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DIARIO DE COSTA RICA Da, 29 Es cayo da 1926 TE SAYS AOS F o «2 Gas horas Es alta ocho, La soba y dl cilcncio despierten en mul plma el terror que impone lo impineteoble, lo igroto.
Vi mente ecaloredo indega en la peonmbra de les eses, Dis 00 sápresecidos y ceporñss va Cán cln rumbo, como buscendo nlgs nrteyó qe te desta EnconLa.
De improviso, oerge efá, le iáce del ticripo que pera de pri ve, Hevéndose tántes vidas, tán too recuerdos y alegrías que ten a perderce entre la neda, més pila de la combra y el silencio, entre lo impenetrable y hondo.
Ha Hepedo la horade las ro cordaciores. ientamente vienen mí en Ínminosa careyasa lan. áánices eñorenzas de les horas idas. de las hores que pasen de jacdo un Horído manojo de ¡lt ciones en el enrezón. de leo horas gtíe prsieron en mí nn motivo más de vivir. de las horses que olegraron mi senda toda liena de melanociófan. de les horas, 00yas relzfivas venturgs engendraron, como compenseción humana, psío infortnuios presentes.
Flan pesado ya los recherdos por mente, desfilando uno a Bro con eostalgias de vencidos, Ya sólo queda la renlidad desnt a: como Ga fría hoja de pu: Hal.
Vuelvo de nuevo sumergirue en el insondable misterio de la sombra; trato en vaue de 6crpter Jas corpresao quemerer serva el destino. Aborrezco el hoy, pero deseo cósocer pronto cl meñone, quizá para mañana atispirar por el hoy, pero es que lo desconocida tiene siempre el tekcento de la sorpress prata, eun cuando sólo nos traiga una crue lísima desilusión. después, cunnido la escar Cha del tiempo hsya embiangues cido el recuerdo de mio alegrina lejanes, cuando ci hielo de un invierno precoz haya congeledo tols iltsiones todas, cuande la coche haya extendido sus alas fe sombra tobre micorszón, vol.
verán a rol, tarde ya, los aromos lejanos de un jardín de esperanzas que devoró el dolor.
Von pasando las horas. van posaudo ea Ena como muda pro.
cesión que abisma. ante la in dolente crueldad de su infetiga ble marcha, trémelo y absorto colto, como consintiendo que gu hondo silencio deje en mi alma el intenso dolor de lo vida.
ANTONIO CÉsar GArrán Evangélicas La discreción consiste, gener iadlmente, en decir con cierta edidn y escuchor com cierto continente. Lo silencioso sobrecoge.
as El desierto es menos peligroso de lo que os Eguráls; cu impe trabilidad os llena la mente de visiones extraordinarias, y sols vosotros quienes pobléis de Fantasmas eu soledgd y de voces ¿Hadicas su silencio.
oy Los muy hsbladoreo apenso clespzeron bufones: pensad como diez y hablod como la cuarta porte de uno, y seréis CAOO.
he ÚLMAFOENTE, ud rs YT Un dierío medrieóo me re prerde coveremente, por heherme strevido a elogist el enidado so com aue Ansinio Prepee Hmplebae sus Ireses de los cdiozos sos, que, hor lo cual, quisas y demás partíenlas agiutiventes: Ho teneracz sano úloe aingurs obra de Anprtole Francs pera ormprobar esta es pecie de fuga de vocales o corso.
nartes que recomienda. Ni se pos do una biga de que tal regla ser eceptable o no coc el idipma francés. Pero en costelleno, si el sbtuso es deplorable, el recto 150 del reistivo y de esás pertícuias hermoses la loctsión. Las manos Ús la lógica y de la literrtero, sirviéndose de estes paertíenlza como de broches de piedras preciosas y de hilos de oro, enlazan y cosen los raciocinios en el dis curso de la razón. Así son gala óe ente literatura incomperable que tentos codos sobre la litera tura frencesa levantsron «quelica clásicos españoles, con loo cuales ladesdo, noHlega Anntole France pi a le proporción del pigmeo con los gigantes. Que sea injusta tratar así al más grande escritor de nuestra época, uedie podrá negarlo, Pero creer que esto poe: de passr por yn signo de inculto.
ta española, como lo esegtira Un joven literato barcelonés, resulta ya algo exagerado, Lo mismo que en Madrid, en Paría abun dan los iconociastas, dispuestos a demostror en cuanto se presen: ta la ocación de blesfemar, en combre de la gramática, q0e 10 hay ningún estilista perfecto.
