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Domingo 30 de enero de 1972 DIARIO DE COSTA RICA. 13 Esponso por el 1o Juan Manuel CARMEN NARANJO han está cerrafrio en el cuarhangosto, ca e large, mábava blanca. Los comodaron las micirqulo, abierto del quarto, como Penciar el cuerEgiler la forma lán Flomas las velas.
listribuida, en me tout se colocasa de patat curosa unos pa illos abiertos, VAde un color cla en se fondo con y brillante, ang ipiente del azúToy unas bojas ujulas que torn da lisa de los e luz más la ciniza regada dlfombra, y puente que ba to or las tablas. describir el crear msidad de una een le penumbra ante e las can dsomento, un cuatro hom cuerpo que cm de caoba, acá un gru es premoniosos, yllesconcerta e del instante.
memecer in mocos rapidez de un ojo, ése del yli scubre una u sueca o sim sto descifrable.
juega, qul ou con un pazado en el da racio como y no ente por el si penetran id deteniéndi los rostros, notria de puntisteel borde de wexiste y puwem piezan a mustar en dónbien escondida. No puedo dete. Qué hacemos ahora? La va wer la risa, y lo mejor fue que lidez de la interrupción lo contagié. Una escena digna de es que desconcierta completamente.
Shakespeare acabamos llorosos y Podemos volver a empezar, buenos amigos como en cualquier Es cosa de concentración. Cada cuento ruso. Desbordando el pro 10 en silencio y pensando.
pio borde, completamente embriagados en la lujuria de una La rapidez de la acuarela se in opinión.
moviliza, se ha perseguido el movimiento, se alcanza la velocidad Pero, el otro era más listo, de un gesto apenas insinuado, se no cabe duda, todavía al salir culmina la continuación del motuvo el aplomo de confirmar su mento. pero acaba ahí con el sensación de engaño.
comienzo de las voces, porque io Era más vulgar, eso es to demás está fuera del cuadro. Per do, pero biciste bien en condi o la acuarela, al cristalizar en mentar el misterio que presentia, algo susceptible al rompimiento, un lenguaje sugestivo es el mejor da un bajo relieve en que se vuelremedio para los presentimientos. ven a mover los seres y los obSi te hubieras negado, de seguro jetos, excepto el cuerpo debajo estariamos ahora discutiendo con de la sábana blanca. El perfil de las autoridades.
las figuras está a punto de camiTambién es que todo ba si nar, pues los ojos están fijos en do sospechoso, no organizamos una sola cara y esa cara contiene bien el acto, pero si bemos ad la impresión de estar en el moquirido experiencia para otra ocamento previo de confiar un relasión.
to. Otra ocasión? No creo que el cuerpo aguante tanto. He pa Ahora sé muchas cosas, tansado por verdaderas tensiones.
fas que me es difícil ponerlas en Eso de compartir con desconociorden. Podria empezar con este dos es cosa seria. Ya ban visto sentimiento de encontrarme en las sorpresas de esta noche.
fondo de un pozo no saber por En eso mismo he estado pen que estoy abi. La oscuridad es sando. No fue buena la idea de una costumbre y dentro de ella llamar a esos extraños, sentarlos surgen luces, falsas luces que son aquí.
como imones para andar en lo os Sus reacciones ban sido lo curo sin tropezar. La verdadera más interesante de la noche.
luz, la que responderá con certe No. Hemos perdido toda reza, es una pregunta sin respuesverencia, bemos jugado brutalta. Pero, ésa es una simple senmente con Juan Manuel y no hay sación que ni sostiene ni hace derecho. Nos hemos puesto trajes caer el problema empieza en Ode comedia encima de estas rotra parte. Está aquí en mi cuer bo. está alla con Tuan Manuel.
pas. no estoy de acuerdo con Por que tenia que ser él? Por mi papel de bufón. No habíamos pensado en la que tenía que ser yo. Cuál es posibilidad de que se pudiera tras la relación entre ambos? Me des lucir algo.
doblo para comprender, pero me Desde que entró el primer introduzco en un circulo de esextraño, empezamos a fingir, y pejos, donde sin verse sólo hay una prolongación inconclusa de 710 era para menos, teníamos que una prolongación inconclusa de dar a la vela un toque de realis ojos, manos, bocas y el aprendi zaje infinito de los gestos y de mo casi forzado, ya no era el dolor de Juan Manuel ni la sensalos contornos. Cómo empezó es ción de su muerte, era básicamen to? En el principio está la arbite la necesidad de transmitir trariedad de todo. Recuerdo que los demás el toque ceremonial de surgió como parte de un sueño.
