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DIARIO DE RICA PAGINA 37 PERO CON SPAR. la mejor pintura. MAS DURADERA. MAS ECONOMICA MAS ELEGANTE MAS DE 100 AÑOS DE EXPERIENCIA NIETO Co famosas DISTRIBUIDORES ADES OFRECE EL GENERALISIMO TRUJILLO, DE LA REPUBLICA DOMINICANA, UNA DONACION DE 50. 000 COMO PREMIO PARA EL AFIANZAMIENTO DE LA PAZ TO, PE LOS GOBIERNOS LOS CONGRESOS DE LAS REPUSLICAS Wada más difícil para un periodista que escribir sobre al mn onces sienten sobre sus carnes las mordeduras de nuestro AMERICANAS, PODRAN DESIGNAR LAS PERSONAS Vgo chce bien conoce y con lo que está íntimamente familiarizalátigo o las heridas de nuestros venablos. Pero siempre tene QUE SE CONSIDEREN ACREEDORES AL HONOR YA da. La verdad es para él cosa secundaria. Primero es la emo.
mos para verlos, los ojos de aquel niño que vió a su rey des LA CUANTIOSA DONACION ción, no tanto la propia como la del público. prefiere en toaudo cuando todos aparentaban verlo vestido con las telas En este mes de julio será otorgado el premio correspondiente do caso la novela a la historia, la fantasía a la ponderación que eran invisibles sólo para los pillos y que nadie quería con a este año. de acuerdo con las disposiciones del gobierno de quien se ciñe estrictamente a los sucesos. De ahí la inquiefesar que no veía, para no declararse indiano de la confian de aquella república tud del que esto escribe cuando el Director le pidió que hiciea del soherano. Los vemos, por decirlo así, desnudos: en su ra una crónica relatando la vida cotidiana del periódico, la carne mortal y en su verdadera apariencia, sin hacer caso de El Generalísimo del Ejército de la cionado hon:r y a la cuantiosa do sus transformaciones o de sus afeites para disfrazar su inti inti. República Domini Gererol Re in na de todos los que junto con los políticos debemos enga ación.
Trujillo, he establecido una donación Se ha establecido, que ésta ha de 151 con arte y discreción, a la gran masa ciudadana que nun rondición.
de 50. 00. 00, como premio para entregarse todos los años el dia 15 do We convence de las falacias de nuestros respectivos oficios Pero cuando el político se transforma en gobernante y sr quella persona que más hoya ccleh julio, y en consecuencia, el indicado que siempre, insaciablemente, pide que se le dé gato por personalidad se robustece con el ejercicio del poder, el perio rado al alianzamiento de la paz entre dia del mes entrante se otorgará el calor, los Lace a premio a la persona que el Gobierno libre y que de los más anodinos sucesos o de las más insig.
stre siente como un deber secundarlo. Posiblemente su de 1s países americanos, Todos los gobiernos, los congresos de aquella República designe, me la desesperación. nficantes ideas se haga el melodrama que emociona o el disarión nace de sus convicciones: es sincero tanto como cuan: las organzaciones de carácter in diante el procedimiento antes enu.
en aquellos para corso grandilocuente que conmueve.
so randilocuente que do ataca. Pero todos juzgan juzgan su su actitud actitud interesada o interesada coternacional, podrán indicar las perso. ciado.
coEas, que fueron 22 mo un acto de servilismo con el poderoso. No hay para él Y pelig:os cons. Porque no es tan sencillo hablar de los periodistas. Por recurso de enaltecer en el gobernante el gesto magnánimo lo general el público tiene de nosotros una idea errónec. Se er dilerencar es en el progresista empeño. Todo suena para el grueso públic pia insinceridad de ideólogos sin ideología, de redento es sin la ciudad. Llegó el ns juzga superficialmente y se nos cubre con el mote poco no o lisonja, a cortesanismo servil. No hay medio de acer ara nosotros, fue o cante de chicos de la prensa. Somos las víctimas de la corona, de pensadores sin originalidad.
