Guardar

Domingo de Marzo de 1928 KÁ DIARIO DE COSTA BICS Ea icdas las muecas se encuentra zios éticos la rero Arise us AGUA MINERAL LA ted por el Telétoro 3 y enseguiña tecirá mrted esta mz eran y tolcs Esta que acaba de paser ba sido la semana que pu remos designar con el poético nombre de semanz del pe 1; desde que empezó e alborear el lunes la gente tuvo fija, entre tizne y tizne, una idea: la del quorum.
El primero de marzo según sabia disposición legal, deberízn reunirse los padres ñe le patria, llamados vulgarmente y por modo despectivo so diputados, eon el fin de santifi icer la unión de don Cleto la Presidencia, Porque para usar expresiones corrien os y molientes del lenguaje que todos entendemos, se pue e decir que la presidencia estaba viviendo eon don Cleto «de el doce; pero que ya el primero de marzo los padres je dieron la bendición a este ayuntamiento y ahora son ma o y mujer que empezarán su vida conyugal el ocho de meyo e las doce del día, según es pública voz y fama y to dos lo esperamos, aunque el temor nos diga que ha habido eñora que de las gradas de la iglesia se echa para atrás y! a ro entra ni a balazos.
Pues bien; para santificar esta unión era necesario el y quorum; porque si no lo había, don Cleto y la Presidencia continuaban como si se hubieran juntado detrás de la igle sia y el padre oficiante hubiera sido el padre Gúitite. Pueden ustedes ealeular como en nuestra sociedad hacl bría verdadero pánico, viendo a don Cleto, a un señor cor ro don Cleto, en posición tal. De allí las carreras de antes. habrá quorum? No lo habrá?
Fueron días de verdadera congoja; fatalmente, los dle sisistas de la Cámara eran 28, el General Volío contado en. tre ellos; uno más y la cosa estaba hecha; pero que ese uno Ise dificultara y don Cleto tendría que dar el escándalo. Se pensó en León Fernández Rodríguez. Pero León ¡jempezó a hablar de un famoso viaje a no sé qué regiones encantadas y se vió que con semejante León pocas eosas podrían hacerse; en una palabra, que no salió el león tan. Lrayo como lo pintaban. Para mí que León lo que quería eya coquetear: estaba haciéndose el Rosita; pero los otros. que sabían que cuando una puerta se cierra se abren ipso cia doscientas más, dejaron a León en su coqueteo y en ¡vez de darle cuerda le volvieron la espalda. León se quedó perfumado y sin quien lo olicra.
Siun León se esquiva y se hace el rogado, allí estaba come un solo hombre don Ramón Jacinto. don Ramón ¡le ha pasado en esta campaña para él lo mismo es punta ygue pico; la punta de don Cleto le tiene con el mismo cui «dado que el pico de Carlos María. ya que en us manos estaba que la marcha legal y recta de las cosas no se detuviera, don Ramón Jacinto se dijo: voy, formo el quorum, la vida apacible y diáfana de nuestra democracia sigue, se acaban las vainas, se acaban los enredos, don Ricardo sigue tan contento como don Cleto, y todo pasará bien. Con tales reflexiones don Ramón Jacinto se descolgó para el Congreso y formó el quorum.
dicho sea en honor de la verdad, los carlistas lo que zo querían era ir a una sesión como esa de la proclamación de don Cleto. No es que tuvieran empeño en que las cosas quedaran así o asá; en que no se legalizara la elección de su enemigo de ayer. Lo que no querían era ir a ver la carila que los otros pondrían y claro, razón les sobraba.
La cuestión es que las carerras de antes del quorum se convirtieron en una sana sonrisa a la hora en que, ya deniro del salón, se contaron y vieron que eran 29. La patria se había salvado. Se habían salvado algunas otras cosas más que la patria. Todo estaba al pelo.