No estaba seguro de estar comeste acontecimiento. Acontecimientos? Pues sí, pletamente despierto; Juan Manuel llegó con su muñeco ambre nos hemos puesto a jugar a los lante, los of bablar sin saber có acontecimientos como lo hacia mo estaban ahí, sin siquiera preo Juan Manuel. Al principio no me cuparme por ello. Es tan fácil en molestaron los espectadores, bascontrar explicaciones y pretexta los crei necesarios y aumentatos para seguir soñando. Nada ron en cierta forma las propias más que un poco de consentimien percepciones que buscaba. Pero, to y basta. Entonces comprendi después, cuando se hicieron delec mi soledad. En aquel momento se tives, preguntones. bueno, des cayeron los libros del estante, co de ese momento se perdió el equilibrio librio, nos sentimos observados, e mo trastos inútiles. La verdadesentimos o Ta historia era la de uno mismo bajo sospecha. y reaccionamos creciendo en la penumbra. Juan como simples comediantes. AhoManuel era yo mismo, la rebeldia Ta comprendo, no somos teatrales, de lo construido que buscaba una nos hacen teatrales por exceso de ventana para escapar y empezar vigilancia o por carencia de atende nuevo. Lo comprenden? Solo, ción.
desamparado, sin protecciones, un Yo podemos decir: al fin comienzo por la calle con ojos solos!
nuevos, un anbelo de alegrías et No somos ningún matrimo la sensación plena de la vida, un nio, ni parejas de amantes perseacto pleno de sensualidad regoguidos. La soledad es un estado.
cijándose en el becho de ser li ¡Por favor! Dejemos hoy en bre, fuerte, alto. Lo compres paz las teorías, que descansen coden? Yo apenas estoy entrando mo Juan Manuel y chao.
en las palabras que empiezan explicar tantas cosas. No sé si FOy válido, si poseo poderes extra.
ordinarios, si puedo encontrar la luz, si tengo entre mis manos un juego de vida y muerte. Ya ni siquiera me interesa eso. Saben cuál es mi tragedia? Nunca en contré nada fuera de mi mismo.
Mi infancia fue una labor estru jante de construirme, bajo la mi rada fiera de las perspectivas que adivinaban en mí. No he podido ser original, el carácter del a buelo, las manías de mi padre, los insomnios de mi tío, el asma de mi otro abuelo, la terquedad de mi madre, la ambición de mi nom bre, el destino de una familia 2comodada, bien dispuesta se guir organizando un porvenir de nuevas generaciones comedidas, prácticas, risueñas, aparentemente aceptables, y. por qué no? tal vez crecer un poco sobre el principio más importante: seguir, Juan Manuel fue un getroceso al origen un nuevo nacimiento. Ca da uno de ustedes está atrincherado dentro de sus propios pensa mientos. Siempre lo he sabido; es más, he tratado de adivinar lo que esconden con tanto cuidado.
No se preocupen! Algunas veces el hielo y otras el fuego, como es la costumbre. Todo pen de de la afirmación y de la nega ción. Es como el ritmo del respi rar. No importa lo que hayan pensado, lo que hayan sentido.
Juan Manuel también es alguien Juan Manuel también es alguien para ustedes, por eso están aquí!
velandolo, presintiendolo, aunque hasta el último momento esté viva la inquietud de su forma y de su fondo. Qué mezquinos somos Yo también lo he sido, aun sabiendo que es parte mia, profun da corriente de la impotencia que vibra en cada uno de mis gestos, señal de mi inutilidad como ser humano, signo de mi terrible car ga pasional dentro de un cuerpo febrilmente frío. Me puse a me dir sus dimensiones, calculé sus pasos, busque deslumbrar con sus maniobras, hasta pedí para el ese sentimiento de lástima, que hubiera considerado para mi tan humillante. Ahí está Juan Manuel, aquí lo tenemos, les pido na da más que lo miren con el res peto de un ser humano.
