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tes barros que afean su rostro. UL) io 14414 IA INDEPEMDIENTE DE INTERESES GDTERALES San José, DOMINGO 27 de Julio de 1930.
NUMERO 3293 coz ella juegan cuando no llzere, juezan, juezan los volantes!
con las estrellas, y en un libro azul tienen es(trampas de nubes bellas; duermen, duermen, duermen. envueltos en blancas nubes, blandas y blondas cual los ca. bellos de los querubes.
Cuando ellos duermen, cae la (noche, cae de bruces con su sombrío paracaldas, colgando luces.
Noni nonito, nonito noni, los agnelitos, Luli lelito, Iulito luli, mi queridito.
Ir La ovejita má, la ranita cuí. Duérmete rai nene que es muy tarde ya.
El gallito quí, les gallinas có.
Ya se duerme el nene, arroró, arroró.
La vaquita mú, el canario pí. mis brazos, nene. duerme, duerme, así. TI Nenito mío.
afuera. el frío.
ha helado el río.
Afuera el viento.
silba un acento como un lamento.
Pero un momento olvida el viento y el frío cruento.
Duerme en mi pecho más satisfecho que en ningún lecho.
Duerme, querido, duerme escondido en este nido tibio y mullido. MARCOS LIEDOVIGIL. PLASTENNOL ERBA Tónico reconstitayente para las afecciones bronquiales y pulmomares.
Representante: EUGENIO DE BENEDICTIS.
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Enfermedades Cigestivas, ze im Reuz SL Enferm reee, le sus últimos matices: as Mnósecios OCAsos Oros como rubies, épalos coIo alzas.
ulos veraniegos que el escarlata de los flamboyenes. Crepúsculos de ¿is men sar: te sobre las 2gues quiez envolvedrze con vuestra rra triste; besead mis labios tax rojos como el fuego del sol, mi frente tan triste como las flores mustias, mis cabellos tibios trerzados como raices prie tas, y. envolved mi alma liena de vosotros, mi 2lma ten clara como el primer lucero de la tardel.
PENUSBRA No Eay sol. El crepúsculo está desvanecido. Tan débiles, tzn tenues son en Occidente Xo hay sol y tengo en el alma esa tristeza que media en tre la inmensidad del ansia y la insatisfacción del goce. Tengo el alma en penumbra como el cielo huérfano del sol, que erspieza a ser timidamente besado por la luna. Tengo el alma como esta hora en que no hay sombras, ni hay luz.
He cerrado los ojos, he mirado hacia dentro oculto. muy oculto. y he tenido la misma visión del panorama: el sol que huye, y un creciente de luna pálido que emipeza.
Ciana Valdés Roig. Blanca Nieve. Gastón Figueira, que tanto ama a los niños, este ingenuo poema infantil Llamáronla Blanca Nieve pues cuando grácil corría por el parque, parecía de la nieve copo leve.
Pero sucedió que un día mientras llena de alegría jugaba con sus hermanos. robáronla sus enanos.
Lleváronla a su palacio de granito. el topacio, la amatista. y el rubí y la turquesa oriental cantáronle un madrigal modernista. Para tí, princesa de nácar rosa; da nuestra gruta sus gemas, da el océano su cora Tus rubios rizos de oro son el soñado tesoro que buscara por doquiera en imposible quimera un principe medioeval.
En tu boca hay, cuando ríes, riña loca de rubícs; y tus dientes son las perlas refulgentes que un vicjo tritón marino, soñador a una sirena ofrendara prenda rara cual tributo de su amor. Cómo eres bella, princesa, princesa de nácar fresa!
La niña feliz vivía entra la loca alegría de lor gnomos hechizados; poro sucedió que un día cierta hruja envidiosa la enevenenó con la grana de una incitante manzana, y el aroma Jisonjero, traicionero.
de una Trust. se murió Elanca Nieve, herida por mano leve; Horáronla los enanos y entre gritos y sollozos lx escondieron pr: 0s05 en una urna de cristal. al nacer la primavera derramando por doguiera sus efluvios, la Princesa nado también en Costa NTE La buena acción te, destrozó el diario baba cz se 23ló un segundo alrededor del canasto de pa peles.
Los periodistas le z2herizn, elogizzdo la inmensa esridad Ce los Morgan, los Bocxefeller, los Carnegie, para hacer notar rmejor que él Nerwood, era un avaro sin corazón. Comprendía la veracidad de los reproches; él no tuvo nunca uno de esos minutos de bondad y de larguesa que disculpan las fortunas insolentes. Cuendo niño, robaba a sus compañeros; de muchacho, había hurtado las pocas economías de su madre, y más tarde lachó sin piedad por alcanzar la cumbre vertiginosa de las finanzas. Ahora, su áspera mirada de conductor de hombres y de experto manejador de oro descubría tras cada sonrisa o galantería el odio y lá envidia.