ANTES DEL QUORUM. EX EL QUORUM DESPUES DEL QUORUM De domingo a domingo La cosa se hizo; se santificó la torta de don Cleto. vinieron después las cosas de después del cuorum Que son, con pequeñas diferencias, las de desde el día de las elecciones: unz pedidera que se ba soltedo que ya es tas horas no sabemos quienes van a ser los 1vinistros, ni quienes los comandantes, ni los gobernadores, ni el demo nio. Según parece don Cleto ha dicho: antes del quorum bien, en el quorum mejor, pero después del quorum. es toy con genas de que busquen otro porque me tienen frito.
En esta pascua el chompipe tenía que ser don Ricardo. él se le pegeríen las petecas quieras que no.
Hace años había en esta ciudad un divino juego de argollas de que era empresa rio un gallego más vivo que toda Andalucía; se gún dicho juego uno compraba unas argollas para tiralas unos puñales enfilados por delante; si uno ensertaba la Er, golla, perdía; y si no, también perdía. El único que gar naba siempre era el gallego del cuento.
Así era la política que acaba de pasar para don Ricardo. Si Carlos María la ensartaba, don Ricardo perdía; y si el que ganaba era don Cleto, también perdía don Ricardo.
Ninguro de los dos arriesgaba tanto como don Ricardo. Porque si alguien la tenía segura, era él Que don Cleto la perdía? Pues don Ricardo era el cul pable porque había apoyado a Carlos María con los cuarteles, con los jefes políticos, con cuanto había podido. Así, quien no.
Que el que la perdía era don Carlos? Pues el que tenía la culpa de la pérdida de don Carlos había de. ser don Ricardo, porque don Ricardo era eletista y había hecho presión en favor de don Cleto. así ha resultado la cosa; fué primero Cleto Peralta; y Juan Valenciano; después Moisés Aguilar y por último don Carlos María; se le han venido encima a don Ricardo, le han dicho que además de ser un mal republicano les ha resultado un mal amigo; porque lo que don Ricado debió haber hecho para ser buen republicano y mejor amigo, era haber hecho que ganara don Carlos María. ese es el pleito a estas horas: si don Ricardo debía haber hecho que ganara don Carlos María o si hizo bien ha ciendo lo que hizo.
Ademas, eso de que le haya dicho a Moisés que destazara dos reses si los cletos destazaban una, es una cosa muy fea que no la debe hacer un republicano.
Dón Richard a todo esto pone el gesto despectivo y sos tiene que aquí pasa lo que en todas partes del mundo: que el que pierde se encueta y hasta rompe el naipe. Que los carlistas están calientes con el amargo de la derrota y que han encontrado lo más chiche empujarle a él las culpas, como al asno famoso de loz judíos, que cargado con todos los pecados del pueblo era echado al desierto.
Tenía que haber un paganini y ha resultado lo más có modo que sea don Ricardo.
Cordero pascual de este año, don Ricado tendrá que cargar con el chaparrón que le venga encima y contestará o no contestará. De lo que sí estamos seguros es que no ha brá quien lo defienda. Ya don Ricardo se va, ya no tiene 3nás que dos meses de tiempo. ya no vale la pena ser su amigo. Para qué? Bonito es ser amigo de un presidente cuando entra; pero cuando ya está para salir, es como sar carse una aproximación con un vigésimo y perder el peda: cito a la salida de misa de once el domingo del sorteo.
EL CORDERO PASCUAL FA ra. ES. Le ceca La Junta de EduEN EL BOSQUE DE LOS NIÑOS Ernsayaremos la gran para IRRIGACION Facil aplicación Gasto VAYAN VERLA sricu tor Domingo del corriente a las 2.
Soma Htaliana CALORNP Máximo readimiento cación protede a un artista fin de estimular a los escri tcres nacionales, la junta de eáucación de aqui compra en la inedida de sus pocos recursos económicos los libros nacionales que se publican y que puedan adoptarse para las escuelas.
Ahora es el percioso libro de Elarca Milznés el que se ha sd Quirido para las bibliotecas de ruestras escuelas capitalinas pa ra que los muestros y los niños de sexto grado se deleltea con e s3 reciente publicación.
