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PR a AO Páciia e Jurres, 17 de netirmbre de 1925 DIARIO DE COSTA RICA PAGIBA Tri AN. T. MIN AN Q rey y TT a y de, Í E)
Olegario sentimental Sas mujeres ideales. Cuál es la mejor edad del amor cu la mujer?
Así mue preguutan unos amar bles lectores, proponiéudome cs»
to tema Que ha sido objeto de profusa discusión en »u tertulia provinciana.
Sin el mevor intento de paner cáredra osda más rebeldo a tode ley que con dulce mentira del amor ho de complacer a estos docóguitos curioros, Do con un aserto nicon una opinión, sino con un leve cintrascendente ecrl.
terio seutimental Pere mí, cn la vida, el otofo es la estación cumbre, el remonso tusgnífico donde se encuen»
tran y serenso todes Jas energías. como en la vida, en el amor las mujeres ideales son los mujeres del otofio; las mujeres que cn eu vida llegan a la dulce sa7ón otoñal. Freivte años, cuarenta, talvez. Abn en el cuerpo uo ardiente Ímoeto juvenil y en dos ojos el reflejo melancólico delo mucho que hsn mirado ya. cestos mujeres juventond lea enseñó a ser novias; la natu: raleza e ser amantes; la experien: ciu a ser compañeras, y cl sagra.
do instinto de la especie a tener dulzura y comprensión mater uses, Ya en megníbcos preladios del ocaso, la mujer es la caricia que se bace osbia, la palabra qua es dlecreta, la marcha ptpcial qué «e tornú tapsodia a media vez, la lágrima que vo sale a los ojos para uo Quemar la piel, pero que destila leote en el filtro del corszón.
Y, además, empieza e poseer ta ciencia de los silencio. la sa.
biduría de la toleraocia, el arte de ser generosa, de darse sin bu: amillar, de escuchar y de conprender; que es perdonar. los treinta se8qe la mujer dabe empezar a eclipsaree, verse como una decoración fina en el escecario de la vida del hombre, y cambia 1u vanidad de ser muy amada por el orgullo de Querer ella mucho. Hasta en.
tonces la mujer po posee la cien: cia de sentirse cramorada y decirlo con balsgo y acegtar el amor como ua premio y na como no tributo, iiujeres otofiales. Aedía vida en tos ojos y aún otra media nueva en el cuerpo. Hi saber delo vivido os bsce avaras del tempo que ado cs queda por vivit. Jugadores que hacen balaoce, las monedas foturas se emplearán discretamente; oro de shorro ncble. hojas que aún tiemblan con la última olesda de azbia; onvegactes de retorno que en el reposo de cada pesión, por el en le última, quisieran nocfragor ecsioses de eotreza, de puz, de dichz delnlziva. HoKueras Que ya tienen rescoldados, pero que aún elevan al clejo Slapor, mas blancas de Te, azules de rs.
prranss, rojas do derrros.
Amikos. que bucsira Juven tud, si ba de consumirse dema: siado pronto, sen eo tiva do estas hoguera» obstivadas, cuyo fuego subo bacer luz para el alma, calor para el cuerpo, decoración en la noche, pira de holocausto y tespiacdor triunfeit.
JUAN FNRRAGUT Ya psicología de la mujer La mujer está muy conúada en el dominio de lo efectivo y de lo místico para que se deje influle por un razonamiento. Como la mujeres más apta para sentir que para tosonst, no se mejora en su destino obligándola a pensar mucho. Según las diversas Órdenes dela actividad, la mujer es infe.
rior o anperlor al hombre. Raramente es clla Igual. iig tnatería de atte y de toilette, las mujeres sólo tienen Rtistos sugeridos. La mujer vo le perdona sl hombre que asdivice lo que ella plenas, a través de lo que ella dice. Dowisar o ser dominada, No hay otra alternativa para el alria femenina. Como lo efectivo es defec tuoso expresable en términos Intelectuales, querer resccionar sobre el amor es verse forzada a desbarrer. 1l, as mujeres perfectas pron to impoudrízn »u imperio sobre el hombre sí pudieran adquirir las facultades de ser sinceras. Como el hombre sólo crec a la mujer conndo ella miente, la ecudena así a mentir con ficcuen: cia. Eu amor cuando se piden palabras, es porque se tiene mier do de olr los pensamientos. El amor eleva o rebaja, peTO 00 DCA permite Conservar su nivel.
Gustavo Bos Simpieza y conservación de las piedras preciosas Las piedras preciosas engajza.
das presentan dificultad el efec: tusr su limpieza, debido al enEsrce, qne a veces es muy frágil.