Hoy, precissmente, aparecen fednidos y glosados por Jucques Boulanger, los estudioó que estos últimos años se hon escrito en francés contra la prosa de Flanbert, u6 os figaréis que los autores de tales estudios sean periodistas sin importancia, de: secsos de llamar la atencion con vociferaciones destempladas. Nn ás de eso. Son por el contrario, escritores de primer orden. Uno de ellos en el gran novelista Matcel Proust; Otro, el erítico de la Nowueile Revue Francaise, Albert Thibaudet; el tercero Lotis de Robert, el attor de Exvers un courlisane. uo me slrevo decir que el cuarto sed el miatuo Jacques Botulapesr, porque en realidad este comentador jró nico, aunque sín llegar la ver.
dadera y Justa fe flaubertiava, de muestra cási siempre renpetioco al hablar del putor de Madame Bovary. Su entilo dice tiene tantos defectos como virtudes. May bien. Pero squí nos ve: mos oligados uma vez más, a detenerpos a exsmicar lo que en general se entiende por estilo, Según Alambert, cel estilo es: tá constitnido por las particula: ridedes que distinguen el genio del que escribes, Nao se trata, pues, de le factora misma, elaba, rada, segín las reglas de la gintexia y los cánones de ln retórl.
ca, y gúe puede ser correcta incorrecta, sino de olgo ás ideal, de sigo más fivido, de ab go menos matemático, Existe, en ouma, entre la fecinra y el estilo, la misa diferencia qué entre las línesa del rostro y la fsonomis, o entra los rasgos Hí.
Pos tar tt de trta ts a a EA E ISEUInMa As. pb P Llega o la jouta y con do mono fino Betina opress dl ruiseñor gnlano, qne, nl centir la tibieza de la mano, rompo en una porlado comatina, Luego (ixanjer ol fin. la perporins boca dále a gustar, y el pico ufano con lo ciencia ootil de vn ser bnmano, cz deleito en la boca de Betino.
Es un bue feliz, cosi amoroso, que iospiro 0) rniegor etro ormonieso trino de cpitolímico embeleso.
SS pq a Er K. es dulces, como nunco, su querella, L, pros en sa vez devneive e la doncella EA teda la miel que Je r0kó on el L29 0 Tíisoxr Rasorr ista y EA ra LAA EE m1 0 sn oO a mono es prenicazd Ca la tE maes po IN Li AS UN. DA cumnto de las lemas. DIARIO DE COSTA RICA O sl (A y rr Els Aso, estabie estilo cicos y la exprelón. La faire es lo xterior, lo que ahedeca a cásones, lo que puede definires, Bl eto es el 2lma de la fzce, el soplo que grima el fiecnreo, la grecia peoriier dercda artists. oí, lo ristco que hoy mule res enconteñorzs que no son bz lea, exiiter prosas ten incorreotas como deliciosas. La de Pierre LoH, según perece, exo de esta especie. la de Pisuhert murmura Lonía de Robert.
Cierto, Apíe los arélisio que Jecgues Bonlepger reprodues, so hay medio de negar la eyi.
ñencia, Las mejores, las más ln»
minoses pápineo del autor de Salambé están Venas delscorrec ciones gramsticales, que indig vas a los maestros de escuela, El tefrarcs Ántipas vino a sen.