Unz pequeña partida del precioso libro de la escritora Milanéz y Cel artista Solano se ha dido esta semana y seri cis jente entre to; minimo vendi Imprenta Discurso del Lic. don Alejandro Águi de la inauguración del Pabellón de de la Universidad A acio Señores: Cuando todavía vibra en este ambiente sereno, ilumicedo por se desprende de las las de Palas aienea la Irase persuasi va de nuestro Azestro, del esclarecido publicista, gloria y prez de las letras patrias, don Alberio Brenes Córdoba, tócame por designación que me honra de la Junta Diractiva del Colegio de Abogados. ributer en este discurso un Eomenaje de fespeto y simpatia la venerada meroria de aquel otro maestro ilustre, el Licerciade don Alejandro Aguilar García, integérrimo Magistrado cuyo espíritu después de haber lo recido en las nobles disciplinas de la enseñenza y la justicia, res plandece hoy en las esferas de la inmortalidad.
Dos acontecimientos, igualmen te menmrables en los anales de esta Escuela contribuyen a pres tarle inusitada solemnidad a es te acto: hoy inauguramos este elegante pabellón que es una par te del edificio universitario, la que corresponde a los estudiantes de la ciencia que los juristas romanos, en su lenguaje expresivo y al mismo tiempo elocuente, definieron como el conocimiento de las cosas divinas y hu manas; y hoy, por modo definitivo queda ya colocado en este recinto ese cuadro que todos admiramos, que todos reverenciamos, porque en él aparece repre sentada, con aquel aspecto majestuoso y elegante que fué siem pre el suyo, la imagen de uno de los varones preclaros de ja República, de uno de los árboles seculares del bosque milagroso a cuya sombra Costa Rica cosechó los frutos, dulees y Íngosos, del siglo de oro de su vida.
Véome obligado a hacer un és fuerzo apreciable para rmantener el tono firme de mi voz, cuan do pienso que yo tuve el privileglo de pertenecer al último grupo de estudiantes que en esla es cuela oyera las explicaciones que deba sobre el Derecho Civil en clases, ilustradas y brillan tes, don Alejandro Alvarado; cuando recuerdo aquellas inolvi dables mañanas en que venía a las aulas con mi espíritu repleto de anhelos a escuchar en las pri meras horas de cada día importantes disertaciones sobre los complejos capítulos del primer libro de nuestro Código Civil, di sertaciones que salían por los fi nos labios del maestro con tanta dulzura, cuando se encaminaban a aclarar un concepto difícil en la mente inexperta del estudian te, como volvíanse rotundas y enérgicas, cuando interpretaban los sentimientos profundos o las intimas convicciones, sobre lus cuales, como en granítica roca, él edificó siempre sus luminosas doctrinas y principios. Cómo podria desvanecerse el recuerdo del porte altivo y elegante del Maestro, de. aquel ademán distinguido con que contestaba a los saludos de todos sus estimadores, de aquella impecable critud. Cúmo no deciros esta ocasión que su figura prócera, tau comedida y atildada de suyl ya entro las agitaciores que arduos debates daban lugar o ¡arrelatzda per el noble afín de resolver problemas cientificos, que sosrecias a los prelanos tor mo inextrieubles, er erguizse Cesde 73 con tarta aduives, 120 enn. Diario de Costa Rira limitada por todos majestad de aquell Jueces ru rázos que la Hisuoria nunca olvida porque ellos, como mensaJeros inspirados de lo alzo, desde el area de la josticia pronunélaron les tórmulas jurídicas y declararon los postulados más elocuentes que los pensedores hayan aduirado jamés? lo que todavía me sorprezde, es que el catedrático arrebatar por el vuelo de la izspiración, en el momento más é¿lsido de ese debate, cuando ya es Taba lindes de aquellas limitaciones trazadas por el gusto más exquisito, dentro del cual desenvolvió se siempre su personalidad toda, podía moderar el gesto, suavizar la voz, matizándola con cadencias impregnedas de secretos armonies, con lo que terminaba pausadamente la clase, como el sacerdote que concluye un rito sagrado, envolviendo todo el am biente en aquella. sonrisa con que se despedía de los discipulos, esa expresiva sonrisa que al libujarse, como un destello de ernura, según lo dijo el poea, dábale a su rostro, ceñido por una corona de blancos cabe¿Jos el aspecio de una de esas ca dezas que en mármol de Carrara esculpieron las divinas manos de Rodin!
