Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
LA PRENSA LIBRE Julio Soñar cargo de Miércoles 16 Diciembre 1959 el diario de la tarde MIERCOLES LITERARIOS DE LA PRENSA LIBRE POESIA DE MARIO CAJINA VEGA Mario Cajina Vega es un joven poeta y periodista nicaraguense que reside en Costa Rica desde hace algún tiempo.
Avatares de la política, contradicciones de la no libertad que van haciendo a los hombres desapegarse de su tierra para ir dando lejos lo que en la patria no pueden prodigar hacen que los artistas se en que los artistas se realicen y creen más febrilmente en patrias lejanas.
El exilio es generalmente Seneralmente para los intelectuales, proceso intelectuales, proceso de revitalización y de reconstrucción replanteamientoemocional y cerebral: para entrar maduradamente en el camna de la creación. Paradoja rara, como tantas otras de nuestro continente.
Cajina Vega recoge en estos poemas la expresión de lo que es de ser el indio nicara. güense. Son pinceladas tenuas, como sobr sobre ascuas, para retrae tarnos a ese olvidado mdo des cendiente de la más, nos da Cajina saudadosos recuerdos de barrio que en la lejanía es provincia y patria a la vez como los que se per The filan en el poema Definición del Definición del Barrio Naturaleza Viva Un molinillo caido, el mantel manchado de manteca, blancas Jicaras usadas y una mosca que nunca hace la siesta rondando las sobras del almuerto.
Donde la ciudad empieza a ser campo ahí comienza el barrio.
El barrio cabe en un rancho agachado, un alero de tarde, una cejita de luna que va naciendo alazana, Barrio: las cuatro paredes de adobe e historias que son como canciones!
el barrio siente la nostalgia de las patriadas, la nada nacional del viento nicaragua.
Barrio: patio de una guitarra.
Ciudad aindiada.
Campo por unos cuantos pasos.
an bonitos los inditos, tan bonitos!
Libertad Municipal Caminitos coloreados de anilina, que lo lejos fingen ilusionadas colinas misteriosas. Es el Belén familiar que en Navidades pone la nota intima de los hogares cristianos.
Con una moneda de sol yo pago toda la nostalgia que me ha entrado al oír sincerarse las guitarras del barrio!
LA NOCHEBUENA DEL CARPINTERO Ve qué bonito el indito cien piecito desnudito cagadito!
Con aseo el perrito levanta una pala se orina junto al posto y sova, Por la Condesa de Pardo Bazán LA INDIA LA TIERRA Echamos la tortilla, zurcimos las naguas, mercamos, sufrimos, Parimos, dormimos.
Vamos al cuartel con la batea, aguantamos al hombre preso, chineamos los hijos, andamos destalzas.
Caseamos los palos, engordamos los chanchos, espulgamos al muchacho, espantamos al gato estamos en el mercado, sentadas, vendiendo tomates.
Estrenamos en la festa un tapado negro, le bailamos al Santo, saludamos al párroco, regresamos cargando al hombre picado.
Andamos en las guerras calentando el cafés enterramos a la gente.
Nunca decimos nada.
Morimos solamente.
HOMINE tos: Yo nostalgio el invierno, desyaho su bruma, llanto su cielo en un manso remojar de párpados.
Vivo en lluvias el campo en ramas, en retoños do cercos verdes, en certos vendados por la niebla, El tiempo se hace barro en los pies amarillos de los charcos el tiempo, agua de infancia.
José volvió a su casa al ano que significabc claramente: la turroneria, el bizcochón que checer. Su corazón estaba tris. No, todavía no!
