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LA REPÚBLICA. DIARIO DE LA MANANA.
NUEVA YORK, ALMANAQUE sino la veneración filosófica. Su ro ver los claros que los traspa: pugnante cobardía, el ciego furup Viernes 18 de Noviembre.
entre la nobleza del moribundo y Apenas muestra el perfil esta so cualquiera de los fanatismos que el tosco leño en que divina blanca toca, y está allí pintada la medio del tumulto de jero: olisi.
Pedro y San Pablo, apòstoles en Ro. Pero al misinu tiempo que es un desolación del alma, allí el corazóntanos se divisa al Centurión Abe.
ma. Šantos Ponciano Román, hombre ese agonizante, el artista roto en pedazos; allí, en tan bre nadar, que al oir el último acelto bre; que unos le adoren como Dios, todo el fúnebre poema de aquella él y casi se oyen salir de sus in que otros lo admiren como filóso madre, que hablando por si, dija bios aquellas palabras: Este es encarnación del espírita revolucio dres del mundo: no hay dolor or Dioe. Debajo de esta figura de el martiric, en nombre de la liber ella, de rodillas también está Ma. un mancebo que también ha oido octubre 28 de 1887 Señor Director de La República.
cuanto pudiera exigirse al artista tirado hácia atrás, las trenzas de Cristo, se detiene en sn prisa por de nuestros días, tratándose de es oro desechas sobre la espalda, la descender, convierte sus ojos ato te asunto que reune todas las dif faz preciosa, ya macerada por la nitos hacia el crucificado y se Sar. José. cultades del sublime. Ya no hay penitencia, oculta por las manos, queda inmóvil, abierta la boca, ESTIMADO AMIGO mío: No se cuentan muchos casos en tos prodigiosos en quienes apren los dedos, en la criepatura de la por misteriosa revelación Otra de las figuras mas admila historia de la pintura, en que dimos mejor que en la especula desesperación; imegen admirable un misino artisthaya producido, ción teológica; creer en la hu de la viudez del amor divino. En rables del cuadro es el aristócrata sobre identico asunto, dos obras manización de un Dios y en la di inedio de estas dos Marías se alza faristo que casi presidiendo aquel modernos tiempo sestaba reserva ta por donde los antiguos entre labras del moribando la han sac. ballo blanco enjaezado con des do al húngaro Miguel de Munkac veían sus visiones gluriosas está do de su postración, y vuelta hácia lumbrante lujo, y él mismo ves sy realizar este portento. Dos cerrada. El secreto de aquellos él la faz en que se leen la angus tido con deslumbrante túnica res.
obras suyas han dado la vuelta al todavía nos impresio tia y todos los demás sertimien plandeciente de oro. No quiere mundo levantando un mismo nan con misteriosas sensaciones tos que aquella catástrofe inspira, retirarse ni dar la última mirada grado el sentimiento de la admi de compasión, de amor, de respeto extiende la dicstra mano como pa la víctima y se vuelve sobre la ración, su vristo delante de Pilatos y de temor profundos se ha per ra implorar la piedad de los sacri silla, apoya la siniestra mano en y su Cristo en el Calvario. Este dido. No hay quien hoy pueda pin ficadores para un ser que aún res el anca de su montura, levanta la último cuadro está actualmente en tar el Dios moribundo de los an pira y balbucea perdones. Este gru cabeza, chispea en sus ojos la braexhibición en Nueva York, yo tigros, con todas las promesas del po de doloridos lo completa Juan, sa del odio harto en esa actitud lo no sabría decir cual de los dos ha cielo en sus ojos que se apagan, el discípulo amado, de pié detras perpetúa el pincel justiciero del despertado mayor interés en los con toda la miel que la esperanza de la cruz deja ver en toda su dig artista.
