a de mil colores, los clavelez rol jos, blancos y jaspeados, Ias. campanillas, los pensamientos y los jzzmines chiquitos como. estrellas lejanas; no pudo por. menos de pararse y quedar ad. rairado ante aquel colorido tan bonito y aquella fragancia que hacía que le palpitasen las: rocir sadas aletas de la nariz. el Con los ojos muy abiertos, fue ori caminando por los. retorcidos by g: Senderos enarenados, y al paee! sar, acariciaba con su mano los o Px evónimos y los bojes recorta.
103 dos, que servían de caprichosos on marcos los macizos de flores.
rá. Contemplaba las acacias Jlenas de. blancos bordados y los castaños de India, con us pomej Posaz de gala; las. araucarizs ent. sbeltas y geométricas, con sus sin anchos platos de camas finas. Todo el jardín, en suma, en el que hasta hora, no había reLe. Parado. 17. Gracias a a Dios que te. ena! teras dijo junto él una claad YA vocecilla, nera Tito miró en todas direcció 22l nes sin ver a nadie. 554. Quién habla abf?
id. Yo. Quién va a ser?
ma e Tito sintió unas ganas enorUS maes de echar a correr. No era. Ted él partidario de esas voces misde Ya teriosas que se escuchan sin ei saber de dónde vienen. El era ¿2 muy, muy espaz de andar a pe dd dradas con un perro, de pelenrsei se con Rafeelito, 8u hermano; de cs. arrebatarle el bastón a su. tío. Federo y hasta de entrar en un. cuarto que estuviera caal a ossizidd curas, siempre que no le hiciedie ran voces raras al entrar; pero eso de las voces misteriosas. Mirame, hombre; aquí, en ció mi trapecio. wesg. Dónde? o Tito se auedó astmbrado. paf tas des ramas del rosal blanco. En ml trapecio, entre es pa Efectivamente. suspendido dal ntre dos ramitas del rosal coass Iumviándose sobre un hilo de LoS araña, había un. hombrecillo, qa tan psqueño, que más bien paa5io recía un minésculo eapullito de ud Fosa. pa ¡Atiza. Con que es usted id quien habla?
End Yo mismo. iy en es usted? a a. Soy un. botones del hada. INDEPENDIENTE DE INTERESES Sen Josó. Po, Taéces 18 de Octubre de 1928.
CN 85 E Es CES Aunque Tito había visto muchos jardines, la verdad era qus nunca se había parado a pen. sar en lo hermoso que resulta el contemplarlos, Por 30, aqueHa meñana, 21 mirar las rosos Primavera. Por cierto que ri incomodada es su reina. Por eso, al ver que abora te das cuenta, te he po, dido hablar, To y ¿qué quieres?
y quíezos sos Me o a rada Los ee detarieron de nuevo.
tí acolo todo con sus voces cli. bre las ramas de los ana sueno palo Eailar, fas pa niños no deben arrancar flo. Talitas, como ellos. los jazmines cantaban también en aquel eo. ENTO PARA. NINOS RAVI LL En uz ángulo, sobre un antiguo mueble lleno de libros, sumido en suave penumbra, en la sas flancos esmal. spazo de oro de sol, hay en este sobrio y bien ali.
ñado despacho de Luis Fernén«dez Ardavía una aníorilla de traza morisco o toledaza que lo mismo viene ser para el caso alrededor de la cual un alfar2ro, que conoce das antigueyas uzanzas de nuestra tíerra, escribió con Jetras azules. La felicidad y la paz sead en esta case. El cachirro no. tiene ótro mérito que el de esta inseripción, en la que condensa la aspiración de todo espírito disereto: la paz y la felicidad. pero una felicidad tranquila, hogareña y. apartada, como de la que de una perfecta paz se deriva: he aquí que el ánTord motisca ao expresó su del Sea en vano; En este hogar don.
de trabaja un hombre inteligente y afortunado, donde ríen cuatro lindos chiquillos y una bella y bondadosa mujer es a«norosa y vegelante luz que se «voyecta en una manera cuave zobre los contornos de la labor del poeta, se respira el ambiene de las familias profundameate felices. La mujer de Ardavin me lo lioe así, con su franca sonrisa satisfecha. Afortunadimente toda mi vida no es sino ura senda fásil y venturosa. Mis hijos están sanos y son buenos; mi marido tiene suerte en su trabajo; antre nosotros reina el musrlo más perfecto. y. vor úl.
