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Sábado 30 de Enero de 1965 LA PRENSA LIBRE. 12 OTOEVO Paisaje funeral Poemas terrenales El miedo de quedarme para siempre en la muerto me despierta de noche como un tren de locura.
Los rayos de la luna dibujan calaveras y en la alcoba solo entran los rayos de la luna.
La tierra se me finge un demonio con hambre y la tierra me busca como una dentadura.
Me sorprendo de pronto con los brazos clavados a los maderos negros de la angustia.
Dos cajones repletos de un miedo tenebroso Del último libro de Jorge Debravo: POEMAS TERRENALES, publicado en el mes de diciembre de 1964, reproducimos hoy los siguientes poemas.
CAS. en 1960. CONSEJOS PARA CRISTO en 1962 y DEVOCIONARIO DEL AMOR SEXUAL. en 1963.
Todos ellos fueron escritos en la ciudad de TURRIALBA, durante el año 1961.
Conserva inéditos; VORTICES. 1959. LETRAS EN TINTA NEGRA. 1960. AQUI TAM.
BIEN SE SUFRE (cuentos. 1960 1964. ROMANCERO AMARGO. 1963 1964. NOSOTROS LOS HOMBRES. 1963 1964.
Debravo ha publicado también: MILAGRO ABIERTO. en 1959. BESTIECILLAS PLASTInos reclaman, amada, estas carnes maduras.
Te despierto asustado para que oigas conmigo el silencio terrible con que la tierra aúlla.
Los rayos de la luna dibujan calaveras y nuestra casa está toda llena de luna!
Encuentro jorge debuvo Página literaria Colaboración mensual del CIRCULO DE POETAS COSTARRICENSES.
Especial para LA PRENSA LIBRE)
Plan de Difusión Artística COSTARRICENSES Poetas, desconocidos o conocidos, el CIRCULO DE POETAS OS llama. Toda persona que tenga inclinaciones literarias, toda persona que quiera ayudar y conocer la renovación poética de Costa Rica, puede llegar a nuestras reuniones, cuando guste, Dirección postal: Apartado 4287, San José de Costa Rica.
Reuniones: todos los miércoles a las 7:30 en los locales del Instituto Costarricense de Cultura Hispánica, sita 150 vs. al norte del quiosco del Parque Morazán.
Después de acomodarme todos los huesos flojos, he venido a llamarte con un nombre sincero: se han abierto mis dedos, se han cerrado mis ojos y he gritado en la noche: Compañera, te quiero!
Te quiero porque tienes todas las cosas vivas que yo necesitala para ser verdadero: las caricias profundas como alas vengativas y el amor que se clava como clavo certero.
Te quiero cuando estás lavande mis camisas, cuando tocas mis negros cabellos rencorosos, cuando pasas tus cortas manecitas sumisas por mis labios abiertos y mis dedos ansiosos.
Mi vida no está entera sin tu pelo esponjado y tus pupilas rectas de animal transparente.
Me hace falta tu mano como un pan bienamado y tu mejilla tibia y tu piedad caliente.
Me hace falta tu falda olorosa a resina de amor y de trabajo en todos los rincones, tu palidez de alma cuando el mundo calcina y tus pechos abiertos como dos almohadones.
POEMAS TERRERALES Es poéticamente como el hombre habita esta tierra.
Balada de la cosecha Nocturno intimo Los huesos tristes Madura, dulce y buena como un fruto te me pusiste, amada.
Tan madura que fuiste, lentamente, madurando la casa.
Tu vientre, rebosante por el hijo, era como una tierra cultivada.
Tengo los huesos rudamente tristes.
Ellos presienten que la muerte mía será una muerte pobre, sin camisa, muerte de hambre o de cántara vacía.
Te amo simplemente, sin fatigas, sin grandes miedos, por lo que tú eres.
No por los sueños que fabrico a solas, sino por lo que das y lo que tienes.
Porque soy en la tierra un tronco solo que está pidiendo nidos a los pájaros.
Porque tú me entusiasmas, me remozas con tu dulce calor de animal blanco. en las noches de lluvia, cuando nada me puede hacer feliz porque padezco, me entregas tus dos manos como panes, me acercas como un cántaro tu cuerpo y me pones temblando en las mejillas los almohadones vivos de tus pechos.
Ellos presienten que los días lunes siempre me amarrarán con sus cordones y que a las cuatro de la tarde algo repetirá que existo en los rincones.
Estabas tan inmensa, tan inmensa, tan llena de termuras y esperanzas, que no podias entrar a los rincones porque ya no cabías. Bajo las sábanas, en el lecho nupcial, había un olor como de estrellas blancas cortadas con la mano, como de avemarías rezadas en la infancia.
Hijos Parto Por la hija que ríe estoy doliente, por el hijo que llora estoy en pena, porque los dos me han puesto la colmena del alma toda abierta y toda ardiente.
Todo olía a ternura en nuestra alcoba.
