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Lunes 19 de julio de 1971 DIARIO DE COSTA RICA. Las memorias de De Gaulle ANTES de abandonar Inglaterra, escribí al rey Jorge VI para decirle cuán agradecido le estaba a él, a su gobierno y a su pueblo por la acogida que me habían dispensado en los días trá gicos de 1940 y por la hospitalidad que concedieron después a la Francia Libre y a su jefe. Cuando me disponia a visitar al señor Churchill me enteré de que acababa de partir con destino deg.
conocido. Fue, por tanto, del señor Eden de quien me despedi, La conversac ón se desenvolvió cor.
dial y amistosamente. Qué piensa usted de nos otros. preguntó el ministro inglés. Nadie observeres más amable que su pueblo, aunque de su politica no pienso ya lo mismo. Al evocar los multiples asuntos que el Gobierno británico había tratado conmigo me dijo el señor Eden, con buen humor. Sabe usted que nos ha creado más dificultades que todos nuestros aliados de Europa? No lo dudo. le respondi sonriendo yo también, pero ha de tener en cuenta cue Francia es una gran potencia.
desde las desdichas de 1940 se ha retirado a su casa con su pena y su esperanza. En los términos más nobles, ese gran jefe me pide que le confie.
ra, con el grado correspondiente, el mando de una escuadrilla de la Francia Combatiente. Des.
pués de los vivas de la masa, el gesto de Vuillemin aclara para mi el fondo de las cosas. Aquí, como en otras partes, el sentir nacional ha escogido. En el juego que va a entablarse, la baza mayor esta, pues, en mis manos. Entre los franceses de Africa no tropezaré como obstáculo, más!
que con la obstinación de gentes con cargos y la desconfianza de ciertos notables. En cambio, tendré que contar con la decidida oposición de los aliados que sostendrán el clan rival.
AR GEL DENOSO combate! Se entablará a la mañana siguiente. el Liceo Fromentin. donde el futuro gobierno celebrará sus reuniones e instalará algunos de sus servicios, me entrevisto con el general Giraud. Está acompañado de Monnet!
y Georges, y yo de Catcoux, Phillip y Massigli Estamos todos de acuerdo sobre el procedimiento a seguir. Los siete presentes se constituirán en junta de Gobierno y, después, tendrán adscritos a ellos. otros miembros para completar el Ministe, rio. Pero yo tengo la intención de hablar antes de que se decida nada.
FL 30 de mayo, un avión de la Francia Combatente, con Marmier de piloto. jefe, me dejaba en Bufarik. Massigli, Phillip, Palewski, Biliotte, Teyssot y Charles Roux me acompañaban. El general Giraud está allí; y también el general Catroux. Los representantes de las misiones americana y británica se han colocado detrás de los franceses. La guardia móvil rinde honores. Una banda interpreta La Marsellesa. En cuanto a los coches, son franceses. Estos signos, comparados los que marcaron la acogida en Anfa, me prue.
ban que en Africa del Norte la Francia Comba, tiente y, por ella, Francia sencillamente, han ganado puntos desde entonces. La Unidad (1942 44. Capítulo XIX FRA, pues, la opinión popular la que, finalmen. te, acababa con las tergiversaciones. El 27 de abril el general Giraud me escribía que ranunciaba a la preponderancia. Sin embargo, mantenia su concepto del Consejo sin verdaderos poderes en el que figurarian. con él y conmigo, los residentes y gobernadores. Por otra parte, temiendo sin duda las reacciones de la multitud. propo.
nia que nuestra primera reunión se celebrase en un lugar apartado, bien en Biskra o bien en Ma.
rraquex. Le respondí el de mayo afirmando una vez mas la voluntad decidida del Comité Nacional en cuanto al caracter, a la composición, y atribuciones del órgano gubernamental que se trataba de formar. Techa tando la idea de que eso pudiera hacerse en un oasis lejano y exigiendo que vintese Argel. Dos días antes, en un discurso público, había yo declarado, con bastante rudeza, que era preciso acabar con aquello. Ahora bien, la noche del 15 de mayo, Phillip y Soustelle me traian triunfantes un telegrama recibido minutos antes de Paris. Jean Moulin me anunciaba que.
constituido el Consejo Nacional de la Resistencia me dirigía, en su nombre, el mensaje siguiente: FL público ignora nuestra llegada. Todas las censuras de Argel, de Londres, de Nueva York!
han prohibido anunciar la noticia. esto se debe el que los lugares por los que el cortejo pasa velozmente no se entreguen, en general, a ninguna manifestación. Solamente unos degaullistas deim, la población, prevenida de improviso, afluye gritando. Viva De Gaulle! Pero las autorida.