varios gremios llamados a juzgar en los labios cardenos que exoalan nidad su figura afeminada pero Jos, el clero por lo que tiene de inônita misericordia entre espas grave. Su dolor es el dolor del la del Supremo Sacerdote, vene Como prodigio de expresión, ins que el dibujo, el color y la los siglos en aquella frente atara tanto que sa opostura noble y fir barba, que se vuelve también pamaginación han realizado sobre esa zada de espinas, que se inclina so me le hace aparecer como emble ra mirar al agonizante, y sonrientela inmortal; y el público, el gran bre hermanos y sobre verdugos ma de la religión nueva, erecta en do con toda la pérfidia gracia del juez indocto, que razona sin aten con la misura mansedumbre, como medio de aquel mundo de superti sarcasmo parece decirle: Pues que der lógica escrita, que juzga sin un sol que muere, dando al uni ciones que bambolea cerca de eres hijos de Dios, shvate a ti misconsultar códigos de estética, tribu verso todo su úlsimo crepúsculo. Juan, y sentado sobre las piedras mo. El resto de las figuras lo de ignorantes, pero que pronun kacsy es la prominente figura de mano, estúpido indiferente, e discurriendo sobre el caso otros cia fallos casi infalibles, como si su cuatro. Es un hombre mori clavo de la consigua, puesto allí que llevan pintado en la faz el prifaese colectividad de sabios, uni bundo, pero es un hombre perfec para guardar la inmunidad de los mer dragon de la duda, soldados Detrás de sombrío y pueblos, todos admirablemente en calificar de obra insigne al buto que hace pensar en lo divino. paisaje de Jerusalén, la ciudad cu personificados. Delante de este Cristo en el Calvario. y en rati Hay en todo su cuerpo una como bierta en su pálio de tinieblas, y numeroso conjunto que se aleja ficar para su ilustre autor el títu luz especial, que no es la misma en el cielo apenas una apertura, bajando la histórica colina, ha colo de primer maestro de la época, que alumbra a los demás persona una faja de luz para iluminar el locado el artista a Judas Iscariote, mensiones que el anterior. Con es luz que diafaniza las carnes, y como contraste de insuperable prometiéndose una licencia de tiene cincuenta figuras de tamaño que es como si reflejase sobre la fuerza opone Munkacsy este gru perdonavle anacronismo para dar natural, agrupadas en la cima de imagen de la castidad; es luz que po sublime, el resto de sus perso su obra mayor acentuacióu aleaquella tristemente celebre emi contrasta con el negro ceſto de los najes. La justicia de los hombres hórica. en verdad que nencia de Jerusalén, aquella pe cielos aquel fúnebre crespón con está cumplida. El fanatismo esta tá en bu justo puesto el discípulo queña colina, la más insignificante que se vistieron los horizontes de satisfecho, el cobarde interés de traidor. Munkacsy no ha hecho de las que forman el anfiteatre la ciudad santa en el din del tre los fariseos está tranquilo, y ahora sino descolgarle de su voluntaria que mira las fuentes del Cedrón, mendo sacrificio. Al lado del Re descienden ia colina y se alejan, bcrca y pol. erle en el lienzo como los más altos montes del globo. suplicio los dos malhechores; el llevando cada cual pintado en el está en todas las imaginaciones, Allí ha ido Munkacey buscar de la izquierda entre extertores in rostro, visible en la actitad la in viviendo eternamente condenado su asunto. Tiempo hacia que na fernales; el de la diestra en paz presión de sus sentimientos. un remordimiento que no alcandie pisaba el lugar santo en pos humilde; la paz del arrepentimien El verdugo es la primera figura za jamás el perdón de los hombres de inspiraciones para trasladarlas to. La figura de este último ea de este repugnante grupo. Lleva ni la piedad de los cielos. La al lienzo, Borradas estaben ya las magnífica como modelo de cuerpo la escalera al hombro y el hacha dea es atrevida y la ejecución huellas de los maestros antiguos exánime que se desploma con iner en la mano. su lado gime Ma.
magistral.
que de hinojos pintaban sus cruci te pesantez al faltarle el aliento de ría, se desespera Magdalena y fixiones y descendimientos con la la vida.
clama Marta y el malvado ejecu El cuadro de Cristo en el Calvavista puesta en la tela y el alma va Al rededor del Cristo se ve el tor de ajena venganza mira estos rio, es en definitiva una de esas gando por los cielos. La época es des grupo más hermoso que jamás ha tres dolores grandiosos, frunce el obras en que encalla toda tentacreíday Munkacsy ha obligado a la ya pintado el hombre, al querer cefio bestial, encapot: la mirada tiva de descripción. He dejndo época volver cara hacia el Gólgo. interpretar las gradaciones dra de hiena y se aleja con su escala, correr la pluma con ese propósito, tado, es un renacimiento lo que dre santa, está de rodillas, echada bido a una altura desde donde 1o luego be releído estas líneas, y las ha acometido? Si ha pensado en los pies de su amado hijo en los divisan los siglos para maldecir termino con el desaliento de la esto último ha tenido el acierto de cuales posa sus labios, cruzadas le. En este hombre brutal ha impotencia.
evocar, no el sentimiento de la fe, las manos sobre ellos como para pintado Munkacsy en toda su re.
es BOLET PERABA.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Llano del tema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud Costa Rica

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