Temite el confitero, el obsete: nevaba en él como empe. La mala racha les cogia san quio del amigo, que se asocia zaba a nevar sobre los teja grados, después de larga en al fúbilo de la familia con las dos y calles, sobre los árboles fermedad, una tifoidea de la seis botellas de Jerez dulce de los paseos y las graníticas chica mazor. Felisa, convale las rojas granadas. Una estatuas de los reyes espano ciente a u necesitada de ali puerta sola. La de la anciana les, erguidos en la plaza. Blan mento sustancioso; después de mento sustancioso; después de Viudad viuda devota doña Amparo, cos copos de fúnebre dolor la adquisición de ung cómoda no se había abierto ni una caían pausadamente en el al y dos colchones de lana, que vez; de pronto se oyó estrépima del carpintero sin traba. tomaron el camino de la ca to; una turba de chiquillos se jo, que regresaba a su hogar sa de empeños a escape: des colgó de la campanilla. Eran y no podia traer a él luz, abri pués de haber pagado de un los sobrinos de la señora, su go, cena, esperanzas.
golpe el trimestre atrasado de único amor, su debilidaa, su Al emprender la subida de la vivienda y oído de boca del mimo. Entraron como banla escalera, al llegar cerca de administrador que no se les dadas de pájaros en un pasu mansión, se sintió tan des permitiría atraserse otra vez teón. La casa, hasta entonces onado, que se dejó caer y al primer descu muda, se llenó de rumores, de en un peldaño con ánimo de pondria de patitas en la calle carreras, de risas. Un momenpasar allt lo que faltaba de la con sus trastos. En ocasión to después, la criada viejecialegre noche. Era la escalera tal, un mes de holganza era el ta, tan beata como su ama, glacial y angosta de una casa hambre en seguida, el ahogo sala al descanso y gritaba en de vecindad, en cuyos entre para el resto del venidero año. cascada voz: suclos, principales y segundos el hambre en una familia Eh, señor José! Está vita gente acomodada, mien numerosa! Nadie se figura el por ahi el señor José? Baie.
tras en los terceros o cuartos, tormento del que tiene obliga que le quiero dar un recado.
buhardillas y burhardillones ción de traer en el pico la pé En los momentos de deses.
se albergaban artesanos metanza al nido de sus amores, peración, cualquier eco de la nesterosos. Un mechero de ga8 Vse ve precisado a volver a vida nos parece un aucilio, un alumbraba los tramos hasta la el con el pico vacío, las plu consuelo, El que cierra las ven altura de los segundos, desde mas mojadas, las alas caídas.
108, we mas mojadas, tas atas caidas. tanas para encender un horniallt arriba la oscuridad se con Cada vez que José llamaba y llo de carbón y asfixiarse, oye densaba, el ambiente se hacía se metía buhardilla adentro, con enternecimiento los ruinegro y era fetido como el que el frío de los desnudos boldo dos de la calle, los ecos de u exhalaba boca de un sucio po sines, la nieve de la apagada na murga, el ladrido del perro 20. Nunca el aspecto desolado cocina se le apoderaban det vagabundo. José se estremede la escalera y sus rellanos espiritu con fuerza mayor; ció, se levantó ronco de emo había impresionado así a Jo porque el invierno es un terri ción, contesto, bajando a sal.
sé. Por primera vez retroce ble aliado del hambre, y con dia, temeroso de llamar a su el estómago desmantelado ¡Allá voy, allá voy, señora propia puerta. Para las bue muerde mil veces más riguroBaltasara. nas noticias que llevaba! 80 el soplo del cierzo, que en Entre murmuró la vie.
Altas las rodillas, afincados tra por las rendijas trae en ja. Si está desocupado, en ellas los codos, fijos en el sus alas la voz rabiosa de los nos va a armar el Nacimienrostro los crispados puños, ti gatos.
to, porque han vento los chiritando. el carpintero Tepaso Cavilaba José. NO, no era cos mi ama como esta con Los temas de su desesperacion posible que el pasase aquel ellos que se le cae la baba removió el sedimento amar umbral sin llevar a los que le pura.
go de su ira contra todo y con aguardaban dentro, famélicos. Voy por la herramienta tra todos. Perra condición, y transidos, ya que no las dul contestó el carpintero, pálicentellas, la del que vive de curas y regalos propios de la do de alegría.
