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helicóptero o el ro Pocos años después se probaria en las montajas de Nicaragua uno de estos aparatos revolucionarios Después del encuentro con Girón, Edson avan o rio arriba a Wambiam, que encontró abandonado, y Poteca, pueblo que ocupó el 17 de agosto tras una breve lucha. En Poteca se apoderó Edson de un bien surtido almacén sandinista de ropas y equipos y de alli pasó a Santa Cruz, a menos de quince millas Quilall. Antes de terminar el mesotra patrulla de marinos habis remontado el rio Bocay y ocupado el pueblo de El Garrobo.
Los marinos tenían dominados los rios principa.
les pero Sandino señoreaba todavía las montade 1928 McCoy se vio envuelto en ana maquina cion urdida por el agregado militar de los Esta dos Unidos en la América Central y Guy Mo.
leny (a) Ametralladora. notorio soldado de for tuna americano, consistente en plantar un espi en el campamento de Sandino. En esta contabu.
Tecion estaba implicado el general Sandinista An tonio Sequeira, a quien más tarde Sandino ejecu tó por traidor.
El capitsin del ejército Matthew Ridgway, uno de los auxiliares de McCoy en Nicaragun. Se interesaba también en asuntos no relacionados directamente con las próximas elecciones. Siem.
pre que me fue posible. recordaba Ridgway me tarde. Visite a los marinos en la montaña y sal renaron mi perdurable respeto por sus cualida les combativas. El capitain del ejército solia ha blar con los oficiales de infanteria de marinos cerca de tácticas contraguerrilleras. El interés le Ridgway por saber de esas cosas hizo que el enpitán Roger Peard le preparara in Breve Estudio de las Operaciones de los Bandidos en el Area Norte. Aunque Ridgway tenía que dejar is persecución de los bandidos los marinos!
tomó muy activa parte en la caza de lagartos 11 caraguenses. Con un rifle 30 06 en sus manos. Sa le veis arrastrarse de barriga sobre el legama de la orilla de un lago, llevando sólo shorti y zapatos, puestos, con tal de poder hacerle tiro un lagarto. Les pegaba en medio de esos be toncitos que tienen en los ojos, que es lo único que se les puede ver en el agua.
El salia a cazar de tardecita cuando la lux!
titubeaba, y aquello era una excelente prueba da buena puntería. El capitán Ridgway llegó a mia tar en un solo dia hasta siete lagartos de enter.
ce pies. Su única pérdida fue su anillo de West Point, que se me salio del dedo cuando estaba espiando uno grandote, y debe estar alli todavia sepultado en un fangal Los marinos estaban también seguros en las ciudades y pueblos principales, aunque sus relaciones con la ciudadanía no eran siempre de lo mejor. En Matagalpa, cuando fines de 1927 un marino borracho mató a tiros a un nicaragüense sin haber sido provocado, los ánimos contra los Estados Unidos se exacerbaron. En Corinto los marinos aumentaron el resentimiento de estibadores en huelga con la amenaza de traer esquiroles de las ciudades del inteiror, lo cual obligó a los estibadores a volver a sus trabajos sin haber obtenido ninguno de sus reclamos. Algunos residentes de San Rafael del Norte se indignaron cuando en febrero de 1928, al reocupar el pueblo los marinos, se dijo que estos habían maltratado a los parientes políticos del rebelde. Para apagar ese rumor, las autoridades americanas pidieron decla.
raciones a varios miembros de la familia Arauz que negaron haber sido vejados cuando los marinos registraron su casa. El General Lejeune, preocupado por la imagen que de las fuerzas de ocupación pudiera tenerse en Nicaragua, ordenó el 20 de marzo al general Feland recabar prue bas acerca de cómo reaccionaba la gente de me.
jor posición frente a los marinos. Por toda Nicaragua induvieron los marinos pidiendo testimo.
nio a comerciantes, banqueros, hacendados, doctores, abogados, sacerdotes y prelados. Entre quienes alabaron con entusiasmo a los marinos estaban el Obispo de Granada Canuto José Reyes y Balladares, y Anastasio Somoza, Jefe Politico li beral del departamento de León, MACAULAY CAPITULO XVII VINO después otra grave amenaza por el este.
