DIARIO DE COSTA RICA Mercoles de octubre de 1978 Editorial Alza en la gasolina: sintoma y realidad dores, incluso a través de la actitud del Estado, que ahora es el propulsor del alza.
El anuncio oficial de que el precio de la gasolina subirá en las próximas horas a 4, 50 el galón, es un síntoma y una realidad.
El síntoma resulta crudo: la inflación local e internacional nos está acorralando inmisericordemente. La realidad es que las personas de menores recursos ya no pueden afrontar la elevación desmedida de precios que afecta al pan y a la gasolina en dos extremos, pasando por decenas de otros artículos de consumo básico.
Si se quiere tomar como consuelo el hecho de que no aumentarán los precios del canfín, del diesel y del bunker, pues se está en el derecho de sentirse consolado. Pero la realidad es que la gasolina es tan vital para el ciudadano de hoy, como el pan y como otros artículos sin los cuales no se puede vivir.
anécdota del fenómeno global que nos inquieta porque es dañino: el caballo inflacionario está en su punto de mayor fuerza, y marcha desbocado dañando a millares de costarricenses con sueldos inflexibles y sin recursos suficientes para satisfacer sus compromisos elementales de cada día. Lo mismo si se habla del costo del pan que de la gasolina, el cine, los libros, las verduras, el transporte, el arroz o los frijoles, el rictus de amargura deviene profundo en un pueblo que se va desnutriendo porque ningún salario promedio de los trabajadores y empleados, alcanza para cu.
brir las demandas más acuciantes.
El alza en la gasolina de 02 por galón, es una de las más violentas que se han registrado. Resulta de un poco menos del 30 por ciento. Detrás de este reajuste vendrán otros, en rubros tan esenciales como el del transporte de personas en taxis y en autobuses que todavía usen ese combustible en sus motores. eso se debe agregar el impacto hondo que perjudicará a un dilatado sector de las clases media y submedia, que poseen vehículos de trabajo o necesitan de éstos para viajar a sus centros de labor.
Miles de personas de las clases media y media baja, que tienen vehículos modestos y de trabajo, se verán afectadas con este paso alcista auspiciado por el gobierno. Se pueden dar todas las razones que se quiera y se podría presentar como un logro la circunstancia de que el encarecimiento no afecta a tres productos adicionales, pero todas son vanas esperanzas ante el hecho concreto de que los presupuestos de las personas con salarios fijos, no alcanzan ya para cubrir tantas revisiones de precios que al final conducirán a la demanda de aumentos de sueldos, igual que está sucediendo en distintas partes del globo.
La inflación es, hoy por hoy, la amenaza mayor que tenemos.
cuando la iracundia se apodera de los espíritus, los problemas económicos se tornan políticos. La frustración, la pobreza y la miseria, son malas consejeras. lo que sucede ahora en Costa Rica, debería de mover a hondas reflexiones, no para gritar simplemente, o para defender medidas de esta entidad inflacionaria, sino para buscar soluciones de conjunto que nos permitan superar las dificultades sin llevar dolor y tragedia a millares de conciudadanos que no tienen por qué ser los chivos expiatorios de los errores de sus gobernantes, estén ellos en el gobierno o en la oposición, porque las responsabili dades corren parejas y todos de ben asumirlas sin exclusiones.
Lo peor para el gobierno es que el ajuste se autorizará cuando.
la Refinería de Petróleo pasa a manos del Estado. De todas formas, la elevación de precios hubiese venido, es cierto, pero también es correcto afirmar que en otra coyuntura hubiere habido más posibilidad de defensa para los consumiEl propósito de este comentario no es en juiciar a rajatabla a los funcionarios que han debido darle el visto bueno al nuevo precio de la gasolina. Esto es algo así como la JULIO SUKOL PERMANENTE DE DIARIO DE COSTA RICA Hoy hace 39 días presentamos una denuncia a la Contraloría y el titular de ese puesto no se pronuncia. por qué guarda silencio?
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.