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2 LA REPÚBLICA. DIARIO DE LA MAÑANA: comerbeinado el pasco, a las 9, 30 Miguado Telegramas.
Era digno de la mas justa admira comodidad a las necesidades de la esplendidez bellísima del gran ción el buen gusto del engalana una reunión de ese rango.
miento del salon de la platea, cuyo La iluminación, siistentada por mayor mérito cousistía en esa son grandes liermosas arañas múlti más o menos, la orquesta, hábilLimon, setiembre en los p. cillez pulera graciosa con que el ples por ganchos loterales colo, mente dirijida por el innestro don vapor inglés Alone tonelalu do rejistro, 37 tripulantes con encanto con todas lus exijencias uniforme en todo el interior del to el aire anunciando la primera schor MI. Keith al mando del buen tono social teatro. No tenía nada que envi cuadrilla, el primer baile. Un de su capitan Seiders. Pasajeros: Hemos dicho que el procenio diar a la mas esmerada ilumina instante después, un inmenso cuaNts Ritelil, Bouden, Joung individuos de cubierta. Carga: 1164 podia estimarse como un segundo ción de gas hidrojeno. dro de más de sesenta parejas en luultes mercaderian, sacos pnquetes salon, era cierto. Nada lo divi Olvidábamos decir que el salon taba simétricamente formado, correspondencia: dia de lit platea, sino una pequenta de la platea se veía rodeado de empezó la primera figura.
grada de tres descansos, exijidsillas, las cuales no estorban en lo Desde ese momento, el salón Limón, setiembre 16. las 9:30 8: m, por la diferencia en el nivel de los mas mínimo ni a la vista ni a las tomó un aspecto aún más encande Menito con destino a Porto Bello pisos. Lo dividía tambien, hausta evoluciones del baile.
tador. Aquellos ánjeles se ajita(Panamá) despacinda pur C. Keith cierto punto, la majestuosa en las nueve de la noche, el local ban coufundían en las complicaal mando de su capitan Higgius. No legante portada del telon, la de que venimos hablando parecía das evoluciones del baile, luciendo laro pasajeros, cargu, ni corresponden cual ofrecia un aspecto de primo, un lugar funtástico, un conjunto más sus gracias, la belleza de sus roso gusto, embellecido por de encantos de bellezas que arro vestidus, la pareza de sus perfiles trofeo de banderas nacionales sus baban el espíritu, que trasportaban la dulce satisfacción de su entupendido en el centro de la parte al espectador al mundo de la fan siasmo.
Crónica local. superior. El piso del procenio se tasia donde moran las radas, las Nuestra imajinación sa pierde veia tambien tapizado como el de haríes las diosas. El salon de la en un universo de recuerdos letela platea dominando a osta. platea se veía rodeado por ambos rojéneos de impresiones diversas Sofáes, sillas mesas diestra lados de verdaderos ánjeles Ros agradables, en términos que ya EL DR. ZALDIVAR Ante mente colocadas a su costado a su tros preciosos, ojos celestiales, bra no nos es posible seguir paso a noche llegó a esta capital el señor frente, lo hacían un sitio de solaz zos torneados, formas mòrbidas paso el desenvolvimiento de las doctor don Rafael Zaldivar, cuyo a la por que de descanso, que en voluptuosas; trajes fantásticos del espansiones sociales de aquella noarribo a Puntarenas habiamos ya quella noche hacía delicioso la mas esquisito gusto moderno, che memorable. Sólo diremos anunciado. Cumplimus un grato fascinadora perspectiva del gran mezquinos piesecitos apricionados que se bailó mucho, incansabledeber saludandolo respetuosamen salon invadido por ochenta o cien por el raso; manos diminutas iente, hasta las doce cuarto de te. El doctor Zaldivar es un ca parejas que se ajitaban fantástica torucadas, acusadas por el delicado la noche, hora en que se dió prinballero distinguido, un hombre inente a un tiempo, bajo la mirada guante blanco, cabezas lermosísi cipio a la cena.
público sobresaliente de Centro de centenares de ánjeles que es mas virjinales, acariciadas por En pocos minutos, el salón de la América, digno por muchos títu pectaban dulcemente desde todos las flores los adornos embringa platea quedó casi abando:undo. los elel aprecio de la sociedad. los palcos, a los reflejos de una dores del arte; senos turjentes tí La escena se trasladó por entero; Deseamos que su permanencia iluminación clarísima.
moidamente iniciarlos por un escote detallándose maravillosamente, a entre nosotros le sea grata. El primero segundo orden de honesto hechicero; todos esos todos los palcos de la primera fila, Saludamos tambien al señor Dr. palcos, convertido, como ya lo he encantos que han hecho de la mu donde había mesas a propósito, don José Leonard, sa digno secre mos dicho, en verdaderos doceles jer la reina de la creación, la dio al procenio, donde varias mesas tario, a los demas caballeros que de primeroso aspecto, estaban a sa de la hermosura el orgullo fueron como por encanto colocadas lo acompañan.
mueblados con las sillas suficientes. el embeleso del hombre, se dispu con admirable rapidez. En los del primer orden se taban eu aquel reciuto trasforma La decoracióu había cambiado.
