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Y a E Ra Faja Hb Oj ali lps HE dl INE BR na Ap EN y AT ENTE y a!
lie din abi a AS dr sy Land En an ia ES A S88U LÁAA A4 WHR da Parte É AR 3) ma Sen José, Costa Rica Domingo de Marzo de 1925 NUM. 260 a a Una tez ta des voces la Ten He Qaé deseas. Que me libres de 02 enetizo encxruirado y ersel que me pers. Quién es. Cómo se igue.
Tama. Xo si; no le corozco. Pero echa a perder todas mis acciones, desbaraía mi prozectos, 3n mis Tcer zas, deshsca mis propósitos, opone a cada cose mil trabas, me martiriza, me oprime, me sofoca.
Le Suerte sonrió con ironia. De qué te sirve quejerze? Yo na puedo hacer nada por tí. Ese enemigo es superior a todo mi poder. Quién es. Le ronoces. Yo te ayudaré a que me libres de su maléñica influencia. Sí lo conozco respondió la Suerte, Aqaí lo tienes: el Eombre vió mira, sa propio eoraón.
Carmen Sylwa, EL AMOR ¡Oh amor, niño poeta, Jegislador taomaturgo, alquimista caprichoso de la naturafeza! Tu juguete es el cora.
zón. Tú poema es la vida. Tú vuelves a fas tiranos, esclavos; a los podezoses, uendigos; a los genios, idiotos; a los simples, iluminados. Los. siglos Horan por tus esprichos. Los ustroz fieman tos juramentos. Té creas uu infinito de Jasnada, Tú: des. 4 vaneces Un universo en un suspiro.
Tu silencio habla más que todas las lenguss. tus puntos: suspensivos Megan hesta Dios. Tus Jeyes son gracia, Tus súplicas son decretos Tá haces de una mirada una literatu ya, de coa lágrima un otézno, de un boso wma ascensión nl sol, de una tumbz as lecho pera la eternidad!
Julio Herrera y Relesig.
HISTORIA La contemplación del mar es grave y bosta torturadora muchas veces.
Vuelos el cornzón insaciable, le da Entufre el infinito; la contemplación Es río es reelancólica y tiene ro sé qué de elegizco que bace languideese. Pero la fuenje, la fuente niña, ol egua jugando a la comba con la lux, estallazdo en el ajre como un coheie y haciendo collares multicolores para la piedra severa, es uno mediciaz espiritcal, el rejor de los recomwtiteyentes, el espectáculo de gora méz completo que e pueda dar gua que ofrece en si misma Jos deTes mejores: la belleza, la frescura, el ¡Calla OA ala en trizsfo la eriorora se. las fuentes son la exi al hombre. Us pueblo ri úblicss sería el més activo y jovial de tofos los pueblos.
En loz patloz de recreo de las eseuelís dl foente constantemente abiermal Pomo te a ella ¡qué saludables lMegaríaz al alme del niño! Cuántas lecciones disertaciones hermosas inspiraría el del zgue. del mísmo modo que las bo.
gueras son la exaliación de la luz.
Juana de Tbarborou.
INTERIORES CAJAS DE MARIPOSAS Están detrás de la silla donde sue le sentarse escribir el dueño de la cosa, a uno y otro lado del testero, en sitio reservado por otros a los diplomas universitarios. no es que carezca de diplomas, ro; pero, tal vez por dedicarse a labores áridas, gusta de tener siempre ante ef flores flores de papel y detrás, dos cajas de mariposas momificadas.
Bajo los vidrios, las alos, muy YÍsidas, alíneanse con simetría mul ticolor. Entre ceda dos alas el gu senito muerto muestra la cabeza pla tezda de un alfiler. Las hay rosadas. las hoy de tierno amarillo, de ater ciopelados violetas, esmeraldinas, de carmín, jaspeadas, azules irisadas; una recuerda la piel del jogúar, otra parece haber recibido en trazlórida superficie todo el polen de u na floresta, otra sogeiere la imugen de una. paleta de pintor.
En el decorado sombrío del despacho, las dos cajas cuadrangulares abiertas a jardin de primavera. Cuando el due semejan. ventanitas un ño trabaja enfilando cifras sobre el papel, su gruesa cabeza se interpo.
