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iude? piden que el moliro en a, ue el autor de Sato. El ca démico. Jack ficas inolvidables obras ó, que de ella hizo en la primera de sus zartas, CONTRATO DE COMPRA DEL MOLINO Ante uf Honorato Grapazi, noteria residente en Pamperigouste, ka comparecido: Mis manos entre las manos de mi amado Fcé cuando le dije; Duenzs ioches. aue Lan: a sur I2n03.
psentol. Sublime monmento. Santo momento que me zo pensar cosas bellas; que Una autoridad a de la moda crea los tens matices de HEDIAS HOCLEPROOF Lucile, de París, importante autoridad en cuestión demodas, da la medias Holeproof Ja perfección de color que las eometoriza, anticipándoseal nuevo tono de los vestidos de esde eetación.
Con exquisito y gusto crea el matiz justo para las medizs. Qué diferencia se nota así en el conjunto del atavío. qué diferencia ed costo. El refuerzo ración, constituyendo as medias Holeproof. una Ye dadera economía, Medias Jfoleprosf Coronincioso Joteraf de la punta, prolonga la y y me dió fe en la vida; que me dejó creer que existía la lealtad en los humanos! me dió fe en la vida, porque dejé de sentirme sola en ella. Significó 2quel momento para mi. toda una promesa!
Vi frente a mí renacer un Caballero de la Tabla Redonda, que, con espada ál cinto, me frecía su armparo me ofrecía su brazo fuerte y noble, y oí que me decia: Ofrezco mi vida a ltu servicio. Renuncio a todo aquello que hasta la. hora, ha significado placeres para mí! me sentí invitada a ser ¿más buena, a ser más pura, para poder más tarde ofrendarle mi vida tan limpia y tan aro¡ mada de virtud, como limpias y aromadas son las flores con que se ofrenda a la Virgen.
No sólo a la madre le concierne el dón de la ternura y el dón de ser dulce: también a este hombre a este hombre que sabe ser fuerte, que sabe ser bravo en medio de las tempestades de la vida también te concierne.
Al estrechar mi mano, me hiz0 estremecer. No era aquella suavidad conque lo hacía, la suavidad que ponía mi madre al peinar mis cabellos cen la infancia? aquella ternira, señor Caspar ufo, mado de Viverie Cornille, vecino del lugar llzmaedo de los Cigarrales y Enbitante en l, El cual, por el presente, vea de cho, y libre de toda clase deudas, privilegios e hipotecas. s1 señor Alfonso Daudet, poeta residente en París, aquí presente y aceptante. Un molino Earinero de vien to, sito en el valle del Ródano, en pleno riñón de la Provenza, sobre una ladera poblada de pi nos y carrascas; estando el Susodicho molino abandonado ce más de veinte años e in para moler, por efecto de las vides silvestres, Muszos, romeros y otras hierbas parásitas que trepar por él hasta las asp25. Eso no obstante, tal como es y está; con su gran rueda rota, y la plataforma con hierba crecida entre los ladrillos. el señor Daudet declara encontrar el susodicho molino de su conveniencia y apto para servir en sus trabajos de poesia, lo acepta de su cuenta y riesgo, y sin recurso alguno contra el vendedor por causa de las reparaciones que en él pudieran hacerse. Esta venta es al contado y mediante el precio convenido, que el señor Daudet, poeta, ha sacado y puesto sobre la mesa en dinero contante y sonante de ley, el cual precio ha sido cobrado y guardado por el señor Mitifio; todo ello a vista de los notarios y testigos infrascritos, de lo cual se extiende ¡Escrutame los Ojos. la pálida Trinitaria)
Me has dicho. Escrútame los ojos! a mí, que más ¿no era la misma que mi madre llevaba en sus manos cuando acariciaba mi cabeza de chiquilla que quiere esconderse en los regazos mil veces sdorables de la madre? ¡Dichoso momento. Dichosas personas que dejan pasar la nobleza desu alma, a través de las manos. y Flor de CAFE La hermana melancolía. En un convento vivía una monja que pasaba por santa y que se llamaba la hermana Melancolía: frito de savia tardía que olvidó la primavera, su rostro de lirio era; y sus pupilas umbrosas, dos nocturnas mariposas en ese lirio de cera.
u Nadie la vió sonreir, porque quiso en su entereza, ennoblecer de tristeza la ignominia de vivir; tan súlo cuando al morir mb miró la faz del Señor, arrojando su dolor como se arroja una cruz, mostró en su frente la luz de un relámpago de amor.
YH aquella monja sombria que nunca se sonrió, cuando en su cripta durmió, sonreía, sonreía.