BAILE. El 14 en la noche veían pequeñas mesas destinadas do en on verdadero eden. Los Una clase de bullicio mui diverso tuvo lugar el espléndido baile a la ceue. La digna Comisióu de palcos presentaban un golpe de se dejaba sentir por todas partes: dado por la Comisión de Señoras Señoras tenfa sa palco en este ór vista no menos hermoso: se veían era el ruido de platos que se choca.
ausiliar de la Junta de Educación den, a la izquierda del salon atestados de rostros anjelicales, ban, de cubiertos que trabajaban, de Común. El acto tenía un doble próximo al escenario. Situado en que parecían esmerados en dupli botellas que se abrían; era el ir objeto cívico: celebrar el aniversa el centro, podeinos decir, del gran car el encauto de aquella mansió venir de los criados, el afán de los rio de la patria procurarse fondos dioso conjunto, desde él se domi. de delicias, de arrobamiento aun caballeros por servir mejor a las para la contrucción de una escue naba atendía a todas partes. de amor; sí, de ese amor que en señoritas, el de la conversación a modelo. Era, pues, doblemente La orquesta se hallaba colocada la sociedad, ha hecho el bici la jeneral.
importante digno de llamar la en un departamento de la galería beadición del mundo. las honorables señoras de la atención de la sociedad.
o sea de los palcos de tercer ór las 15. de la noche, diver Comisión, que no habían descansaEl local que se había elejido den del teatro Desde allí descen. sas parajes empezaron a invadir el do on sólo instante en toda la nocon tan magnifico fin era el teatro dían sus acordes deliciosos, mas salon en agradable majestuoso che atendiendo la cantina premunicipal. Ninguno podía ser sonoros mas dulces, repercutiendo paseo: Eran las señoras de la parando el ambigú, les había llemas apropósito por la forma o igualmente en todos los ámbitos aistinguida Comisión ausiliar de la gado la hora de la gran faenn;blonga do su espacioso salón, o del encantado local.
Junta de Educación Común, las la faena colosal de atender a los sea de su platea, adornada de ga En el fondo del escenario se iniciadoras antoras de aquella pedidos a las exijencias de más lerias adecuadas, con el procenio a veia una puerta otra en su costado reunión tan bella tan espléndida, de trescientas personas, que eran su frente, el cual podía reputarse izquierdo, ambas adornadas con que invitadas acompañadas por servidas con todo el esmero hucomo una segunda sala. hermosas colgadaras, las cuales dignos caballeros, inauguraban, si manamente posible.
Resuelto esto, se puso manos a daban paso sinunitáneamente para asi podemos decir, ei baile, hacían El ambigú estuvo bueno: las sela obra. El pavimento de la pla la cantina que se hallaba habii la primera etapa de aquells no ñoritas caballeros quedaron mai tea no tardò en versc entablado mente colocada fuera de la vita che de dulce sublime espansion contentos i, sobre todo, sumamente con un nivel propio para el baile de los salones.
social. Las señoras de la Comi. agradecidos de las distinguidas Las galerías que ocupan los palcos la derecha del patio de entra sión vestían con la seria elegancia señoras de la Comisión, que con fueron todas adornadas con los da del teatro, habia un espaciosa propia de su rango estaban ma su trato dulce, sus maneras finas, colores nacionales, hermosas gir habitación elegantemente prepara jestuosas. La señora presidenta, su modo agradable, su discreción esnaldas follajes simétricos. Cada da para el servicio us, especial de doña Celina de Brcaley, llevaba un quisita si noble solícita benepalco parecía un docel primorosa las señoras, dotada de la corres. riquísimo vestido de seda color oro volencia, sebabían prodigado mente ataviado, como todos eran pondiente servidumbre. primorosamente adornado de re asombrosamente en todas partes, iguales, el conjunto ofrecía un Por el mismo costado, ero tras jia cola. Su talle esbelto, el aire para atenderlo todo, para verlo golpe de vista verdaderamente de los palcos de primera fila con. la compostura de sus modales todo, para evitar cualquiera irreencantador.
tiguo al procenio, había otra sala finísimos, le daban naturalmente gularidad en el servicio de lan El pavimento de la platea se donde un empleado recibia cui sin afectación alguna, una majes fina selecta sociedad.
veía tapizado con manta blanca, daba de los abrigos, sombreros tad agradable altamente distin. Aquel movimiento jeneral tei sobre el tapiz una cantidad de demas útiles de los caballeros. guida. Sus demas compañeras nia mucho de encantador El habia finas lentejuelas esparcidas con Todo se había consultado, todo no estaban meros elegantes. An sido aumentado, duplicado con maestra habilidad, de modo que se había previsto con aruerdo pré tes por el contrario, cada una de la coucurrencia de las familias ofrecía a la vista un espectácnlo via del buen gosto de la galon ellas contribuía con su noble gra que ocupaban los palcos, a la cetan agradable como particular. teria, para que nada faltara a la ta presencia a dar mayor realce a na.
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