Bondage, 25 lo cotas de 1025 Contra lo que las gentes Le llovió a Dempsey ¿ceraban, contes los que apostaban cuatro contra uno a favor de Jack, el campzón que lo fué hasta el 23 no hizo niculocon el joven Tanney.
Ahora, después de conocidos los detalles del snorso, las rentes se han dedicado a examinar las cansas a las cuales deb: achacarse esta pérdida de Jack: según unos, el cabaret, tres añíos de nua holgazaneria con bastante plata y más o menos bien administrada; eegún otros, aquellos farozos imasajes de la nariz; recordarán los lectores que cenando Jack conquistó el campeonato del mundo y cuando años después venció a Carpentier, la narizota de aventedor que tenía y que le deba una apariencia de fiereza le empzzó a sor aleada por las missis de su tierra y hasta de los otres tierras.
Hermoso, dijo una dexmoisclle en París cuando llegó jor allá; pero con esa parlz que gesta, no 22 puede Ir a niigona parte; hay que convenir que a las mujeros, que por lo general aquí en París somos ñiaticas y agrectadas, nos gustan los narizones; la estética ordena estos contrastes para que el juego resulte hello. Very nice Mr. Dempsey le había dicho en un cabaret neoyorquino tna míss de ojos azules y de unas enrvas capaces de golver loco a San Antonio pero esa nariz más desparramada que un abanico abierto, ño me hace feliz. Ciga osté le dijo uná chulapa de Madrid se está su mercé figurando qne con ese panecillo que tiene sobre la boca va osté a volver locas a más de cuatro. Pos osté ge equivoca: o se arregla el panecillo o se corta la coleta. Minsté, que venir a la tierra de María Santísima, le espetó una jacarandosa sevillana, a conguistar hasta la Girarda con esa nariz. Si será fachendoso este tío. Vaya osté a una casa de belleza pa que le perfilen esa pandereta y luego gpuerva, a ve sl se pué abrir la puerta. Perla Madonna santa le dijo una remana medio enemiga de Mussolini que se lo eñcontró en una calle vaya una nariz: si Garibaldi la ve a tiempo, se la compra, para asustar chiquitos. Total es que la nariz traía a Dempsey que 10 sabía qué hacer con ella. Por fin resolvló meterse de pupilo en un beauty parlor hasta salir con la nariz derecha. Allí las háblles manos de una masajista maestra y artista empezaron a hacer su obra; por Én se la puso derecha y como Dios manda y Dempsey salió a la calle luciendo una naricilla de esas que dicen, cadentro, que aquí hay canela. Mejor le hubieran dejado su vieja nariz de pandereta.
Con la nariz que le hicieron Dempsey se volvió la hora intentras Yeck bejeba la exvala del sing con un tratado de ¿stroggraía autre les ojos, con esa astronomía lora que lo hace vez a nuo la Os2 Mayor poriéndos: en el cuello a la Cruz del Sur aientras que Alécharán le sirve de brcche en la zapatilla; las misses s2 uolvian bocas por la neriz de Gene. Ahora estaLas consecuencias de un match mos en es.
ta tierra eon las conszenencias del match, Los graves arcatecimientos, visto está, uo visnzal solos, encadenan, Hay preliminares que loz proczden, coria es muy natural y finales que los siguen, como tembión es may natoral Por estas Hierras, donde de los ills y de los Dempseys y los Pirpos y los Tunneys no seab mo3 más que los nombres, habíag empezado soplar vientecillos de fronda, s2 anunciaban encuentres ciás o menos conmevedores.
Pero después del match s2 ha solíedo la porra y ha Por ejemplo, esa misma noche del match en el Paso de la Vaca, eu una hostería cayo nombre no conocemos, se armó el cisco por la siguiente razón. Entraron dos munchachos medio futbolistas y amigos de los catos reglamentados. Hombre, yo creo que Dempsey se ha vendido para no tener que vérselas con el negro. Usted miente, so leugáo, le dijo un parroquiano, medio amigo de las broncas y que s2 tomaba una inofensiva cerveza sentado en un cajón de candelas. Dempsey lo que le pasa es que quería dejarse gañar para después volyer; pero ya. verá usté que en la próxima le da hasta para puros ckircagres a ese niñito que se le ha subido a la quijada. Bueno y a usté quien lo mete.
Naturalmente, después de esto no queda más que el obligado final.