timo, como hija de músico, he xido la más honda ¡autiaie «ón que ereo le sea parible experimentar a mujer alguna. Mi seddo y ei padre triunfaron juntos en la misma obra, y se eron unicos sn el mismo a plauso. HE estreno de La Bejasana. Sí. Ese creo que fué el insante más feliz de mi vida. Mi zadre hacía ya muchos años 10 estrenaba ninguna zarzuela Para él fué ana nueva javontod aquel triunfo. Además, la: satisfacesóa se availoraba con la colaboración de Alonso, Eno de uy discípulos predilectos. Sua marido de usted enpe Puede decirse que ai. Ene fué su primer g7an éxito. Ha blamos poesto tanto afin en es ta obra! Puelo, decir que kabiarmnas porque tods lo que Xo zezs tonta ¿DN a mujer en el hoBar de los hombres célebres. quien recibió el envío y abrió empezó a leerla con gran curio. sidad. Supongamos que esto faé un lanes. El miércoles te. mía yo un recado. dicióndame que. la obra se en. compañía América. dome la el sobre. Al hojear la comedia :marciaba a los pocas días. Fué :a todos, y, naturalmente, pasaba. le chocó que Jas :acutaciones ra de las emociozos más gran. los malos ratos que son de s3estuvieran escritas en verso, y dos y mís paras que me ha pro porer. He asistido a muchos. porcionado el Testro.
Hago la prezanta ritual. Asiste usted a2. los estrenos de su marido. Ñahora no. AL prizeipio iba ¿sin embargo; pero, según pasa blico. e tienpo, me va faltando el valo7.:Le advierto a usted que estando en casa y esperando las. meticias por teléfono se sufre ¿Por lo menos ¿anto como ez el iwatro, pero a El le evito la violercia. de pensar el rato Tom estar Té pasando. en er Ps Qi qué. hora trabaja su ma.
zido fe used. En Madrid, cuando buena.
Merze. posde, Las visitas, los Por doña Digna Casal de Solar. En la receta publicada. el viernes pasado, 12 de octubre, hay dos errores debe Jeerse Ga. lantina de. ternero en vez de. gelatina de ternero. En lugar de frutas debe leer. se trufas que son una especie.
de. hongos que ee usan. como condímento y. que. le dan muGio susto a la carne y las sardinas, AN.
Quegíttos ligeros. ¿Se untan de mantequilla. se espolvorean con harina inoldecitos pequeños.
Se mezclan 12 onzas de ha. rína con cucharaditas de ro fyal, se pasan por el cernidor de harina, se le agrega media cu. charadita de mal, siete cucharadtas de azúcar y se echan en una taza grande. Se ponen derretir tres cucharadas de man tequilla (que no hierva. se dejan enfriar. Se baten dos claras de huevo, cuando están muy cortadas se agregan las dos yemas y se baten bien, se echan en la harina junto con la man¡tequilla y un cuarto de botella de leche fría, se mezcla muy ¿ligerocon una cuchara.
y esta pasta se reparte entre los 14 moldecitos y se meten al. horno con calor regular hasta.
que estén dorados de ambos Jadoz. Se sacan del horno y sirven calientes o frios.
Chayotes rellenos Se escogen chayotes sazones.
y grandes, se se. ponen a epcinar en agua con sal hasta que estén suaves. Se dejan enfriar: Con una cucha. rita y con mucho cuidado para que no se rompan las cáscaras, se les saca toda la carne, las. Tiimalitos de, elote Aiernos de escogen 20 helotés que estén más duros que tiernos, se Jes corta en rueda alrededor de la parte gruesa y se destuzan bolsas se quitan, se muele bien. de manera que las tuzas Gueae le agrega un cuarto de libra ¡den en teras. de Quezo blanco rallado, un1 di Los helotes se rayan con mee ia, me. dia libra de queso blanco fres día cucharadita de mal, medía co, se. les agrega un poquito cucharadita de espíritu de vale; mn2r villa y azúcar al gusto, se cla todo muy. bien, se llenan con esta mezcla las cáscaras. se co¿Jocan en un platón, se espolvorean por encima con polvo de pan tostado y se meten al horno o hasta que se doren; Yi se siren dos y ven. de sal, ezrúcar al gusto y una cucharadita de espíritu de valnilla; se mezcla bien. Se colocan las hojas de dos en dos de la parte ancha, se echan dos cucharadas de la mezcla y envuelven y se ponen lo stamalitos de dos en dos procurando que las puntas de las hojas que den juntas; se amarran bien con cáñamo y se echan en agua hirviendo y dejan cocinar una hora. Se sirven al día siguiente. Se les escurre a. a gus una vez ensayos, las mil cosas intepen¿ines al trabajo mismo que baya al rededor de estos asuntos Je teatro, le quitan 1. mp0 de un zodo lamentable. Luis trabaja realmente durante. los veranos. En Cercedilla, domie paazmos las vacaciones, 3e pasa todo el día entregado totalmente a ea Jabor. Ya que me dice usted que sa marido le Jee las obras antes de entregarias y mientras Jas está haciendo. tiene usted buen ojo para caleular el efecto que harán en el público las escenas de su preferencia. No señora. Tanto él como yo nos engañamoas muchas veces, y fragmentos y aun obras enteras en las que poníamos toda nuestra ilusión porque hay que decír que en las preferencias estamos siempre de com.