Luego de ocupar a principios de mayo la reE on minera de Pis Pis, patrullas del área este nzaron sobre el oeste hasta el pueblo de Bocay en la confluencia de los rios Coco y Bocay. POCO las fuertes lluvias del invierno hicieron prácticamente imposible la comunicación por tiefra alll, y los marinos se echaron navegar los los en botes y pipantes hechos de árboles ahue.
cados El 25 de julio se embarcaron cuarenta y smarinos en Bocay para ir a dispersar una soncentración de sandinistas en Poteca, sobre el co: Mandaba a los marinos el Capitán Merrit Edson (a) Mike el Rojo. Era éste bajo, pelirrojo y de glacial mirada. Después de dos escaramuzas con el enemigo Edson dispuso el envio de patrullas a pie por las orillas del río mientras el grueso de las tropas seguía en botes.
Entre tanto, Sandino tenía planeado emboscar a Edson en la primera vuelta del río más allá del pueblito de Tiiliquas. Girón sería el encargado de la acción con treinta rifleros y una ametralladora apostada en un punto de la ribera norte del rio: otro grupo de treinta al mando de Pedro Altami.
rano ocuparia el la izquierda de Girón para cortar el paso a los marinos quequisieran caerle por all. Gente al mando del propio Sandino esta.
ria de reserva cerca de la ribera sur y lista para apoyar a Girón con el fuego de una Thompson dos rifles automáticos Browning, y unos treinta rifles corrientes. La emboscada estaba planeada para el de agosto de 1928, que era el 109 aniversario de la brillante victoria de Simón Bollvar en Bocaya, Ia batalla que aseguró la independencia de Colombia. El secretario particular de Giron, el joven colombiano Rubén Ardila Gómez esperaba con ansias el combate.
En la matiana del 7, mientras la patrulla de Edson se acercaba al punto de la emboscada, dos aviones anfibios Loening que protegian el viaje de los marinos, avistaron el campamento de Sandino en la ribera sur del Coco. Bombardearon y ametrallaron enseguida la zona, y Sandino, sin advertirselo a Girón, se retiró con la mayor parte de su gente a Wamblam donde lo esperaba su Riante Teresa Villatoro. sin saberlo tampoco Girón los hombres de Altamirano que debían pro.
teger su flanco izquierdo se habían apostado equi.
vocadamente en un punto demasiado lejos del rio para impedir que los marinos flanquearon a Giron por alll. Edson oyó el bombardeo adelante de E1, pero decidió continuar con cautela palanqueando sus botes rio arriba. eso de la p. unos marinos de Edson que caminaban al pie de un baFranco de la ribera del río, comenzaron a pasar ante los hombres de Girón emboscados arriba. El Bugundo de Giron, Juan Gregorio Colindres, se puso nervioso y se dejó ver. Se entabló entonces un combate de tres horas. Los marinos vararon sus pipantes y le cayeron a Girón por la izquier da; sus hombres pelearon con resolución y tuvieron que sacarlos de sus hoyos uno a uno. Ya solo uno lo quedaba cuando abandono su posición dejando dies muertos y tres heridos en el campo.
Cuando muy avanzada la noche llegó Girón desca.
Labrado Wamblam, tuvo palabras fuertes con su Jefe acerca del mal manejo de la emboscada. fin de cuentas. Sandino apaciguo al meritorio general nombrándolo Jefe de Estado Mayor.