Hermana Melancolía: dame que siga tus huellas: dame la gloria de aquellas tristezas, oh tactiurra!
Yo soy un alma nocturna que quiere tener estrellas!
AMADO NERVO BREMEN ¿RUROPA. OLUMBUS LLOYD El ¡PRESS ÉL SERVICIO TRANSATLÁNTICO MÁS RÁPIDO IRE MEN? EURCPA EN DIAS DE NUEVA YORK EUROPA MoHEVYA VORL ERANCIA, INGLATERRA ALEMANIA SERVICIO REGULAR TIE SAN FRANCISCO DIRIGIRSE NU VICTOR Limón, Saz DE GALVESTON VIA HAZANA Josó, Puntarenas, VIA PANAMA BREMEN ESTRAS AGENCIAS FABIAN Este doc: que escrutarlos, com cuánto gozo fuera capaz de arrancárVtelos. Pretendes, dulce amor mío, que yo me interne ¡Dante sin Virgilio! en los siete infiernos de tus ojos, a consumir me eternamente en ellos. Así son tus caprichos, adorable mía, coqueta egoísta, inocente perversa! Quieres «que yo escrute el fondo de los caóticos precipicios de tus ojos, en cuya tiniebla inclemente zozobré y de cuya inclemente tiniebla no sé si algún día llegaré a resurgir. Me pides que yo nauta ciego tripulando al garete la galera sombria de mi tristeza, sin velamen y sin brú jula, rota la quilla y bauprés deshecho explore en el ponto de alquitranes inflamados de tus ojos, hasta que en la alta noche, contra los hirsutos arrecifes de una playa en soportador de la. cruz de. Jos penicarta de pago con reserza. Contrato elevádo en Passperigouste, en el estudio de Honorato, en presencia de Fran est Mamaí, tafedor de pifzno, y Luiset, apodado el Quique, tentes blancos. Quienes firmen con las. par tes y el notario, previa lectura.
La primera carta. INSTALACION fué esta: tinta reza de os molineros; y hallado buena la plaza, ha fbíanla convertido en algo esí como una especie de cuartel general, un centro de operaciones estratégicas, el molino de Jemmapes de los conejos. La noche de mi llegada, sin mentir, había lo menos veinte sentados en corro alrededor de la plataforma, calentándose las pa tas. delanteras. en un, rayo de luna. Al tiempo de abrir una ventana. zás. todo el vivae sale pitando y se cuelan por la espesura, enseñando, las blancas posaderas y rabo al aire.
Espero que volverán. Otro que al verme se queda muy extrañado, es el vecino del piso primero. un viejo buho, de siniestra cafladura y cara de pensador, el cual habita en el molino hace ya más de veinte años. Lo he encontrado en la cámara del sobradilló, inmó vil y tieso encima del árbol de cama, en medio del cascote y las tejas que se han desprendido. Me ha mirado un momen to con sus redondos ojos; luego, despavorido al no conocerme, echó a correr. chillando. Hú, hú. y se puso a sacudir trabajosamente las alas, gri scs de polvo; qué demonio de pensadores, nunca se eepillan!
No importa; tal como es, con su parpadeo de ojos y su cara enfurruñada, ese inquilino silencioso me agrada mucho más que otro cualquiera, y no me corre prisa «desahuciarlo, Conserva, como en lo pasado, toda la parte alta del molino:con una entrada por el tejado; yo. do me reservo la planta baja, u. EL MOLINO DE DAUD cal, de bóveda rebajadá como el refeciorio de un convento. Os escribo de ella, com la Púerta de par en par, y un sol espléndido. o Un lirdo, bosque de pinos, chispeante de luces, baja ante mi hasta el pie del repecho.
En el norizonte, destácanse las agudas cresterizs de los Alpilez. No se oye ruido algu mo. lo más, de tarde en tar de, el sonido de un pífano enwe Jos espliegos, un collarón de rolas en el camino. Tohermoso paisaje proven zai e por la luz. ehora. cómo queréis que eche de menos vuestro París ruidoso. y nscurc ¡Estoy tan bien en xi molino! Este es el rinconcito que buscaba, un rinconcito arorcáti a mil leguas de los periód; de los coches de. alquiler, de niebla. cuántas cosas bonitas en torno mío! No haze más de una semana que. estoy cabeza de impresiones y Técuerdos Sin más, ayer tarde presencié la vuelta de los rebaños a una masía que está al pie de la cuesta, y os juro que no cambiaría ese espectáculo por todos los estrenos que hayáis tenido esta semana en París. si no, juzgad.
