PAGINA DOCE Fracmento de uy cepitelo de La lodependencia y otros epi¿ndias, l2 obra de don Ricardo Parnández Guardia gue acoLa de salir a luz. Ez Caríago corrien incistentes rumores de un complor im.
perizlistz para apoderarse de cuartel; pero las funciones reMziosas de la Semana Santa absorbian la atención geveral, no Creyendo nadie gue pudiese acontecer semejante cosa en días ían solemnes y por todos respetodos. pesar del aviso que le diera don Joaquín de Iglesizs en la semana anterior, el comandante Lombardo se inostraba muy escéptico y confiado, asistiendo puntualmente a las procesiones con las demás autoriCedez. No se departió de su actitud impasible ni con motivo úe un incidente que fué mmny comentado. El Viernes Santo, al desfilar la procesión del Santo Entierro, el cura don José JoaGuin de Alvarado dijo en alta voz desde una ventana de su casá y dirigiendos a los milicia 20S. Siempre cuento con ustedes. par proclamar el imperio. El estado de la guarnición del cuartel na podía ser más favorable para los imperialistas serviles, como los llamaban sus. adversarios, Suprimido el refuerzo republicano, habia que dado redocida a unos pocos soldados de oficio Hamados vete raros. que desde hacía largo tiempo servían a las órdenes del eomandante local don Joaquín de Oreamuno y eran todos impe rialistas. En la mañana del Sábado Santo 29 de marzo, el pífano Santiago. Quesada fué a decirle a Lombardo que se trataba de asaltar el cuartel de un momento a otro y a confesarle que cstaba comprometido en la cons. viración. El comandante general le respondió que no hiciese caso de semejantes patrañas.
Poco después fué a visitarle tam bién el sargento lldefonso. AlTILDA AAA ES AZ y le dijo lo teismo, tesinnán ádemis la conveniencia de sar el cuartel con milicianos ilberales. YA tarde tz respondió Iombardo, no tenzo de quién Sarme, Dox Joanuín de Iglesias y don Frencisco Sáenz, alezldes de la ciudad, copnferenciaron al me diodia con el comandante general; pero no pudieron lograr tomase ninguna medida de defensa. la una de la tarde el ninistro de la hacienda pública don Manuel García Escalante, acompañado de sus hijos don Alejandro, don Rafael y don Juan Vicente, se presentó en casa de Lombardo para aconsejarle, con los ojos llenos de lá rimas, que tomase precauciones. Con gran sorpresa lo encontró comiende alegremente don don Juan Dengo; y aunque tuvo el cuidado de no hablar en presencia del militar. español, agente de Saravia y preso bajo palabra de honor, éste se enteró del asunto. El consejo dado sao García Escalante y transmitido por Denga a los conspiradores. indujo. a éstos a modificar el plan y a precipitar su ejecución, El presbítero don Miguel de Bonilla, a quien por su ardiente!
liberalismo odizban los impe. ríalistas, llamándole con el apo do. de Padre Tiricta, había dado la voz de alarma por la mañana del 29 a Osejo, por lo que éste pasó un oficio a Lombardo orde nándole reforzar la guarnición y más tarde hizo citar con urgencia a sus colegas, al jefe político y al comandante general.
Concurrieron todos a la Casa de Gobierno, menós don José María de Peralta, quien dijo estar enfermo, Expuesta la situación, Lombardo manifestó que no sabía de quiénes fiarse ni había dinero para pagar el refuerzo.
Osejo le dijo entonces que él se comprometía suministrar la gente, y el padre Bonilla, que asistía al consejo, ofreció pagarla. En ese momento penetró rsvolución del 29 de marzo de 1823 en la sala el alférez don Rafael García Ex le muy alterado.
Traiz o3 iudividoos 2cababan de apo Cerarse del cuartel, y dos: a Lombardo añadió. Señor eomendante general, en mi czza tengo tres armas de fuero. Si usted me lo permite, hora mismo iré recuperar el cuartel. No, siñor le respondió Lombardo. no se lo permito, porque no quiero que se derraTue S2DZre.
Lo que babía pasado era esto. las tras y media de la tarde, el teniente don Félix Oreamuno y el subteniente don Joaquin Es tanislzo Carazo, milicianos ambos, rompieron una ventana del trasera de la sala y depósito de armas, adyacente cuartel. La lMave de esta sala la tenía el alférez García Escalante, encargedo de su custodia. Por la ven tena rota se introdujeron el pífano Santiago Quesada, el tamsargento Juan Rafael Céspedes, que estaban en servicio activo, y sacaron fusiles y cartuchos.