vigilantes aplauden a todo evento. En Bir Kades locales han adoptado sus medidas para que nuestra entrada en Argel se efectúe sin la asig.
tencia popular. Desde Bukarik, cuyo aeródromo, distante y aislado, ha sido deliberadamente preferido al de Maison Blanche, llegamos al Palacio de Verano, sin haber cruzado por la ciudad. PARA que podamos digo constituirnos en un solo equipo y trabajar de acuerdo, es preciso que determinados puntos esenciales queden sentados. Hasta que nuestro país esté en situación de expresar su voluntad, el poder debe asumir todas las responsabilidades nacionales. El man do militar, aunque quien lo ejerza fuera ministro o presidente, será pues nombrado por el Gobierno y estará subordinado a éste. Si se puede concebir que tal jefe de ejército sea colocado, para las operaciones, bajo la dirección estratégica de un general extranjero, no ha de poder serlo sino por orden de la autoridad francesa. No podría yo, por mi parte, consentir en sustituir el Comité Nacional Francés por otro, sino queda, ante todo.
entendido que la autoridad y las responsabilidades del nuevo organismo serán completas en todas las materias, especialmente en esa. Por otra parte, a fin de marcar bien que Francia no ha dejado nunca de combatir y que repulsa por entero a Vichy, es necesario que retiremos de sus cargos al gene.
ral Nogués, al gobernador general Boisson y al gobernador general Peyrouton.
GIRAUL se enfada. No acepta que el mando esté subordinado al Gobierno. En cuanto a los procóncules. declara con extraordinaria vehe.
mencia que no los sacrificará. Me mantengo en mis condiciones. Se acuerda levantar la sesión y reanudar más tarde el debate sobre la base de proyectos escritos. lo largo de la discusión, sólo Georges ha apoyado a Giraud; Monnet ha busca.
do compromisos; Catroux, Philip y Massigli han aprobado los tres, aunque en tonos diferentes, la posición que he adoptado. Después de esta ruda entrada en materia, el Gobierno no está constituido. Pero me veo como el navegante envuelto en una densa turbonada y que está seguro, si mantiene el rumbo de que el horizonte va a clararse.
oerncnairaudli SIRVEN un gran almuerzo. Esta buena costumbre francesa se impone, cualesquiera que sean las relaciones y las preocupaciones de los invi.
tados. Giraud y yo er mos uno frente de otro. mi derecha veo, sin sorpresa, sentado al gene.
ral Georges que me cuenta como los ingleses aca.
ban de hacerle venir de Francia. mi izquierda está Jean Monnet, que me habla acto seguido de cuestiones económicas. Catroux y Massigli se ha.
llan a ambos lados de Giraud. André Phillijy René Mayer, Palewski y Couve de Murville. Li.
narés y Billote inician la conversación así como los otros treinta comensales. Ya están, pues.
reunidos estos franceses, tan diversos y, sin embargo, tan semejantes, a quienes las olas de los acontecimientos han arrastrado hacia playas di.
ferente y que se vuelven a encontrar, ahora, itan bulliciosos y seguros de ellos mismos como lo eran antes del drama! Recorriendo la mesa con los ojos se podría creer que en tres años no ha ocurrido nada trágico. Sin embargo, ahí están dos equipos. TODOS los movimientos, todos los partidos de la Resistencia, de la zona Norte y de la zo.
na Sur, en la víspera de la partida hacia Argel del general De Gaulle. le renuevan, así como el Comité Nacional, la seguridad de su adhesión total a los principios que ellos encarnan y de los que no abandonaran ni una parcela. Todos los movimientos, todos los partidos, declaran formalmente que la entrevista convenida debe verificarse en 18 sede del Gobierno general de Argelia, a la luz del día y entre franceses. AFIRMAN además que los problemas políticos no pueden estar excluidos de las conversa.
ciones, que el pueblo de Francia no admitirá nun.
ca la subordinación del general De Gaulle al general Giraud, y que reclama la rápida instaura.
ción en Argel de un gobierno provisional bajo la presidencia del general De Gaulle, quedando de jcfe militar el general Giraud; que el general De Gaulle seguirá siendo el jefe único de la Resistencia francesa, sea cual fuere el resultado de las negociaciones.
