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LA REPÚBLICA, DIARIO DE LA MAÑANA. Ia República la patrial quilos goces que la ilamada akra popular «lestruye aniquila. y destroz. Cuanta scrpresa y admiración causó generalmente, y aun si mejores amigos, y su familia propia, el ver al hombre nuevo, a modesto ciudadano, al hombre al parecer timido y apatico, a! Médico que hasta entonces había ejercitado su talento y facultades, tan solo MEMORIA en curar en aliviar las colencios del cuerpo, aceptando franc, imperterrito y heróico, cl urduo cargo de curar las heridas y los males de BIOGRAFICA NECROLOGICA.
Aquí debe mi pluma suspender sui cursa, y dejar a la historia in.
parcial el llenar las blancas páginas que mi tinta deja: ella absolverá!
Huce ahora sesenta y un afios, o zen a fines de 1826 salía de Cos: ludibles errores que las pusiones politicas exaltadas, las circunstanlo que absolverse deba; justificarsi lo justificable, y condenará los ine ta Ricu un niño de once años con destino Europa, recomendado ácias graves y excepcionales, in salud pública, y algunas veces, In Se los distinguidos viageros ingleses Ricardo Trevitbick y Juan M1. Gc talidad arrastran.
rad.
Básteme sobre esto decir que el Doctor Montealegre, al aceptar La vía de Sarapiqui, entonces en proyecto, aún vo fijada y ape la tremenda responsibilidad de los hechos consumados el 14 de ago.
nas mal descubierta, hasta donde pareció navegable el rio, tento lato de 1859, se puso la altura que demandaba tan critica situacid, y curiosidad de estos viajeros quienes aciemás tenian altas mirus sobre se mostró digno, dignísimo, de in confianza en el depositada, y de ello, y creyendola más fácil y próxima al mar del Norte que la de los deberes por el aceptados.
Matina, la adoptaron para su viaje, sin arredrarles el ser los primeros irme, sereno y valeroso, reveló cualidades cultas, que apenas en inteytar esta incógnita vín, ni el llevar al niño mencionado y un se sospechabau; ni por un momento vacilo sit varonil ánimo, y sin herano menor de éste, confiados sus cuidados.
dejar su habitual aparente calm, afrontóla crisis, aceptó de lleno sus Largo y ajeno mi propósito seria narrar las penalidades de to consecuencias, llenó sus públicos compromisos, y cumplió sus patria do género, los duros trunces, los muchos riesgos y peligros inminen ticas promesas y aspiraciones tes, hambres, privaciones y fatigas de tan penoso y dilatado camino El pueblo entistechio recompensó su noble conducta y sus nobles que duró veitiw días, en el cual, si milagro fuc escapasen los dos esfuerzos para salvar al país de la anarquía; consolidar el nuevo dr.
viajeros, no lo fué menos que salicsen rives San Juan del Norte lus den de cosas, inaugurar una era de paz, de reformas y de gepuivo niños mencionados.
régimen constitucional; y en soberano y munífico testimonio de su Larga igaalmente y penosa, acompañada de naufragio en la confianza, y de su aprobación, lo elevò al docel presidencial, que dig.
costas de Cartagena, fué la travesía del Atlántico; y no fué sinó en numente ocupó bajo los suspicios de la mejor y de la mis liberal ConsNoviembre de ese año que el jovencito costarricense y su hermano titución, que ha regido en nuestra Patria.
ilegados a Inglaterra, quedaron instalados en una escuela de Highga Explendido y solemne testimonio de sit cordura, desi táctica te en los alrededores del Londres de aquella época.
política de su leal patriotisine; de su probidad acendrada; de su aTales fueron los primeros pasos en la vida activa e inteligente de cor a las instituciones liberales, y du su respeto y sujeción los pre JOSÉ MARÍA MONTE ALEGRE, nacido en esta entonces incipiente ciudad ceptos constitutivos, fueron sus actos durante los cuntru años que for de San José, el 19 de Marzo de 1815.
cionó como Presidente de la República. Veinse las Leyes, Decre Terminado su tiempo de escuela, y preparado por los estudios de tris, Ordenes, Resoluciones, Reglamentos, y demais actos gubernamensegunda instrucción, pasó a la célebre Universidad de Edimburgo, en tales: veáuse las publicaciones de aquel tiempo. examinese todo con donde hizo y terminó no brillante carrern en Ciencias Médicas, siendo animo despreocupado imparcial, y juzguese de la verdad. este el primer costarricense educado en Europa, y el primero también, que propósito repetiré aquí, lo que en otra época estampe: Facta loqunter howró su patria en tan ilustre profesión. si, este cuadro se agrega la penuria y angustiosa sitnación. fines de 1839, k principios de 1840, regreso Costa Rica y del Tesoro Público; la absoluta decadencia del crédito nacional; la al seno de los suyos, a quienes ya no conocía, y de quienes tain poco crecida denda interior de cerca de un millón de pesos; las reclamaera conocido, el que, habiendo salido nifio aúo, volvía en la fuerza de ciones extranjeras por injentes sumas, y sobre algunas de las cuales la juventud y trasformado por completo en fisonomía y en dotes inte había presiòn y exigencias injustificables; compromisos pendientes de lectuales.