Todo olía a cosecha en nuestra casa. un día como una fruta muy madura, muy herida y muy blandate dividiste por la mitad, despacio, y hasta el viejo recuerdo trascendió a ropa blanca.
Porque los dos han hecho que ese diente con que la vida muerde y envenena, me clave más veneno entre la vena y me vuelva el espanto incandescente.
Mujer, toda mi sangre está presente contigo en esa lucha que sostienes.
Contigo está mi amor incandescente y en tu llanto y tu duelo me contienes.
Nunca en la vida estuve tan de prisa, tan lleno de relámpagos y ruegos, como ahora que ha muerto tu sonrisa y están con tu dolor todos los fuegos, Nunca estuvo mi amor tan a tu lado, nunca como esta noche de tortura, euando sufre mi amor crucificado en el mismo tablón de tu amargura!
Porque los dos son chorros de esperanza.
Porque los dos me pedirán mañana un mendrugo de paz que no se alcanza. mi alma bajó una estrella dulce, tierna como una cántara. ni alma, contagiada de cosecha, e naduro también, como la casa.
Porque tendré que darles la campana de la muerte, del odio y la venganza y nutrirles la voz con sangre humana.
Carboncillos Pequeño funeral ¡Qué liviana es tu vida, qué livianal Te haces domingos como tú los quieres, Apresas alegrías en la ventana y sjempre tomas la que tú prefieres.
COSTA Te pones un vestido para estreno, te miras al espejo por costumbre, te quitas el dolor como un veneno y te pones colar de mansedumbre, CIRCULO DE STARRICENSES Para ti y yo acabaron los diciembres de viento frío y de alcoba sola.
Tú patria se ha ido lejos de mi patria y tu boca no encaja ya en mi boca.
Nos agarró el Destino por los brazos y no nos permitió la despedida.
Algún dios rencoroso partió en cuatro pedazos nuestras últimas caricias.
No podremos volver a tomar juntos el desayuno, en platos hermanados, nuestras piernas en cruz bajo la mesa.
Nuestras manos no son ya nuestras manos.
Se nos ha muerto como un buen amigo en la sala del alma, el entusiasmo.
Yo nunca sé qué hacer con estos días.
Todos son para mí como sangrias que no puedo cerrar con venda alguna, Tú los tomas, los doblas, los estiras, los quieres de verdad y de mentiras y haces con ellos una inmensa lupa.
Crepusculario Fotografía en negro Mi cigarrillo tiembla como un fantasma amado.
Prece una estrellita con tres dias de nacida.
Las once de la noche duermen en los relojes.
Nuestros pasos despiertan las brujas distraídas, Nada queda en el mundo en esta hora negra.
La tierra es una novia totalmente desnuda, Solo tu piel respira al lado de mi asombro.
Sobre tu miedo du. ce mi soledad trasuda.
Eres como un sollozo sobre la tarde helada.
Apenas si respiras entre la niebla espesa.
Sobre un charco de sombras te veo desmayada y el agua de la muerte te sacude y te besa. veces cuando el viento se pone tembloroso y las tres de la tarde me caen en las manos te enciendes un momento bajo el sol perezoso y aún se te perciben estertores humanos.
Hace unos años eras mi país más querido.
Allí escondía mi carne cuando estaba asustada y se sentia los ojos como cantaros muertos.
Ahora entre los charcos del crepúsculo herido apenas si se mecen tus manos alargadas y apenas si respirar tus ojos entreabiertos.
No sé por qué milagro el vestido aún te cubre y tu amor asombrado no me abre la puerta, si en la tierra no quedan luciérnagas con vida y en bel cielo la luna cayó hace rato muerta Paisaje Tendidos bajo el sueño Hay espuma de horror sobre la acera.
La sombra pone miedo en cada mesa, y acomoda su rostro de diablesa en el hueco caliente de la ojera, Se retuerce irreal la carretera como una culebra de tristeza.
La luna pizpireta besa y bess con fantasmales besos de ramera, Era grande la noche. Estábamos en ella con todos los impulsos dispuestos para el beso.
Se quemó el filamento de la única estrella y un cosquilleo eléctrico nos palpitó en los huesos.
La luna se estiraba como una gata en celo.
La tierra tomó un hondo tibior de carne abierta.
Docenas de emociones cayeron en tu pelo.
Nos hayamos, de pronto, con la alegría despierta.
Dios se encogió de un golpe y se escondió en tu traje.
El pájaro del miedo se nos fue del paisaje.
Olvidamos el alma y el pecado.
Todo nos dejó solos: la luna y el vestido.
La noche era profunda como un lecho mullido. el deseo, sin permiso, se acostó a nuestro lado, Diablos pardos empañan los ricone Suena el silencio su mortal mamme debajo de la a mohada y los coldgones.
La muerte ladra un fúnebre lady do y le muestra la nalga y 199 200 kl pobre corazón pavorecido Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.