Llamados por don Félix Oreamuno acudieron enseguida don Juan Fresco de Ñeco y don Juan Antonio Castro cón unos cincuenta hombres entre milicianos, paisanos y veteranos, armándose todos. El artillero Manuel Quijano disparó un cañonazo en la plaza y se tocó generala con acompañamiento de vi vas al Imperio y a don Joaquín de Oreamuno, el cual. apareció armado de un sable corvo,. que posiblemente fuese el mismo contra los patriotas de Nicaragua, a las órdenes de don Juan Manuel de Cañas. Acudió también a la fiesta la plana mayor del partido imperialista: don Manuel de la Torre, don. Francisco Javier Peralta, don José Antonio Echandi (1) don Rafael correcta de ha sídn alterado por el usó entre nozotros.
36 Oreamiuno. om Tomiís y den José Antonio Garcia, den AMguel Guzmén y, por supuesto, el vicario don Pedro José de dea Jozquín de Alvarado y otros clérigos. Don Joaquín de Oreamuno fué trandante general de las a2rmas, asumiendo también el mando po litico y de hacienda de la provincia.
maciones, los señorzs del Triun virato, el comandante general y el padre Bonilla resolvieron ir a ver lo que estaba pasando; pe roya en la puerta de la calle, don Manuel dijo caritativamente a Osejo a se fuera a 5u casa, porque si llegabz al cuartel le iría mal.
consejo na cayo en saco roto y desde ese momento el presidenbor mayor Manuel Quirós y el te del Gobierno desapareció vomo por escotillón. Pronto llegaron las. autoridades superiores al campanario de Ja parroquia arruinada por el terremoto de 1822, frente a la plaza. En ese mismó instante salió del grupo de facciosos armados que estaba en la esquina del cuartel la voz de don Juan Freses de Ñeco, gritando: vuelva, porque lo matamos!
bra, Ñeco disparó su fusil, soparon otros tiros y don Miguel de Bonilla siguió prisa el mismo camino de Osecon que hizo la campaña de 1812¡jo, con la sotana agujereada por una bala imperialista (2. Fernández, Apuntes, En el Diario de Costa Rica, No. 425 y siguientes de 1920, DIARIO DE COSTA RICA estz 2zeilida, que don Niícolós Tiloa, Alvarado, el cura proclamado coA1 oír el cañonazo y las aelaMaría de Peralta El. Ese Padre Tiricia que se uniendo el gesto a la palamás que de (2) Presbitero Ana Tiburcio. Qué venga don Santos por (1) Echeandía es la forma La Navaja de uso. mundial ISEÑORES COMER»
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delante! volvió a gritar Freses de Ñeco. Lombardo, según. lo dice él mismo: en el proteso seguido contra log autores de estos hechos, avanzó entonces heroicamente. sobre las bayonetas que amenazaban su pecho. Don Santos, que viva el Imperio. le gritaron los faccio sos al verlo acercarse. Que viva el Imperio! No hay quien no sea imperial respondiá Lombardo. Al oír esto, el cura Alvarado le dió un abrazo efusivo diciéndole. Pariente, a usted lo queremos bien y sabemos sus procedimientos.
En medío de los vivas deliran tes al Imperio mexicano y de las vociferaciones contra Osejo, a quien trataban los rebeldes de negro (3) revoltoso, picaronazo (2) Osejo era prieto; mulato según unos, zambo según or tros.
y otras lindezas, Lombardo, sem brero en la mano, se fué con don Joaquín de Oreamuno a la Casa de Gobierno, le entregó las llaves del archivo y lo puso en posesión de la comandancia general, retirándose después muy tranquilo a su casa, én tanto a Freses de Ñeco y don Francisco Javier Perolta, cada uno al fren te de una patrulla, registraban muchas casas y hasta el santua rio de Nuestra Señora de los An geles en busca de Osejo para quitarle la vida, o cuando menos remitirlo atado codo con codo al brigadier Saravia.
Don Joaquín de Oreamuno nombrá segurdo comandante a su hermano don Salvador, ayudante a su yerno don Juzn Fresea de Neco y sergento mayor2 don Juan Dezgo, a Én de que procediesen organizar inmediatamente las tropas que de ner el nuevo rézimem o 29 Ce marzo dor »L La ferilia es le bese de gramito de ura neciór poderosa y zzn2. La neción que construye su vida politica e industrial sobre nra base de moralidad co rrompida, negando la santidad de la vida de la familia, se desInoroma estrepitosamente, Cada familia es una nación en ministura, en donde los ciydadanos se adiesiran para el deber. La esposa, Ja madre, el marido, el padre, las hijas y los hijos todos iguales a los ojos de cada cusl tienen deberes idénticos, disciplinas, obediencias y están forzados a una dedicación al sacrificio. Son los que Nemarízmos los cursos ave se aprenden en el Colegio de la Familia. En la vida de la familia,. asi como en la de una nación, todos soportan grandes tribulaciones y exigentes sacrificios. El matri monio debe ser concebido después de una firme resolución, tomada con el propósito de prepararse la perscna para bacer todos los sacrificios en la larga y dura brega de la vida.
