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arities raiaiais touches con EL GIGANTE EGOISTA bellas decia per niños son las floresta cariana de istice os se vestia, mis ana. Ya no destes vierno, sabia ahora éste es mecida y el reposo de la miro sa. En el tes llas frutos de plata, mo: Diario de Costa Rica Jueves, 20 diciembre, 1962 La Tertulia por all En realidad, era bol. el árbol inmediata a los niños un jilguero que cantaba an mente floreció; los pájaros jardin.
te su ventana, pero como vinieron a posarse y a car. Tengo to no había oido a un pájaro tar sobre él, y el niñito ex. bellas desia en su jardin hacía tanto tendió sus brazos, rodeó con niños son las til tiempo, le pareció la músi. ellos el cuello del gigante llas de todas!
a más bella del mundo. y le beso. los otros niños, Una mañana de Entonces el granizo dejó viendo que ya no era malo mientras se vestia de bailar sobre su cabeza, y el gigante, se acercaron co la ventana. Ya na. el viento del Norte de ru rriendo, y la primavera volba el invierno: a Todas las tardes, al vo vió con ellos.
bo pajaritos y florecillas. guru gir, y un perfume delicioso perte es sino la primavera Ter del colegio, tenían los Sólo en el jardin del gi miego nasta niños la costumbre de ir a gante egoista continuaba na abierta.
vuestro jardin, pequeñue res. De pronto se free. Creo que ha llegado, al los. dijo el gigante, y, co ojos atónito mir jugar al jardin del gigan. siendo invierno.
fin, la primavera. dijo Los pájaros, desde que no te.
giendo un hacha muy gran Realmente, era un Era un amplio y hermo. habia niños, no tenían in el gigante; y saltando del de, echó abajo el muro. maravillosa en a cuando las gentes pasaron 50 jardin, con un suave y terés en cantar, y los árbo echo, se asomo, y miro a. cuando las gentes pasaron más anar más apartado del jardin verde césped. Brillaban a les olvidábanse de flore fuera. Qué fue lo que vio? al mediodía hacia el mercabía un árne cer.
Vio un espectáculo mara quí y allí lindas flores en do vieron al gigante jugan. te cubierto de flores tre la hierba, como estre. En cierta ocasión una bovilloso. Por una brecha a do con los niños en el jar. cas Sue llas, y había doce meloco nita fior levantó su cabe.
bierta en el muro los niños din más hermoso que ha doradas, y colgaban!
el bían visto nunca toneros que, en primavera, za sobre el césped; pero al habíanse, deslizado en cembrion en una delica ver el cartelón se entriste jardin, encaraminandose a Estuvieron lugando du. baio estahaan eron jugando du bajo estaba, en pie, el da floración blanquirrosa. ció tanto pensando en los los arboles. Sobre todos los rante todo el día, y al caer quen da y que, en otoño, daban niños, que se dejó caer de árboles que alcanzaba él a la noche fueron a decir a. to.
hermoso fruto. Los pájaros nuevo en tierra, volviéndo Ver habia un ninito. los diós al gigante.
El gigante se precis árboles sentíanse posados sobre los árboles se a dormir.
tan di. Pero. dónde está por las escaleras con que se alegra. chosos de sostener nueva vuestro compañerito jes alegría, y entró en el la non fueron el hielo y la nie. mente a los niños, que se ha preguntó ese chiquillo Corrió por el césped trumpidos habitualmente ve.
bian cubierto de flores, y que subí al árbol?
cercó al niño. cuando che e para escuchar la primavera se ha olc agitban graciosamente sus él era a quien queria tuvo junto a él. su cam vidado de este jardin ex.
los.
brazos sobre las cabezas in más el gigante, porque le rojeció de cólera y ex. Qué dichosos somos a. clamaban gracias a esto fantiles. Los pájaros revolo había besado.
quil. se gritaban unos a viviremos en él todo el a. teaban de unos para otros. No sabemos. respon. Quién se ha atre otros.
ño. La nieve extendió su cantando con delicia, y las dieron los niños. se ha herirte. Un día volvió el gigante. gran manto blanco sobre flores reian, irguiendo sus ido.
Pues en las palmas de Había ido a visitar a su a el césped, y el hielo pintó cabezas sobre el césped. Decidle que venga ma manos del niño y en su migo el ogro de Cornualles, de plata todos los árboles. ra un bello cuadro; sólo en ñana sin falta repuso el cesitos veíanse las sei y vivido siete años con él. Entonces invitaron ai vien un rincón seguía siendo in gigante.
de dos clavos.
