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16. DIARIO DE COSTA RICA Domingo 10 de diciembre de 1972 Lizandro Chavez Alfaro (Nicaragüense)
Esbozo de Jerónimo quemándose Tres días antes de rayar sus cuarenta, hubo un grueso calor que Jerónimo atribuyó a la espumazón de su gordura. Desnudo, con la puerta interior abierta para dejarle escape a las vaharadas de su temperatura, cubrió el espelo con una toalla y se obligó a dormir, apartar los ojos pensativos de la frontera que inexorable y vergonzosa se le acercaba. Adivinando ruinas en la oscuridad, rozó el consuelo de que por sus acumulados años respondían los dos paquetes poéticos guardados con soberbia prudencia en la última gaveta de su escritorio de abogado. Hubo una dulce permuta en la que él, sudoroso, se deslizaba en aquella ga veta y los dos paquetes quedaban pesando so bre su cama de hombre solo.
didos olores de lo que ardía.
Cuatro o cinco cuadras antes de alcanzar el fuego, supo definitivamente que las Hamas enorestaban el Teatro González. Quiso quedarse ahí, reclinado en un poste, sin avanzar hacia la materialidad de su aniquilamiento. Un hombre enrojecido se detuvo frente a él, dándose aire para imponerle una mano y una condolida advertencia. Jerónimo reemprendió la carrera hacia el infierno verdadero. Se abrió paso entre bancos de humanidad, buceando en una masa de sombras y destellos, hasta ganar el premio de una primera fila de espectadores, francamente expuestos a la borrasca de iluminaciones.
El edificio del Teatro González hacía erup.
ción por sus múltiples cráteres cuadrangulares.
En alguno de los temblorosos cartílagos que subían por millares, iban los quinientos treinta poemas inéditos, dos paquetes atesorados en la última gaveta del escritorio de un abogado que sólo habría de salvarse como poeta. Jerónimo vio los despachos de los pisos superiores meciéndose alegremente, colgados de una cúpula de estallantes pulmones amarillos. Resistiendo vaivenes y apreturas, se mantuvo en su si.
tlo de privilegio, sin perder de vista el cuerpo entero del incendio, la progresiva desintegración orquestada con tragueteos de resinas, ventarrones generados en los cimientos, la lenta caída de las horizontales. Vio sus palabras votando hacia él, pidiéndole refugio a la memoria que los devolvía a igual velocidad para que lerónimo las oyera morir entre reducidas explosiones, al pie del enorme aleteo de otros componentes del edificio.
La bodega del teatro, donde el calor babía puesto su chispa original entre rollos de celuloide, surtia girándulas que en un largo silbido partían el humo y el resplandor y el cielo.
Canceles, escaleras, muebles de inmundos secretos, pisos y columnas ardían altamente, res paldados por la noche y vagamente alimentados por versos devueltos en andanadas, disparados por la potestad de desdecir lo dicho. Su endeble olor se perdía entre los olores de materias mordidas hasta el alma y los olores do algo más que, por fin, le daba a conocer el incinerado perfume de la pura condenación.
Un día más cerca de sus cuarenta, Jerónimo vio consumirse todo, hasta un último residuo de paramentos negros, cayos de ceniza y remedos de trincheras; todo, menos el valor de haberso visto arder esa noche.
Lo despertó una ulgarada de carreras y gritos cruzados de una a otra acera, rebotados del júbilo al espanto. Recogió su gordura en la brevedad de un sistole y la llevó has ta la puerta exterior. Hombres de camisa de.
sabotonada corrían en una misma dirección pregonando incendio. Jerónimo mal entró en SU ropa, tuvo todavía la desesperada repetición de un gesto; descolgar de un clavo su ilus tro corbata de abogado coadjutor, y dócil al viaje de la gente siguió el resplandor y los cunMéxico, 1972.
Sergio Ramirez (Nicaragüense)
De la agonía Del olvido eterno La Primera Dama de la Tal agravio conmovió al contra el hambre, que se le Un rumor subterráneo de mañana, los jefes de opo Republica que presidia jun República que presidía jun Reino de Inglaterra y la So borrara de las cartas de ma Reino de Inglaterra y cía por la ciudad que sición madrugaban con sus to con un banquete de berana decretó que aquel rear y que todo barco se alo había sido deshauciado por trajes de ceremonia pues gala, se bebió a elegantes país fuese borrado de los jara de sus costas como en la junta de médicos norte tos o dormían con ellos, es sorbos el jugo de limón con atlas universales y en su lu tiempos de peste.
americanos enviada expresa trechos en los fracs pero que debia lavarse los dedos, gar los cartógrafos de la rei Al cabo de pocos años no mente para tratarlo, encon espectantes y satisfechos, lo cual provocó una sonrisa na dibujaron el mar azul quedaba del país memoria trando que padecía un cán Así fueron pasando los aando los a malamente disimulada por entrando como a un estua alguna, pero la intranquili cer incurable. lo cual pro nos, y ya ancianos los soel Embajador de la río; que se ignorase a sus dad y el disgusto de vocó de inmediato urgen brevivientes se pregunta Reina de Inglaterra, sin ciudadanos, negándoles en se cambiaron después por tes y sucesivas reuniones si aquella no era otra estra que pudiera evitar el ser vistrada en cualquiera de sus una intima satisfacción, secretas de los jefes de opo ta gema de que mons por quien le vigilaba dominios u otros países en pues ya no se le volvió a sición que en unos pocostruoso el rostro por el cán con murada turibunda, pese alianza, por no existir ellos importuar con nedidoe da días habían resuelto no otra cer, despachando los asunal tardío ademán de cubrir ni su país; que se descono amnistía y respeto a la con cosa que esperar hasta que tos pitblicos desde su lecho el rostro con una servilleta ciera su moneda, que no se dición humana de los pri.
el deceso se produjera y en de agonía, seguía rodeado La guandia de dragones de despacharan cartas, que sioneros que tan neciamen tonces ya podrían hacerse por sus médicos norteame del palacio presidencial, sa se les ignorase en las escue te le dirigían siempre des.
cargo del gobierno para lo ricanos, edecanes, enferme có esa medianoche de su relas, que se le qutara de dic de el extranjero, ni hubo cual se repartieron de ante ras, escupiendo sangre en cámara al Embajador, quien cionarios y enciclopedias, más mensajes de protesta y mano y también en secre tre las barbas, la mano en ropa de dormir fue mon de los textos de la historia, así desapareció el país de la to, los ministerios de esta siempre firme en los decre tado en una mula de cara los tratados internacionales, faz de la tierra, también do, embajadas magistratu tos con los que ordenaba a la cola y amarrado Con de la sociedad de las nacio sus enemigos, uno a uno ras, aduanas y demás pues destierros y cárcel, amariducido al puerto bajo fuer nes, que no se le incluya en en las canceles se fueron tos públicos. 19 y huesudo entre los san ve esna, masa ser te escolta, hasta ser embar las listas de socorro de las pudriendo tranquilamente.
Como la muerte de tos, los rezos y los cirios, pecado en un buque que le fundaciones internacionales 1972.
podría ser anunciado cada tro temible e inmortal.
vaba ganado de pezuña.
NUEVOS TROPELES Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventua, Costa Rica
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