra, al de allá Ja campanilla. ajes lo de los platos, ya se verá, El banquete de Alajuela lo preparará Calian y le ayudará Chequel, Chaquel Fonseca, el famoso corredor de Marathon; el de Cartago lo preparará Jorge Ortiz; y si la cosa apura, lla: maremos a Ranrán que es la bora llegada para un merú, de esos en que ponen E, V, y sirven cover de palmier a la Rickelien. así vamos, entre potajes y músicas, a ver cuál es el qne más puede, Ln malo es que esto de las serenatas es contagicro y ahora mos vamos a convertir todos en serenateros. lo malo es que hay fumiliaa enteras de erenatados; la misma noche en Alajuela fueron serenatados don León Cortés y su ecarissimo iratellos Claudio. Obdalio Pérez, que ca el misino demonio, le dió a Claudio, segán parece, DDA retreta, en vez de una serenata; y para que la cusa resultara perfectamente republicana, democrática y típica, se la dió cou marimba y guitarra. nada de forces ni de shimys: nada, allí le tiraron a las Avispas, El Torito, Atóyeice otra mevtira y La Paloma. Cosas regionales, de sabor netamente nacional. Lo malo es que como que a Claudio no le snpo muy bien la cosa y quiso protestar del homevaje.
Onee discersos habo en la serenata de León; por lo visto, en la de Arturo habrá, por lo menos, veintidós.
La nota calminante la dió Asdrúbal en Alajnela: dijo que don Ricardo ro era Presidente y está empeñaño en que zo do es. Lo malo es que al dia siguiente Calderita en sus silnetas de la semana nos dice que sí es Presidente n Ricardo, y que es el mejor presidente que ha habido, que tay y que habrá en todos los tiempos.
mo es patoral, ahora empezará vna discusión entre Asdrábal y Co. dera acerca de si den Ricardo es o ro es presidente. Se teme que esta nueva discusión alcance mayores proporciones qne la de la redención oe la deoda, porque de esta vez no sólo don Tomás sald a la arena, siuo qre también Filo, Ranrán y don Pompis, que tendrá la primera oportunidad de decir, no sólo si don Ricardo ea Presidente, sino si esta boca es o no mía.
Mientras Caldera arma que sí es Precilonte y As PÁcIsA sieT8e DOMINGO DOMINGO. hel nourrga sn tesis coutrarla, nesotrs no soloreos a qué srenernos resjurto al verdadero cito de don RE esto.
Volvemos a las ancados de un Tocando el cacho modo iron qa qien gor la maoche, en comtesisción de la renzta de los Cortés en Ala juela, los rrpoPie ros se rencieron en eta espia Pare ee que impeó el criterio de gue risgón lodo iban ena rcúsicas y catoress hicderon en rearión a dí hrmpla.
Toviuzros por tasjedita como pará na tejleo para maz boóz, preciamente como Que ez de baía y de lora ñe mirl de lo qne se trata. Porgue tanto se dijo en días perardos de que habízn quebrado don Ártezo y Carlitos Masía, Que ya cra tienpo para decir la verdad, el viernes en la noche la dijo Carlitos María. Eso de que estamos pelezdos es un embnste: aní todos somos los mismos y yo creo que de esta vez serenos márque antes, Eo cuanto a Artorito, quí tienen. s206 de un bolsillo un psúnelo de seda; envaclta ea la na tela traía una tarjetita perfumada eno Coty, según nos dijo don Andrés Venegas; con Honbigayne, según opinión de García Solano, que es de los que tienen buen olízto. Lo cierto es que la tarjeta veuía de Arturo y eu ésa, si bien se lamentaba de no poder asistir a la ceresonia, allí mandadata el papel manifestando que estaba en cuerpo y 2lma y de cabeza en lo que se hiciera.
La cuestión es que ya tocaron el escho los repnblicanos y la cose enpieza a tomar caerpo: dentra de poco andaremos en las mismas que hace dos años, y don Ricardo empezara a poner telegramas que es un coxtento; y de aquellos telegramas de época de elecciones que no son vada. Ya nos estamos relamiendo con el gusto de los trapeadas presidenciales a los viejillos que consultan y quie ten jalar el agua para sus molinos!