Al cabo de los siete años dito del Norte a que viniese vierno. Era el rincón más Pero los niños contesta. Quién se ha atrevia jo todo lo que tenía que de a pasar una temporada con apartado del jardin, y alliron que no sabian dónde vi a herirte. gritó el gic cir, pues su conversación ellos, y él vino.
se encontraba un niño muy via y que no le habían vis te. Dimelo Iré a coge!
era limitada, y decidió re. Estaba envuelto en pie. pequeño. Tan pequeño era, to nunca hasta entonces; y gran espada y le matan gresar a su castillo. Al lle les, y bramaba durante to que no había podido llegar el gigante se quedó muy. No respondió el gar vio a los niños jugando do el día por el jardín, de a las ramas del árbol, y da. triste. Todas las tardes, a no éstas son las heri en su jardín.
rribando chimeneas. ba vueltas a su alrededor la salida del colegio, ve. del Amor. Qué hacéis aqui. Este es un sitio deli. llorando amargamente. El nían los niños a jugar con. Quién eres. dje les gritó con voz agria. cioso decía. Diremos al pobre árbol estaba aún cu. el gigante. Pero ya no se gigante; y un extraño los niños huyeron, corrien granizo que nos haga una bierto por completo de hie volvió a ver al pequeñuelo mor le invadió, hacién visita.
lo y de nieve, y el viento del a quien quería tanto. El gi caer de rodillas ante Mi jardin es mi jardin llegó el granizo. Todos Norte soplaba y rugaí por gante era muy bondadoso queñuelo. dijo el gigante. Todos los días, durante tres horas, encima de él.
con todos los niños; pero e. el niño sonrió al gie deben entenderlo así, y no tocaba el tambor sobre la ¡Sube, pequeño. de chaba de menos a su pri. te y le dijo: permitirré que nadie más techumbre del castillo, has cía el árbol, y le tendría sus mer amiguito y hablaba de Me dejaste jugar que yo juegue en él. ta que rompió muchas piza ramas, inclinándolas todo el con frecuencia.
vez en tu jardin; hoy Lo cercó entonces con un rras, y entonces se puso a cuanto podía; pero el niño. Cuánto me gustaría drás conmigo a mi jari alto muro, y puso este car. dar vueltas alrededor del era demasiado pequeño. El verle. solía decir.
verle. solia decir que es el Paraiso.
tel: jardin, corriendo lo más de corazón del gigante se en Pasaron los años, y el gi cuando llegaron lo prisa que pudo. Iba vestido terneció al mirar hacia a. gante envejeció mucho y nos aquella tarde, enar PROHIBIDA LA de gris, y su aliento era co. fuera.
fue delibitándose. Ya no poron al gigante tent ENTRADA mo hielo. Qué egoista he sido. día tomar parte en los jue. muerto, bajo el árbol. No comprendo por qué se dijo. Ya sé por qué la gos; permanecía sentado en cubierto de flores blak Se procederá judicial. la primavera tarda tanto en primavera no ha querido ve un gran sillón viendo jugar mente contra los trans. llegar. decía el gigante e. nir aquí. Voy a colocar a e.
gresores.
goista cuando se asomaba se pobre pequeñuelo sobre a la ventana y veía su jar. la copa del árbol, y luego 000dian blanco y frío. Espe. tiraré el muro, y mi far.
ro que cambie el tiempo! din será ya siempre el si.
Era un gigante muy Pero la primavera no lle. tio de recreo de los niños egoista.
gaba nunca, ni el verano Estaba verdaderamente Los pobres niños no tampoco.
arrepentido de lo que ha.
te tenian ahora sitio El otoño trajo frutos do bía hecho.
donde jugar.
rados a todos los jardines; Bajó las escalares, abrió pero no dio ninguno al del nuevamente la puerta con Intentaron hacerlo en la gigante.
toda suavidad, y entró en el carretera; pero la carrete.
rele. Es demasiado egoista jardin.
ra estaba muy polvorien. dijo.
Pero cuando los niños le ta, toda llena de agudas era siempre invierno vieron se quedaron tan ate.
pledras, y no les gustó en casa del gigante, y el rrorizados, que huyeron, y Tomaron la costumbre de viento del Norte, el grani. el jardin se quedó otra vez pasearse, una vez termina 20, el hielo y la nieve dan. como en invierno.
das sus lecciones, alrededor zaban en medio de los ár. Unicamente el niño pe.
del alto muro para hablarboles.
queñito no habia huido, del hermoso jardin que ha. Una mañana, el gigante, porque sus ojos estaban tan bla al otro lado.
acostado, en su lecho, pero llenos de lágrimas, que no Que felices éramos despierto ya, oyó una mu. vio venir al gigante.
shil. se decían unos a. sica deliciosa. Sonaba tan Yel gigante se deslizó tros.
dulcemente en sus oídos, por su espalda, le cogió ca.
Entonces llegó is prima. que le hino imaginarse que riñosamente con sus ms.
Tera, y en todo el pais hu rey de los músicos pasaba nos y le deposito sobre a ár do.
Season Cheer eason!
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