Si po tlenen mucho polvo, bs sta frotar la alboje cop un cepillo fino y blanco de España hecho en polvo impalpable, o bien, laverla suavemente con spua fabor cosa y enjnsgaria co agua de Colonía. Si el polvo es graso y muy adherido a la piedra, se la dija sumergida o horas en alcohol, seta ceplila suavemente y sela seca enseguida, Pera dara la alhaja un hero.
so brillo, basta ussr un terón de papel de seda embebido de alcobol, y con él se frota aquélla.
e lt ERNST ESOS camino de las lágrinias Citánduvos, después de oscura amencio, ma tu alma re dertatía en Doro lloro, a cansa de quien estbz qué tesoro perdido para elcuspre cn tu exibtencin, Junto a los surtidores Ja presencia semidormida de la tarde de oro, declate lo mucho que te adoro y cómo era de sorda xui dolencia. Pesando buestra aogustía y tu reproche, tode mi elma se pobló de noche. al entrecharte murmurando aqueljes remembracsss de dicha que me ampero, hallé un sendero matinal de estrecilas, Jl eo tu felda ilusión de rosa claro. JuLio HERRERA RXISSIG ¡O.
Los ópalos necesitan un proce dimiento distinto.
Se tas dará brillo con masilla de vidriero extendida sobre una amuza humedecida. Lurgo se les pasará tiza o miga de pau y se les lavará con vo cepillo suave.
Para dora la turquesa color, basta con aumergirla en voca solución de carbonato de soda.
Si sedesen ssber si un brillante es falso, basta ver su Juz, pues, mientras data apenos cs brilleute eu el ceotro, el otro proyecta su Inz en todo sentido.
Fl diamante verdadero stuimer»
gido eu el agus fría conserva 6ue luces, mientres que en el diamante falso se extioguen. Las alhajas de oro, pleta o platino so Jimpian frotándolas con un cepillo suave, embebido de agua y jabón, y luego secándolas coa uu lienzo fino, o con piel de gusnte. Cuando están bien secas sa las pass migas de pan.
El wismo procedimiento es io dicido para Ja plata dorada y cobre dorado y plateado. Para der wás brillo a las albajas de oro, se bace hervir eo un litro de tgua scis o sicte gramos de sel amoníaco.
La limpieza de lse carteras o postamoredas de oro de plata, lan cadenas, eto. se hace llenan. de con sgua muy jabors 21 boa botella ora vaso, sesírirega la media del objeto, donde se colocen y se asende stavemente, Se saca la alhaj enjusga en egua templad 24 CMIOCA 60 bre un lienzo bir, y se frota con somnzsp Secretos de tocador Para 10 lámalos. las pestañas Pasa evitar ls caída de las pea»
tara Votiner Ingsr, es preci atve lea párpados por da viene rápidamente. esscrupulosmente por ser pa costumbre arraigada entro mayor parte de las mojercs jamás se deben humedecer fos párpados con saliva, pues ecen extremo antiséptico.
Es muy cácsz darse todas las roches al scortarse, una loción con nua mezcla compuesta de tn litro de exua, une cuchurada de salcomáo, yotradeagustdiente.
También «e pueden cortar las pastsias en époces fijas, pero es prudente coneultar a une persona experta en el modo de practicar in operación. Putde estimularse el erechr miento de las cejas con el uso de la puma de cantáridas y la escaez sedisimulnfécilmente con lápiz cuidando de teñir en el seotido opuesto al pelo, cuscdo está peinado, a a de eviter el que lo dotes, Basta recomendar que para quitar los pertículas de polvo. etc. e emplee un cepillo.
Aprendamos a amar Larolo. lo que rosLís es que estabals en Madrid.
Bernardo. Acabamos de fer gar, Terminada la curación due Victorda, nos pesohba el campo terriblemente. míacbra todo.
Me coronmía la trieteza. cvs padres lo mismo, Só: Victor da pubiera seguida enaquelas a0ler dades meres y, memes, Toda la animeción, tada lo alegría que sezbie dersochaba ii herciana, son abora hosquedad, deseo de aislamiento, verglezza de que la vean.
Manoto. Por qué vergijenza? No.
Bernardo. Figárate. IPobrecilla! Saber que ha sido una de las muchachs» más bonitas de Madrid. delas que lemabin la atención en los teatros, en lentes del Palace, y no por locuras, sino por aquella cara, de encanto Índecible. y verse nhora. To parece pocotormeuto? tásabes que Victoria po ha sido ccquete, no lo hs sido pbuace, y hs tenido muy buenas proposiciones, y to des las ha rebusado por Feruando. Ojalá no lo hubiera hecho!
