Domingo de junio de 1971 DIARIO DE COSTA RICA. 13 TINEZ RIVAS EL SEPULCRO ACION e descalces delante de otro cetro e desveles bajo otra antorcha.
ando trasmitas a otros el poder que yo te transmití, saré, aguzadamente: Ya se le agotará entonces vendrá a mi no le daré más.
así siga por el mundo y a través de los días!
miándote en el hosco destierro.
anitizándome en la frustracin el orgullo mo un mendigo sobre un pedestal.
montando el obstruido pasado mo un sucio canal maloliente en el crepúsculo: qui estuve brutal (y las enconadas abras. allí empezó el desierto (tornen urraigarse. en aquel banco tó de herirme (cobrando lozanía no gladiolos). así Un comentario de PIETRO CRESPI evoque. Así conjure sombra, jereándola de flaquezas y máculas.
ando ya no me quieras ya no te tema.
ando contentadizo, trivial, inadecuado a la soledad y la amargura mismo haya olvidado. cuando no me quieras. que me quisiste, ras y mantos de mujeres, ias como Pietás depositarán la oscura y helada tumba que me busqué.
Olvidando por momentos to rezy, quienes lo incluyeron. Jus nos lleva, de inmediato, a la da connotación ideológica (en tamente en el número 14 de reletura de las Rimas de Bécespecial el binomio insurrec. dicha revista (agosto de 1962. quer o a la de 20 poemas desespe ción revolución. es evidente que En La puesta en el Sepul rados y una canción de amor el poemario mejor estructura cro Martínez Rivas poetiza la (Neruda) o a la de epigramas do escrito por un nicaragüense función de viacrucis desempe de Cardenal.
en décadas, es la INSURREC, nada por el amor, confirmando La otra lección, más importan CION SOLITARIA.
así las raíces religiosas de sute todavia, es que La puesta En este país podrá suceder visión del mundo, en el Sepulcro (como un elecualquier cosa (otro terremoto, Es un poema significativo, ade fante sobre la tela de una araña, otro Dario) y la INSURREC más, porque a partir de una fra camarada) logra mantener el CION SOLITARIA estará, ter se ya bolerizada por alguien equilibrio y no caer de bruces o co y desafiante, como la ncon. cuando ya no me quieras. de espaldas en el suelo duro.
movible Feña del Tigre, en el Martinez Rivas monta un mi Es un poema que nos enseña a Océano Pacífico.
crocosmos que supera, en su NO ootidianizar demasiado Entre los poemas excluidos nostalgia y desencanto, el lugar la experiencia poética hasta lle de LIS, se encuentre La pues común y el estereotipo garla a convertir, como se ha ta en Sepulcro XIV estación. Hay como mínimo, dos lec. visto aquí y allá, en mero docu El rescate del poema fue reall ciones aprovechables que se des mento periodístico acumulador zado por los entonces directo prenden de la lectura de este. de regocijos o desgracias inmeres de la revista Ventana (Fer poema. Una es la inevitable re diatas.
nando Gordillo y Sergio Rami ferencia al mal de amores que Las Sierras, Managua, 1953 rada. Vas y vienes como a lo largo de la cerca; ja, llega la noche y tamademán vacío; respingas y te apartas; o te vuelves airada, repentinamente como una mujer que escupe.
Este es el acertijo que ni tú ni la zancona espaciosa elaborada escritura de sus cartas me resuelven. aquí estamos Pero aquí retornas en paz. Sin memoria. mí que te he espantado para mirarte; para empujarle a plenitud de expresión. Porque ese es mi sendero.
estaré toda la mañana cho de cacahuetes en la frente; perteneciéndonos No es echándome desnudo sobre la hierba que voy a re.
cobrarla. Porque el hombre no es de la hierba ni la hierba es del hombre, sino que anaos son del tiempo. Antes debo empezar por aprender a mirarte, y el resto vendrá lentamente, Sin ella, yo; tú, sin la negra cría de zancas enclenques y ojos cegatos a tu lado. Pero buscamos un entendimiento, porque ni tú ni yo sabemos soportar la soledad. Por eso esta.
mos frente a frente junto a esta verja, mirándonos a través de la malla de alambre. Desde el otro lado de la membrana.
Te has ido.
Hiras el cacahuete que he cara de camella. Inicias rada, masticando. Expofalda de lisos flecos, el Si me quedara un año, diez, parte de mi existencia contigo, quizás aprendería a mirarte. Viviendo en tu caseta. Comiedo. Lurmiendo. Despertando. Lavándome en el cubo de madera.
Te has ido, aunque entre mis dedos brille henchida, panzona, la semilla leguminosa. Revestida con los rayos del mediodía, fasoleada, viviente peliblanca. vas hacia tu caseta.
Hundes la testa en la gamella del maíz y asientes.
Escribiendo aqui: concentrado y fluidamente, en mi forma habitual. Levantando los ojos para inquirir. Emarcando el entrecejo, agobiado y sin esperanza como el de un mono delante del hombre. Buscando las palabras con que poder mirarte. Reajustándome a la antigua visión.
Asientes y me olvidas. Afirmas que sí que sí pero es al sol.
semilla que brilla entre mismo hasta encontrar gona, más cálida que el mo dentro de una herida a húmeda.
México, 1953.
Pero te retiras y me despiertas.
Te vas zanqueando a lo lejano. Entras con cascos seguros en lo presunto. Más abolida que la distancia, más solitaria que el desdén.
efantina, suave y potenpróxima. Veo asomar la succionando la oblonga Creta substancia.
huetes y trituro la fibro.
edos una vez más en la reprimo. La mano preHo porque no es mi senconduce a algún lugar Anegada en la luz presente pero absorta en tu reino, desde donde ¿qué divinidad: qué orejierecto resplandor cuellilargo, impregnando al instante de suave hedor a guanaco, sacudió el halo que fue a caer y derramarse sobre una muchacha que desde entonces se perdió en tí y me desconoce. Qué alba, qué despuntar difuso como otra luz empañando la luz vino contra mí desde ese reino al reino diurno de Cristo?
paylentos sin sentido: te tao, pelada. Sin un solo no para tus cascos. Te cacahuete desperdigado.
Bijo. To amenazo con un ¿Está previsto eso en los cálculos: mi amor. El posarse del amor, del pájaro del mal encuentro, entre ella (la mansa, pasmada, alta muchacha) y yo. Cómo traspasar la mem.
brama tendida entre los hombres y las Llamas; la translúcida delicada sanguinolenta membrana que nos separa de las Jóvenes mamíferas en qulenes la divinidad animal se ha hos.
pedado y nos desconoce?
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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