iar. Si se cosecha una ingratitud y vuelve el periodista su plun que antes estu tityd ds grandes y pequeños. Los grandes, los políticos De Jos potentados, es el tiempo el que nos venga. Un día, no contra el que ayer ensalzó, es siempre un despechado, un odos, como una tal y fuera del poder, no aprecian mucho, que digamos, Irficante: un simple asalariado que gana una soldada preca ente que se hace acreedor del desprecio de sus conciudadanos igual a todos los demás del año, a un redactor cualquiera le 1d:or anónima, el esfuerzo silencioso de quienes llevamos arric, un misero sueldo que apenas si cubre su desnudez y sacia porque hiere después de haber acariciado. No tiene derecho ni toca escribir una nota necrológica de uno de estos fulanos. De. nos sentimos fe biblico la idea que luego germina para que ellos reco a todo pulmón, y e su hambre. No saben que de la honestidad del periodista de be decir algo sobre ese desaparecido que cubre el manto pia desencaño. Si por el contrario proclama el mérito y su elodoso de su anonimia. entonces el redactor presuroso, que ya Cecer ante nuestra into; cuando están caidos o no tienen fuerza para ascender pende muchas veces que ellos hagan sus negocios; que porio corresponde a la virtud del hombre público que ha elevaPuntarenas, senti sonos pacientes y leales cirineos que les ayudamos a llevar dría descubrirles muchas de sus combinaciones o que si lc ha terminado su pesada labor cotidiana, escribe, o más bien, su concepción del poder a un plano de generosidad y tra mensa en el cora la cruz de sus pecados o que levantamos hasta las nubes sus quisiera lograría entorpecer la propia marcha de sus empre baio, es entonces el brecha despreciable que se arrastra bair amontora lugares comunes, frases sin sentido, elogios póstu. 9zonde de vivir. nescnalidades para que se destaquen sobre el nivel común sas. como no se hace temible como lo son en otros países a mesa del banquete en demanda de los mendrugos o de lr mos que tienen un aire funeral y hieden a cadaverina. Es un vida, trayendo el de las gentes. Pero rara vez aprecian los servicios. Cuando as o de aquellas po los industriales del chantage desquite inconsciente, porque hay necrologías que no son otra entonces esos comerciantes propina del poderoso.
cambio de su vianden, con las alas prestadas de una publicidad oportuna esos hombres de negocios, no siempre cultores de la probidad No obstante el reportero, por un azar de su oficio, tener Cosa que una venganza sytilísima, agravada por el cansamcio y construyen ciu solviden del oscuro periodista y aún ante él mismo afectar tratan despectivamente al periodista, al que no estima por de una mente de redacto: que está pensando en todo, menos lcance de su mano los más vigorosos reactivos. Muchas ve.
la selva.
en el muerto.
eses como para hacer resaltar su grandeza frente a la pe Tue no lo temen, en gracia a la rectitud de este último, que ca es cambia la faz de los sucesos. Produce extrañas e insospePero no obstante en el alma del periodista no hay odio ni Ivarado Merrero Serenez de sus fieles colaboradores. Es entonces cuando muilla lo que sabe de algunos de esos flamantes potentados. hadas mutaciones en el escenario político. Precipita la caride amargura. Cada día presenta un panorama distinto al antes sitrarnos que la maquinita la fiel Remington o la Roval por El grueso público es injusto sin que haya pecado de inde funcionarios o los afirma en sus puertos. Crea la sensación jor. Lo que ayer lo movió a indignación, le divierte a la madil que nos sirvió para exaltarlos, nos sirva también para gratitud de su parte. El hombre de la calle ignora esa tragedic He la nada y mueve las ruedas de la complicada maouinc fano sirviente. De la lucha amarga extrae su humorismo. To.
desinflar el globo de su vanidad vulgar.
inlima de las redacciones. No comprende que la informaciór rio de los negocios. Pero nunca es más temible el periodiste das las historias de la ciudad bullen en su mente y conoce el Tampoco somos justicieramente juzgados por los escrito o el artículo que leyó en 10 minutos ha significado un día an romo cuando carece de material y opela a la magia de er secreto de muchas acciones y de muchas vidas. La mecánica te e intelectuales. Siempre hemos de oírles hablar despecti gustioso para el redacior que lo escribió; que el reportare de fértil imaginación y orma, con la ciencia de un consumade de los contecimientos no guarda secretos para el. Las pasio vemente de nuestro trabajo. No sabemos escribir. Somos re eensación que logra mover las fuerzas de la opinión pública ocenoarafo, el simulacro de una noticia sensacional o aven nes políticas rara vez logran arrastrarlo. Va y viene en un domados ignorantes. Todo lo tergiversamos. Carecemos de es surgió de la pluma del reportero en momentos en que una antura una lucubración, que por afirmarse en lo posible, muchas mundo de subterráneos romales y de ignoradas oquedades.
