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ue, PA SEGUNDA PARTE Da La edad de oro amanecía y los gricxos, divinos pastores, contomplaba uún las pálidas: cs trellas.
En el silencio de las majadas, sobre las olinas. con olivos, da tre. 1os perros. vigilantes. Sus. Vlmas se revelaron cón la au: rola. Aquellos cabreros tenfan los ojos soberanos delas águilas, todas Sus. intuicionte las El Verbo de ina Cell ara San José, Costa Rica, Domingo 13 de Enero de 929.
e NUMERO 2865 ela mini CU a Noche el del Sol. Los: bosques de sagra las normas de conocimiento. El dos semderos, los árroyos cla. sentir de los «griegos fué hijo ros, las grutas de donde vue. del mar y dol cialo, de los boslan en los ocasos loz pájaros de quas con genios y. de da lujuria largas: alas, as Sombras de los de las formas. La varia, emoción launites, las playas lejanas y. que ¡ba devanando los ojos por doxidas con. el mar azul, fueron los agrios. caminos; dió agilidad los pobladores de sus almas. los cuerpos y a las mentes. No Con do ojos muravillados. bajo recibían el conocimiento del la luz, recibían: todzs Jas imá mundo como. una herencia fría genes, que enellas sé cifraban ém da urna de. las palabras. paarrancaron a ha celeste. entraña Virsenes.
y el. alma de la mucrta, Vosotros ¿Que en parejaz Seres de bocas sabias en y piedad!
vuestra las que ELLAS ven todo Selectas.
Cuando muere una. virgen, una estrella aparece nucva en el viejo engaste azul del. firmamento, cn el fulgor del astro palpita y resplandece.
del campo, habláis. a solas cuando la luz fenece, silencio! Ese murmullo que. una oración parece remonta al infinito, llevado por. el «viento.
caricias y. amores que vagáis a través del. campo. sosegado, haciendo arder el casto corazón de las flores, pasión agravia con. su. impudor osado vivieron solas, las que murieron puras.
GUILLERMO VALENCIA. momento por nomiento, e y. entre. el recogimiento de las hondas alturas: Fl Reino La frase de reino de Dios: ex presa muy felizmente, la nece sidad que siénte el alma de un suplemento: de destino, de wa compasación de. la vida actual. Aquellos que no se avienen a concubir «al hombre como un compuesto der dos substancias y qué. hallan el dogma deísta de. la inmorialidad del lg ama en contraposición con la fisiología; dí ¿scan mantenerse en Ta esperanza. de tj: repara ción final, que bajo una forma desconocida satisturá a las necesidades dél corazón del hombre. Quién sabe si el últi mo término del progreso, dentro de millones de Siglos, traerá consigo la conciencia. abgoluti del Tixiverso, y. en esa conciencia el «despertar de todo lo que ha vivido! Un sueño de un miSe ha repetido con: frecuimicia que nada hiay en vano: esto es verdad en el detalle. Uno grano de trigo existe para producir otros granos«d3 trigo. No concebimos un campo que. no. gen fecindo. Pero la naturaleza em su totalidad no está forzada a ser focunda: es el grem equilíbrio entre la vida y la muerte. Acasó su más. alta poesía procede de su soberbia estirilidad. Un campo de trigo no vale lo que el Océano. Este no trabaja, no produce, se agita;. ho de vida; la contiéne, o mejor aún, la da y la retira con la. misma indiferencia: es. el gran.