ne entre la luz y las mariposas, oscurecen hasta confundirse con el muro. Pero a veces, en la alta noche, el matemático soca de lo más hondo de su cajón ua amarillenta fotografía desde donde de sonríen los ojos melancólicos de una mujer que ya no está en el mundo; la mira largo rato, larguísimo rato; se in clina sobre ella, y, al inclinarse, la loz se derrama sobre el testera súbitamente. dijórsse que entences, sólo enlYamads ¡sia que el trágico cotidiano ka tonces, ln gran mariposa eloado dentro de aquel cuerpo con el alfiler del deber, abre sus úlas; y que las mariposas reverberantes de las csjns, son el eco de aquel atezeo tardío, los pensamientos de la El sarudor es coma Un braso que pobre cibera esída. o de un verde y lamezrte 2l peirarie, deró la maca cue envidiaha La Princesa Encantada La mano de un ensueño re condujo la Alhambra de mármol y cristal, Zonde encantada yaces, bajo el lujo ¡Palomita Sultena. En tu esb 02 reranjal Za, SIO co de fuentes. elós de pirralos debiera hsber una la dulce solicitud Fué deseo deseado AIEEEAEAADES LAS CARTAS DE AMOR Asi como en lo materizl del acen (3 la voz apasionada tiende natural mente a reforzar su inflexión musieal, asi en cuento a la forma de ex presión, el alma que un vivo sentimiento caldaa. propernde por natura leza a Jo poético, lo plástico y figurativo. Cuántas cartos marchbitos e ignoradas merecerían exbumarse ¿el arca de las reliquias de emor, para mostrar como «el propio espíritu ja mune de toda vanidad literaria y na de experto én artes de estilo, arran ea a ls inspiración del amor tesoros de sencilla hermosura y de expresión vibrante y pintoresca, qué emo len los aciertos de la aptitud ge nia!
Amor: es revYeleción de poesía, mecgisterio que consagra al poeta, vi sitación por cuyo medio logra visi en la misma Inbor de la mente nus tantes de pocta quien no lo es; tera y grave en la empresa del sdhio y del filósofo, de suele proceder la fuerza que completa la. unidad armoniosa de la obra del genio, la del saber y les construcciones del en ufadiendo a eíntesía bercálea tendimiento reflexivo, el elemento rcfable que radica en las nes de la sensibilidad: la parte de intniciomisterio, de religión, de poesía, de gracia, de belleza, que en la grande ubra faltaba, y que después de 0n amor, real y sofado, e infunde en élla, para darle nueva vida espivito, nuevo sentido y traseendencia, como cuando la memoria de Clotil de de Vauxz, obrando, modo de taHsmánico prestigio, scbre el alma de Comte, hace transfigurario el to no de su pensamiento y dilaturse los horizontes de sn filesofía cor la idesi y que hosta extonoes habla estado 4zsente de ella y por comunicación dela el perspestira religiosz. ntes árido filósife desenVegando casia la za ción del Hlerolazie Exrigae EODO atorrá en pal Yo vencaré Exaounes para Dazar Eonda ma E. o. o a Yo ergris. El pea Ce O3ianies pelrerónelcro de ma ebelera. en les perimbras de EL RECUERDO fl Un recuerdo me enaronra, y tiene tanta virtud que toda mi juventud en él se recrea y mora.
Mi alma, de sí, no es señora, pues domina en su amplitud de este recuerdo que añora. en mi memoria salvado, para siempre redivivo, perdurar y persistir, que encarnó en momento activo para gazarse y morir. S7 hs; e 2 a la suerte, interrumpen en sobresalto el sucño del alma que descansaba en la monotonía de la prosperidad. Sin embargo, cuando el infortunio le lega de este modo, no cree el hombre que se despierta, sino que sueña; para el que siempre ha sido feliz la desesperación empiezo por el estupor.
La adversidad imprevista se parece la pesadilla; agita, pero embota los sentidos y la espantosa ur que nos ofrece no es la luz de la vida. Los hombres, las cosas y los hechos pasan entonces delante de nuestros ojos con cierto modo, y se mueven como en un sueño.
hna fisonomía fantástica en Todo tambta en el horizonte de nuestra vida, atmósfera y perspectiva; pero pasa mucho tiempo antes que pierda ntueatros ojos aquella especie de imagen luminosa de la pasada ventura que lo sigue, y que, interponiéndoñe continuamente entre ellos y el presente. sombrío, cambia su color y dá no só qué de falso a la realidad Entonces todo lo que es, nos parece imposible y absurdo; apensó ereemos en nuestra propia existencia porque bo hallando en torno de nosotros nada de lo que componía nuestro sér, no comprendemos cómo fodo aquello puede haber desnparecido sin arrebatarnos consigo, ni por qué tanta destrucción ha de sobrevivir tan eólo nuestra vida. Si »e prolonga reta vio»
lenta situación del elmn, trastorma el equilibrio del pensamiento y, produce la locura, estado acaso feliz, en que la vida no es para el desgraciado más que una visión, de que él mismo es el misterioso fantasma.
Victor HUGO.