Los tunnístas se echaron sobre el dempsista y en auxilio de éste corrieron dos o tres, y otros a sostener los primeros. Total, se armó la gorda; la dueña de la hostería gritó, trató de que la paz reinasze en Varsovia, pero sus esfuerzos y gritos fueron vanos; las papas se regaron, los pollos en salsa salieron corriendo, los bistecs casaos se divorciaron. pitó el policía, llegó el ronda, se aglomeró la gente y más de euatro fueron conducidos a la segunda, ero. donde pasaron la noche en plena reja, todo por la causa, Megada para un lance más o menos aristocrático y perfusado; claro, campeón del mundo, lleno de dólares, invicto, y com aquella nariz nueva, no hubo mona que delante de él diera tres brincos y claro. Parece que el muchacho, que no tenía mal gusto, la alzó cabezona. Jue Harry Wills quiere pelearcon usted. Estoy muy ocupado; además cualquiera va a ponérs sele de blanco a un negro cuando por acá abundan tantas cosas blancas a las que no bay que: darles muy duro y de la3 que uo se reciben fuertes golpes. Que se mate Wills o que se espere hasta que yo le saque el juego a mí nariz. Hombre, Dempsey, que hay que entrenarse porque van a decir que es miedo. Que digan, pero ya habrá tiempo para entrenamientos; además esta nariz no me deja un cuarto de hora libre para tales cosas. Vea usted: tengo tres o cnatro cintas y estoy preparando un viaje a Los Ángeles. Ademés, tengo que filmar unas cuantas cintas de cinematógrafo para ha, cerle propaganda al articulo y para competir con Valentino o con el más guapo que por delante se me ponga, Puede Ud. traerme a quien quiera; al macho Madriz, a Willy Borbón, al bellezo más pinganillo y que nos echemas a ver cual tiene la nariz más recta y perfilada. En efecto, Dempsey había salido más perfilado que Reverte en sus grandes tardes.
Cuando ya vió que le iban a descalificar por sn insistencia en zafarle el lomo a las tablas del ring, aceptó la cosa y se metió a Atlantic City para hacer sn entrenamiento.
Vino el día fatal; por más que le rezó a sus santos el aeroplano que traía a Tunney no se descochifló de camino y la Unvia que esperaba como nua salvación no apuró hasta convertirss en diluvio.
Sin embargo, declaró: a éste, me lo bebo en chicha.
La chicha, como se sab2, no está prohibida por la ley seca en los Estados Unidos. De allí que la expresión sz muy corriente en aquel hermoso país, con sus derivados tales como (Chichas. achicheros. cchicha fuerten, cpicosan y otros por el estilo.
Entró al ring y medio perezocillo aguantó que lo silvaran porque no sz daba prisa en poners2 los guantes.
zu Cnando sonó la campana empezó a llover más fuerte; sobre todo de la derecha de Tunney llovía de un modo escandaloso; era una lluvia de estrellas y de relámpos. Ya a Dempsey le importaba un pito que s2 abrieran las catoratas del ablsmo; y que 22 signieran abriendo cosas par todas partes; ya aél sz le había abierto un ojo y 2210 hobían abierto los dos pómulos y otras cosas. Tunney propuesto a batir el record de la dentisterís a la vez que la del pugiloto, le buscaba lo mandibula de an modo asombroso. Para uno quijada Tunney ho resultedo por que un sopunta, cuando sonó la hora del finish, Jack ya no era Jack sino una espacio de maps mundi en que destacaban claramente los polos, el Himalaya, el Golfo de Fons2ca, y el Bluff, los campos de batalla de Liboria y otras cosas por el estilo más meros importantes.
por su amor a los caudillos que en Filadelfia se habían atizado de catos a vista y paclencia de cien mil espectadores. esto ne es nada.
Quien quiera ir a las secciones de policía encontrará que este match Dempsey Tunney ha sido fecundo en cosas graves; hey dos matrimonios que andan como perro y gato. ha habido conato de trompadas en más de diez esquinas de San José y trompadas de verdad en más de diecisiete Ingares distintos.
Para eso se agarran los otros por allá; para que luego los admiradores de por aquí, y de las demás partes del Planeta, se pongan como cristianos y sarracenos y se arme ina bronca u cada lugar, Al menos estos de por acá son amatenrs que nos suministran gratis el espectáculo; pero los de por allá no se dan cuenta de que si ellos hacen que se dan de golpes echándose una millonada de coloncejos en a a A ti MAX MERCADO GUIROPEDISTA SURAMERICANO De paso por la localidad, tiene el honor de ofrecer a usted sus servicios profesionales en el tratamiento de las enfermadades y anomalías de los pies, Especialidad en la extracción de callos y descarye de las oñas, Corto tratamiento contra el sudor o mazamorra de los pies, Altos tratamientos astibntiricos localizados. Operaciones rápidas y sin dolor.
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Teodulo manda calitre rca a lo sublime possía del Congreso, VE, para exclgoiea que sopueta en estes cosas, debomos hacer una edvertenoios nedíz reñiera el Congresa sio hablar de Tentnlo: lí ys hay és hombre que él, a quien yo le icporta ya pit que Dzmpsey le pegao a Tunzzy o gue don Ricardo sito»
ás a don Julio, Tecdulo os único, inamovible, más ciega que un esterán de poró eombredo ca jolio exacta viano las Huvias y cortado en menguante, Hay pam reírez del General Monge, Teciulo le da les mnlas y conzzrva En alta posición cop ara maravillosa tácilen; resulta más qoTítico que Carlos María, más bábil que Arturo Voltio, más diligente que Saleg y econ una eotoza que lido Quirez, como la más hábil cobzca del países uma papa frita a la par de la de Teodulo.