pleto acuerdo las acoge el público fríamente, y, en cam.
bio, otros de dos que descono que nos parecen francamente inferiores, logran gran des éxito. Verá usted, cuando ze estrenó Rosa de Madrid en Bilbao, Luís me escribió diciéndome. Aunque el estreno está anunciado para pasado mañanz, no será tan pronto. Quiero rehacer par lo ánenos el acto ne gundo. Los Artigas no le dejaron hacer aquella reforma, esegurán.
dole que tal como estaba zustaría mucho. así fué e póblico haz dió la razón, contra lo que nosotros pensábamos. En cambio, obras com La Vidriera o El Doncel RoMÁNMico, AUNQUE gu no Nunca, nunca hzbía oído Tito una música más dulce,. más suave, más tenue. Una música que olía a rosas y Menaba. e jardín de un encanto inefable, Que yo me llevo una de estas muñequitas es histórico do el niño. No harás eso. Las asas Do se tocan, Las rosas son para estar ahí alegrando la vista, dando su olor, que es 8u corazón, para todos, Nadie las debe tocar. Todos a.
hada Primavera se in comodaría mucho Sígueme, sjgueme!
Camínaron por el Jardín. El.
canto de la brisa era tan melo. dioso, que Tito a veces se dete nía para escuchar. Tito, Tito mára ahora an, en el estanque.
Era un estanque. profundo, con alre de cosa abandonada. la orilla crecían a trechos alzados. en el agua quieta, flotaban anchas hojas de plan.
tas acuáticas y corrían sobre la tensa superficie pequeños. in. sectos juguetonea, que se des.
lizaban rápidos sobre sus patátas engrasadas, como si fueran.
sobre patines. Mira, mira qué bonito es.
Ánte los ojos atónitos del niLo se doscubrió un espectáculo maravilloso, En las anchas hojas que fiotabán a flor de agua había grupos alegres de peques fas moujercitas y pequeños hornbres, que danzaban. agitsndo Sus pañuelos en el aire. Sobre cada insecto cabalgaba un jo.
Laran, produjeron el efecto que nosY a ¡ds AED Hneckr bp ar pu STr e Pe uma cesa Con oenta pr lato de Esa det úola Mia 12. Dl axizo de provincias ns aires Esestros e ha dirigió nosotras di El probiea omite en recortar los péneros y ar ce os Jueves pest ocerlos en la piscina de pasea que esta car sur pronios serán His de costa.
te docu documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
a a a ted más de Ardavín. Estas dos últimas que he citado y, sobre todo, La Dama del Armiño. como de he di cho cariño, mmveho cariño, Lx Eejarana. Eitá usted contenta de la profesión. eesida por su Imarido. 1 da Beta ero. trás directa; de cerca.
Pero ciando llegan las condl deso ei se sañores el triazfo a ckey minúsculo, animando a 3u extraña cabalgadura con eu látigo; scbre las libélulas. de alas transparentes aeropls. nos de estanque iban níños Apenas visibles, cabalgando en hilera de cuatro y cinco y lanzando al viento sus gorros de colores, más pequeños que confettia, Entre los juncos fhan y ven os columpios de tal fabri Ci del tamaño de una peladilla, ha da epcaitas, asltaban «obre el o o se o las escarabajos.
Tito se quiso guardar en el un puñado de aquellos pequeños seres. De sexe a tocarlas, Se de10255 al eto y cos zea que ler pi Es Promneea. FO.