EL ESTILO LA BELLESA La hermesura es numa cualidad esti tica, en tinto la xr Lin dividido el arte elegancia es uz e2a dd dinámica, los estéticos ya Lloan artes del es pacio y antes del tiempo En la a tas especiales (uz enadro, una escul Fercite de. gorad la ctra se peocih ma vez Gmeriniaeiót en 174 pares y tie Za retenida ALZA rr a SRARIA spai ABANDOMO con intima desazón.
Rompiste la trabazón del por qué, del cómo y cuándo, y asi te fui abandonando alma, juició y corazón.
Te entregué hasta mis laureles. no queda en los vergeles de lo que fué mi albedrío otra cosa que cederte que el ciprés recto y global, único, indistinto, como lo podria ser, al paladar, el gusto del agua y vino mezclados. En camblo, el oído educado, en cada acorde desintegra y aprecia cada una de las notas y tímbres que lo componen, cori nó ma yor esfuerzo que la retina, por ruda e ineducada que sea, distingue dentro del arco iris colores ensamblados, fun didos.
Confusionismo de las artes Cierta música moderna pretende íntima del color. Pero, digase lo que gotar todo el contenido de este arte en la mera armonía, eguiparando ls múnica con las artes del espacio, sin gularmente con la pintura y; de aquí que se hable tanto del color de al gunas sinfonías actuales y de que el sonido debe provocar la emoción más se quiera, el sonido jamás nos afectará como color, ni el color como soni úo, según pretende también alguna es cuela de pintura demasiadamente sm biciosa; este eonfusionismo de las ertes es sobremanera nocivo para la creación estética. Sin duda, en el úl timo ápice de la sensibilidad, todas las emociones de los sentidos la vista, el oído, el paladsr, el olínto, el tecto se asocian y funder de mane Pero la tna zona pssiva de la personalidad, sa míster Abilidad es cuya carscterística consiste en ser inefable. No podemos expresar ni dar ezerta de un color, ni de ua sonido, ri de una degustación, ni de un pla cer del tzcto, a no ser produciéndolo o mostrándolo dentro de la realidad externa ¿eómo es posible expresar lo que es un do, o ur lo, o un re, si no e2ntando essa motas, ni evocar el To jo, a quiea no azbe lo que es, sino mostrándole esa cosa rojas? y cuzzdo esto ro es tacedero, apelamos a lis a lesiones, a lus comparaciones; y por Éltico, pera en 3lposa maceza ege sir la inefztle senazción que experi mentunes, ascendemos Una peripec uns alte, dende el ápice de ls sensibi lidad, y nos valemsa de esoeiaciones oiules de anos seniiles con HO Razón de la sinrazón que en mi ser vas penetrando me doblegó ente tu mando.
de la idea de la muerte.
Salvador MARADIAGA. NÉS AnS Pa ea ETE sombrío EEES EA SERE pueden existir) y traslucir que nues tro yo pasivo, nuestra sensibilidad, ha sido afectado con contactos de natura leza inefable, puesto que todo lo sen: sual es inefable. Mas la operación del artista ya no es pasiva, eomo lo es la de la sensibilidad, a la cual la obra de arte está destinada, sino que es uho operación activa, creativa de formas sensibles; la sóla expresión direc ta de la La de on insólito matiz de rojo la expresa rá el pintor que acierte a pintar pre cisamente ese matiz. sí bien en el expectador de la obra de arte es, no ya Mecito sino. necesario, expresarse por 2sociaciones ser. soriales y declarar que una eadencia le produce una impresión de dulzura, o tal cuadro una emoción méjodiósa, en el artista se ría, no ya ilusorio, síno hesta estúpi do, fígurarse que, en efecto, el oyen to de ln cadencia dulce siente un deslefrse de azúcar en la lengua y que a quel que no estima la melodías del cua dro es porgue materialmente está gor do de los oídos.
Volviendo al punto en donde nos he mos desviado; supuesto que la músi ca tenga migo de arte especial, por la simultaneidad de sonidos en que con siete la armonía, claro es que lo pre dominante en ella es la continuidad la jón; en definitiva, la meledía.
La literatura es eminentemente el arte temporal. Su mstería propia es cuanto en el mundo y dentro del hom bre hay de dinámico y sucesivo; nun ea lo estático y lo rincrónico.