taroe alli y mera a Merodíns. Sus ojos se fijaron el nano enel cetro. cAtungbe s0 ¿rá sín indignarte. Pienso detenermeen Mentes, 8q0e8 010 me costará mucho o Los taberne ros estaban abiertos, y nozetros íbamos a fumar en ellos nuestras pipas. Escostró un coche de lance qhe tentendo 1ne uzafaroles nteyós. UEstaba coloso contra todo el mando. Se sentía irritado de él. Estas incorreccionves, gue escojo entre mil dela misma índole, le perecen a Albert Thibaudet indignas de Fienbert, En reglidad, bastaría con decir que con indignas del corrector de pruebas de la imprenta. El más lerdo bschiller, en efecto, vebe que está celoso de y no contra, y gue, en cambio, se irrifa uno contra y uo de. Mos en honor de los Protest y de los Robert, hay que decir gtie no es por toles distrecciones por lo que pre: tender que Salambó y La tenta ción de San Antonio son obras sin arte. Lo que les interesa, en efecto, no es la gremática, sino la estética. Pero como al: paner así de lo ájo y de lo demostra ble a lo vego ya lo discutible, esos señores pierden el punto de epoyo de les reglas, nos encon tramos con qhe, al ceustbrer lnego ciertas frases, no hacen máo qhe expresúr sta gustos personales, cin lograr convencernos de que estás en lo justo. Los advethies dice Proust Fisubet los coloca de manera que no ten gan en la frase sino un valor rítmico. les conjanciones?
cFlanbert les emplen dela ma: nera más abeurdas, según Thibaeudet. lampoco se preocupa mucho agrega Jacques Boulonger de los detallea de disonancía, que son un spplicio para los cidos sensibles; sí su estilo se hubiera sometido a tuna erítica fan severa como la que el ba te Morellet hizo de la 4olx, de Cheteatibriand, habría sido terrible; ons frases, anpgue bellzo, som poco variadas; recurriendo sin Cesar o y ebióvica, termi: na casi todos Jos párrafos con eoñs Írases terusrias, que tanto le gostan. Debemos contesterles y entos escritores que se eguivocan? No.
Lo único que se lea puede decir OINCuca nadoncl is Soñabea Soñaba po: mio párpados henchidi De lágrimoo contio; Soñé que estaba en lo tumbo, iu muerta te vell. Era sueño no po; pero deopierto Lloreba todovío, Estoba yo cofiando, y por loa esra Bl lonto me corría; SoBé que te orrosesba de ui lado Algubo, vido mía ro um sueño no más; poro despierto Llarabo todrvio, Sofzba yA. He phegaban los eniloco. El Manto me bebo.
Esteba yo cofondo qee mo combos. Soñando gue cos másl Ero ta coeóo ro máa, eo ás un seas flora mó gro nen, telorín.
uo Orricón Lizana cal Sisicima í De. e que, keblando, como heblen, cr nombre de principio: estéricos basedop en los eárcres clasivos y opuestos a los idesies delromanEcismo, 10 son cepares de sebo zer les bellezas extreordicearias de la prosa de Salariób, que re presente, en literetereo, elgo así como lo que encarna Lohengróz dentro de la música.
Esa manera de servirse de les corjanciones pera Hertar ciertas petsas: ese us0 ímico de los edverbios; ese empleo constante de 155 frases ternaries, aparecen, precisamente, como lag caracte rístices más visiblas y més evi.
disbles del estilo Hanbertisso. Artigremeticales. eNo cortestan algunos. pero contrarias a la ftndole de la lengua »1Ab, lo famosa índole. Si los Chate arbriand, los Víctor Fiego, los Gonconrt hubieran hecho esso de los censores que, el leer sup pri meras obres, protestaron contra lo que en ellas había de nuevo, de inguicto, deraro, de complica da y de gtmeroso, en nombre del cssticismo, la prom Írancesa sería gún lo que era en tiempo de Voltaire y de Diderot. Me decís que ya entonces era admirable de precisión yde elegeneie? Bin de de, Era la prosa que convenía el ingenio de los que no oe servían de la literatura sino para exponer ideas, paro defender principios, para pronunciar discursos, pera haces relatos, para irazar figuras.