cropulos y de probidad intelectual. eso lo dicen desde lo qustic económica le giosigaba y que aquel fue el trabajo du veces resulta proiética. Le sucede menudo, lo que o aque Pero nada le sorprende y cuando no sabe, adivino; cuando ta de su mediocridad finchada de orgullo: no reparon que to de una mente oprimida por el recuerdo de las dificultades estudiante de magia crise habiendo secuido las instrucciones no adivina, inventa: pero es fiel su cita con el priblico. No ser periodistas se necesitan una agilidad intelectual que domésticas o por la tragedia de una salud quebrotada. El de su maestro para conjuros los demonios, luego no sudo en obstante, tiene dos enemigos naturales: el orden y los ingle900 ellos seric fatigosa, porque producen con lentitud y gran público pide sensaciones y hay que suministrárselas. se recontrar la fórmula cabalística para volverlos a las bajas re ses. Un periodista metódico no se concibe. El desorden de tarbajo una prosa constelada de citas o lograda fuerza de produce con los insignificantes chicos de la prensa aquellcniones infernales y reventó porre la obligaron a beberse to la naturzleza, la inesperado de los acontecimientos, lo inestable ss viles imitaciones: que sus ideas tienen un contorno de. triste historia de Alfonso Daudet, del hombre de la cabeza de Ho el vino que les ordenó traerle. Así los acontecimientos cur de las situaciones en todos los sectores de la vida. la misma jennidad y grandeza que el periodista evitar porque no escribe Oro. crie comprobar su derecho a la vida, vendiendo, hasta llegar a originar revientan, en no pocas ocasiones, al mismo indole ce su diaria tarea, le convierten en un ente desplazapara la élite ni para que su nombre reluzca, sino para tradu a satisfacer los caprichos de su amante, las particulas san e lns imaginó en maia hore.
do de lt normalidad de la existencia de los demás hombres cita con la premura del trabajo en las tareas del diarismo. Irrientos de su cerebro.
Eso en el terreno de lo impersonal. En el mundo de ler que trahaan. Su labor comienza con el día pero no tiene hoemoción del momento, la sensación política, el reportaje de Mas no todo es dolor o injusticia en la vida del periodis Darsonos también hay fuerzas que nos proporciona el agrios parr terminarlo en la noche. La ley es crear la sensación.
grbate, el suceso sangriento, la noticia administrativa eta. Hay una oculta ley de compensaciones. la ingratitud dulce placer de la vencanza. De los intelectuales nos venge No hay excusa para que el público no devore su diario pitam hade it clear diariamente el cupo de emociones que el oro de los políticos desde lueco con muy honrosas excepcio mos en su propia insignificancicPasaran de tiempo en tiem a de noticias en las cue la base es la verdad, pero que ha Jbbico necesita para satisfacer su curiosidad o llenge sumen meenpanemos nuestra ironic. Les hemos visto. como los DO por las redacciones para solicitar ante se les inserte su re e Bratatizoea. con huena dosis de fantasía truculenta, pa te con el material de sus conversaciones durante el día. yudas de cámara a los reyes, en paños menores. Conocemne bataie si crticuleio. la indiferencia del público eee dú que la emoción popular no decaiga y no sufre un doloroso Del mismo modo, algunos hombres de negocios no apre su intimidad intelectual. Les hemos contemplado sin el rona e blico ton nuestro y dócil a las diarias mentiras que se le sir su intimidad intelectual Les hemos contemplado sin el roda e blico ton nettoyd Hesperte del enervamiento en que es necesario mrtenerlo.
cien al periodista. Por lo general sólo ven en él al que deben xterno crue nosatros mismos ayudamos a confeccionar. sen verrasice su soberbio con la más anonadante frialdad. En este aspecto, la labor del periodista es crsi sublime, casi de indireciamente de sus favores para el periódico en que trotimos por ellos casi un piedad o ung lastimera emoción. Al llos sufren ese silencio, proclamando, en represalia, la igno un sacerdocio de verdadero misticismo mesiánico: redimir al baie. Le examinan por el lado de su pobreza, y le ven insigni gunas veces nos llega el turno de cambio nuestra actitud y rancia de los demás. sin admitir que el vacío lo hizo la pro (Veg Col 59 Pág. CUARENTA. ER Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica

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