En la historia misma de la Universidad que está punto de recobrarse de su largo sopor encontramos huellas indelebles del ucendrado amor que profesó siempre el Licenciado Alvarado García a esta causa elevada y trascendental de la cultura, que así se dejara; purto de traspaser las te mo Dircctisa de la vieja Uni dad y, como Pector de ellz, después, reslizó una labor que no olvidaremos nunca quienes en forma rmodesta, pero sincera Ser vimos estos altos intereses de la cultura nacioral. iniciativa su ya se creó el Instituto Universitario que vizo a llenar el vacio ocasionado con la clausura del Institato Nacional; y suyo fué tembién el proyecto aque dió lagar a la formación de la Biblioca Universitaria, simiente de Gonde kubo de surgir con el correr de los años y merced al epo yo de esclarecidos gobernantes la elegante y bien nutrida Biblioteca Nacional, de que hoy podemos estar con no poca justiciz, ergzullosos los costarricenses.
Jóvenes alumnos de la Escuela de Derecno: esda vez que Heguéla e esta casa. al contemplar ese lienzo, brote genial de un artizta consagrado, recordad que es una reliquia de vuestra escuéla, de nuestra Escuela de De recho; ved como allí se refleja iarfíacha la Escuel nal PAGIIA SIETE do politico. Eesordar, finulmente, que aquel patriarca axe yeís sentado cou un dibro en su maro caballerosa, tuyo una llave de oro con la que supo abrirse las puerízs de la vida: la exquisita cultura que parecia en cn don exclusivo de su privilegiado temperamento. Sed, romo él, jávenes, un inmaculado corjunto de bondad y de cultura, de virtudes privadas y de virtudes ciu dadanas!
El gran conquistador macedó juzgador de voluntades, recorda ba su padre Filipo porque le había dado la vida; pero; en cam bio, reverenciaba sa maestro, porque le había enseñado a vi vir bien. Esto último, saber vivir, vivir para la justicia, vivir para la virtud, fué lo que ros en señó el varón a cuya memoria tributo hoy el homenaje de mi más profundo respeto. Su cuerpo se mantuvo enhiesto aun en los últimos instantes de su vida, tanas; fulguró siempre su espíentre matices de una luz que parece tamizarse al través de las facetas de un diamente la efigie de quien en vida fué una de las múltiples responsabilidades, que entraña la misión harto dificil de dar cada uno lo que es suyo; no olvidéis que don Alejandro Alvarado García, don Alberto Brenes Córdoba, don Alfonso Jiménez Rojas y otros jurisconsultos tan sabios y nobles como ellos, hicieron de la matratura, la primera y más res peotada función en nuestro estaritu como el oro que brilla allá en el fondo de los ricos veneros de nuestra naturaleza, manteniéndose de contínuo lejos del alcance de la maledicencia, puro siempre, con la pureza de esas aguas que, cual rizos de plata, se desprenden de nuestras erguidas cimas para fertilizar con sus rumorosas corrientes exten os y pintorescos valles y para reanimar con sus fúlgidas gotas las perfumadas corolas de las flores de nuestros jardines!
He dicho. n Pidan Presupuestos a Federico Solórzano Apartado o 457 corrección de su vestir, todo pulf, Llegará un prominente Teosofista Tur La colectividad teosófica aquí despliega sus actividades ha tenido aviso de que muy pron to vendrá 21 país el vicepresiden te general del credo tecsófico con el Ziz de dar varias ennferencias El delegado es el Zass y sealor JinaNegará seop que¡de su señora, Aetcalmente está en las Antillas y el centro de Costa Rica pegará todos los gastos de pavegación y residencia, Perece que el señor JinarajaCasa es una eminencia en la re Teléiono o 1418 m3 no parahoy En Escasú durante todo el día cox servicio constante para los visjeros de rápidos. El vizje solo cuesta medio colón y hay un resasrant con todo na encrre como les cedros de nuestras mon nico, dominador de pueblos y so

    Democracy
    Notas

    Este documento no posee notas.