Soneto al Nacimiento del Niño Dios en el Portal Al gozo de Nuestra Señora, cuando se supo Madre ide Dios El alba tomó cuerpo en tu figura, el aire se hizo carne, los rosales desangraron sus ropas virginales para formar tu piel silente y pura.
Igual que la caricia, como el leve temblor del vientecillo en la enramada como el fluir de un agua sosegada o el fundirse pausado de la nieve, Desparramó la brisa su ternura, la luz cuajó en tu forma sus cristales, la luna derramó sus manantiales para crear en Ti nuestra ventura.
debió ser, de tan dulce, tu sonrisa, oh Virgen santa, pura, inmaculada, al sentir en tu entraña la llegada del Niño Dios como una tibia brisa.
Divinidad que, tan pequeña y suave se hace niña en tu carne redentora, en lo infinito, ni siquiera cabe.
Debió ser tu sonrisa tan gozosa, tan tierna y tan feliz como es el ala En Ti la Eternidad tiene su aurora, en Ti nada se halla que se acabe, oh alba de Dios que entre la paja Bora.
en el aire del alba perezosa, igual que el río que hacia el mar resbala, como el breve misterio de la rosa que, con su aroma, toda el alma exhala.
Cancioncilla del Pajar de Belén Cancioncillo del Nacimiento de Dios Que feliz la paja es bajo la luz de la luna, Porque a Dios sirve de eung es yamás Gloria que mies.
Lleno de frío, allá, entre aquellas pajas, Dios ha nacido. Pastorcico, que no es ese el camino.
Por el otro, por el otro verás al Niño. (Cantad, pastores, cantad, que esta noche es Navidad. Dios arrulla y sostiene la paja tierna y delgada.
La paja que a Dios contiene es ya más Cielo que nada. Cantad, pastores, cantad que esta noche es Navidad. Granadico, que vas perdido, no es en aquel palacio donde está el Niño.
Lleno de frío, allá, entre aquellas pajas, Dios ha nacido. e Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.