Domingo de octubre de 1971 16. DIARIO DE COSTA RICA No, no ora bajo un clelo extranjero dondo me hallaba, nl protegida por unas alas extrañas, Me encontraba entonces con ml pueblo, Donde ml pueblo en la desgracia estaba.
Abril 1957 La luna amarilla se Introduce en casa Entra con el sombrero Inclinado, La Luna amarilla ve ung sombra.
Esta mujer está enferma, Esta mujer está sola.
El marido en la tumba, ol hijo en la cárcel, Rezad por mí.
DEDICATORIA No, no soy yo, es algún otro quien sufre.
Yo no podría sufrir así. Y, sin embargo. qué ha sucedido?
Que lo cubran los paños negros, que se lleven las linternas.
Es la noche.
Ante fal desgracia se inclinan las montañas, El gran río no corre más.
Pero los cerrojos de la prisión son fuertes tras ellos están las madrigueras de presidio una agonía mortal.
Para algunos hombres sopla un viento fresco y es un regalo el ocaso.
Nosotros no sabemos nada, somos los mismos en todas partes.
Oímos únicamente el odioso rechinar de las llaves los pasos densos de los soldados.
Nos levantábamos por la ciudad embrutecida.
Para encontrarnos más inanimados que los muertos El sol estaba bajo y había densa nlebla sobre el Neva la esperanza sigue cantando siempre a lo lejos.
Los condenados. y en seguida brotarán las lágrimas, Ya está separada de todos, Es como sacarse dolorosamente la vida del corazón, Es como caer torpemente de espaldas.
Pero camina. Se tambalea. Sola. Dónde están ahora las amigas del cautiverio Da mls años tormentosos. Qué ven en la tormenta de nieve siberiana, Que se les aparece en el círculo lunar? vosotros os envío mi saludo de despedida.
Marzo 1940 REQUIEM IVBueno sería enseñarte, burlona, la favorita de todos los amigos, Alegre pecadora de Tsarskoie Sieló, Lo que ha sucedido en tu vida.
Como frisentécima, con traspaso, Permanecerás bajo las Cruces. 3) con tu lágrima cálida Perforarás el hielo de un día del año.
Lo mismo que se balancea el álamo do la cárcel, Ni un sonido, pero allí ¿Cuántas vidas inocentes terminan. EL INGRESO Era el tiempo cuando sonreía Sólo el muerto, contento de su paz. como un apéndice innecesario Leningrado deambulaba junto a sus cárceles. cuando enloquecidos por el tormento, Marchaban ya los tropeles de condenados, Una corta canción de adiós Cantaban las sirenas de las locomotoras Sobre nosotros pendían las estrellas de la muerte la inocente Rusia se retorcía Bajo las botas ensangrentadas los neumáticos de los negros coches policíacos.
Hace diecisiete meses que grito, Te llamo a casa Me echaba a los pies del verdugo, Tú eres mi hijo, y mi horror (4. Todo se ha embrollado para siempre no puedo descifrar Ahora, quién es la bestia, quién es el hombre, si será preciso esperar la ejecución. sólo hay flores empolvadas, el sonido del incensario y las huellas Que no conducen a ninguna parte. me mira directamente a los ojos amenaza con un desastre próximo Una estrella inmensa. VI 1Te llevaban al amanecer. 1)
Te seguí como a unos restos mortales.
En la habitación oscura los niños lloraban, La vela del icono se había desmoronado.
Sobre tus labios, el frío de la imagen.
No puede olvidarse el sudor mortal en la frente.
Yo estaré como las esposas de los esterlits (2. Aullando bajo las torres del Kremlin.
Corren ligeras las semanas.
Yo nunca entenderé lo que ha pasado, Como las noches blancas te miraban tí, hijo mío, en la prisión.
Como ellas te miran otra vez Con encendidos ojos de gavilán hablaban de tu muerte de la alta cruz.
Versión y notas de Alfonso Chase. VII LA SENTENCIA El Don discurre dulcemente cayó la palabra de piedra Sobre mi pecho, todavía vivo.
Pero no Importa, si estaba preparada, Superaré esto de algún modo.
Tengo hoy mucho que hacer Es preciso matar la memorla hasta el final, Es necesario que el alma se torno de piedra, Hay que aprender a vivir de nuevo, además. El cálidobi memidel verano ventud, bilsium Midelo Menomouventud, Costa Rica.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Naciona