ENTRE ellos, la relación aparente de las fuerzas es fácil de establecer. De un lado, todo: del otro nada. Aquí, la Policía, la administración, las finanzas, la Prensa, la Radio, las transmisiones están bajo la dependencia única del Comandante jefe civil y militar. El poderío de los aliados, gracias al cual fue instalado, se ejerce sólo en su favor. En lo que a mí respecta, no tengo en este pais, ni tropas, ni gendarmes, ni funcionarios, ni cuentas en un Banco, ni medios propios para hacerme cir. Sin embargo, las actitudes, las palabras, las miradas de los que desde hace dos horas he visto, me han revelado ya donde se en.
cuentra el ascendiente. Cada cual, en el fondo de sí mismo, sabe cómo acabará el debate.
ENTRETANTO, la borrasca aumenta. Estalls una crisis, que podría creerse va a comprometerlo todo, si no se comprendiese que lo esen.
cial está ya fijado. El 19 de junio, celebro una reunión en Les Glycines. con todos los perio.
distas con que cuenta Argel. Allí está su numerosa cohorte devorada por la curiosidad! la cabeza, los aliados que no ocultan su satisfacción de respirar, en lo sucesivo, este aire vivo del qual se sacan los gruesos titulares y los artículos contungentes. Un poco retirados, los franceses, in decisos entre la simpatía hacia mí y el temor a la censura que maneja el director de Información del Comandante jefc civil y militar. En una breve declaración, indico que vengo a Africa del Norte con mis compañeros a fin de crear aqui, un poder francés efectivo, que oriente el esfuerzo na.
cional en la guerra, que exija la soberanía de Francia y que, instaurado de acuerdo con la Re.
sistencia, excluya algunos hombres que simbolizan otra cosa. Este lenguaje y este tono, hasta ahora desconocidos aquí, son inmediatamente di fundidos por todas parte El 27 de mayo, el Consejo Nacional, reunido en pleno en el 48 de la calle du Four, celebró su primera sesión bajo la presidencia de Jean Moulin, confirmándome su mensaje.
ASI, pues, en todos los terrenos y especialmenA te, en el suelo dolorido de Francia, germinaba en el momento deseado una cosecha bien preA multitud, por su lado, lo grita a plenos pul. noche del mismo día, el coronel Jousse mo parada. El telegrama de París, transmitido a Armones en la plaza de Correos adonde llego trae una carta del señor Peyrouton. El go.
gel y difundido por las emisoras de radio ameri.
a las 4, para depositar una Cruz de Lorena al pie bernador general de Argelia considerando que canas, británicas y francesas libres, produjo un del monumento a los caídos. Aunque esta mani.
la unión sin reservas entre los franceses es el efecto decisivo, no sólo a causa de lo que afirma festación haya sido improvisada y ningún diario único medio de obtener una victoria que nos res.
ba sino también y sobre todo porque aportaba la la haya anunciado, ni ninguna tropa acudido a tituya nuestra grandeza y en el afán de facilitar prueba de que la Resistencia francesa había saella, miles de patriotas, avisados de repente por la consecución de aquélla me envía su dimisión bido forjar su unidad. La voz de esa Francia a el movimiento Combat, se han congregado aprey me pide que intervenga cerca de la autoridad plastada, pero rugiente y firme, cubría, de pronto. suradamente y me acogen con un inmenso cla.
militar para que le sea facilitada la posibilidad el murmullo de las intrigas y la palabrería de mor, Después del saludo dirigido a todos los ar de servir en el Ejército. Nada en el texto indica las combinaciones. Ello me fortaleció desde el ins.
gelinos que dieron su vida por Francia, entono que una misiva semejante haya sido dirigida a Gi tante mismo, mientras que Washington y Londres La Marsellesa que corean innumerables voces.
raud. Respondo al señor Peyrouton que acepto media sin complacencia, pero no sin lucidez, el Luego, en medio de un entusiasmo desbordante, su dimisión y que, en la terrible prueba por qua!
Alcance del acontecimiento. El 17 de mayo, el ge.
me voy a la villa Les Glycines. donde está prehower, había rechazado fuera del territorio fran neral Giraud me rogaba que fuese inmediata parado mi alojamiento.
ceses apreciarán, como yo, el valor desinteresado mente Argel para constituir con él el poder!
de su gesto. Hago que lleguen al general Giraud central francés. El 25 de mayo, le respondí: Esuna copia de la carta del gobernador y la de ml pero liegar a Argel a fines de esta semana y me ALLI afluyen ya los mensajes. La primera carta respuesta y comunico ambas a los representantes felicito de colaborar con usted en servicio de que leo es la del general Vuillemin, ex jete de la Prensa. Al día siguiente, aparecerá la no.
Francia de Estado Mayor general del ejército del aire que, ticia en los diarios de todo el mundo.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica

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