balance ¿terno, que mece a los seres. Cuando se mira. a. sus profundidades se ve el hormiguero de lu vida; no hey una de sus. gotas que no tenga sus habitantes, y todos ellos sc; hacon a guerra; unos a Otros. Ba persigutn, se: evitan, se devóran. Qué impórta al todo, qué importan al Océano esos pueblos de Dios y ra aquellos pastores, las idezs significaban púmitros y formas bajo el ritmo del Só. Cuando. se reposaban az das alturas mude ando el. fondo de los valles ar. dos, verdes, intensos. experi. mentebantla moción mística de la Suma. Lo que habían aprendido. una manera semovien: te, era gózedo en quietud, conocimicinto cronológico se cín extático, y das mas se despojaban de la memoria, como dis la tela del tiempo, para aAPrender por el divino camino d:l Sol. Aquellos. hombres místis, después do arar el pardo regaro de la Manura, de conocer sus. siideros uno uno, como largos relatos, sehacían centro y conciencia de. división sobre las cumbres. cada 1oche es: treillada, reunidos en torno de lus hogueras, sintiendo el vaho de. los rebaños, ca el goce. de sthordar las imágenes «del día y hacerlas. revivir en el rolato delos más ncianos. fué un anciano cantor, ara. quien da nozhe parecía. tor ma, Quien. primero en da músi. ca de las palabras hizo ardor. la corona del Sol. El. padre: Ho mbro pudo llamar sus ver3o3 con un nombre, de flor; HELIO¡TROPOS. Son das palabras espejos. mágicos dondo se evocan todas las llón dé años. no es más largo imágerres «el mundo. Matrices que el sueño dz una hora. San cristalinas; en edu se eprisioPablo en esta hipótesis hubiera ína ol recuerdo de do que otros podido decir aún con razón. vieran y. nosotros ya. no podemos IN ICPU OCULLI. Es indudable que la humanidad moral y virtuosa tendrá su desquite que un día el sentimiu:to del pobre honrado: juzs2rá:ol mundo, y qué en ese día.
la figura ideal. de Jesús será la confusión del hambre Trívolo que. no creyó en lá «virtud, del hombre gofeta que no supo alcanzárla. La palabra favorita de Jesús permanece, pues; llena de uz encanto perenne. Ulza es: peciz «le adivinación grandiosa parece haberla tenido cn una sublime vaguedad. abrazando a la vez. difcrentes órdenes. de vordudes. Ernesto Renán.
LA LUCHA amargas? Nos? da el mismo o el espectáculo de ina. guérra; de una Jucha sin tregua; sus. olas, quese. deshacen; cubriendo y.
llevándose la: más fuerte: y la más débil nos pr:gentan en escorzo la historia de los mundos, la historia de la tierra y dela humanidad. Es, por decirlo «así, el universo hecho visiblz a nuestros ojos. Esta. tempes tad de lás. Aguas, no es más que la cohtinuación, la. consecuencia de la tempestad de los aires. no es Jh agitación: de los vientos comunicada al mar? su vez Jas ondas ;néreas tier, nen su explicación. da los movimientos y las ondulaciones de la duz y el calor. Si: nuestros ojos pudiesen abarcar la inmensidad del éter,. en todás partes veríamos sólo choque atolondrador de las ondas, una luha: sin fia, porque es sin ra. Ag, una guerra de todos cóntra todos. pasczdos ál azar por sus olas: José Maria Gayau. yér por muestra limitación mo: rál sun cuando todas las: imágenes y todos los verbos sean eternidades. en el dmo de Ja Apolonio de Tyana. Para el iniclado que todas. las cosas crta, y ninguna recibe en he rencia, la luz es rumon dal verbo. Las palubras en su boca vuelven a nucer: puras como en el amanecer del primer día y el poota es un taumaturgo que transporta alos círculos musicaloz. la ercación luminosa di miindo; 212 dos números pitagóricos apris ona las ideas de Platón. Pero las imáhz: como explicaba. al mago, genes, oteimdades de luz, sólo dejan en da puabra da eternidad de su sambra, un rastro eronológico, ide aquello:que los e ojos «contimplaron y: aprondieron de una vez. 191 pensamiento himano es como el. fruto su grado del Sol.