Al menos estaría hola casada.
Mientr ue de este modo no podra casarse nunca, Manolo. Quien sabe! Es tan bondadosa, tan simpática.
Dernardo, No te molestes en Demasiado sabes tú sible, Victoria sólo podrá tener ahora aspírantes a en dote, so a su cariño, Lo que quiere decirque noselcasará. Por Fernando desoyó a todos, y por él morirá soltera, Sólo el ha pos dido aceptar un sacrificio que no es posible pedir a lua demás.
Manolo. Sacrificio dices?
Berpardo. Digo sacrificio por dnicificar un poco el deber que tevía Fernaudo de casarse con mi hermane, de vo abandonarla de la mapera cobarde que lo ha hecho. Pero, tlenes razón; noes sacrificio: en deber, caso de con: ri10 y esto se debe obser: ciencia. No decía que estaba lo o por ella. Noandeba ya co preparativos de boda cnando mi hermana cayó enferma? Pues si tanto la quería. Oh es que ún! camente veía en ella el encanto de su cara? Sólo así se compren»
de que al quedar ese rostro desBgusado por vue: enfermedad, aquel amor, aquella adoración pe evaporasen súbitamente.
Menolo, Sí, Fernando ha obrado muy mal; ha demostrado que po quería a Victoria: a que: serlo. por qué iba a volverse atrás?
Bernardo, Aurque sólo hubiera sido por compasión, por caridad; que si rca enfermedad robó a mi hermaue la hermosbra del rostro, nada pudo contra su bondad, su ternora, sasimpatía.
De baberla querida, de haber estado enamorado de ella tan cie fatmente como dec aso Él no viese en toda su fesidad el rostro adorado. No seria el primer amanteciergo. Pero ve cleramen teta rosten que dejó de ser bello, mide y pesa friamente con fealdad y es porque no ba tenido en los ojos venda de armor quelos tapar so, esa venda que desÉgnra o disculpa fesidcdes y defectos, y sio la cuel podrían rulrarst muy POCAS VECES CATA CATA COMAZOneS iiustouados.
iManolo. Dices bien. Amar lo bonita es fácil; es corno ena morarao de un hombre rico o querer mucho sor ruarido r0Gelo. Lo difícil es amar lo triste, lo defecti10ro.
Bernardo, en este sentido tenemos mucho que aprender de las madres. Cuento máx Cerrar cido. más jugrotos o mida leon, más pstecon querer 20813 hijos, Fate amores la mejor escuela.
Hsto ido eo emor. Si Fernando hubiere querido e tal hermans, sexoiría queriéodola, prue atodo borqueen «ll verdadero cariño hay siempre algo que Idenliza, abro que no nos deja ver en toda su crudeza la realidad; velo de poucsía que envuelvo la tosca urdútubre dellss cosas y es conpeussción dichosa de su fcaldad, Sa última coquetería Le vcoa Ud, alicaldo, amigo mío. Eu efectol. Quebrunté snoche tuno de mis juramentos más formales, y esto el dios dolor suele castíserlo rudamente. Habría Ud, prometido sigo ftave. No repetir la lectura de nin: gano de aquellos libros que más me delelteron de muchacho, pure son rarfcimos los capaces de emo.
cionarvos del mismo modo en dos épocas muy diferentes de nuestra historia. Usted cree, parte de Ja belle dece en las obra de nosotron. Absoltitamente, De ebí mi pena. He querido mirar atrás, tetrotraer wi pasado, contradiciendo asf el ejemplo de la Vida, que no vnelva jamás sobre sus pasos; de la Vida, que e. eterpamenta moza y alegre porque es eternamente ingrata. Más ingrata que Ud. Más ingrata que nosotros dos Juntos tuarquesa. El mundo exivte porquese renueva, y la renovación es olvido. No descu bre Ud, algo simbólico en ese teanto de nieves que adusimente cubre nuestro globo. Ditfase que la Naturaleza intenta borrar lo que hizo, empezar de vuevo el poema de sus creaciones. Yo siento que Ja pjeye tiene toda la ingratitod, toda la elccuencia fría de una cuartilla en blanco. Quizás. qué libro ha releldo Ud. Uno de los pritneros y acaso por la mismo uno de los más.
amadoes, de mí «Colección Amo rosa. Lo lefa los veinte años: Tergo ahora cincuenta. Calcale Ud. Eotre ambas fechas cabe uva historia. ten Jerga como la mía. Título de la obra. Fanoy. Ud, no puedo oca! társelo.
