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PAGINA VEINTIDOS. Tercera Parte Tan calladitas que se tenía don Pedro Iglesias sus aspiraciones ministeriales! Nosotros, preciso es confesarlo, al pensar en la tan mentada caída de don Luis, habíamos echado el ojo a otros cendidatos.
NO SE NOS VAYA, Téngase bien entendido que lo diga DON LUIS Cheto Montero que ese ministerio es patrimonio de los históricos; histórico ha de ser, pues, necesariemente quien suecda a Castro Ureña, si en mala hora se resuelve a renunciar de veras.
Porque nos preguntamos ¿Us que don Luis está pensando en irse. Francamente, resuita insopontable que todo el mundo, absolutamente todos los costarricenses estén diciendo desdu el de mayo que don Luis ha de idejar el mullido sillón ministerial. Que las juntas putrióticas. Kenuncia de don Lunis. Que el Conrgeso se metió con ¿1. Dimisión «ul conto. Que si se juega o no se juega. Don Luis para su Casd. Caramba con los antojadost.
Pero don Luis continúa en el Ministerio más fuerte que un roble; menos de vidrio que como lo creíamos, resistiendo los mulos vientos y sin presentar la tin anhetada dimisión. es lo que el dirá; mi qué me importa lo que deseen los demás; aquí ma quedo, caigan rayos centellas.
El último acontecimiento resulló en extremo sensacional, don Luis se le antojó meterse. policía, y lan audaz asipiración sembró la alarma en los cusurteles, Abelito, que tiene epidermis de señorita, arremetió con una renuncia más calienta que León Cortés, y, con és solidarizados, los comandantes dijo ron que si don Luis se eruzaba. ellos se las pintaban para sus casitas.
Nos zdmira esa actitud de intransigencia. Con lo bien que hubiera resultado el nuevo bubtre. de flamante kepis, lustrosas polainas, con. su buen tortol pana estrenarlo en las costillas de Cheto Montero, su bu:a par de esposits, y demás característi. as de la seguridad pública. Por qué tan tremenda rebeldía. Envidia, purísima envidial. Bien sabido es que los policías tienen el monopolio de las portaviandas, No hay de wdentro ni china que resista a los encantos del uniforme; los azules son sin disputa el terror de la servidumbre. Hay ciudadano que presuma siquiera cuál hubiera sido la consecuencia del uniforme de don Luist. Nosotros ereemos que hubiera Mevado de calle a cuanto tenorio de portaviandas s2 coloco, Y, elaro, Ja policín consuetudinaria no podía mirar inditerente esa compotencia tin desigual, Doa Luis de uniforae hubiera resuliado senvillamente irresistible, con perjuicio manifieslo para el resto de la tropa.
Por eso los comandantes, encabezados por Abel, se aprestaron a la resistencia, pum, rquuncia colectival. don Cleto, el bueno de don Cloto, que tánlo se asusta de los enojos militares, dijo a Abel que no hiciese caso de Luls; y Luis, a quiqa asustó lo alto de da exóda, convino en que alguien sagase el palo, y esz alguien, sin remedio, tenía que ser el periodiste. Oh Ya pimienta de los periodistasj ¡De cuántos apuros ha sacado la conformidad reportaril a los hombres de las ulturas. Los pobres reporteros siempre dispuestos a servir de paracaídast. Bendito sea Dios. Pero, entre paréntasis ¿por qué le ha entrado a don Luis esa inquina contra los juegos. Si él es un juguetón empedernido.
De chiquitín, era monísimo Luisito. Se recreaba jugando con un chilindrín y su muñequito de hule; después, el muy atrevido, jugaba con las trenzas de la china, una desamparadeña que mandaba banano; a esa edad y en ese juego se aficionó a hacer trampila, y sus manos angelicales, con la mayor facilidad pasaban de las trenzas a otras partes del mapa de la gran repúblic: china y de ambos mundos. aficiones geográficas!
Pronto le lNeguron otras aficiones, Luisito era un precoz, y jugó a la rayuele, y trompos y bolero. En eso «lel bolero resultó un maestro consumado, y hay quien asegura que aun le du a la afición a ese deliciosisinio deporte.