Aquel día, sin saber por qué, quizá por culpa de ese abril Que echaba su preciosa carga sobre los árboles lejanos o por el joven sol que dibujaba co.
luz en su escritorío aquel día, el odio de los otros le: hacía mal. Vamos! se dijo me resigno a convertirme en un hom bre mejor. Quiero hacer una buera acción.
Recordó que dos álas antes un viejo cura que pedía limosna para atender espantosas rai serias había contestado triste. mente a su negativa. Tengo usted cuidado, sefor, porque un día u otro puede Dios apartarse, desu gene e rosidad.
Algo nervioso hizo sonarla campanilla.
zado usted esta mañera, Cor larg. E y dos, señor.
Ez rimero que jlesa es un yiejo que se inventor; viene a proporerle unas nuevas máquinas. Héágelo pasar.
El secretario introdujo a un viejo miserable, vestido con nna. lestimiosa levita, y estrechando sobre su pecko una grue sa cartera de cuero verde.
Tuvo al punto a este hombre por uno de esos e los cuales la vida condena de antemaro.
El, Nerwood, se había abierto camino golpe de puño por entre la enmarañada civilización; los rostros se volvieron contra él rencorosos y malvaLa victoria gentil de. Cuántos pedidos ha rechaA.
LA HARINA La harina es luminosa, suave y grávida.
harina clara del arroz que eruje como la buena seda; la que llaman almidón, fresca como agua de nieve y que alivia la quemadura. La harina resbaladiza como la plata, de la patata pobre. Las muy suaves harinas!
La harina grave, que hace la pesadumbre de la espiga del arroz o del centeno, tan grave como la tierra, tierra ella miasEl nuevo servicio aéreo La hora del progreso ha soRica.
El aeroplano, ese gigantesco pájaro que tiempo atrás constituía una amenaza ¡para la tranquilidad de las naciones, cuando como nuevo Júpiter amenazaba destruir con suz ra yos todo lo creado, devastando en medio del fragor de la ba talla los campos de labranza czando sin piedad las vidas de inocentes niños, ancianos y mujeres; arrasando en su vue lo devastador ciudades y al ricas, ha Hezado hoy día cons tituir gracias a las necosidades modernas y al estableci siento de la paz uzo de los más eficaces medios de transporte, colaborando en forma brillante, a cimentar el gre so y la armonia de las nacion: Ya estas aves no se ciernen en el espacio para sembrar Ue trucz uDes, se nos bolo sagrado de jando con sus brazos de Paz el Universo, y derrz; mando sobra nosotras hermo vios de bienestar y de la eraz, cobij Gerardo Fernindez A o A Es y Tu voluntad sacrificó de un modo sanguinario y fatal mi pecho enfermo, y el vino de mi 2mor que yo no mermo de un sólo traga lo apuraste todo.
bal. Fresco nenúfar resurgió del lodo, robusta espiga reventó en el yermo, y el corazón que en mi regazo duermo de regocijo despertó beodo. Mi paciencia venció tu indiferencia.
al fin obtuvo su anhelada palma, me ofreció: la eglantina de tu sexo dos, pero él los babía ¿Tope Yaco sin piedad, cambizrdo sus gestos en uza lastimosa mueca de doler. Aborz, en el ma rífico són club, de formas redordezdas y blerdas, que pa recían suaves caricias, el pobre vieja se preparaba una ridícula pantomima; saludaba, tosíz, respiraba profundarente, se frotzba las maros y temblaba como las hojas en otoño.
El millonario sintió que un cálido efluvio nacía:en su peeho, como anticipo de una alegría desconocida.
Tenía ya su buena acción.
Examinó lentamente los papeles que el inventor acababa de la carterao. Eran proyectos complicados y absurdos sueños de escolar aplicados a la mecápica. La sólida inteligencia de Soneto Profano É E p A mi paciencia a pues tu cuerpo, que a mi ánima lo anexo, a El en el triunfo de mi alma sobre, tu alma. Hd a e. Carlomagno ARAYA TF BÍ ZE. EBRO aa. Elogios de las materias (Por Jabiela Mistral)
ma que podría hacer caminos lácteos para criaturas sin pecado original. La harina suave que resbala con más silencio que el agua y puede caer sobre un niño des nudo y no lo despierta.
La harina es clara, y grávia.
La harina materna, hermana verdadera de la leche, casi mur jer, madre burguesa con cofia blanca y pecho grande, sentada en un umbral con sol: la que hace la carne de los niños.