Ti posible. Panoyl. entonces, que Yo ignoraba. Este. IPerori Fanny es e mojerca más Íutere.
santes de Madrid. La encon teó Ud. fea. No. MI decepción no pro viece de ahí, es mucho rcás gra.
ve. Fsivoy no me ha parecido fea. Ojalál. Porque esa im presión implicaría un recuerdo.
Me ha parecido «otra. Yo iba a recordar, había prometido a mi espíritu, un banquete de vie!
jas y Ónices memorias, y ADEDAS cruzo con ella las primeras pa!
bras, reconolco qué entre la señora que tergo delante y yo no bay nada de común. Habla y no me estremezco. Qué ha suce: dido. Acamo me be muerto. dentro de mi corozón; y las dorados sbejzs VAbt. Deceta chasco ro debo culpar a nadie, Ud. que vivió en el extranjero nichos años, cono.
ce elu duda cuál poderosa juter: vención tierna la favtasía cu la disposición y tamaño de uacstros primeros recuerdos, Lacasa don»
de nacimos, el árbol a donde trepábemos a cojer fruta, el es: tanqne que servía de octsno a nocetros barquitos, adquieren en ln memoria proporciones hiper bóticss: la casita modesta «e convierte en palacio, el arbolilio en biguera gigantesca, el estan que en lago de aguas verdosos profandas. Exactsmente. Puecs olgo apálogo nos su cede con la mujer objeto de nuestro primer amor. Dejamoa de verla, y eu imagen cobra bojo el color de brasa de los recuerdos, proporciones que no tuvo nunca.
Si su boca era pegueña, la JmaKinación, por su cuenta y sin advertirle, la abrevia y reduce; si esbelta, oumentará e esbeltez; si discreta, exbalará «un discreción y amnevidad; al sueojos fue ron azules, no hay cuidado que la gran embaucadora 00 halle rcedío de ensaucharlos y año Girles una gota más de añil. este es el fantasma que llevamos en el corazón, esa es la quimera a quien clrendamos la oración sagrada de nuestros recuerdos.
De aquí el dolor, el espanto, que sufrimos sí, por cascalidad, la vieja realidad nos sale al camino.
1Qué pena! Será hermosa, será inteligente, será adorable. Pero será eotran. lla conseguido Ud. entris tecerme. Pobre smigo mfol. Ticne Ud. rezób. La vida marcha. marcha. y no vuelve nunca sobre to andado. Los rerdores de hoy no son los de ayer, los rulseñores quela primavera pasada cantaban en mi pirque, ya se fueron. Y, comoen la Naturaleza, ocurre en el alma, don de las jinsiones, al renovarse, van callando Una a U0 (Pausa. La marque uspira, Don Juan, en cuyo doímo opti.
usiota la melancolía po prospera. Recuerda usted, querida amiga, nuestro Último verano en San Sebastide. Ssí. Una tarde. cómo prendía y se enredaba a los cabellos rublos de usted la agonía dorada del soil. Ella rfe. Le veo a toted en peligro de hojear otro volumen de su «Colección. Morquesa. Jovial. ro debe nated hacerlo.
Considere que si yo soy un libro para usted, a so vez usted sería un libro para rf. dejesa doble lectora. sal dsfamos descalabrados los dos. To lo seguro. Callaré entonces. Por presunción. Justemente el sllencio, que como neda pide nuepca prede quedar humillado, suele ser la última ccquetería de los viejos.
EDUARDO ZAMACOIS MOASSOÓÓVÓOL Ss 3 Sueños RS. Auocke cuando dormía soñé, ibendita ¿lusión AS que ena fontana oía dentro de mí corarón. DÍ ¿por qué acequia escondida 3) pgua, vicoca basta raí, canactial de nueva vida. eS en dende ntnca bebí? Aroche cuando dormía 0) soñé. bendita inión! Que tina colmena tenfa iban fabricando en Él RA con las atuergiras viejas blanca cera y dulce miel, AL Aneche cuendo dormía y En soñé, bendita Jusón y que un ardiente sol iucía Pe Centro de tol corezón. ardiente porque deba. eciores de rojo hegar. y era sol porque siurbreba porque hacía Jorer, ae Aucche cuando dormía eché. bendita usós. que era Dioa lo que qenfa dentro de ml corarón, y Qe AxToOxIO MAciaro ye Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
de de h.

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