Los mitos helénicós macen en.
las cristalinss cuevas de. los montes, el verdoso seno «da las frondas. 31 la. azul ribera dol mar. Si el eremita ama su yermo, es porque:su pensamiento sa reposa: fuera: del mundo, y para mantenerlo: on quietud huye las solicitecionie de la naturalzza. Toda, lHiltiura: es yermo espiritual, Jen da llamura sólo fiorecon los cardos del quietismo. El criollo de las pampas.
debe a la vastedad de le Alanura su alma. mbalsañada de silencio, y si alguria emoción :8 pierta en ella los ritmos paganos, és por la mirra que quema en él sol latino, la lengua de España. En da llanura las imágenss sq tristes y mengundas, se suegiin con medida moniótona y tarda, son las. sombras zirastradas en los. pasos:de un lento caminar. Alí ly emoción.
está en lo largo de los caminos, y ex do largo del tiempo para. mudar la: vista de las cosas.
Aquel horizonte moñiótono y curvo ante el cual los ojos se adisrman. un día entero de jornada:. aquicta y aniquiln las almas. Es el desierto donde la fantasía muere de eedf Estas MNanuras, cu: ando ¡son recorrió das por: Tos pasos del hombre; parecen Jargas como una. vída.
En ellas los ojos, si no miran al cielo, jamás gozan un acto. piro, lx emoción da som centros. Ay! Faltan las suaves. y AY les montañas, que ofrecen desde sus cumbres. la: visión circular de los valles. Falta el conocimiento gozoso de la: Suma. son tan ostériles para los ojos. que; el sentimiento clásido sólo se Pitre en el sony de las pa labras, mágicos espejos evocadores de rostros. y mundos lejanos. Qué enormes, silenciosas y desnudas las. pampas. argontinas!
En aquellas soledades, las A: lebras, a pesar de su esencia cronológica. y. de representar todzs Jas cosas en teoría, son más fecundas que las. imágenes dd paisaje, más llenas del. s2Medalla. Tráductión de Fernando Rivas. El Efna guarda cl oro y el múrice de vino. con que Erigona un día de Theocritos excita. Eero esas tuya gracia dejó el poeta escrita en sus, versós. ha tiempo cedieron: al. destino, Perdiendo: la pureza «de su perfil divino, Aretusa, la esclava de ayer, hoy. favorita. ha mezclado en: sus venas, que griega sangre irrita. el furor sarracenó y el orgullo angevino, El tiempo arrasa todo. El mármol se deforma.
Girgento con la antigua ¡qué gran contraste forma!
Siracusa. se duerme bajo un cielo de abril; y de aquella Sicilia, sólo el duro metal, en las flores de plata que trabajó el buril, guarda aún de los virgenes la belleza inmortal,. JOSE MARIA DE HEREDIA, Entigua siempre tán alto.
ercto de la vida que. buscaba. en. la forma sensible el divino Platón. Todo el. conocimiento délfico de los ojos, es alí convertido en ciencia da Jos oídos y en sutil aprender. de topos.
Se siente. el paso de ¡las. sombras clásicas, puede verlas llegar. Aquellos guilas de erbo del habrán: de sepultar: en. ellas sus tesoros, y hacerse místicos.
Sus»alas cerradas a la cultura holénica. obrán entonces la, VOZ»
profunda de. la: India Sagrada. Aguilés y topos :son Jas. bestias. que. simbolizan los. modos.
pero ninguno! del humano conocimiento. A«ojos sobertlios y to criollos de las pampas, cuando. pós auditores. hayan levantado sus pirámides, Ramón Cel Valle. Inclán.
nunca mentarla.
siempre. siempre vivir consumido e mas con. lernura. siempre SUSPIRO (Traducción «de M, Caro)
Nunca «verla. nunca oírla; y fiel esperarla siempre, esperárdola, los brazos tender allá, y. sombras; nada estrechar. tenderlos siempre. Ay! Sin dejar de tenderlos Lágrimas vertiendo siempre, siempre.