Pero. hubiera sido posible, con tal institimento, crear los esmaltes jrisados de la Novela de la Momia, tonrmirar los sítiles idíMos de Las festas galanies. acer las vidrieras de tufi enloreo de La Biblia de la PHusanidad, orguestar las divinso constos de Salambé. Mil veces nó. Podrán los devotos de lo antiguo segitir creyendo que el mundo no pecesiteba conocer los inesperados prabescos de lo que se Hama en francés le escritura artista, en la cual los insaciables trabajadores de estos últimos cincnenta años hantratadode realizarlsapheleada nuión de las formes y los colores, los ritmos y los aromas, los ma tices y los reflejos. Fasa o una opivión análoga a la de aquellos retrógrados que, en estos éltimos tiempos, renegsban del descabriiniento de Américo, ásegurando que no há hecho más que daño nl universo en peñeral y a Eanropa en particular. Pero cnando se acepta en arte la evolución y la revolución, cuando se cree en el progreso infivito, eunndo se tien: te la sed deigsotos ideales, char: do se tiene fe en todo lo que vive y vibra, no pnede dejar de reco nocerse la grandeza de los que, como Fiatbert, hun hecho de lo qe antes era nos Haute melíñica oa lo anmo tun Órgano sonoro, la meyor, la mejor, la más completa de lás orquestas, póta nada sirve evocar las sombras o2cro enstas de Cervantes, de Montaig: ne, de Dante. Sebemos aczs0 lo que zguelloa hombres hab: fan hecho de vivir ey ntestra época?
Puede ser, en electo, que en todo Pienbert no heya Uno sola bella metáfora, como dice nom NX moza ts Bumgoao Hera naciontl cda Dionoiccas Col iniciara Ca Cul pi pra cols free custíza. ono dice Tinbendes. Así y tedo. RUDOA, en ainguno Bteratnra, ningún siglo, ca Ea escrito Hna obra tan extressdinaria, desde el punta de cite, cuil Saleniód.
Poco importa en lengesje, o ón estilo ho que usos entuciósms.
Parque ev ese catilo, en el que hay músicos antes nbunca oídea, en el que palpiten los calores, adquieren las palabras tusjestades Marmóreas, en el que loa hori zontes ce ensenchen hasta el ir fípito, todas lag bellezas coñades ce funden y se confunden, coña plasticidad dios Taige lo ral vará para elempres, Pero lo mio mo pcdría decirse: cSa ritmo. lo mismo. Su ecoloro, lo mismo: Sn lirismon. lo roismo. Sn fnego. lo mismo. Sé tresparencia. Yilo tuismo: cSp encanto censtislo, Pero esto, que es una cortidembre de evangelio para los que complganios en la te flaubertiana, resulta hna berejía para los que cignen ereyendo que es un peeedo aelir de les pantas correctas y, sl ce quiere, hasta perfectas, de los escritores clásicos. Todo es según el color. Por qué, ptes, hemos de in: dignarjos al ver que un diario madrileño encuentra que Ánatole France no es más que us pigmeo el ledo de los literetos castellanos de otros siglos? El espejiomo de lo antiguo es uno de los que han existido olempre. Muchos mi: lenarjos antes de que nuestro buen Jorge Manrique hablara de lo que en cualquier tiempo passa.
do iué mejor, ya los cuentistas tebanoa, descubiertos por Map peró, excuisábanee en 806 proemios de no tener la maestría de bus abuelos. Gómez CARETO Sor Caridad Me duele la cabrza y estoy triste. Hay díao así en que todo le sale a uno mal, en que parece que tuna mapo oculta se OC para en arrojarnos guijarros de pena al alma, como me arden de fiebre lao siepes, me voy al huerto, seco del pozo un bulde de seua hela da, y allí mismo, con las manos, me empapo la cabeza, in ora, el cuello, En seguis, me siento elivieda. Ho que el zgua tiene para mí el privilegio de la más cotupleta catidad. ocudo a elle como a un ser consciente y estoy convención de que es una criatura con el sima como la muestre; y que bsbla, sueña, cante, beso, conshmela igual que nosotros. 1Es que ignoramos tántes cosas! no creer mos que poresa nuestros dones espintadles sico aquellos que es: tán hechos a megan enectra. Yo creo, sin embargo, que el seua es enel mundo sigo geí como tna beena monja, atenta siermpre a proporcionstrnos consuelo y ayuda. Si los vegetales supieran puéstro idiome. Si cado heri da fuera tuna boca que Beblaral.
En lo Íntimo del corazón yo le Hamo sl egtue: Bor Osridado.