Probablemente imestro Teodulo es el más reputedo y jugado de los parlamentarios. Llegó al Congreso en 1903 y va de allí ro hay quien lo saque, El Congreso para Teo»
dulo es el Verdán pera el Mariscal Petain. a que sabs.
Cuando, al inicíars un nuevo porícdo de sesiones llegan por allí de unos veinte diputados ehúcaros, de los que todavía no le han corrido el golpe a la cosa, Teodulo les ya haciendo indicaciones. ÑCuando quiera salir, ande bien derecho y como si paszara por el salón de su casa; vea, haga así como Jorge Ortiz, de modo que se le mueva él rizado copate; eso biene un efecto maravilloso para los que ven desde las barras, lo. aconsejaba Peodulo el otro día al Dr. Rodríguez, don José Daniel León le dijo. Fijese Ud, en Arias; nada tiene que sz eche para atrás en se sitial; eso sí, procure no hablar muy duro, sobre todo si está cerca de don José Joaquín Ortiz. esí por el estilo a cada uno le va haciendo. sus indicaciones. Vaya aprendiendo de León Cortés, le decía a otroj enójese bastante cuando lHegue el momento, pero terminar tino de esos discursos calientes no haga lo de dos León, que e2 sienta riéndose y con su sonrisa destruye el efecto de sus palabras. Vea, le dijo a don Silverio Chaverri; cuando usted hable hágalo bien despacio para que no le pasen las de dou Carlos Leiva que dice cel denuncio de esos terroneso pof decir de esos terrenos. Mire doctor, le explicaba el otro día al doctor Cab2zas usted que tiene tanta gracia para contar un chile, haga las de otros diputados, que cuando hacen un discurso largo cuentan cuentos con sal y pimienta; eso es muy riata y, hasta los retratos de los ex presidentes se desgajan de de hay que ver después todas las cosas que dice y hace. Teodulo. qué están discutiendo. Tercer debate del Código de Procedimientas Fiscales; la contrarréplica de don Carlos Brenes a observaciones de Ernesto Ortiz. Bueno, cuando vayan a votar arrimate con disimalo y me despertás. Pero Teodulo, que es una zorra seya para la Secreto.
ría pretextaudo algán que hacer y cuando llega la hora de votar, el diputado, que se ha dormido confado en que Peo»
dulo ha de venir a despertarlo, cuando siente en sus sueñios es un movimiento general, abre los ojos y ve que los seño res compañeros uzos se van parando, otros se agarran del pupitre, otros están medio sentados y en el primer momento no se da cuenta exacta, Es que se paran para votar, pero el que sale del sueño cree o quese ha declarado una revolución, o que se se está sofiando o que es temblor y a veces vota en pro de loque sz había propuesto votar en contra, y a veces vota en contra de lo que se había propuesto y hasta comprometido para hacerlo pasar, Claro que esto pasaba antes. En el Congreso de hoy ni a tiros. Ahora les que parecen dormidos no lo están; al contrarlo; si clerrag los ojos, señal que están viendo más que los que los zbrea.
El reglamento, las convocatorias, las actas y hasta los dictámenes se los sab2 Tesdulo mejor que los señores di putedos; y hay que verlo cuendo dico, esto no pasará; costo cs inconstitucional; esto está contra el reglamento; hoy 22 acabará la discusión. cuenta, en sus intimidades. que en más de una cra sión ha tenido que hacer los dictámenos, es nonis para sacar de apuros; cuando va que un señor diputedo emplecs a trobarse, corre y de arrima un gran vaso de apua. Nator ralmente, con la impresión del agua y con los momentos de reposo que tarda en tomársola, el hombre vuelvo y eszo otra vez los estribos. vecos les sopla y los disenreos soler maravillosos.
Otras veces, cuando quiera que pierdan los combos 22 los arrima despacio. cenando el diputedo va a ceher afuera sus prandes argumentos, cou sus més doridos par»
jos oratorlos, Tezdulo le dico: ento que pora hey no tengo plato; tal vaz entro unes quires días. Naturaimente cl oíry plerda la pronuncia, emplea a confundir y por Ón 13 sienta, cunedo para el controrio y rofutirio, Tordalo, derda detrás del Presidonte le encaña lo proa maserodo y lo bere saxos corno diciéndole: a lo salida, tedo lo quae quioro. imoginones uricdes los brícz que le entren a 10 eric»
toro en caanto lo hocon ans coñito do estos. os, con esto politiquito, ceñates csentes 12 han cmancdo, exóntos s2 han pordido.
D3 uedo que Teriulo cacuta más que la oporía de pu Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.