Le Hesairon pronto los tientpos del pocker. en el que su pericia no tuvo límites y que no hu dejado de jugar ni una sola noche de su vide, sino para dedicarse al rom u otro queguilio igual: mente inofensivo. Por qué un hombre tun jusuctón irina ahora conira las juegos. Un compañero de mesa de don Luis nos ha despejado la iny 111 cógnita.
Iurador vizjo, don Luis ne ha aprendido a perder, Cuando le ganan unos cuantos remlejos pone de un humor de todos los disblos y no hay quin lo aguanto. Un día de estos le metieron su buena ensarteda y, por vengarse, diose a perseguir a los jugadores. De ahí su furia policiaca, Si tul cosa no hubiera sucedido, don Luis sería el anejor partidario del siete más siete menos, ide guitarra, corazón ote. y de todos esos simpáticos jueguitos vulgar y gráficamente conocidos por ladroneras. Pero, ki mala suerte: le metieron su piquito y todos hemos nagado las cons d:uencias. ¡la de males de que nos hemos visto amenazados. De todos ellos el más tomible sería la renuncia de don Luis. Lo que costaria encontrarle sucesor. Que. Ca Aviso importante Al Comercio Importador El vapor HVOSLET que se halla actualmente deseando en Puerto Armuolles, continuará viaje inmedialamente para Cristóbal con objeto de trasladar a PUNTARENAS toda la carga de la United Fruit Co, que se hella detenida en Cristóbal, Los comercios que anno so hayan dudo instrueciones para el braslado de sn carga deben hacerlo antes de la Nogada de use barco, ll! ll vapor BANAN sale de Prerto Limón el de di Encro para Puninronas, Una vez descargado ch eso 25 puerlo regresará a Timón haciendo por Jo aijtos un ii ll viaje más de este puerto a Puntarcias, para braer la tl il cura que haya quedado. in 2 UNITED FRUIT CO. Ml. Hl Pr eareaal ÚÑ ONUNGA. DIARIO DE COSTA RICA A e Señores, estamos ercando una fama de involátiles terrible.
Avión que nos lega y uvión que se derrumba. Nos vienen desde queñas naves incipientes como la del nunca bien recordado ercé, no el que vende loterías y hace de socio de don Victor Céspedes, sino aquell del cuento del neroplano, hasta naves de cuarenta mil hélices, más o menos anfibías, hechas a volar hasta en el desierto y que aterrizan en cualquier pante, ni más ni menos que Picuya, digamos por lo simpático del aterrizaje: y no hay ni enredo, se derrumban en la mismísima Sabana el mismo día que lHegan. Unos dieen que les hacemos mal ojo, y otros que es que aquí soplan muy malos vientos, como aquellos que le soplaron al contrato Dalten, por ej (uplo reciente. Pero lo cierto es que «quí no hay que volar muy alto, porque se promueve inmediatamente el aterrizaje forzoso y hasta cromativo como ya hemos visto algana vez. Dirán ustedes que tiene que haber elguna razón de peso, y del peso completo, para que se produzca este fenómeno. Porque «tá bien que aquí nos llegue un jugador de mala fé y resulte engañado, que nos lNegue un torero de cartel y lo coja una. vaca, pero que se nos caigan los aviones es cosa que francamente nos apena Sobremanera. Pues bien, las razones existen, según «3 criterio de los inteligentes. Una de ellas es precisamente la di que aviador gue nos lega y Pancho Bonilla que lo recibe. Desde que se anunvia el arribo de un avión, comienza Pancho Bonilla componer el euro, a arreg dudes los vientos, a cercar la sabana, y a jmpedir Al tráfico de cualquier manera, Cuando ya se averca, 03 Pancho Ponilla lo primero que divisan los aviadores, y cuando torran irse, si es que lo logran, si no se Mevan a Pancho, es lo último que pierden de vista. Jós casi una razón, porque no se rata de muro buen amigo Pancho vestido de paisano como solemos verdo día con día en nuestras culles, sino del otro amcho, del temib ta, del vestido completamente de Coronel, d:f mitar de campanillas, del hombre de acción. Sí yendo a pie, con solo verlo se escapa uno de cacr accidentado, qué será yendo en IMPOSIBLE QUE VUELEN aeroplano.