Hoy he sentido sus buenos dedos freocos rompiendo, en mio sienes, la fiebre. TY basta el co: Lt razón 1me Hepó se dulzura!
ES JOANA DE Izmarnorror Az 2, una nube Tlobs: hermoso gúmelo de mi carl En lo Qurora, en ln tarde, en lo noche, te cigo con ofán, Cinología Gel Solor Cnacdo la vá edá e2 er, y le feticidad ros embriegan, reorertecto de la mnerie copenta. Pero la roledcd, la meiiteción, lo telos teza, lo enfermeñed y lo vejez, mos irolinan haciple errepenro Hsyosycsnseros: po fammllarizapes con la mnerte y llegamos esporaria gi terror. Hey un my mento es que se siente la pero éembre de vivir; hna fatiga flsiez, un czpsarcio espiritus, una sersaciór de ixvencible dejedez nos invade, la voltnind se autda, el deceo ee Eyapora, burve el espírite cemo use berbuja, y gueda sólo el animal enferto, la carne amiga de la tierra. Anta: ño, en la noche, ebendo ercáchaba el polpe secmpesedo de mul corezón, rmeredremecía al pen ter que de pronto pudiera perarse este motor de mi vide. Hoy ya mo siento esos ferrores. Cuen de la enfermedad ze apodera de un Órgano, cuando la carne vivo empieza e podrirse, cuando ol cuerpo empieza y tporir a peda»
zos, no hay mayor consttlo que ocostarse, abandenarce, dejarse morir.
En el profnudo silencio de la roche se ésouchaban sollozos lejasos. Un viejo reloj cantaba la hora con timbre grave; imperttirbable, cereno, con su voz sorda, coto la voz de tin anciano, dedaba eser gote gots las horas con el tic tec de an péndulo de cobre. Aquel viejo confidente familíar, anguel compañero de los triotes soledades, seguía cu marcha perpetua, st monótono ritmo de siempre como la polsación del tiempo en la eternidad, RICARDO Lzuón El perso No han de ser los versos como la rosa centifolia, toda llena de hojas, sino como el jazmín de HMalsbar, my csrgado de cesen cian.
Na ce dé por hecho el verso en espero de ecabsrie luego, cúando 20 le rematará en opa riencia, más no verdaderamente tF con ese encanto de even yircen que tiene el verso que ho ha sido eejado vi trastojado.
Jos ManrÍ Dablas diversas Comenzó uso a heblsr muy alto; éite, dijo Andrenio, espofol es. No es sino en presan tuoso, dijo Critilo, que los que hablan de habler más quedo. hablen de ordinario más olto.
Asi es, dijo tino con voz muy afeminado, que parace francés y BO era sino un melindroso, SaHéle al encuentro otro, que po. recía hablar entre boca de noche, y todos creyeron que era tudes co; más el mismo dijo: no soy sino tino destos qte por hablar celto hablo nescuravas. Cececaba us tanto, que hacía rechinor loo dientes, y todos convinieros que era prdoluz gitano, Otros se escuchaban, y eren los que peor decían. Muy elborciodo comen.
26 bno a inquieterlo todo, y tevolver el mundo, sin saber él mismo por qué, sólo dijo que era 5u nmotoral; creyeron todos era mayorquín; más no era cino un bárbaro furioso.
Barnrasar Onaciós, e 2 Ph PARA 24 Hacia dónde te lleva tu ingrieted viojadora? á Dis anhelos errontes eu osé oetl vocorán? uo Gredos ros de oyo; tas voicanoo de piero; SS contivoa de tun olop mis quimerco están, ¿5 te omo, pues mi olmo diverca coda hora, 2 otío tedes los 63723 que obdog 12 Un. J 45 Qué iguol nncitrg dectino! Yo a lo 12 dal ema de descubro a Dios mis sueños; to (2 confio distantes e e ohros tn chol de poca bojs el honáa zalir; Cc 2) e e ta combiss y yo combio; te porcs y yu poco; Sy comes des iccosfprints; ceca des inedostonteo: 2? tn qué esparas. borrorte; po qué aguoráod: morir. GE Ciisora Dácra Esta de. Yi Ta sd y Pi AOS A rl ara y uvontud, Coso nica.
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