Las memorias de De Gaulle politicesen ott Cruz de La Unidad (1942 44. Capitulo XVIIIneriePas da desdebre la Teese públicamente que la cestión sólo le incumbia a naba en las calles era: Que venga De Gaulle!
él y que era él, realmente, quien se oponía a mi. El 14 de marzo, al salir Giraud de la sala donde partida.
había anunciado su nueva orientación, la mul.
titud congregada en la plaza le acogió con los gritos de ¡Viva De Gaulle! Nadie dudaba que EL de abril visité, sucesivamente, al señor la actitud adoptada recientemente por las auto.
Eden y al sonor Winnat, que volvían de ridades locales, los cambios introducidos en la Washington. El uno y el otro me pintaron el cua legislación de Vichy, la disolución de la Legión.
dro evidentemente convenido, de las cóleras que la liberación de los presos políticos, la disminu.
mi obstinación suscitaba en América y de la ocación de personajes relevantes, fuesen otros tan.
sión perdida que ello sginificaría para Francia, tos éxitos para e. Comité Nacional. La Cruz de Me describieron, buscando el contraste, las venLorena aparecía por todas partes. El movimiento tajas que le valdria la benevolencia de los aliaCombat gozaba de la mayor preponderancia. EL dos si accedía yo a subordinar la Francia Com.
19 de abril los consejos generales de Argel, de batiente a Giraud. Lo hubiera hecho gustoso Orán y de Constantina me enviaban su homenales dije. si Giraud hubiera estado al frente del je al abrirse su sesión. El 25, el señor Peyrou.
Africa del Norte el 18 de junio de 1940 y proton, en su visita al general Catroux, le declaraseguido de la guerra rechazando las órdenes de ba que, en cuanto llegase yo y para facilitar la Pétain y de Weygand. Pero, hoy, se han consuunión, dimitiría de su cargo de gobernador gene.
mado unos hechos. la nación francesa ha toral de Argelia y solicitaria servir en calidad de mado nota de ello.
militar. El 19 de mayo, los cortejos organizados para la fiesta del Trabajo acompañaban su deg.
file gritando. Lo que necesitamos es De GauAL mismo tiempo que resistía yo la presión de lle! El día anterior, el señor Churchill tuvo los aliados, tenía que sufrir la de varios de conmigo una conversación satisfactoria. Después mis colaboradores. Algunos, en efecto, a influ de leerme los informes más recientes del señor jog de la ingietud que les causaba la actitud MacMillan, reconoció que, a su juicio, hagia ga preconcebida de Washington y de Londres, de nado la primera partida.
las gestioneg insinuantes de que eran objeto ellos mismos, del deseo inmenso que sentían de ver realizarse la unión a toda costa, acababan por resignarse. En el seno del Comité Nacional, al ¿COMO, por lo demás, justificar el alejamiengunos de sus miembros no lo ocultaban. El proto en que se me tenía, cuando el suelo de pio general Catroux, situado forzosamente en el Túnez veía participar en la misma batalla, con ambiente de las gentes con cargog y de las ca. idéntico corazón, hacia los mismos objetivos, las marillas de Murphy y de MacMillan, me propo tropas de Africa y las Fuerzas Francesas libres. nía en sus despachos dejar a Giraud la prepon La lucha era alli dura. fines de febrero, Roderancia política y el mando militar. Sin desco mmel había entrado en escena. Retrasando por nocer las intenciones, no seguí los consejos. Por medio de retguardias la marcha victoriosa de que, detrás de los árboles que eran para noso Montgomery, y cubriéndose luego al Sur sobre la tros las dificultades inmediatas, estaba el bos. línea fortificada Mareth, profundizada desde Sfax que, es decir la nación francesa.
hacia Tebessa para abrirse el paso de Argelia. siguiente fue dirigida por monseñor SpellUn cuerpo de ejército americano y la división man, arzobispo de Nueva York. Llegaba de francesa Walwert cuyo valiente general caeAHORA bien era realmente el porvenir de la Argel y quería verme con una misión explícita ría en combate poco después le habían contenido del Presidente de los Estados Unidos. Me entrenación lo que se jugaba en el debate. El Co.
con dificultad. Al mismo tiempo, el general Von visté el 23 de marzo con el arzobispo embajador.
mité Nacional lo reconoció así, unánime, cuando, Arnim, sucesor de Nehring, atacaba, por una par.
Este prelado, de una eminente piedad, abordaba el 10 de abril, recibió comunicación de la reg.
te a lo largo de la costa norte en la región de los problemas de este mundo con la evidente preopuesta dada por Giraud al memorandum del 23 Tabarca, defendida por el Cuerpo franco del gecupación de no servir más que la causa de Dios.
de febrero. Catroux la traía de Argel. Sin duda neral De Monsabert y log tabores marroquíes y Pero la mayor devoción no puede impedir que el documento concedía a los buenos principios upor otra parte, hacia Med jez el Bab ocupado por na adhesión ostentosa. Pero la aplicación sulos asuntos sean los asuntos. Por eso, la manera los ingleses. Se llegó a creer en un serio revés.
gerida consist an en realidad, en impedir que que tuvo el arzobispo de Nueva York de darme Pero el conjunto del dispositivo aliado habíase, los consejos de su sabiduría fue apremiante.