su sudor! En verano, cebolla, noche de Navidad, por lo me No hace falta. Martillo porque hace un bochorno que nos algo que desnublase sus y tenazas hay aquí, y clavos abrasa y los pudientes se mar Ojos y reconfortase su espiri quedaron del año pasado; cochan a bañarse y tomar et tu. Permanecía así en uno de mo yo lo guardo todo, bien a.
fresco. En Navidad, cebolla, esos estados de indecisión ho pañaditos los guardé.
porque nadie quiere meterse trible, que constituyen verda José entró en el piso invaen obras con frío, y porque deras crisis en el alma, en las dião por los chiquillos y en el todo el dinero es poco para cuales zozobran ideas y senti aposento donde yacían despaleña de encina y abrigos de mientos arraigados por la cos Tramadas las figuras del Be.
mieles. qué. El carpintero tumbre, por la tradición, lén y las tablas del armadijo no come en la canicula, no ne Honrado era José, y a nin en que habían de descansar.
cesita carbon mineral cuangún propósito criminal daba Entre la alaazara empen el do hiela? El patrón del taller acogida, ni aun en aquel ins carpintero a disponer su lale había dicho, meneando la tante de prueba; las manos se bor. Con qué gozo esgrimia cabeza: Qué quieres, hijo; yo le caerían antes que extender el martillo, escogia la punta no miedo sacar rizos de aonde las a la ajena propiedad, pe la hincaba en la madera. La no ha pelo. Ni para D2o8 To esta honradez tenia algo de remachaba! Qué renor sale un encargo. Ya sabes instintivo; y lo que se te tur de SL ser, gue brios y que me antes de soltarte a ti, he baba y confundía a Jose era fuerzas morales le entraban al soltado a otros tres. Pero la conciencia, en pugna enton empuñar, después de tanto no voy a soltar a mis sobri ces con el instinto natural de tiempo, los útiles de trabajo!
nos, los hijos de mi herma la hombría de bien, y casi tepedazo a pedazo y tabla tras ta na. Estamos? Ya me que probándolo. El no Tobaria ja bla, iba sentando y ajustando do con ellos solos. Búscate más, eso no. pero, vamos las piezas de la plataforma en tú por ahí la vida. inge a ver los que roban en casos que el Belén debia lucir sus niarse se ha dicho.
análogos al suyo ¿son tan cul torrecitas de cartón pintado, 14 ingeniarse. cómo se pables como parece? el no sus praderas de musgo, sus fi ingenia el que solo sabe la le daba la gana de abochor guras de barro, toscas e inge repasa la labor, doña Ampa nito, frases no oidas jamás.
brar madera y no encuentra narse, de arrostrar el feo nom nuas. Los niños seguían con To, muy acabadita y asmática, Cuando la señora volvió y le quien le pida esa clase de bre de ladrón; unas horas enthterés la obra del carpintero. le hizo seña de que la siguie deslizó dos duros en la mano, obra?
cárcel le costarían la vida, mo no perdían martillazo, preanne se, y le llevó a su gabinete el carpintero, en vez de dar Un mes llevaba José sin tra riria del berrinche, de la aften taban, daban parecer y coro donde le dejó solo un momen gracias, miró primero a su bajar. Qué jornadas tan peno ta; bueno, esas eran cosas su ban con palmadas y chillidos to. Los ojos de José se fijaron bienhechora y después a la sas las que pasaba en recorrer yas, Tepulgos de su dignidad, cada adelanto del armatoste, involuntariamente en los mue imagen; va la elocuencia mu a Madrid buscando ocupación!