Nosotros, la verdad ses dicha, nos alegramos, Demasiado monótona nos resulta la vida sin estas cosas de política; sí no han de venir los temblores con que uos tiene amenazados Bendandi, que venga el jaleo ca sus discersos, con sus ovaciones, pie, Cibalo, en tren expreso, en carreta, em pantuflas. como resulte. que venga con 8us serenatas, con sus banquetes y ojalá baya de nuevo Casa de Refugio, y rapto de diputados y cuantas cosas amenizaron la última campaña y ulzunas nuevas para ir variando.
El jieote se alborotó y ahora se alborotan Jos de la orilla de enfrente. Ya el Dr. Zambado hiw disenrsos y dou Emel Jiménez se echó por la calle de enmedio. De manera que por la víspera se saca el día. Carlitos María, robándole tiempo sus Ocupaciones estuvo de cuerpo presente en la cosa y como él sabe hacerlo dió media vuelta ul manubrio, Se enturbia el agua, muchachos. Para estos días, habrá otra rennión y sutes, será la serenata en Cartago a don Arturo con then expreso desde San José, Organiza esta serenata para don Arturo, Enrique Fonseca; y ya todos sabemos que Eurique y el General marchan de acuerdo, sin mayores discrepancias; por lo que vervos Eurigne quiere seguir siendo volista: volista gene»
ralistv o volista abogadista, la cosa es que siempre quedaTEIDOS Casa. es vatural: los fratellos de Alajuela, con qué derecho creían ser los únicos?
Arturo ya le bubrá dicho a su sucesor en la preslden cia legislativa. AÁ tui no me asusta usted con hermzros: porque sí usted tiene 1no, yo tengo otro: y si nsted saca un segundo, yo le saco un tercero. por este carri) van las cosas: lo cierto es que el cacho lo han tocado en todos los campamentos y que empiezan a furmarse los batallones. Don Luis Custro Ureña dijo en la rennión del viernes que el clarinazo extá pegado y que era preciso saber quien es quién en este berengenal que se está tejiendo. Si don Clandio González Rucavado se Don Cabito hubiera imaginado en las que se ¡ba a weter, vi a tiros lo sacan de su bufete. Indndablemente lo embrocaron aque fuera a las danzas políticas del Congreso; era necesario su voto para que León llegara y Cabito fué; pubca como en esta fecka los votos de los Claudiua han tenido tanta trascendencia. Si bubiera fallado nuo de los dos, a estas horas otro gallo vus cantara. Pero no hay vada que pase desapercibido en esta tierra: todo fué que don Clausio, el de aquí, se asomera por el Congreso, para que le pusieran la puntería y ha tenido que estar oyendo y oyendo cuantas cosas le han quendo decir. tado porque don Claudio a recuperado loque era soyo: estaba electo diputado y dipntado es hasta el 350 entrante: él creyó que ah ra, más que punca, esa cuando la patria reclamaba sus luces y sa presencias y compareció, puesta en alto so tención de salvar la patria; la casualidad fué la que hizo que le gustara la candidatura a presidente del Congreso que lanzó el ficote, y voto por ella. Pero ese voto 10 es, ni ha sido jamás, ni podrá ser nunca el móvil que lo llevara a ocupar el puesto que dnaante tres años tuvo abandanado. Qué val Cabito sibe que de esta vez se yan disentir y resolver cueas de gran trascendencia y por eo está alIL El otro don Cabito de Alajuela, el de la serenzta marimbera, también ha terido que soportar una que otra indirecta por su manera de proceder: parece que elaño 1925 es torcida para los Clandios. Pero ya vendrá el 1926 y pacda que las cosas selescompongan. No hay gran cansa sin grandes mártires y a los Clandios des ha tocado en ser lea máriires de la causa de la Mo. Dela Mess del Congreso de 1923, se entiende, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica.

    León CortésPresidentes de Costa Rica
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