panorama SUPLEMENTO LITERARIO, FEMENINO DE CINE Creó a las Madres.
Muchas personas creen que ellas o sus hos han tenido rampión varias veces pernes to por la canal no es cierto.
En realidad es muy poco probalbe que el sarampién se de en el mismo ruleto más de una vez. Nos referimos, desde lueco al verdadero sarampión. Con frecuencia producen contasones perque hay enfermedades parecidas que son diornosticadas por los propios padres del paciente por vecinos bien intencionados Existe por taplo la roscola una enterrarad afantil leve y sin complicaciones, que no yesenta por to general después de los dos o tres años.
Durante esta enfermedad, la temperatura del niño llega a 39 o 40 grados. cuarto dia parce una entpelon la temperatura bata a to normal y el this entra en franca convalecencia.
Otra enfermedad Infantil frecuentemente contundida con el sarampión porque se le paTeco, es la rubéola, que en ningun modo proteger al niño contra la dolencia que nos ocu pa. La criatura puede contraer por turno las tres enfermedades Toscola rubeolas saramplon Ninguna de ellas inmuniza contra los demás porque con producidas por érmenes diferentes El verdadero sarampión es causado por un virus. Este viTus es distinto de cientos de 0tros tras que cantan enfermedades como la euronin, la teHorta a las paperas Hay un solo medio posible de contragio del sarampión: por contacto directo con un enfermno, o con alguien que esta in.
cubando Is enfermedad. El periodo más contagioso es el que precede a la aparición de la e rupción, cuando los sintomas no se diferencia de un resfrio común. S! su hijo estuvo expuesto contagio del baram plón, tardará de dies doce dins hasta contraer ta enfermedad. Serk ditielt duasnosti carta, ya que como decimos, los sintomas son amamente pare cidos a los de otras enfermedades de la Infancia. Esta es otra rapon por la cual deberá consultarse un facultatiso apeDas Aparera sintomas meno res ENTRE NOSOTRAS Los primeros sintomas de arampión son: pérdida de petito, temperatura de 37 38 crados y deciamiento general El niño se casar cilmente y se mostrara caprichoso e irri table. Le chorrearán los ojos y la nariz, y posiblemente to será y estornudara. medida que la temperatura aumente, es posible que delire o tenga pesadillas. Después de varios dias aparecerán poquetas man chas azules pertadas en las mem branas mucosas cerca de la spertura de la boca y lo largo de los dientes inferiores. Estas manchas se presentan lo en CASO de verdadero arampión.
Tales sintomas duraria al gunos días después de lo cual hark su aparición de periodo eruptlyo, en la cabeza la nuca y el cuello. Al priacipio serán pequeñas marches ROJAK, sepsradas catre y chalen. Misadelante ya medida que la crupción se extiende al pecho, abdomen y extremidades inte.
riores, todo carpo estari cubierto per una crupolón de an color rojo briliante. Por lo general arque no siempre ruelde haber tenperaturas muy altas durante este periodo.
Es absolutamente falso suponer que sólo cuando la mu, fer adopta una posición voluptuosa, el hombre se alucius frente a ella. Esto también se sorprende cuando el bello animal que según Byron la naturaleza hs designado compañera del hombre, exhibe una de sus frecuentes y pe.
culiares rarezas. Si usted observa e grabado detenidamonte verá cuanta es la indiferencia con que toma el helado.
El hombre, sin embargo, ha renunciado a su faena, solamente para examinarla: es su esclavo. No importa la cionalidad ni la posición social o siquiera la edad del in.
cógnito observador. Si en vez de estar metida en esa bol sa, anduviera en bikini, es posible que el helado estuviera vestido en el suelo. en fin. vea ahora en la ilastración Inferior otro monstruo femenino metido en un grotesco atavío do sacos de envase. Las mujeres le dan la es.
palda; los hombres le dan. el alma por los ojos al vol.
verse para verla. La otra puede ser confendida con una Lámpara y muchos hombres descarian, por cierto, servir lo do pedestal. Ella sabe que su estudianda indolencia y la Languides de su mirada vencerán en un instante al más!
poderoso de los monarcas. Un hombre rabia do impoteacia frente a una mujer desde osa, pero se asombra de sa belleza y cae victima de su propio estupor: su postura vi.
ril se reprimo, su vigor se desploma, su facrza queda mala o por lo menos reducida a un inúta ademáin do agresive dad.
No hay que ser un gran filósofo y ni siquiera espe.
cialista cu psicologia femenina, para asistir como simple espectador Sangastoss batalla quo libran desde sus origenes, el hombre la mujer. Et bombre es agresivo, salvaje, dominante, fuerte. La mujor es pasiva, tierna, Ilexible, vigorosamente debil. Pero en ambos trabajan, sig lasamente, los mecanismos más finos y sutiles, para vencense mutuamente. No imitan, en lo fisico naturalmente, a dos pugilistas en acción, cuyos puños en alto simbolizan una poleg ardorosa y violenta. la lacha presenta angulos prodigiosos. Frente al hombre, cuya virilidad predomina sobre su inferioridad anatómica, la major descubre tanto sus latinitos mecanismos defensivos cuanto los limitados escasos de su oponente. Ella dispone de múltiples recur.
Sos, machos de ellos asombrosos. Una mujer habil. Inteli gente, cuyos encantos scas situados estratégicamente en La vida de un hombre, puede ganar todas las batallas. Esta verdad elemental puede ser aplicada a toda clase de con.
toimientos. En la calle, el hogar, la playa, el club, los via.
jes.
Los perfumes, los vestidos, los sombreros, las joyas, los adornos: he aquí los cjércitos victoriosos, invencibles, con que cuenta la mujer, desde Cleopatra hasta Gina Lollobrigida. Todos los días la mujer sorprende a los modistos, los comerciantes, los publicistas, en fin a los hombres!
que, perpetua, incansablemente trabajan para ellas. Ellas movilizan, fatigan, destruyen a los hombres. Pero los hombres las admiran, las adoran, las descan. El hombre firma. Yo soy el héroe! La mujer reafirma: fel héros es mio!
Hasta para los timidos, para los hombres que se sienten el escoror de profundos temores infantiles, hay también desafíos ingenuos como el de la silueta exquisita, elocuente, precisa, de una bella adolescente Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.