DERO la intervención no agradaba a muchos po.
líticos conservadores. Ya desde el 23 de enero de 1928 el servicio de inteligencia hacia la ob.
servación de que ultimamente se ha venido notando un acentuado cambio en la amistad que antes nos demostraban los conservadores El para tido conservador imperante resentía en lo general los esfuerzos que los marinos hacían por man tener a la Guardia Nacional alejada de la política; temían también los conservadores al control americano de la maquinaria electoral en Nicaragua, que en noviembre garantizaría la honestidad de unas elecciones que podrían arrojarlos del poder. El Congreso dominado por los conservadores rehusó ratificar el convenio Stimson Díaz creador de una Guardia Nacional a politica, pero la constabularia dirigida por los marinos continuaba 0perando conforme al decreto presidencial. La opo Bición de los conservadores a unas elecciones supervisadas en 1928 por los americanos era cues.
tión más geria. El Congreso nicaragüense rechazó en marzo un proyecto de ley electoral redactado por Harold Dodds, de la Universidad de Prin centon, y recomendada por el Departamento de Estado. El Jefe de la Misión Electoral en Nicara.
guia, General de Brigada del Ejército, Frank McCoy, hizo ciertas modificaciones al proyecto, pero el Congreso suspendió sus sesiones sin re.
solver al respecto. La porfía americana hizo que el dócil Presidente Díaz promulgara la ley me.
diante decreto del 21 de marzo, pese a la discuti da legalidad de tal ncción.
La situación política de Nicaragua en la pri mavera y el verano de 1928 desconcertaba al Ca.
pitán Bleasdale, el intrépido marino por ese en tonces funcionario del servicio de inteligencia de la Guardia Nacional. El 19 de julio escribió en es!
tos términos al Mayor General Lejeune. Es difícil saber cuál es la verdad de entre el cúmulo de mentiras que llegan a mi escritorio. es bastante trabajoso ha.
bérselas con esta gente cuya mayoría se ha pasado la vida en un ambiente de dolo, engaños, espionaje y perversidad. Si, como pueblo, los nicaragüenses tuvieran cierta idea de lo que es la ley, el orden, la honradea y la decencia común y corriente, no habria necesidad de que los Estados Unidos estu vieran ayudándoles a desenmarajar este en redijo que han hecho en sus esfuerzos por querer dominar la complicada maquinaris de la civilización. Esta es una atribulada tie Tra y una gente atribulada. y los mejores ciudadanos saben que cuando Nicaragua seal un país mejor, será en gracias a los Estados!
Unidos y a sus marinos.
EL General de Brigada McCoy, Jefe de la Misión Electoral, creía pode contribuir en algo pa.
ra hacer de Nicaragua una tierra mejor. Según opinión de Carleton Beals, McCoy era uno de esos tipos de voluntad de hierro, super lógico y recti.
lineo, cuya recia mandibula no tenia una sola onza de transigencia. Con su ley electoral el Ge.
neral Creta baber encontrado su plan ideal para salvar a Niepragua, y que la ley era una perfee.
ción de utopia democrática que él estaba forjan do con la fe de un Loyola, y con iguales métodos inquisitoriales. McCoy explicó el tecnicismo de!
la ley electoral a Beals con fanático fervory tan dogmática y rectamente como lo haría el más!
rabiono comunista. Pero la ley electoral no era Is unies preocupación del general. Soy represen!
tante especial del Presidente. notificó al general Feland. Si usted no acaba en un mes con San dino, creere que ha fracasado y así lo informard Departamento do Estado. En la primavera MIENTRAS Ridgway diezmaba la fauna nienragüense, las fuerzas guerrilleras de Sandi.
no sufrían también reveses. En el verano de 1928 unos mil seiscientos sandinistas se rindieron a los marinos y guardias nacionales en el área norte.
y se les dio amnistía. Pero entregaron pocos Tfles en buen estado y ni una sola arma automáti.
CA. Algunos marinos sospecharon que Sandino es teba estimulando estas a parentes deserciones, sabiendas de que sus bandidos de tiempo incompleto faltarían a su palabra para volver a acuerpar su bandera cuando se les necesitara. principios del otoño se supo que los generales sondinistas en Nueva Segovia, Ortez y Salgado, estaban organizando sus reservas de quinientos hombres en una Guardia Civica. Entre tanto, en las rinconadas de las montañas Jinoteganas, Sandino y Pedro Altamirano habían trazado sus planes para impedir la celebración de elecciones supervigiladas por los americanos, las que debían tener efecto el de noviembre de 1928: elecelo nes que de parte del partido liberal tendrían co mo candidato presidencial al traidor José María Moncada, en contra de Adolfo Bernard del parti do conservador. fines de setiembre, al comenzar el período de inscripciones. Altamirano salid de las montañas con su banda para iniciar la campaña anti electoral de Sandino.