Asi concebida, la familía no puede disolverse en un soplo tanto del marido como de la esposa. Aquellos que son responsables por su formación para engrosar les filas del Estado, Jo harán, o ingresarán en un Mo nasterio. Una vez que el matrirmonio Tué santificado por Dios, se considera sellzdo por el Estado; los contreyentes no pueden disolver la sociedad conyugal, porque esa sociedad, 2unque sea una pegueña unidad, es parte de la corporación mayor conocida econ el nombre de Estado.
La tendencia existente hoy en todo el mundo civilizado, consiste en considerar el matrimonio como una conveniencia temporal. El aumento del número de los hombres y mujeres que Inseparables y nos Los Pies. doloridos Cuando los pies le ardan y duelan; cuzndoun calzado apretadole haya malrratadoy arpolledo; euzndo la comezón entre los dedos lo enloquezea y el andar sea un suplido ¡qué bica se sentirá despuás de una refrescante aplicación de LICARBO!
El LICARBO quita inmedisramente el dolar y ls comezón. Alivis, cura Les empollas e impide la infección. Ideal para el confort de Ls pies.
No hay nada como el LICARBO para el pon ea e quemada as rebel erupciones, illes, diviesos, piquetes de inseczo y todas Las esos, piquetes de insecto y ti infecciones de ls piel Todo el mundo necesita EL ANTISEPTICO QUE CURA Se vende en frascos de y de onzos el glorioso suceso de las arreas imperiales a las tres de la tarde de este día en que los cartagos, que suspiraban por él Sesde el 28 de octubré del año de 21, yo lo han logrado con la alegría necesaria por tan fausto suceso. El domingo 30 de marzo se reunió un cabildo abierto para elegir nuevo Ayuntamiento y por unanimidad de votos fué nombrado el mismo cuya elección había sido anulada por la Junta gubernativa el 31 de Ciciembre de 1522. El alcalde primero Gon Manuel BMaria de Peralta, el segundo don Félix Oreamuno y los regidores juraron, en manos de don Josquin de Oreamuno, complir felmente con tas obligaciones de us car 03, guardar y hacer guardar las leyes y decretos de Su Majesiad Imperial y la Consituclón española, en lo que estavie detallar. ur náraée Bibolétas derM inisterio de Cultura y uventud, Costa Rica.
desean romper esta oblización, oblizó a varias países a formalizar una codificación de leyes tendientes facilitar el abandono de los deberes de la familia.
Queriendo imitar a América, hoy en dis, este vicio de disolución fácil y subrepticio, tornóse una amenaza pera la propia vida de la civilización. Es una moda, especialmente entre los ricos de Jos Estados Unidos del Norte, Inglaterra y Francia, romper los lazos sagrados del matrimonio.
El italiano es el pueblo más moral del mundo, pero este virus de la inmoralidad extiéndese ya por Itelia en tal forma, obligó a resolver dirigirme a aquellos que protegen la impunidad contra la santidad de la familia: Hasta aquí. No os lo permitiré más.
La. inmoralidad o deseo de formar nuevas relaciones, tal como las dicta la imaginación o lz voluntad encuéntrase a la raiz de ese crimen contra el matrimonio. Este deseo de procurarse nuevas aventuras, al margen de las sanciones de las leyes, hará que lo considere, no como una inmoralidad, sino como un Crimen abominable. mi manera de ver, el matrimonio que no sea concebido así, es peor que el adulterio. es darle un término más simple la hipocresía. Ahora que ha llegado el momento en que el Estado debe cuidar de la salud física y moral del individuo, salvaguardando la pureza. de los matrimonios, uo tendré reparos en prohi bir la disolución de los matriz monios, y los prohibiré.
Transformaré el adulterio en crimen punible hasta con penas de quince años y cadena perpetua. Así pondré un punto final al libertinaje de aquellos que se complacen en las ofensas eriminales contra la. moral pública y la familia, Mi espíritu está mente perturbado, q, prensa extranjera. y contra acusaciones de ins dades de matrimonios y unos contra otros, tento Ea te del marido como de la También me irrita vera que son acusados de in6do cómo son recibidos por la.
dad. considerada Pespetable mu mo si fuesen verdaderos le Se o heroínas. En Jíalia, desde. ta fecha, no serán Considera blandamente esos Crímenes: to es: no serán considerado, o mo infidelidad, sino Como ver, daderos crímenes de una Ene dad extrema. Los tribunales verán obligados a calificar e tos hechos del adulterio Lom, verdaderos crimenes, metes.
rán tremendas sanciones. ue de Benito Mussolini.
Roma, Enero de 1923.
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