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REPRODUCED AT THE NATIONAL ARCHIVES VBORY Los alemanes naturalmente miran la perspectiva de ese cáos con gran ilusión, ya que les prometezapltcar en Costa Rica revuelta por las luchas religiosas y económicas que le indiqué en mi carta de ayer a aquel adagio español de que en rio revueltos gananddadde pescadores. Ellos tienen dinero y gastan dinero ayudando a ciertas gentes y a profesionales políticos, en forma secreta, para que soplen el fuego por todos lados, de modo que el incendio crezca, como ya es tá creciendo, en estagereaindedesedel Canal.
Yo era muy joven en 1910 cuando desempeñé la Secretaria de la Presidencia de la República durante la primera administración de don Ricardo Jiménez y más adelante me tocó servir la Subsecretaria de Es tado, durante la segunda administración de don Cle to González Víquez y actuar luego en asuntos políticos, por manera que tengo experiencia personal y absoluto conocimiento de la indole de mi país y de las tena dencias de sus hombres. Poo ello me alarma muchísimo el presente des concierto, cuando tenemos el enemigo dentro de la casa y creo que con viene eneausarllas coogas, antes de que nos vengan sorpresas de sagra dables. Nada trastorna tanto a un pueblo como la incertidumbre y esa incertidumbre existe aquí hoy, con la gravedad del Presidente y la in cógnita de su sucesión.
Sirvase perdonar, Excelencia, la extensión de esta epistola, en premio al anhelo de que mi patria no se descarrile más, en una épo: ca tan crítica para las repúblicas americanas; y tener la seguridad de que deseo prestarle mi modesta, pero muy leal cooperación a la po lítica sabia de en pro de la libertad y de la demo dracia en el Hemisferio de la Paz como lo llamaba Mr. Hugues!
Admirador y amigo que espera órdenes de are de limba fag

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