Ella es bien mujer, tan mujer como la goma y la tiza; ella entiende una canción de cuna, si se la cantáis y entiende en todas los cosas de mujer. si la dejáis solíta con el mundo ella lo alimentará con su pecho redondo.
Ella puede también hauerse una sola montaña de leche, una montaña lisa por donde los niños rueden y rueden.
Harina madre. Se la puede espolvorear sobre la pobre tierra envejecida y negra y ella le dará unos campos grandes de margaritas o la decorará como la helada.
La harina es clara, suave y grávida. Aleluya. Aleluya, aleluya, aleluya, alma mía!
Que en un himno concluya mi doliente elegía.
Ya me dijo: Soy tuya. Ya le dije: Eres mía! una voz encantada que de lejos venía, me anunció la alborada; me gritó: Ya es de dia!
Todo es luz y tibieza lo que fué sombra fría; se apogó la Tristeza; se encendió la Alegría.
Ya le dije: Eres mía!
Ya me dijo: Soy tuya. Cuánto sol tiene el día. Aleluya, aleluya, aleluya, alma tia! LUIS URBINA AGUJAS PARA FONOGRAFO 50 el paq.
BRILLANTONE, TONO Agentes para Costa Rica: VICENTE LINES. Sen José.
AEEL SALAZAR FERNANDEZ En Puntarenas: caja de 000.
JUMBO, TONO FORTISIMO 30. 00 la caja de 000.
a FUERTE, 15. 00 la Nerrood se reveló ante tal inep cia. Sa buen sentido despertótra el escritorio y un oo vaso de Boteriz, donde se pavoreabz una orquídez ezsi negra, se quebró con una queja erstalina.
Otra Gueja ronca, terrible le iejo tembleaba y Horaba, agazapado en un extremo del sjMón. De pronto, Nerwood recordó sus propésitos. Está bien murmuró.
Es bueno el trabajo; lo acepto ¿Vale esto un cheque de cien mil dólares?
Aún tenía ante sus ojos la imaginación del viejo, que no hallaba manera de abandonar el escritorio haciendo girar la llave de luz al pretender abrir la puerta, dejando caer la cartera de cuero verde, llorando y riendo a la vez, cuando tras un toc toc, respetuoso, entró un empleado. Traía el cheque que Nerwood. acababa de firmar. Señor, este cheque. Un rayo de cólera brilló en los ojos de Nerwood. qué? Ese cheque estaba firmado por. Por qué no había sido pagado todavia. Discuipe usted; el señor se ha presentado a la eaja y.
El empleado titubeaba. bien. crée usted que tengo tiempo para perder. Disculpe, disculpe usted, señor; él tendió el cheque al cajero, temblaba, mucho en ese momento, y dos veces seguidos murmuró: Es la alegría. es la alegria. y después se caNÓ. bajo del mentón, tibia también Ha múerto, señor: JEAN RAY Si caminara, nadie Ja oiría los pies de algodón, que se sumen, de pesados en la tierra: si quisiera bailar se le caerían los brazos graves; si cantara, el canto se le apagaría en la gruesa garganta. Pero no cami na, ni baila ni canta. Si quiere tener nombre, hay que hacerle nombre con tres o tres BI blancas.
TI LA CENIZA La ceniza es ligera y callada.
La ceniza callada, viuda del gallo fuego, que no brinca más con treinta piernas doradas y rojas; viuda del fuego centauro:que siempre vencía tiran do espadarazos azules. La ceniza sin lesta, tumbada como la viuda hindú. La ceniza benigna, oración sin ímpetu, ora ción arrodillada sin un levanTesis de los orientales ra explicar lo que no se puede Éecir. Las cases excitantes del gracia, los pren andes morales, aumentadas por la cultura, la honestidad y el pudor. Lo seducción natural es el arte de hacer resaltar los valores, presentándolos con todos los relieves. Para agradar abrimos la puerta por donde ha de entrar la simpatia, favoreciéndola para convertirse en afecto. Cuanto más femenina sea una mujer, más fácilmente se sobrepondrá a la fuerza, el ingenio y el valor que son los atributos de los varones perfectos. En cuanto la niña se hace mujer, avanza resueltamente con us armas invencibles: sus mejillas rosadas con el color de su propia sangre, manifesción de los climas fríos o templados, muestra de salud y de vigor, que con. la frescura de la tez, la potencia fascinadora de los ojos, el rojo vivo de los labios al natural, ni gruesos ni delgados, en una boca seduetora, ni grande ni chíca, con una barba redonda. un cuello mediano y bien formado, un pecho, lleno, con senos diseretos y un pequeño vientre; brazog proporcionados, estatura y piernas bien formadas aquí una mujer aparente para der a conocer la bellaza de un aís. La belleza de la. mújer se completa con la sensación del pudor efectivo, sin fingirlo. El pudor en la mujer, es una táctica; cuando. lo oculta o disimula, aumenta su valor, enaltece sus encantos al velarlos. los velos despiertan la curiosidad y las negativas estimulan el deseo. El pudor es la más delicada, la más ¡sugestiva de las provocaciones. Según los orientales, para que una mujer sea absolutamente bella debe tener: Tres cosas blancas: la piel, los dientes y las manos.