que un carpintero puede teLa seniora, entretanto, colgables y decorado de aquella ha da de sus ojos respondió la De ou le despedian con fra nerla también. Mas los que no ba en la pared unas agrupabitación, ni lujosa nt mezgue de los ojos de la viejecita, que ses de conmiseración y vagas padeciesen de tales escrúpulos ciones de bronce y vidrio pa na, y, sobre todo, le atrajo des levó como en un libro en el promesas: de allá con secas y cometiesen una barbaridad, ra colocar en ellas bujías. Los de el primer momento una alma de aquel desventurado, duras palabras, hasta con mar no por sostener vicios, por criados iban y venían, atarea imagen que campeaba sobre deshecho fisica y moralmencada ironfa. Trabajo! Es mantener a la mujer y a los dos y contentos. Fuera neva la consola, alumbrada por u te por un mes de ansiedad y te abonara nadie lo hay. pequeños. quien sabe si ba, pero nadie se acordaba de na lamparilla de fino cristal. amargura sin nombre, y doña respondían los maestros, cole tenían razón. Quién sabe si eso, la nieve que aumenta los Ero un San José de talla es Amparo, muy acostumbrada a ricos, malhumorados o abatt eran mejores maridos, mejo padecimientos de la miseria, cultura moderna, sin mérito, socorrer a pobres, sintió como dos. De todas partes brotaba res padres? El no daba a los también aumenta la grata sen aunque no desprovista de cier un golpe en el corazón: la ne el mismo clamor de escasez y suyos más que necesidad y la sación del bienestar intimo, to sentimiento y el Santo en cesidad que iba a buscar fue.
de angustia: doquicra se llo grimas.
del hogar abrigado y dulce. vez de hallarse representado na de casa, visitando zaquizawaban los mismos males; gue Gimio, se clavó los dedos en José asentaba, clavaba la ma con el Niño en brazos o de la mies, la tenia allí, a dos paruina, enfermedades, 018 el pelo y, estúpido de amargu dera, hasta terminar su obra mano, según suele, estaba al sos, callada y vergonzante, per turbios, catástrofes, miedo, en ra, miró hacia abajo, hacia la rápidamente, en una especie pie de un banco de carpintero urgente y completa. Alzo cogimiento de los bolsillos. parte iluminada de la escale de transporte, reacción del To, manejando la azueia y en los ojos de nuevo hacia la efiy José iba de puerta en puerra. Por allt mucho movimien batimiento que momentos anseñando al Jesusín, atento y gie del laborioso Patriarca, y trt, para regresar a la noche to, mucho abrir de puertas, tes le ponía al borde de la sonriente, la ley del trabajo, bondadosamente tosiqueando, de sembiante hosco ceño mucho subir y bajar de cria desesperación total.
la suprema ley del mundo. dijo al carpintero: fruncido, y contestar a la in dos y dependientes llevando Cuando el tablado estuvo José se quedó absorto. Creía terrogación siempre igual de paquetes, cartitas, bandejas: enteramente listo, y José hu que la imagen le hablaba: Ahora subiron de agu, cesu mujer con un movimiento 108 ultimos preparativos de la 20 dado alrededor de él esa crefa me pronunciaba frases a la casa de usted, para de sombros siempre idéntico, ceny, el turón cwe pione de ultima otteita del artifice que de consuelo y de cariño infi que celebren la Navidad.
Yo he llovido antes y hoy esoampo como la tierra que se lava cielo sobre las leguas y los campos.
El delirio del sol brilja embebido en hojas limpias!
CARTEL La Revolución es un pupitre es un estanto en una escuelita llena do lápices y papeles.
La Revolución es el vestido es el estreno de los pobres en Domingo y el pantalón y la camisa limpia todos los días.
La Revolución es una botica es un cepillo de dientes y un jabón do olor y un poco do desinfectanto y estar sempre agoado.
La Revolución es la comida es una masa servida con un pichel do agua y el tenedor y el cuchillo sobre el mantel a cuadros y tener además un cubierto de sobra listo por si acaso se aparece una visita.
La Revolución es la tierra son los arados surcando los maizales y una familia do axidones cultivando hortalas La Revolución es el trabajador (La Revolución es el obrero con una flor)
La Revolución es el hombre es el amigo que no piensa lo mismo y vota en contra y sigue siendo el mismo amigo.
La Revolución es el indio.
La Revolución es un libro y un hombre libre.
PARA UNA NAVIDAD FELIZ TIENDA CARLOS LUIS E NUA CA RITUS S Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.