6 Diario de Costa Rica Jueves, 20 diciembre, 1962 LA ESTRELLA acaso este planeta fris. De Virgilio e pitano bajo el fin conseguía aquietarios.
te tuvo una hora feliz, frescor del haya; crecen la venda el Emperador ha.
fue en tiempo de Octavio. mies y el leurel; le siempre cer e censo. Por el edicto.
Pues Julio César podía dar. tempestuosa Germania se cade familia debe presen.
le más gloria que ventura. queda dormida. Por prime. tarse y declararse en el lu.
Presagiaba demasiado su te pez en su historia, Ro. gar de su estirpe. Sólo así próximo y fúnebre destino me puede cerrar las puer. cabla establecer el cómputo para irradiar dicha. Temotas del templo de Jano. Era con cierta exactitud, sobre a los hombres pálidos, dije natural saber a cuántos al. todo entre tribus errabun.
Is señalando a Bruto, inte canzaba la dicha del Impe. das e inestables.
lectual insomne. Se miro rio, contar las poblaciones. Cumpliendo el decreto au entonces al espejo? Sin du. más aún: era sobrenatural; gustero, un carpintero de da, Dalidísimo. Pero con Au pero eso no podía Augusto Nazareth, acompañado de gusto, el Ecumene tuvo paz. ni sospecharlo ni entender su mujer, emprende el via.
Quizás por menos genial, lo. Aunque muy culto, ig je a Belén, pues, descendien su pulso era regular y sere noraba los libros sacros de te de David, aní debía preno. Bajo su bien templada Israel: un desierto lejano y sertar su declaración. Algo mano, las gentes contra. marginal, pululante de in más grande que el edicto puestas se enlazaban armo cómodos profetas y de gen. imperial, pero por su reconiosamente. Tu regere po. tes nerviosas, cuyo gobierno do iba a cumplirse: las propulos. Maduran las go concediera el Senado al idu fecias judías que Octavio losas viñas de Horacio; sue meo Herodes a ver si, por desconocía. tú, Belén sicia, insinúa a fértil en No; no de Efrata, ten pequeña en. Por EUGENIO MONTES tre millares de pueblos de (De la Real Academia e Judea! De ti saldrá el que pañola de la Lengua)
será Señor de Israel, aquel cuyo advenimiento desde lo eterno es esperado. Mi. pigadora; nació con gracia queias, V, pues, cuando guardaba sus ovejas. Tahvé, para casti.
El Espíritu sopla donde garle a Saúl la desobedien.
quiere, pero quiere soplar cia, quiso elegirie. Era mu en paisajes ásperos y po. bio, de buena talla y herma bres. Desdeña las tierras ri sísimo el rostro. Su linaia cas y fecundas de esponjo fue el superior de Israel. De So mantillo que la llovizna una superioridad por enci.
enternece; esquiva las flo. ma de todo: aún de sus ba.
restas donde la vida late, putallas y de sus aventuras ja, y en su propio exceso re como la de la Sulamita: tan galón se ahoga. Prefiere he popular porque la fantasia rirse en soledades berro. moderna, le añade un gra.
queñas, tender sus alas en no pimentado que ni siquie anchos espacios desolados, ra el Talmud, tan fértil en ir por horizontes de dunas malicia, insinúa.
levantando polvo. No; no Sin duda, José y María tiene condiciones, pero tie recordaban estas cosas de ne predilecciones. Elige las su familia de su eximia as.
partes humildes y resecas. cendencia real. Si por ser ¿Es acaso el Espíritu, en es de estirpe davídica iban a te mundo, sed? No sé, pero Belén, no podían tirar sus sus manos excluyen árbo. fastos al olvido.
les de lluvia. Sólo admiten Iba grávida. El viaje ha.
el temblor encogido, la ti. bía sido muy largo. Apete.
midez verde y plata del oli. cía descansar. Del campo de var, débil de ramas y de es. Ruth a Belén se cuentan casa sombra; el raro ciprés cuatro kilómetros. Quizás le que anhelos agudiza; o la pareciesen interminables.
palmera femenina, que no Otros iban más lejos aún: a!
lucha. Miradlo por donde las montañas del Hebrón.
viene! no: cerrad los ojos Ya anochecía sobre la tum.
a su arena, sentid su sacus ba de Raquel, la tarda pari dida, quedaos temblando, dora. Apenas cruzan la mu temiendo, y después ved: u ralla, buscan albergue. Ma.
na familia viene al sufrido ría, medio desmayada, se!
paso de un asno. Estáis so esfuerza por no caerse del focados? Allá lejos hay un borrico. Pero el hospedero pozo y una mujer con un responde que no puede reci cántaro como un niño. bir ya a nadie más. Procu.
veces me aterra mucho el ran otra posada.
presagio científico de Ober a noche era fria, cor.
maier, al predecir que Es. tante. José recuerda haber paña, Sicilia, Calabria, la visto en la montaña una Campania, Cerdeña y Cór. gruta donde los animales cega, o sea la zona del Me. del templo eomían su heno.
diterráneo donde aún el Se apea Maria, cansadisi.
grano crece y algunas plan ma, pálida, acompañándose tas medran, estarían de a. entre la vaca y el jumento.
qui cinco mil años como Después, José enciende una el desierto libico y Palesti. hoguera. El vaho animal y na, de no estar como el Sa. el quemado estiércol dan all hara. Pero me cónsuela re calor que los hombres rehu.
cordar cómo los lugares hú san.
medos, paradisíacos, de co Es medianoche. Rebulle secha incesante Javas, Su la paja. Rebuzna el asno, ju matras, Borneos no han biloso. La vaca le pone he dado nada a la Historia, los blancos, celestes, a una porque el Espiritu, abando nueva vida. Canta el galio nándolos de su mano, los porque el alba se ha adedejó sumirse en vahos vi. lantado. Todo el establo es ciosos y riquezas; todo lo rosicler: insólita luz sube de dieron la pelada Grecia, de abajo arriba.
rocas desnudas donde ape. Una estrella, en lo alto nas triscan cabras, e Israel, irradia la buena nueva: habitantes de desiertos a. trella de fulgor nunca troces.
to, solitario y grandioso. Pa Por muy agrias, muy rece como si llamase a desamparadas tierras cru. demás, ocultas y atera zaron José y María cami. en el frio nocturno.
no a Belán. veces el asno Los pastores, ronroncas.
tendria que contenerse contes al fuego con sus ore un ramoneo sobrio, y le vs. y el can, sienten ese des ca con un pesto moderado. bramiento. Ya no puede Nació e nieto de ls es. PASA LA PAG.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.