Tres cosas negras: los ojos, las cejas y las pestañas.
Tres cosas rojas: los labios, las mejillas y las uñas.
Tres cosas largas: el cuerpo, los cabellos y las manos.
Tres cosas cortas: los dientes, las. orejas y los pies.
Tres cosas anchas: el pecho, la frente y las caderas.
Tres cosas estrechas; la boca, la cintura y el tobillo.
Tres cosas gruesas: el brazo. el muslo y la pantorrilla.
Tres cosas ténuea: los dedos, los cabellos y los labios.
Tres cosas pequeñas: los pechos, la nariz y la cabeza.
tamiento de palabras en el pecho. La ceniza: esposa del fueamor suelen ser la belleza la; tación de la riqueza vital, ac media, pies y manos e. e: ERARIA DOMINICAL Bercense Ojitos de pera, Carita de luna, Torzba le rifa sia eaosa ninguna.
La madre centaba zecierdo Eu cuna. No More sia pena, Carita de lunz. Ojitos de pera, Carita de luna, ya, niza, lloraba armor sin fortuna. Qué Hauto de niña sin causa ninguna!
pensaba la madre como ante la cuna. Qué sabe de pena Carita de luna!
Ojitos de pena. Carita de luna, y ya es madre la niña que amó sin fortuna; y al hijo consuela meciendo la cuna. NXo Hore, mí niño, sin causa ninguna; no ve que me apena, Carita de Juna.
Ojitos de pena. Carita de luna. abuela es la niña que lloró en la cuna. Muriéndose lora su muerte importuna. Por qué llora, abuela,. Sín causa ninguna. Llorando las propias quién ve Jas ajenas. Mas: todas son penes. Carita de luna.
Mia Xx en JOA Jolann Genzíleich. Zuneufenber, inventor del arte de imprimir La cara de este hombre es, con la de Leonardo de Vinci, acaso la de mayor nobleza y alta hermosura. que haya enalterido a la especie. Hay en esa fisonomía la fiereza suave de un león dormido; la fijeza. de una idea predominante a Ta cual se ha consagrado la vida; la profundidad de quien ya no mira sino: dentro de si mismo, y la vaguedad de quien, a fuerza. de no mirar sino a su idea, ha concluído por abrazar tedas las cosas bajo el arco infinito: dé sus ojos. Aún no sabe el mundo, aún no lo. sospechamos siquiera, nosotros, bárbaros de América, lo que hizo por nosotros este hombre, a quien la posteridad colocará al lado de los salvadores: de Sócrates, de Pitágo. ras, de Budha y de Jesús. MASFERRER go, que lo cubría un poco, como una mujer, para guardarlo en el tizne rosado.
La ceniza gris, sin ninguna Voz pasa su pequeña derrota; con callada muerte de pobre.
La ceniza clara, que deja la leña tiedna, felpa de cariño, parecida a una mejilla de madre vieja, como el pliegue tibio que hace el cuello humano decomo una pequeña lsgartija muerta que ya se voltea con la mano y no responde.
La ceniza clara, que deja la leña no quiere ser probada, áspera por voluntad de pureza, como la nuez.
La ceniza que ayuda a la tierra a fecundarse, hermana sin hijo que alimenta al otro.
La ceniza es ligera y callada.
La ccniza buena de la muerte: un copo liviazo sobre la boca que ya no alienta más. Buen saiyal de muerte que cae pliesues de la cabeza a los tar largo como se quiera tan espeso como pida el corazón par ra ensordecerse.
La en sus viajes y le hace el PORTA TIL Ud. mismo la puele Jlevar a su casa, a su oficina, máquina grande de escribir.
REMINGTON mismo trabajo que una Remington Standard Noiseless. Contabilidad Portátil Cintas Papel Carbón Vea el nuevo modelo. No podrá exigir más.
FRENTE AL HOTEL PLAza 3Gosta Rica Mercanti? 69, TAI TS San José, SUrPR HARTA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica.

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