Francia tuviese un gobierno hasta el final de la a pesar de todo, mantenido, gracias, en especial, guerra y en obrar de modo que la autoridad del a la energía de las tropas francesas, por mal ar.
Comandante jefe, es decir de hecho la de los IBERTAD, igualdad, caridad. tal era, según madas y equipadas que estuvierany a la auto.
aliados, pudiera ejercerse sin límites. Se nos proridad del general Juin que, con lo poco que te él, el lema en el que convenía que se inspi. ponía, una vez más, no establecer en Argel más nia a mano, encontraba medio de hacer un eficaz Tase mi conducta. Libertad significaba que de que un Consejo de los territorios de ultramar.
bía yo abstenerme de fijar condiciones a la unión instrumento de combate. Ahora bien, he aquí que del que formarjan parte Giraud, De Gaulle, los mediados de marzo la entrada en acción del de la Francia Combatiente con el general Giraud; residentes y gobernadores generales en funcioVIII Ejército, con el cual entraban también las igualdad que tenía que entrar en el triunvirato nes y unos comisarios para ciertas tareas es.
unidades de la Francia Combatiente, conseguia del que me había hablado en Anfa; caridad que peciales. Dicho Consejo debería abstenerse de to.
el triunfo. Montgomery, de cuyas tropas formaba Be imponía el perdón con respecto a los que ocuda actividad política. Desempeñaría un papel de Leclerc el ala izquierda y Larminat una de las paban el poder en Argel, Rabat y Dakar. Pien coordinación administrativa, pero en modo algureservas, alcanzaba y luego contorneaba la línea se usted me dijo monseñor Spellman iqué no de dirección nacional. En cuanto al ComanMareth y llegaba a Gabés. Esta irrupción permidesgracia sería para usted si llegasen a negarle dante jefe, el general Giraud, debería estar sutia a Patton recuperar Gafsa. El 11 de abril Sfax, el beneficio de una fórmula que hubiera usted ne bordinado al mando interaliado y no dependería.
el 12 Susa y Kairuan, eran a su vez liberados.
gado a los otros. Se imagina usted a sí mismo en sus funciones militares, de ninguna autoriEntonces, se iniciaba la ofensiva general de los condenado permanecer en Inglaterra y mante dad francesa. Aún más, a él le incumbiría, a mealiados. El de mayo, Brandley y Magnan tom niendo a la fuerza apartado de la acción, mien dida que se realizase la liberación sofocar el esban Bizerta, Anderson entraba en Túnez, Koeltz tras, que sin usted, se liberaba a Francia. tado de sitio, asegurar el orden público y nomconquistaba Pont du Fahs. El 11 de mayo, la di.
brar a funcionarios en todo el territorio de la Metrópoli. Así, a falta de un verdadero poder visión Larminat sa apoderaba de Tokruna. Al día DESPONDI al arzobispo que, en ese caso, no hacentral francés, lo esencial estaría a merced do siguiente, el general Von Arnim, bloqueado en bría liberación de Francia, puesto que la vicel cabo Bon, capitulaba con 250. 000 hombres.
un jefe militar colocado bajo la dependencia de toria consistiría para mi país en verse imponer un general extranjero. Este singular aparato de por los anglosajones una autoridad de su elecberia estar en funcionamiento todo lo que du DERO a medida que nuestros soldados del Chad ción en lugar de la que imperaba gracias a los rase la guerra. Después de lo cual, lejos de proy de Oriente establecían, sin dejar de combaalemanes. Se podía estar seguro de antemano que ceder inmediatamente a la consulta de la volunentonces el pueblo francés seguiría a una tercetir, contacto con sus bravog camaradas de Túnez, tad del país, se pensaba poner en vigor una ley ra clase de libertades, de lo que no se felicitarian de Argelia, de Marruecos y con las poblaciones, de 1872, llamada ley Tréveneuc, la cual prevé el entusiasmo estallaba a su alrededor. El 26 de los aliados occidentales. Era preferible dejar que que al no haber Asamblea nacional incumbe a se cumpliese la voluntad nacional. En conclusión, marzo, Larminat me telegrafiaba que los centros los Consejos Generales ocuparse de la adminisdije al arzobispo que ésta, a pesar de todos los del sur tunecino, Medenine, Djerba, Zarzis y otros, tración y nombrar un gobierno. En suma, confor. multiplicaban las gestiones para unirse a la Franobstáculos, estaba abriéndose paso. Le puse como me a la memoria firmada por el general Giraud, cia Combatiente. El de abril. Leclere me comuejemplos el movimiento espiritual en Africa del todo se desenvolvería como si, en su calidad de Norte, la actitud de los marinos y, sobre todo, las nicaba que viéndole con sus hombres, Gabés había Estado, Francia no existiese ya, al menos hasta dado el espectáculo de ung explosión de alegría, noticias de Francia. En suma, monseñor Spellman la victoria. Esta era la tesis de Roosevelt. Este no pareció contrariado con ello. Incluso debo decir El 14 de abril, la Prensa americana relataba que documento tuvo como resultado rehacer la unaque tuve más adelante la prueba de que en nueg.