Pedro Altamirano, meior conocido como Pe.
drón era el hombre apropiado para ello. Cuan do joven trabajó de jornalero en la construcción de caminos y mató a un hombre allí: el resto de sus cincuenta y dos años se los pasó de salteador y guerrillero. sin embargo, procreó una fami.
lia numerosa. María, su animosa mujer, lo acompañaba en sus correrías y daba órdenes junto con el. Sus hijos varones y las mujeres también com partían la vida de guerrillero y bandidaje de su padre; Pedrón vivía rodeado de su familia, guar daespaldas a toda prueba. El patriarca era tardo y pesado. La sola vista de ese bulto enorme daba miedo. El irrefrenable salvajismo de Pedrón só.
lo corria parejas con su devoción a Sandino. Había un lazo de afecto indisoluble entre el viejo ban dido y el integro joven revolucionario.
Pedrón se fue de pueblo en pueblo del sur del departamento de Jinotega advirtiendo a la gente que no participaran en las elecciones. El de octubre sorprendió a cuatro politicos liberales haciendo campana electoral en San Marcos y a todos los mató. Los marinos estaban dispersos en el área, unos pocos en cada puesto de inscripción. Pese a todo, el capitán Norman M, Shaw sa las arregló para juntar varias patrullas fuertes que poco a poco fueron empujando a Pedrón do vuelta a sus montañas. Ido Pedrón, el día de las elecciones se desarrollo en relativa calma. Un oficial americano tenía a su cargo la vigilancia de la votación en cada uno de los trece departa mentos de Nicaragua, y un soldado raso vigilaba cada una de las cuatrocientas treinta y dos ur.
nas electorales del país. Las elecciones fueron renidas y honradas. pesar del terrorismo y la propaganda de Sandino, ciento treinta y tres mil de sus conciudadanos depositaron su voto el de noviembre de 1928, cincuenta mil más que en las elecciones de 1924. supervigiladas también por los Rmericanos. Los votos fueron prontamente contados, resultando que el General Moncada, quien a Oltima hora había recibido el apoyo del exiliado doctor Sacasa, derrotó fácilmente al candidato conservador don Alfonso Bernard. El Espino Negro había fructificado.
Terminada su tarea, los miembros de la ml.
sión electoral americana en Nicaragus hicieron sus preparativos de marcha. Contando los que fueron asignados para el dia de las elecciones unos novecientos el total del personal militar Americano en Nicaragua sumaba ese día unos cin co mil hombres. La partida de la misión electoral no acongojó del todo al Almirante Sellers. Qub!
descanso para trabajar ahora. dijo a un oficial de los marinos, sin que el general MeCoy esté tratando de sabotear los placa DSON tuvo un marino muerto y tres heridos, Estos fueron llevados en la noche rio abajo hasta Bocay, donde al siguiente dis aterrizaron en un banco de arena los aviones que los evacus.
Ton, llevándolos a la base naval americana de Puerto Cabezas. Como aquella otra operacion aé rea de Quilall, esta fue también dificultosa, tanto para los pilotos como para los heridos, quienes tuvieron que hacer el viaje sentados. Las dificul tades encontradas para poder evacuar heridos de las montafias de Nicaragua en 1928 aguijonearon el interés de la Secretaria de Marina en su bús queda de un aparato que tuviese gran fuerta pa.
ra despegar y necesitara solamente de una pis.
ta reducida para aterrizar y despegar. Algunos oficiales de la Infanteria de marins y de la ar mu da opinaron que la solución del problema es tabs aparato de las rotatorias como el Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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