Habéis de saber que en Provenza es costumbre enviar el gan los calores. Brutos y personas pasán allí arriba cinco o seis meses, alojados al sereno, con hierba hasta:la altura del vientre; luego, al. primer Írescor del otoño, vuelta a bajar a la masía; y vuelta a rumiar bur guésmente los grises altozanos que aromatiza el romero. Quedíbamos en que ayer tarde regresaban los rebañós. Des de por la mañana esperaba el zaguán, de par en par abierto; alfombrado de paja fresca.
De hora en hora exclamaba la gente: Ahora están en Eyguiéres, ahora. en el Paradón. Luego de pronto, al atardecer, un grito general de ¡ahí están. y allá abajo. en lontánanza, veíamos avanzar. rebáño entre un grandísimo limbo: de pol vo. Todo el ¿amino parece anna piexesita enjalbegada con Abierto está el más blanca que: ledad eterna y muda, se estrelle mi heróico afán, sin más testigo que Dios, que no habla rá, y tu capricho, que sonreir triunfante. Escrútame los ojos. Dime de una vez sin sucias ni taimados eufemist05. Ven; arrójate por sieni? sin posible rescate, a es ma incendiada, a esta nia en llamas de mis 05 cuos, que tienen la HPRuL atracción de los abis05. No, adorable mis Pl 00 ta egoista, mi inoestS pe sal Exstante es quen mars sa noctámbula de Mnhelo «0 derrota, haya cum3do, tiempo ha, en e ras flamivomes. POlvO Érre de sus alas pad US aio ás e sobre el viejo tapiz. la hora cruel de tiende sus brazos el que esperándola vencido al fin, Vengo apoya Al golpear mi cen enzan ER RC iguel Obisgón Lizano del TT stema capa aeo iblidtecás del Ministerio de Fura y Jin RBRUM. Ya no roza el marfil aquella mano La tierna melodía que a media voz cantaba, todavía descansa en el atril.
En el salón desierto, el polvo ha penetrado y ha eúbiertolos muebles que ella usó; y de la chimenea su péndula el reloj.
La aguja detenida otra no marcará, Junto al hogar, ya frio. El comenzado encaje, en un rincón, espera quién trabaje.
su delicada red.
La must enredadera se asoma por los vidrios moribunda de sed y espera De su amor preferido, la obra, en el pasaje interrumpido, conserva la señal.
Aparece Un instante del espejo en el fondo, su semblante. Ha mentido el cristal. En Pavoro53 calma, creciendo van las sombras. En mi alma vaz ereciendo también.
Por el combate rado, Sobre el plazo mudo Íren: la madera, Sus crerdas dar. con él. Los viejos morué dora ma pian0.
el marfil.
no balances su partida, WILTON CAN sillón vacío está. MOON R ATRSTO R q en aquí instalado, y tengo llenz la. ganado a los Alpes cuando Me y los apriscos tenian el suelo¡lla de sopa, cuentan a sus com Vhecho en lo alto de la: monta. Jpurpúreas llenas de rocío hasze y desenzaño de venenos del Dan a cos tienen las cuernos ¿specio me res mece los perre dor y ce hasta el mos tar tos en les cae ta los Todc tros a un ru; cosa asom!
gram verde desde han y los te trol ral re Piertan do nes embriaga y hace bi.
En medio de e: instalación. Los orrézos vie; jos enternésense al volver a contemplar sus pesebres. Los corderos, los lechales, los que han nacido durante. el viaje y nunca vieron la. granja, miran en torno tuyo con extrañeza. Pero lo más conmovedor aún, tes perros de pastor, atareadisimos tras de. sus bestias y sin ver otra cosa sino ellas en la do de su nicho, y que el cubo de pozo, rebosando de. agua fresca, les hace seña, ellos no quieren ver ni oír nada, antes de que el ganado esté recogido, pasada la tranca tras de la puertecilla con postigo, y los.
pastores puestos a la mesa en la sala baja. Sólo entonces cansienten en irse a la perrera; y allí, mientras lamen su gamepañeros de la granja lo que han ña: un paisaje tétrico donde hay lobos. y grandes digitales?
ta el borde de sus corolas.
En aquel molino escribió Daudet páginas muy bellas, cuentos y relatos en que apaSobre el amor y la mujer y vale más recibir y diez cartas Es eres esc: np bien las Cúrtas amorosas.
todas juntas no valen una mirada, una sonris idad de la tinta es curo ESA Mm PRAT AA. dl 3 es ver los perros; esos valienmasía. Por más que el perro d: guardz los tiama acsde el fon: a. Pena y amor, sufrimiento y amor, prudencia y umor, repug e nancia y amor: combinaciones imposibles, incompatibilidad de a las mayores que se hallan enlala
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