Pero allí es nzda, que la cosa ee ha puesto peor. Ya no se irata solamente de Pancho, Ahora ha resultado Toledito, el del torreo. Surle ha metido entre ceja y ceja que tiene que volir paza ver por donde tienen que ir las cantas. Toledito no quiere que as esrtas cojen mal camino como lo cojían los famosos cortifisados. Avión que viene, y avión que tiene que llevar a Toledito. Que se cayó el avión. aAh, es que allí iba Toledito. Que cl avión no logró Negar hasta Limón. Claro, si allí iba Folcdito.
Por donde h:faos venido a la conclusión de que la Alrway Co. le ha puesto un dilema ay Gobierno que consiste en que Poledito abandona sus aficiones volátiles, o no vienen más niVes ACTens. Pero mir ustedes, contestó don Cleto a Mr. Whiting cue Toledito mo ayudó mucho y no tengo más camino que dejarlo volar. Pues deje usted que vuele con sus propias alas hasta perderse du vista, pero que nos deje implantar en Costa Rica la aviación. don Cleto tiene el problema grave de pedirle a Toledito que renuncie siquiera a los vuelos ya que a la administreción de Correos, sería una cosa poco menos que imposible, Lo ocurrido al anfibio no tiene absolutamente nada de particular. Venirnos con anfibios o nosotros. Hay cada anfibio pascándoso tranquilísimo por nuestra :1venida central.
CON ANFIBIOS NOSOTROS No nos reefrimos, desde luego, en este asunto de Ja Airways, a esos anfibios ¿orpulentos como la ballena. quién ha de asustar por ejemplo Pancho Segreda, no obstante su corpulencia. No, la abundancia de ballenatos no ha ejercido influencia alguna en la catástrofe anfibia del día de año nuevo.
lisos animalitos, lejos de producir daños a la humanidad, le suministran una porción de sustancias utilísimas.
Al hablar de anfibios, bueno es que digamos de una vez que nos referimos a los anfibios tan corrientes por acácdos lngartos.
Y, claro, irremediable. lo imprescindible: el anfibio de la Airways, enterado del legrartero en que ¡be a vivir, comprendió cue nada venia a huecr aquí, y en la d4:esperación del fracaso, resolvió poner Tin a sus días, ARANA ENTRENO OA NED RAS. e ar mm» 1 ¿ad ¡E (E ki. Es LO AA EY NM y acaba de recibir EDUARDO FERNANDEZ en IS INDIA Apartado 1063, SAN JOSE Teléfono 378, GEDISA SANO ISO NOSE UN AVIADOR ALEMANN EL JAPON des IIA poe IL, AS aparecen el «quiada por el General Naguoka, quien De izquierda a derecha entre piloto Líndner, el doctor Solf, embajador alemán en Tekyo, Lady Nagao. ka, el Barón von Muenefeld ha sido mosos de toda Asia. El barón es muy muy festejado al realizar su vuelo conocido en los Estados Unidos de Alemania a Tokyo. El Barón «lo» donde vino en meses pasados con oca mán viste kimona Japonesa, obse. sión del vecclo del Breinen.
DOMUN. Domingo, de Enero de 19. Venirnos a nosotros con anfibios. Si teenmos lagartos hasta para exportar. Qué exitazo, señores, el de las fiestas cívicas. Nosobros nunca hemos comprindido bien el por qué su llama fiestas cívicas a esos jolgorios estrambóticos de fin d: año.
Casi estamos por ercer que ze trar un mal QUE SIGAN LAS FIESTAS da de un error de imprenta, cambio de letras, una y puesta en vez de una nU, Pero las de este año sobrepasaron todo pronóstico y superaron en mucho a todas las anteriores. ln malas, se entilado. Qué pasará. No será posible cambiar de cilindro. Fay. Porque, bueno, al paso que vamos hacia atrás, en quinta, a todo gas, las del año próximo van a resultar el apaga y vámonos.
Mas, aquí entre nosotros, confesamos que estas fiestas, las aya tyrdy que acaban dde pasar, tuvieron para nosotros un encanto sinyular: el de no presenciarlas.
