Números de la Central Telefonies de DIARIO DE COSTA RICA 2220. 4042. 3252 ERVICIO CALLEGRAFICO PRENSA ASOCIDE Dirección Postal cabo DERECTORES Mariano Sanz. Isberto Montenegro DOSENDO DIODOU DE EL TAS JOSZ, COSTA RICA CION DE XASIDA Diario de OSTA RICA NAVIDAD 1951 Por un impulso anímico, que no creemos necesario analizar o investigar. aunque está de moda ahora someter las emociones y las reacciones del alma a los frios laboratorios de la ciencia, nos ha movido e espiritu a evocar en este!
dia Glorioso de la Natividad de Nuestro Señor Jesacristo, a la familia campesina, que por su humildad, por su fé auténtica y por su sencillez y compenetración con la naturaleza, está mas cerca de Dios, aún sin tener conciencia exacta de ello. El cuadro tradicional del Nacimiento es tipicamente campestre: su pesebre, sus bueyes, su heno, hablan a voces, de la humildad, de la pobreza del labriego. Por similitud, nos trasladamos, al conjuro de nuestra imaginación. el ambiente campesino de nuestra querida patria y vemos, como en sueños, la divina escena del Nacimiento, trasplantada a la Tierra, cobrando realidad en la carne y la sangre de nuestros buenos campesinos, ingenuos, creyentes, fieles, sencillos, en plena comunión con Dios y la Madre Naturaleza, su Creación. qué hacen nuestros buenos labriegos, sino seguir y practicar la Ley de Dios? No crecen, se multiplican y viven bajo los preceptos cristianos, siempre fieles a su fé. Cuánto más grato no ad espíritu contemplar e apacible espectáculo de los humildes, a quie ner ama Dios, adorando a su Señor y plasmando con sus propias vidas e ideal cristiano, que encontrarse en medio del bullicio y del jolgorio de!
la Cindad, en donde la Navidad ya no u an simbolo de Amor y de Paz. con pocas excepciones sino que un pretexto para derroches, comilonas y desenfrenos que nada tienen que ver con Divino Mensaje; con la Buena Nueva del Nacimiento de Niño Dios que viene al Mundo para salvar el alma de la Humanidad, tan acongojada en este valle de lágrimas, de conflictos y de germas!
Mientras que por las urbes ultra civilizadas Te saenan los claxones chillantes, como ladridos de protesta de los automóviles inmovilizados por le congestión del tránsito, impacientes por arrancar; mientras las sirenas lanzan sus aallidos al espacio y chocan las copas en los brindis, iniciandose una cadena de abrazos y exclamaciones de jubilo momentáneo, efervescencia pasajera y superficial, allá en los campos surge, inadvertida, la escena del nacimiento de un niño, tal vez sobre un montón de paja, mientras sus rústicos pero enternecidos padres, le contemplan y admiran, silenciosos, como arrobados ante milagro hecho vida, palpitante en su modesto lecho. Ni cintas de seda, ni bombillos de colores ni Arbol de Navidad, u opipara cena; solamente la tibieza acariciadora del hogar, e perfume de anos frutos recién cortados, y en silencio preñado de emociones intuittvas, brotando de sus sencillos corazones.
Amor, Pez, Serenidad en los cuerpos y en las almas; Comanión de los pensamientos, elevados hacia el misterio de la Eternidad, que a Dios.
Asi debíamos sentir todos la Navidad. Con esa devoción sincera de los humildes, sin las ostentaciones grotescas y espectaculares de la Cixdad, ayunas de toda emoción generosa, de toda vibración espiritual.
Udo KHCO FELICES PASCUAS Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.