El gris piedra del bajo relieve al adquirir la profundidad de una confesión, al descorrer las cortinas íntimas de un relato, se cons triñe en un resquebrajamiento se co que lo hace aparecer como un óleo antiguo, tan oscuro que ext ge adivinar entre las sombras el contenido de la pintura. Puede baber un bombre solo o mucbos, en la oscuridad cabe todo, desde la buella más intima hasta la vio lencia de algo que se derrama.
Por las grietas están los mismos ojos, siempre mirando. Me siento cansado. Quizas el tiempo se haya vencido y todavía persistamos aqui en bus.
ca de un signo para que el ananecer inicie su tarea despertadoa No. Estamos porque hemos llegado y seguiremos porque debamos seguir. Nunca me be sen tido tan unido a ustedes. Los sig nos de la luz y del amenecer están con nosotros. Lo que has dicho tiene un toque de oración. Es una plegaria. Se ha dormido, Erviesto. No, los estaba oyendo con los ojos cerrados. Nunca he sido místico, pero en este momento.
que se yo. Tenta la sensacion qué sé yo. tenia la sensación de que en este cuarto no hay cuerpos y salmas.
Uno de los hombres se levanta y camina, el viejo óleo acaba por resquebrajar su contenido como los pasos estuvieran boyadando sus manchas oscuras. Un rdyo de luz, tenue y casi timido, enue y cast timido, rasga la cortina. Una de ellos dijo que debe vlamos rezar. Rezar. En las velas se acostumbra. Otro acto de teatralidad. No! El pasaje que se necesita en las despedidas. Como las flores en los ande nes, como el libro en los aviones, como el te vaya bien en las calles. Como el adiós dolorosa a los que se van. Si. buen viaje. Adiós, Juan Manuel. Adiós a mi mismo, a mi fra caso, a mi torpeza.
Una luz vaga, difusa, sin fuerza, se diluye en el cuarto. Apare cen las jnanos crispadas y nervio El que no quiera decir adiós Juan Manuel, tiene la puerta abierta. Amenacitas estas alturas. Ya no estamos para corteslas. Hemos tenido muchas yo y demasiado empalagosas. No es conveniente que a es tas boras entremios en dimes y diretes. Es que la luz espantó la al mas y dejó los cuerpos?
La oscuridad ha borrado los ges fos, las señales de incomodidad y cansancio, ba vertido la igualdad horizontal de lo vacío. El ojo re cobra su camino por el viejo óleo Tesquebrajado. En la penumbra resurge algo blanco, cada más puro como una figura skgestiva. Sólo Juan Manuel está presente. Sólo el. Dicen que los ángeles atraviesan los silencios. Dicen que las almas pas merecen una fiesta.
Dicen fantas cosa. Hacia dónde viajara. No lo sé. Quizá bu ia la na da, pero Juan Manud tedri wa nada diferente. Es posible ima turiación de la nada. Más nada, menos muda. Eso es un sofisma. Eso es una idiotez. quién sabe si la idores más grande es la única cosa cierta. Otro silencio, otro dngel. He estado pensando en un responso para Juan Manuel St. Un responso para Tua Manuel. Como en la liturgia. Como en la vida. Como en el cementerio. Como en la poesla. Un responso para Juan Manuel. Quién podrla comenzarlo?
sidi espectacular Theda de la po jor llamarla o en los verUna oportutestar aqul at han muerto co cartagihacer poesia ti cansancio lo di ar una fra la fuerza.
agerando un mule defenderw bacer citas acierto.
als dos tipos besar de ser el colmo!
Aljo natural, de con las cortinas de bumo, con las hojas ajadas, con los cenice ros repletos de colillas. Ve con la rapidez de una acuarela que empieza a detenerse para sumergirse en un detalle, encuentra el pu lido a punto de temblar de un baie volie danza plena del movimiento, los signos mirados se secan como en óleo viejo. No sería mejor un brindis. Eso es cosa de bohemios tras mochados.
La frescura de la luz pone mo tillas de observación en las caras. El ojo descubre el cansancio confundido con cierto aburrimiento irreverente, se asusta de 29 bostezo demostrando la dimensión desnuda de un apetito, se acongoja ante la extensión de los musculos, incómodos en una silla. El frescor que se enciende es viejo, es sucio, se arrastra como un bicho cansado. La luz se encargard de decir adiós. No la podremos dejar, es ne cesario cerrar esa ventana. Correte las as de madera. Volvemos a la comedia?
ARTE LITERATURA Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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