Du. a o. Pasa con todos los anales; que nos sentimos felices de que xistan y no padecenlos. Que se muere un «amigo. Pues osentimos mueho, yaro sentimos al mismo tiempo cierta satisfacción por no ser norotros los que vemos por pies ajenos a estrenar la tan discutida pavim 4ntación.
od Que otro amigo resuelve casarse. Pues tan catusirófica resolución nos hace cemprender, aun más si cabo, las ventajas Jo bucy sucllo, y No hos permita el egoismo sentir la desrracia el amigo, sino que más bien le enviimos flores, las mismas Io ves que le enviáramos si en vez di casarse se hubiera pegado un ¿iro, Nada, que en esta vida da satisfacción la hacen los contras Los. Deny. hubag. aye 1 PAE eso, la chubacanería, la vulgaridad, las jumas. los eri Os, toda «sg gerigonza de las fiestas nos hizo sentirnos más Celicos dejos de ellas.
Que no los supriman, pues, y sl es posible, que sí Jo es, que mMPCaren. Asi mayor se lo fruición con que gozaramos a)
irnos lejos, muy Jejos de ellas, a una montaña, ul mar. un por (LLO.
Y, lo confesumos, no sentimos conmiseración por los infelic08 que se tienen que soportar esa anual penitencia de las Tlesins cinicas. Que huy, como nosotros, o que se las ani tom. El conflicto del pan nos tiene fritos.
lero ayer averiguamos algo sensacional en eso de Jos que naderias. Los dl trust, es decir, los dueños de extablochmiento:s: panificadores, han encortrudo un medio ultramaenifico para desacreditar da ley y preparar CONDENADOS PAN DURO eficientemente su derogación.
Qué se crea ustedes que ha inventado Rocglilo Gúell, el gerente de las punaderías. Pues una ocurrencia despampanante. Gira toda esa cuestión del trabajo nocturno al rededor de si comemos o ho comemos pan fresquito en nuestro desayuno.
Claro que, con la clase de pan a que nos tiens; condenados el trust de panaderías, comer pan añejo quiere decir renunciar a toda posibilidad de conservar sana la dentadura. De modo que, demostrando a quienes han de resoiver sin apelación el asunto, que la tal ley de trabajo nocturno equivale a una condGha a pan añejo, pues ta loy se viene al suelo redondita, Qué ha hecho entonces Rogelio Gúel. Pues tiene bien ideccionados a us repartidores y vendedores, y no hay casa de diputado ada que Megue pancito fresco. La propia casa presidoncial tivne que apechugar con le bala rasa que con nombre de pan le sirven diario las panaderías, El ardid es ingenioso, y vada diríamos en contrario, si no resultara que ahora la condena par rece haberse hecho extensiva a los puriodistas, No sabomos qué servicio tan eficiente de información el de don Rog lo, pero es lo cierto que todos: directores, Na porteros, eajistas, reparlidores, pregroneros de periódico, todos están condenados pan añejo. Diz que dicén que la pren oa el cuarto poder, y don Rogelio asi debe erserto cuendo fan a meonudo recurre a la publicidad, y Ífntonces, es lógico, erec necosiude convencer a los periodistas de queda traída y MHevada ley del trabajo nocturno no permite la frescura del pan. ya es Treseurita la d4 don Rogelio. Claro, según porcon eso del trust le produce muy buenos colones, sin ser panadero, esos eclones hay que sezarios de alguna parte, y ninsunaa mejor qua el cuero de los operados, a quienes es precisocentoneca hacer trabajar catorce o quice horitas todos los dina en vez de ocho como reza lu ley.
Bien está que a los diputados se les sirvd pan duro como piedras; ellos tienen colmillos barcinos, capaces no digamos de partir los adoquines agrios que en forma de bollos vend Y1 las panaderías, sino que Jes sobra fortaleza para mascar la piedra de la pavimentación, que según dicen es la más dura que se encontró. Los co millos de los diputados. No existe noda de tal consistencia.
Pero, don Rogelio, tenga la bondad de no medir a los periodistas con la misma vara, porque no hay equidad.
Lon sa ¡ESTER Sorteo. LA IND E Resultaron favorecidos los números sij a cuentes: il lan. no mi fl Primero: 38901. Segundo: 51118. Tercero: 25973. Cuarto: 59288. Quinto: 38331. Ml rn Me. 1 CUCTOS EOSTIZOS. neo. Don Guillermo Tristá NH varado, den Ni. Góngora, don Enrigue Lontica, paréntesis, goza de la cctehri. dud de Ireir los mostachos más her DIE señorita Anta Cañas E, Oca y don Julio. Rena. EDUARDO FERMANDES.
ES HEEE Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica.

    GermanyLeón CortésPresidentes de Costa Rica
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