Nunca verla, nunca oírla, nunca mentarla en voz alta, SULLY PROUDHOMMNE, en yoz. alta, amarla!
amarla!
en lágrimas!
amarla. infi inita amarla!
El Baile Bailó cor las sucerdotisas de.
las Indias, con las nubias de las cataratas, con las bacantez de Lidia. Se doblaba en todos scmtidos, como. filor agitada por la tempestad. Scitaban Jós brillantes de sus orefus: Ja seda de da espalda deslumbraba «con sus cumbiantes visos ¡de sue: bra: 209, de 6us pies, de su ropaje, brotaban chispas invisibies que inflanraban a los hombres. Cuntó un arpa; la mulbitud. respon»
dió con aclamaciones. Ej iparando las piernas sim doblar las rodillas, sc encorvó hasta el punto de rozar el suelo. con la barba; y Jos nómiudos, habituados. a la abstinencia, los soldados de Roma duchos en liber: tinaje, los avaros publicanos, los viejos. sacerdotes agriades por las disputas, todos, dilatemdo las naricch, palpitaban de: conoupiscencia, Después giró fronéticamente aredodor de la mesa de AntiLaS, y Herodes, con :RuU voz entrecortada por sollozos de voluptuosidad, le. decías ¡Ven. Ven! Ella giraba incesantemene; los. tímpaños resonaban de: modo que parecían a punto de estallar; la concurrencia au, llabz. Pero Tetrarca gritaba con más fuerza. Ven. Ven!
Salomé Serás dueña de Cafarnauml ¡De la lManura de Tiberjades. De mis ciudadelas. Dela mitad de mi reino. Sudaumé plantó das. MENOS CN el. suelo, 3Uz6 los pies, y: ca can: postura recorrió el :estrado co: mo un escarabajo cnuorme. Se paró de repente. La muca y. véntebras. formaában un ángulo recto. Las caídas de color que le cubrían las piernas bajaban: por los hor bros como «dos. arcoinis, sir viendo. de marzo al. rostro, que se alzaba como a2 un codo: del suolo. Tenía pintedos los. la.
bios, mogrísimas las tejas, cani.
terribie da mirada, y salpicada Ja frente. de gotillas que parur cían un vapor difundido ¿n mármol blanco.
No heblaba. Se mirában los.
dos.
Se oyó en la tribuna un ehasquido: de dedos. Subió la joven, volvió a aparecer alla, y can ñlgo «lo cecoo. y tono in fantil pronunoió« stas: palabras. Quiero: que me des en un plato la cabeza. No ee acordaba del nombre, pero: acabó sonriendo. La cabeza de Joakanann.
Gustavo: Fl aubort El Mar y la Montaña.
Al borde del mar hay una mentaña, rocta. lanzada al ire como unz flecha. Lua olas, te zcercan. a lanqueltr sus pics.
Por la mañuina, cuando. el primer rayo de sal cae sobre las!
viejas POCHS, éstas tienv. án y ura voz escapa de Jas, piedras grises que sesuno a la: de Jas dla3 aziles. El mar y. la: montaña sahablar, El nar dico. Harze un millón años que.
reflejó el vision en: mis unas muvedizas. y está siempre tan lajos de mf. y. tan inmóvil. replica lo ionteñn: Hace un millón: de años que estoy 2l vada hacia. él, y el Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica.
Un día un rayo de sol cayó tan placent im, sobre la. frente de. Ja montaña, que ésta Guiso: interrogarle son el ciélo lejano del: cual vna; Ll rayo iba a responder, pexv la frento de la montaña lo. reflejó :al instan te con dirección ul mar, y un: ola que centellenba le envió da huevo al ciclo, El rayá estácaún én camino a través del infinito. hacia la nebulosa. de Maya, en Iza Pléy: ades, Que ha permantcido tanto tiempo invisible, o más Jejos aún. ro ha respondido todavia. Juan María Gayau

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