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LA REPUBLICA LA REPUBLICA podido observar que las sega la negrura de las ondas. grandeza de sus tradiciones, el París que sua ante los doras, después de recogida la res errantes, al llegar la no por las austeridades de sus cuadros de Gustavo Moreau Director y Propietario cosecha, saelen dejar en el che, iban refugiarse en sus reglas, por las bellezas de sus y de Clovis de Chavannes, los JUAN QUIROS surco algunos granos olvida grietas, hayendo de los azo ritos por las virtades de sus paisajes de Luisa Albenin, dos. Ni la tierra lo fecunda, tes del viento y de la lambore moradores sca capaz de atraer las esculturas de Rodin y la ni alimentan los pájaros, de los relámpagos. Pero no el alma enfurma que, como Augusta Holmés: el Paris LA ULTIMA ILUSION All se pudren, día por día, babiendo encontrado en su un cisne ennegrecido de lodo que esucita al rey Luis II de Yo no me suicidaré, me bajo el influjo del viento, de recóndito. seno, calor para sus vuela al limpido estanque, a Bariera en la persona del condecía mi amigo Arsenio. la lluvia y del sol. Eso mis plumas, ni alimento para su cuda allí purificarse de las de Roberto de Montesquieurrellenándose en un cojín de mo le sucede algunos hom pico, desertaron todas, una miserias terrenales. Fezansac; el Paris que com terciopelo azal, donde un dra bres. La muerte, esa visión por una, basta dejarme en la Te comprendo perfecta prende Huysmans inspigón de oro abría sus fauces macabra de cabelios blancos más aterradora soledad.
mente, exclamé yo, pero creo ra las crónicas de Jean Lasiniestras para cazar una ma con una boz de plata en. Entonces es que, como que el remedio está en tus ráin; el París que se embriariposa de nácar, yo no me sui la mano, en un bosque de na te decía el más sabio, a la manos.
ga con la poesia de Leconte cidaré, te repito, porque me ranjos, segando cabezas de vez que el más puro de tas Cuál es?
de Lisle y de Stephane Maaterran los dolores físicos, por dioses, de reyes, de guerre amigos, tá no sabes descar.
El de irte lejos.
llarme; el Paris que tiene re.
leves que sean, pero com ros, de sacerdotes y de enapresentado el Oriente en Ju Quizás sea eso, yo lo Sí, lejos; pero ¿dónde! dith Gautier y en Pierre Loprendo que, como muchos morados, sufre también esos comprendo. mas quién nos. Pues París: iya no te ti, la Grecia en Jean Mortas hombres, estoy en el mundo olvidos crueles. Yo soy uno enseña esa ciencia oculta. gusta esa tierra de promisión y el siglo XVIII en Edmond de más.
Estas frases melancólicas, de aquellos seres que, en el si un día la aprendemos, 1a Te diré: hay en Paris de Goncourt; el Paris que les vida, ha dejado de ponerla en práctica no demos dos ciudades: la una execra la Bachilde, la más pura de dichas en voz baja. con esa recoger.
traríamos que estábamos ya ble y fascinadora para mí. las virgenes, pero la más de voz tan baja de los seres deOh, cállate. le inte domados y escărnecidos por Yo aborrezco al París que ce pravada de las escritoras; y generales comarques parece rrumpi, tú eres demasiado jo la misma vida, puesto que te lebra anualmente el 14 de eo Pocos por alting ponga más profundas del organismo. Sí, soy muy joven; pero temano cada idea que ilumi en la Gran Opera, en los már euenta tal vezi.
cuya existencia no se dan y filtrarse luego por un velo eso no importa. aunque ten nase nuestra inteligencia, ca tes de la Comedia Francesa entonces por que no de muselina para salir al ex go veintisiete años, me pare da latido que agitara nuestro en las avenidas del Bosque de te marchas!
terior) fueron pronunciadas ce ce que llevo siglos dentro del corazón? Además puedo Bolonia; el París que veranca Porque si me fuera, yo por mi compañero al final de corazón. La edad no es an aspirar algo, en nuestro medio en las playas la moda in estoy seguro de que mi enuna larga conversación, en que yo había tratado de ariablemente nuestra tempera Canción o con mis inclinato y la Academia en los en la mano, hasta quedar Ja instrumento que regula inva social, que está en consonan. verna; eń Niza en Cannes, sueño se devaneceria, como cia con mi carácter, con mi el París que acude Institu el aroma de una flor cogida rrancarle, por todos los mertura espiritual. Hay pentaciones Implantar aquí mis días de grandes solemnidades; despojada de todos sus en.