La eualidad estética del estilo lite rarjo será, por tonto, la elegancia, tós que la belleza. Cuando oigo pregonar la belleza de un estilo literario me acomete enseguida la sospecha de que se trata de on tul eseritor. La belleza eousiste esxcnciulmente en la preporeión, Pafa que eshemos de ver ly proporción Zeznester que lor pas 108 proza ados) que le integra 10 Eallen en nuestra presencia alneróni comente; de lo contrario, 2óivinasemes sua posible proporción, la presa siremes, qero no la echamos de ver, so la sectimos en lo lterarooa Es PATIOR FS ATTESIYOS, CODLIATIS, embacie 22 de es obligazorio la decadencia de crizcra belínica enando al ener le quiso imprimir mo pues zo y al rostro sonrisa, siendo estas dos sitrariores fugares y ze la finalidid intrínseca de ente 2ypasajeras te, r, lejos de producir arado, eses ben impresión angustiosa (nada hiz in angustioso como tiza sonriza inconmovible y convencional, o un mo simiento indeceso que no concluye de rez Oivarsej, o Literatura y realidad: Iníciase, en reslidad, una decadencla cusrdo, sometiendo un arte partiestéril tortura, ze le pide que cular asuma formas de expresión contradie torias con su naturaleza (que una pin tura cante, qué una múósica pinte, que unz escultura fluya y se agite. Cier to que la expresión intrínseca y pecu de a la liar que (el arte, sin duda, de periferia más ex tensa. es el ápice último de la sensi bilidad, donde todas las emociones de los sentidos, de los sentidos corpora les y asimizmo del sentido íntimo, les psicólogos denominan eenestesía, más el gráfico del juicio o discurso intelectual frente a los objetos, más un misterioso agente que toda lo amalgarma y transforma, y es la imari nación creadora, quid divinum. en suma, una conciencia o intoición su premas y directísimas de la realidad, asf externa domo espiritual MHabida cuenta de este fenómeno, reside en la potencialidad literaria todo tras sugerir Ynaje de sensaciones, Sugerirlas, a la ás mas no hacerlas sentir efectivamente, a no ser las sensaciones y emociones de orden más bien psicológico que sensorial (Un trozo de literatura pue de producir más terror o persuadir a mayor amor que la realidad misma, le rror y amor, o fanatismo, verdaderos; pero no puede esosar la impresión de frio como una temperatura de diez grados bujo cero, ni un deleite de Fra gancía como una rosa, ni el gore en trañable de un beso apasionado, si no más bien un reflejo o proyección idezl de elloz en la imaginación, refle jo que no por ser más descarnado de ja de eer en cierta mantra más complejo, más íntegro, más elevado, por ser más consciente. La belleza de que es suceptible el es tilo literario ae agota en la belleza neramente conceptual. An en kh lite retura descriptiva y de imágenes, la imagen Jitersrio, aunque suglere la sensación, no Cs una sensación Pura, sino una sensación trasportada al sim bolismo o representación oral Si al lenguaje se le quisiese otorgar espacidad estrictamente sensual, emancipada del concepto, se liegaría, por un procedimiento fatal, al dadaís reverbera en tus ojos de miz em aarsie Los de da bona époa ennT Finges una vi cuando el sol besa, con p: 1OKJ0r e Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica.
QICAE Campesina Costarricense En uu carro de bueyes, la mañana te halla en carsino la ciudad distante, y diseña en tu faz rosos de grena.
jente porcelana lu rostro ercarminado y rozagante como la madurez de un manzana.
200, caos hemos. los en el de sisunos o cues, hase sa siglo, por intua. dir a la Eterazarz, con.
en gúcero de bellezz propia de orras Ertes, señaladameste la pintura, como que yz mo es pintura (de la propia susne que el dadaíemo ya mo es literatura. tede el empeño de zlranos, pintoreménticos, de la misma época, Ote de nana HERMANO JUAN Hermano Juan. por qué es us ted tan pobrecito. Es verdad que usted ha sido muy rico. Todos hemos sido ricos en este mundo; todos lo somos. Las riqueM en el razó ¡Ay no leve en el corazón las 1is3s las del que euezast Hermane Juan: si ba sido usted rico. cómo se poede acostumbrar vivir tan pobre. Yo no soy pobre, hija mía. Ts pobre el que lo recesita todo, y no ticne nada. Yo no necesito nada de los bienes del mundo. Hermano Juan: vu mesa de Dsted vivía en un palacio. Es did?
ver. AMis palacios son los vientos, el agua, las montañas y los árbo.
les, cea Hermano Juan. euúntos dos tenía usted. Los criados que tengo son las. vecitas del cielo y las Morecillas de. los caminos. Hremano Juan; pu mesa de ted era espléndida, había en ella dol Jos más. exquisitos Manjares. Mis manjares sgoh ahora el plo de dos buenos corazorés. Hermano Juan: usted ha visita do todos los países del rmoudo. Babrá visto usted toúns Jas Pas?
maravi Las maravillas que yo veo sb hh fa de les almas ingenuas y la esariba. perarza que nunca Hermano Jazn: decirlo; pero Ec cido contar que uz EQ me 2trero ted ha amado, El amor que conosco ahora es el amor más alto. Es la piedad por te de. AZOBIN DIE ORO TA OOOO AAA dizmante asión de amante, o Vez

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