todo jenero; conspiraciones constantes frecuentes asonadas, y muc Cuinta alegría! Cuanto prez! Cuanta honra! sintieron los ancia malo de conflictos y dificultades, se comprenderá, lo árduo, difícil, nos y dignos padres, la familia toda, y la patria, al ver restituido al comprometido y angustioso de aquel periodo; y de aquella Adminishogar y al suelo natal, lleno de vida y de inteligencia, y honrado con tración excepcional. Fuerzas herculeas y virtud Catoniana neresi: el entonces altísimo título de Doctor en Medicina y Cirujin, otorgado taron el Doctor Montealegre y la rsonas que lo sostenían y rode por uno de los grandes focos de la ciencia, al débil niño, que catorce bun, para no sucumbir, y para llevar feliz término y consolidar el afios krabía dejado el país, para ser trasladado regiones y por vías pograma de renacimients, político que se había inaugurado.
en aquel tiempo casi ignotas para este pueblo. este programa, 1ué nobilísima y patristicamente consumada, El egregio Carrillo, que gobernaba entonces en Custa Rica, col el glorioso dia en que el probo, sencillo y ejemplar gobernante, tiels mó tarcbién al joven Médico de distinguidas consideraciones, y lo fe siarere ejecutor de los mandatos de la Constitución que había juralicilo por el dichoso término de su viaje, y por los lauros científicos de cumplir, y que republicanamente cumplió, deposito el Poder que que había conquistado.
les Pueblos le habían confiado, en manos de su dignísimo sucesor: La educación inglesa: la educación de aquel tiempo, aún mejor y llaino glorioso ese día fausto; por que gloria y grande tué, para el cultivada que hay día, imprimió en el Doctor Montealegre el sello de Doctor Montealegre, y para sus cooperadores en el Gobierno, el dar muchos de sus signos característicos. Circunspecto, frio en apariencia un patético y solemne ejemplo de la sinceridad de sus propósitos, de y reservado, encerrabat, no obstante, bajo esta exterior coraza, una in la lealtad de sus pronesas, de su respeto la ley, y de su constante teligencia clara y bien cultivada, y un corazón sensible a todos los anheio de asentar firmemente un régimen estrictamente Constitucioafectos, y capaz de todos los holocaustos.
pal; pues, más o menos irregulares, inconstitucionales habían sido Consagrado al culto y ejercicio de su profesión, en la cual obtuvo los Gobiernos de los últimos veinticuatro años, desde el 27 de Mayo merecido renombre y. cekivando los tranquilos y dulces afectos del de 1937 hacta el año de 1860.
hogar, vió deslizarse así, una gran parte su pacífica existencia. digo, En ese día memorable en nuestros anales republicanos y consti. culto de su profesión, porque en ella supo inil veces practicar el sauto tucionales; los que estaban ciegos aun, vieron, y los que erau sordos, ejercicio de la caridad, y dar muchas pruebas de su amor al bien. oyeron; por que de manifiesto se puso, que los hombres gne habían Ageno muchas de aquellas pasiones qiie con frecuencia arras acaudillado el anterior movimiento político, no eran ambiciosos yaltran la juventud al voltice de la ruioa moral, y extraño a las recius gates, ni mentidos libertadores, ni enmascarados hipócritas liberatempestades de la vida, en las cuales tantas víctimas naufragan: agenoreles, sinó sinceros y genuinos republicanos.
igualmente a la política, esa vorágine implacable de la cual rara vez Si el Doctor Montealegre se había exhibido tal como era en reali.
salen ilesos la probidad y el verdadero patriotismo, vió pasar así, año and el 14 de Agosto de 1859 en que asumió e! Poder discrecional, tras atro, tranquilo y respetado, todas las peripecias de otros tiempos, arrostrando im pávido un puesto, que bien pudo haberse convertido y subir y caer y rodar, y muchos de aquellos que ciego inespertos; en patibulo, si el movimiento regenerador hubiern fracasado; y si patriotas probarlos, caudillos nudaces, malvadus, correr. insanos cuando sa provisional posición quedó ngularizada, por el voto Cons.
tras la divinidad más traidora y veleidosa que hayan adorndo los idó titucional de los Pueblus, fue digno de aplauso y de admiración, latras mortales.
cho más lo fué en el histórico día en que bajó del poder llevando sus Mís, el hombre impasible la ambición y ageso a los partidos y manos limpins, nu conciencia tranquila, su frente serena, rodeado de divisiones sociales: el hombre que jamás había aspirado ningún aureola que hoy vodca también su túmulo y su reiemoria: aureola puesto político, ni lo había ejercido de modo alguno, debía salir ines fúlgida y constante, y no letal, pálida y, fugaz. como la engendrade peradamento de su retraimiento, y lanzarse la arena pública, cuan par fosfónicas enciones, producto de måterins pútiefactas.
do se exigió de él, el sacrificio de su reposo y el abandono de los tran(Contin.
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