dios posibles, del retraimien zaciones que, los organito voluntario en que se mar años, conservan un calor pri ensueños, no equivaldría el Paris que lee El Fígaro cantos; mientras que viéndochitaban los días floridos de maveral, mientras hay otras sembrar rosas en ana peīta la Revista de Ambos Mundos; lo de lejos, creo todavía que sa juveritud. No me causa que, los veinte, se sienten a procrear mariposas en una el París que, por boca de De hay algo, en el mundo, que ron extrañeza alguna, porque heladas por los rigores del in cisterna Qué carrera po roulede pide, un día y otro la endulza el mal de la vida, alyo sabía que estaba domina vierno más crudo, del invier dría elegir para llegar a la revancha contra los alemanes, ens. comstituye mi última do, desde la adolescencia, por no que no termina jamás. No cima de la felicidad. La el Paris de Gambetta y de siempre, como perla fina en las ideas más tristes, más ox es preciso, por otra parte, ha de comerciante. No me da Thiers; el Paris que se exta cofre empolvado, dentro de trañas y más desconsoladoras. ber vivido mucho para cal ría por recompesado de tal sia con Coquelin y repite las los corazones más tristes, aMi alma es una rosa, solía cular la suma de dichas que sacrificio si supiera que, al canciones de Paulus; el París quella ilusión que nunca se decir en ciertas horas de in podeinos esperar. La histo cabo de diez años, tenía en de la alianza franco rusa; el pierde, quizás.
dad, valiéndose de una ria del mindo nos lo demues mis areas an tesoro mayor París de las JULIAN DEL CASAL.
frase gráfica, pero una rosa tra en sus páginas.
de un Rajah de las In versales; el París orgulloso de que sólo atrae mariposas ne do cualquiera de ellas, se dias. La de burócrata. la Torre de Eiffel; el París gras. Así es que al oir la comprende en seguidá que. Basta entrar un día en cual que hoy se interesa Correspondencia de sombría respuesta que daba tanto los bienes como los ma quir oficina, para conocer las cuestión de Panamá; el París, TALAMANCA tratar de consolarlo, porque mos, pudiendo afirmarse qüe, risino tós futuros, huéspedes millares de seres de distintas no hubiern hecho más que no ambicionando los unos ni de las prisiones de Couta. razas de distintas jerarquias y me de distintas nacionalidades En el tomo VI de los bilidad, yo buscaba un tema prescindir en absoluto de to conduciría, desde el primer Pero adoro, cambio, el Pa nales del Instituto sicopara extraviar el curso de dos. Interesarme por la xi paso, la picota del ridículo, rís raro, exótico, delicado. Geográfico Nacional, inforen. ví incorporarse en Wate en el asiento, trar en un campo de batalla, por mi impotencia y asaeta el Par? brillante y artificial; me sobre Botánica de Talaque busca sensacio manca, dado por: Tonduz, en el instante, afiliarme un ejército desco do pór los dardos del despre nes extrañas en el éter, la se leen cargos y apreciaciodilatar sus papilas grises y, nocido, ceñirme los bélicos cio popular. La de juris morfiná y el haschich; el Pa nes que no es justo queden moviendo su cabeza fina y al arreos y, con las armas en la consulto Brigirse en juez rís de las mujeres de los la sin su correspondiente crítica.
tanera, tan semejante la de mano, combatir por extraño de un semejante, estando cu bios pintados y de cabelleras Dice Mr. Tonduz: algunos retratos de Clouet, of ideal, sin ambicionar los lau jeto las mismas vicisitudes, teñidas; el París de las he (1) Durante esta permaque me me decía, como si ensa ros de la victoria, ni temer para escarnecerlo, en nom roínas adorablemente perver nencia mía. en Shirores, priyase un monólogo las afrentas de la derrota. bre de leyes humanas, me ha sas de Catalle Mendes y. Re mavera de 1895. suficiente Sí, no te quede duda, yo Habrá situación más ener parecido siempre la más ne né y Maizeroy; el París que mente larga, he podido consestoy en el mundo de más. vante, más desastrosa y más fasta de todas las aberracio da un baile rosado, en el pa tatar que Shirores era el verLo peor es que, como te he desesperada. nesta de médico 10 lacio de Lady Caithnės, al es dadero centro de Talamanca, dicho, hay muchos que se en Pero tú tenías antes, le creo que, dado el atraso de píritu de Marié Stuart; el Pa centro comercial ante todo, enentran en el mismo caso. repliqué, grandes ensueños, ecsa ciencia, para elegir esa rís teósofo, mago, satánico y naturalmente, pero también Sólo que algunos no se apcrci grandes aspiraciones. carrerá se necesita ser el más ocultista;el París que visita en lugar de cita para todos los de eso, mientras que yo sí. pero todos me han inconsciente el más depra los hospitales. al poeta Paulindios que allí acuden con enme doy cuenta de ello con la abandonado, porqne todos son vado de los hombres. La Verlaine; el París que erige tera confianza. Hasta el gran más perfecta lucidez. Has imposibles de realizar. Yo de sacerdote? Aparte de estatuas Baudelaire y sacerdote de Talamanca, tan ido al campo, en la época de era como un faro encendido, al que para ella se requiere la Barbey Aurevilly; el París receloso y desconfiado, no ha la siega, alguna ocasión! Si frente de desierto marmo, que vocación hay un monaste que hizo la noche en el cere paesto dificultad sen servirse has. estado alguna vez, habrás arroja sus dardos de fuego en rio entre nosotros que, por la bro de Guy de Maupassant; de la hamaca de Rodríguez.
las exposiciones uniHojean que el CARGAS ponerse pálido en Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Migel Obregón Llano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica
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