en la entrada en Sfax de los ingleses y de los Fran nimidad de nuestro Comité de Londres. Todos sus ceses Libres, todo el mundo gritaba. Viva De tras conversaciones había yo ganado su simpatía. miembros vieron claramente dónde estaba el ce Gaulle. Ei New York Herald Tribune. bajo el mino nacional. El 15 de abril, para decidir el titulo. Dónde está nuestra fuerza. escribía: Un DESPUES, fue el señor Churchill en persona texto de la nota que el general Catroux debía entusiasmo indescriptible estalló cuando un ban quien entró en liza. petición suya fui a llevar a Argel, no hubo en la reunión más que derin tricolor polvoriento, ondeando encima de verle el de abril acompañado de Massigli. El un solo sentir. La nota era sencilla y enérgica. un camión, anunció a los soldados de la Francia Primer Ministro, con quien estaba Sir Alexander Partic pando al general Giraud lo que sus decla Combatiente. Los periodistas que refieren la es.
Cadogan, me expuso que mi llegada a Argel pre.
raciones de principio ofrecían de satisfactorio, el cena se quedaron aturdidos de sorpresa. Ante sentaria graves inconvenientes si no se había efec!
Comité reiteraba las condiciones necesarias de el ardor con que en Francia hombres de todos los tuado antes el acuerdo entre Giraud y yo. El aplicación: formación de un poder efectivo que partidos responden al llamamiento de De Gaulle, acuerdo significaba, claro es, parad el señor Chur ejerciera su autoridad en todos los territorios ante las lágrimas, las ovaciones, las flores de Tu chill, la aceptación de las condiciones que me haque estaban o que serían liberados, en particunez liberado. está permitido aún buscar dónde bian sido notificadas en Anfa. De no concertarse lar el de la Metropoli, y que tuviera bajo su el acuerdo sobre aquellas bases, evocó las enojomando todas las fuerzas francesas sin excepción; se encuentra la fuerza y la gloria de nuestra cau.
bas consecuencias que tendría, según él, desde el subordinación al poder de todos los oficiales ge. sa? Fl 30 de abril, el coronel Vanecke, comlpunto de vista del orden público y de la situa.
nerales residentes y gobernadores y, en primer sario hasta hacía poco en los Talleres de Juvención militar, mi presencia en Africa del Norte. El término del Comandante jefe; alejamiento de tudes, y que ahora mandaba el de Cazadores avión que había yo pedido estaba preparado, afirlos hombres que habían tenido una responsabi.
maba el Primer Ministro. Pero, de todas mane.
lidad personal en la capitulación y en la cola. de Africa, solicitaba ponerse a mis órdenes con rag. no convenía esperar a que el señor Eden.
boración con el enemigo. Para constituir el ór. todo su regimiento. El de mayo, en Sfax, el 49 por entonces de viaje hacia los Estados Unidos, tugano gubernamental, era, repetíamos, indispende Spahis, con excepción de unos cuantos oficia viera tiempo de regresar y que el general Ca.
sable que el presidente y varios miembros del troux, que sólo llevaba una semana en Argel, Comité Nacional tuvieran la posibilidad de ir les, se dirigía en masa al general Leclere para pudiera ejercer su influencia. Africa del Norte sin que se les pusiera ninguna obtener el mismo favor. No bien terminó la ba condición. Por otra parte, a fin de cortar de raíz los rumores que difudia la Prensa respecto talla, numerosos militares pertenecientes a las uni CON el propósito de que el señor Churchill se a nuestras divergencias, todos los que se hacían dades de Africa llegaban hasta abandonar las fldescubriese, publiqué, al salir de su casa, solidarios del general De Gaulle. Como la Fran. las con esperanza de ser incorporados en las tro.
que seguía yo pretendiendo ir a Argel sin acep cia Combatiente permanecía inconmovible, la obs.
tar condiciones. El Primer Ministro anunció en pas de la Cruz de Lorena. El 20 de mayo, de totinación empleada por el sistema de Argel para tonces que el general Eisenhower me pedía que subordinarnos a él tocaba, ahora, a su fin. En dos los vivas lanzados en Túnez en el desfile de aplazase mi viaje. Pero averigüe muy pronto que la propia Africa, la situación no permitía ya más los aliados para celebrar la victoria, el destacaEisenhower no me había pedido nada absoluta espera. El pensamiento que predominaba en los mento Francés Libre recogia su parte.
mente, lo cual obligó ChurchilEstocuro 2010 edad de la Biblioteqel taplonal Miguel begabizanodelistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Dicho políticastrative En deber depene